||...Lluvia...||
Las gotas de lluvia caían en un día de invierno gélido.
Pero esa vez era diferente...
La lluvia caía con significado, con tristeza y con dolor.
"Aléjate de la aldea"
"Solo dañas Konoha"
"Vete"
"Monstruo"
"Demonio"
"Asesino"
"Eres de Kara, ¿no?"
"Por tu culpa el Hokage murió"
"Fue tu culpa"
"Oto-san ya no está"
"Te odio"
"Siempre dudé de ti"
"Ojalá te hubieras muerto"
"Eres solo una herramienta"
"Un cascarón vacío"
Toda clase de palabras, palabras hirientes.
De las personas más cercanas a él.
De las personas que una vez fueron sus amigos.
O eso creía él... Sus compañeros.
O al menos, sus conocidos.
Pensaba que lo apoyarían en el momento más difícil de su vida.
El séptimo había muerto.
Y lo culpaban...
Lo culpaban pero a pesar de odiarlo, a pesar de detestarlo con todo su corazón.
Simplemente lo sacaron de la aldea.
No lo asesinaron, no lo torturaron y por eso él aún dolido salió de la aldea, sin ningún intento de vengarse.
Él mismo se culpaba, si hubiera sido más fuerte, más inteligente.
Si tan solo no hubiera existido.
No habrían tantos problemas si no hubiera aparecido en la vida del séptimo y su familia.
Hinata y Himawari, su esposa y su hija.
Ver su mirada llena de dolor y tristeza al enterarse.
La pequeña Himawari... Llorando sin poder detenerse.
Hinata, tratando de aguantar las lágrimas por su pequeña hija.
Pero no pudo, no pudo con la tristeza y cayó en llanto.
Intentó decir algo, intento consolarlas pero no sabía que hacer.
Intento abrazarlas, supuso que eso sería lo mejor. Pero en cambio Boruto grito: "Es tu culpa. Aléjate de mi familia"
No sabía porqué lo había dicho. Simplemente agachó la mirada, pensando que es verdad.
Hinata pensaba decir algo, contradecir a su hijo.
Pero simplemente no pudo decir nada, su voz, no artículo ninguna palabra.
Kawaki se retiró, era lo mejor.
Fue por la aldea y paso por la tienda de taiyakis, viendo la vez que Sarada le recomendó comer uno de crema y él eligió de chocolate.
Cuando probó el de crema... Y pensar que hace unas semanas todo estaba relativamente bien.
Los rumores corrían rápido.
La gente lo miraba distinto.
Y de la nada empezaron a gritarle toda clase de cosas, pidiendo que saliera de la aldea.
Y fue cuando él se dio cuenta de que eso era lo mejor.
Quería despedirse de sus compañeros, pero solo recibió más insultos.
Resignado se dirigió a la salida de la aldea, no valía la pena estar en un lugar donde todo el mundo lo odiaba.
Donde recordaría cada vez la muerte de alguien que quiso como un padre.
Saliendo de la aldea solo susurró: "Lo siento"
–Kawaki...
–Es mejor que te vayas a la aldea.
No me sigas- dijo con seriedad.
–Solo te pregunte a dónde te vas Kawaki-kun. -dijo ella.
–No se... - respondió con simpleza.
–¿Por qué no te quedas en la aldea?-pregunto inocente.
–Todos me odian.- hizo una pausa para luego agregar. - Y tienen razón, por mi culpa el séptimo murió.
–No fue tu culpa. Yo se que no la fue.
Si tú hubieras sigo alguien malo, el séptimo no te hubiera acogido. - susurro Sumire.
–Tú no entiendes nada. Antes yo era el enemigo, me tenían aquí como un preso.-dijo Kawaki.
–Nunca te vi usar esposas, no eras un preso.
Solo un aldeano más. - dijo Sumire para continuar caminando.
–¿Por qué me acompañas? ¡Eres conciente de qué estas saliendo de la aldea con un completo desconocido! ¡CON UN ASESINO!-Kawaki la agarro con fuerza de los hombros.
Obligando a Sumire a mirarlo, puso más fuerza en sus manos y Sumire soltó un quejido de dolor.
Kawaki la soltó, no debió reaccionar así.
Era solo una chiquita asustada qué después de esa reacción volvería a la aldea.
Pero contrario a lo que pensaba.
Sumire se levantó y habló con determinación: "Se qué no eres un asesino. Solo una persona que hizo cosas malas por culpa de su padre"
Dicho eso, Sumire volvió a la aldea.
Dejando a un Kawaki confundido, ¿cómo podía afirmar algo así esa chiquilla?
¿Por qué confiaba tanto en él?
¿Por qué no le tenía miedo? ¿Odio? ¿Rencor?
Ninguno de esos sentimientos se demostraban en ella.
Solo una tristeza al verlo y cierto toque de comprensión.
"¿Quién es ella?"
Esas preguntas rondaron en su cabeza por varios minutos, pero decidió dejarlas.
Había comenzado a llover, tenía que buscar un sitio donde refugiarse.
Una cueva quizás, pero no hubo prisa en buscar una.
Dejó que la lluvia lo empapara y observo el cielo.
Parecía que lloraba, en efecto, el cielo lloraba.
Lloraba por haber perdido a un ser de luz, alguien tan importante como Naruto.
Y él... Él también lloró.
Dejó que unas lágrimas cayeran y no le importó.
Se permitió llorar, y no se sintió débil.
Se sintió liberado.
(...)
La lluvia cayó con más fuerza, y él seguía en el mismo sitio.
Sus lágrimas fueron camufladas por la incesante lluvia.
–Si sigues aquí, te vas a resfriar.
Volteo a ver a la dueña de dicha voz.
Abrió los ojos sorprendido, era esa misma chica.
Tenía una pequeña maleta ninja y un paraguas.
Quiso decir algo, pero su boca solo formuló un "oh"
Sumire no espero más y camino en dirección al noroeste.
Esperando que Kawaki la siguiera o entendiera que debía seguirla.
–Conozco una cueva cerca.- dijo ella volteando a verlo.
Él solo asintió y ahora si, la estaba siguiendo.
Ella apresuró el paso y llegaron a dicha cueva.
Saco un polo y un pantalón de su mochila, y extendió su mano hacia Kawaki.
–Será mejor que te cambies si no quieres resfriarte Kawaki-kun.
Él asintió y fue caminando al Fondo de la cueva para cambiarse.
Sumire se quedó viendo la lluvia, recordando su pasado.
Su padre odiaba a Konoha, su madre había muerto cuando ella era una pequeña niña.
Mató a personas inocentes por el objetivo, por el sucio y cruel objetivo de su padre.
Ella entendía lo que sentía Kawaki al ser usado como herramienta, y por esa razón... Por esa única y compleja razón, no lo dejaría solo.
Continuará...
Primer cap! Qué emoción! 🥺
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