Una semana había pasado.

Ninguno menciono nada más sobre los "te quiero"

Se quedaron como palabras de cariño y nada más.

Sumire tenía mucho curiosidad y quería saber si había algún gusto por parte del pelinegro, pero se avergonzada al preguntar

Ahora sólo debía centrarse en su recuperación.

Poco a poco podía volver a caminar nuevamente, al inicio fue difícil pues su cuerpo estaba extremadamente cansado.

Agradecía inmensamente a Kawaki que la estaba acompañando en todo su proceso de recuperación.

Hoy le dieron permiso para salir al parque que estaba a la vuelta del Hospital.
Pasear un rato por ahí le ayudaría a motivarse más y relajarse.

Kawaki ingreso a la habitación con un ramo de flores.

Ella se sonrojo un poco al ver dichas flores, tenía ciertas espectativas y esperanzas.
Inconscientemente sonrió y Kawaki la miro extrañado.

–Boruto te mando esto. - mencionó él, dejando las flores a un lado. - Dice que espera tu pronta recuperación.

–Ah, gracias. - susurro Sumire cambiando su Estado de ánimo.

Ella agradecía el gesto de Boruto, pero sinceramente, su corazón esperaba que fuera Kawaki quién le llevara esas flores.

El pelinegro la vio pero no entendió muy bien su cambio de voz.

Se acercó a ella y la cargo estilo princesa. - Vamos al parque. - dijo.

Ella se sonrojo fuertemente y susurro.- Kawaki, debo caminar.

–Puedes hacerlo en el parque.- mencionó él. - Déjame llevarte.

Ella no pudo negarse más y asintió

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Una vez llegaron al parque.
Kawaki la bajo con mucho cuidado y la sostuvo cerca a él.

Le agarro de la cintura y procedió a caminar con ella.
Sosteniendola...

Ella al sentir su tacto, se sonrojo un poco... La estaba poniendo nerviosa.

–Kawaki-kun.- dijo Sumire. - Yo puedo caminar sola.

Él la miro y pensó... "¿Se siente incómoda a mi lado?"

–Debería practicar sola... - dijo ella al ver su reacción. - Poco a poco para volver a nuestra misión.

Kawaki suspiro. Sus pensamientos anteriores se esfumaron pero una preocupación se instaló en él.

Sabía que Sumire no estaría para siempre en la aldea protegida.
Que tendría que volver a misiones.
Pero la preocupación seguía lantente.
No quería que ella se haga daño.

–Puedes caminar a mi costado, para que me puedas ayudar si algo me pasa. - dijo ella y Kawaki la soltó con cuidado.

Ambos caminaban lentamente, viendo los árboles y con un silencio cómodo.

Kawaki veía como Sumire observaba las flores. Se veía tan feliz.

–Me alegro que ambos estemos bien. - dijo la pelimorada. - Te prometo que me recuperare rápido para volver a la misión.
A pesar del riesgo... De todo... Me alegro de ser tu compañera de misión.

Y como si fuera en Cámara lenta Sumire tropieza y antes de caer... Kawaki la sostiene y le dice - A mi también me gusta ser tu compañero de misión.

Ambos sonríen inconscientemente y después de un rato más... Kawaki le dice. - Voy a comprar unos taiyakis. Esperame aquí un rato. - y la deja situada en un Banco frente a un árbol de Cerezo.

–Bien... Vuelve pronto. - sonríe Sumire.

Kawaki fue corriendo al puesto de taiyakis y pidió algo más para Sumire.

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–¡Sumire-san! - un chico algo más joven, alto y tierno se acercó a ella.- Hace tiempo que no te veo en el laboratorio... ¿Esta todo bien?
Dijeron que habías vuelto de tu misión.

–Shitto-kun. Si... Bueno, estuve en una misión. - dijo ella. - Pero hubo un pequeño accidente.
Ahora me estoy recuperando.

–¡Por qué no me avisaste Sumire-san! - susurro triste. - Hubiera ido a visitarte al hospital, te hubiera llevado flores.

–Ey, tranquilo Shitto-kun. - susurro Sumire enternecida. - No quería preocuparlos.
¿Cómo están Omae y Tomoda?

–Ellos están bien. Y les diré que vengan a visitarte. - susurro el mejor queriendo acercarse para abrazarla.

"Lamentablemente" Fue interrumpido por una voz fuerte con un toque de molestia.

–¿Sumire? Y tú... ¿Quién eres? - dijo el pelinegro señalando a Shitto.

Ambos se separaron rápidamente del abrazo.

–Kawaki-kun. Regresaste. - menciono feliz la peli morada. - Él es Shitto-kun.
Un gran amigo que conocí en el laboratorio.
Tiene 14 años, es solo un año menor que nosotros.

–Ah.- Kawaki no dijo nada más y el silencio se volvió incómodo.

–Un gusto conocerlo Kawaki-san. ¿Usted que es de Sumire-san? ¿Son amigos de la Academia? - pregunto con curiosidad el menor.

–Nos conocimos después de la Academia. –Tenemos una relación especial. - ambos contestaron al mismo tiempo.

Sumire paso a ver a Kawaki... "¿Tenemos una relación especial?"

¿Qué significaba eso?
¿Una relación?

Kawaki era inocente en ese aspecto, o ignorante... ¿Qué no sabía cómo decir que son amigos?

¿Se refería a ser mejores amigos? ¿O quizás compañeros de misión?

Kawaki en cambio, pensaba... "Ella no dijo que somos amigos"

"Quizás también quiso decir lo mismo que yo"

Mientras tanto, el peliblanco solo quedó más confundido.

No iba a negar que él sentía atracción y cariño por Sumire.
Pero si ella ya tenía alguien especial, no se iba entrometerse.

Aunque claro, le dolió... Le dolió saber que ni siquiera tendría una oportunidad.

Porque vio los ojos de la pelimorada y esos ojos eran los mismos de él hacia ella.
Esos ojos eran de gusto, de un cariño más allá de la amistad.

Y luego volteo a ver a Kawaki... Y sus ojos demostraban incluso, un cariño más fuerte...

Se dio cuenta, de que Sumire era un pilar en su vida.

Y por eso... No quería arruinar la amistad que tenía con la mayor.
No quería decir sus sentimientos hacia ella.

Decidió que poco a poco la iría olvidando y que se alejaría un poco al inicio, para que todo sea más fácil.

Se paro de su sitio y susurro- Bueno, ya me voy. - se regaño al notar su voz con un tono algo triste.

Y luego se dispuso a ser más alegre. - ¡Espero que te mejores pronto Sumire-san! Luego te visitamos.

Sin más, el menor se fue... Triste... Pero al mismo tiempo, alegre por Sumire.

–¡Hasta luego Shitto-kun! - dijo alegre la pelimorada.

Kawaki procedió a sentarse a su lado y le ofreció un taiyaki.

–Kawaki-kun... - susurro Sumire, quería quitarse la duda.
Quería saber si él la quería como ella pensaba. - Yo... Umm... ¿A qué te refieres con una relación especial?