MANSIÓN SAYRE
19 DE NOVIEMBRE DE 1979
DORMITORIO DE DREW SAYRE

Si había algo que las mujeres de la familia Grindelwald adoraba eran los problemas.

A Dorcas Grindelwald siempre le encantó causar todo tipo de problemas en su adolescencia.

Daryn Sayre amaba explotar bombas de gases en las oficinas del ministerio.

Y Drew Sayre adoraba todo lo que emanaba peligro y drama. Por eso lentamente estaba cayendo en los encantos de Regulus Black.

Hablando de estos últimos, Regulus se encontraba observando observando a Drew dormir en su pecho el sonreía tontamente y acariciaba la espalda de la rubia como si trazara la más exquisita pintura en ella.

Desde hace una semana ambos pasaban sus noches juntos ya sea durmiendo o disfrutando los placeres de la vida, eso sin contar que a las tres de la mañana a Drew le daban todo tipo de antojos.

La rubia se removía contra el pecho del pelinegro, acariciándolo con su nariz en el proceso.

Ganando con ello un beso en la coronilla de parte de Regulus que se preguntaba que había hecho para merecer tener a la rubia a su lado si había sido bastante idiota antes de conocerla.

—¡Despierten malditos calenturientos! —gritó Daryn abriendo la puerta de golpe y golpeando una sarten con una cuchara—. ¡Ya es de día!

Drew se desperto de golpe mirando mal a su hermana mayor.

—¿Qué día es? —cuestionó Drew adormilada—. ¿Por qué gritas? ¿Qué demonios quieres Daryn?

—Que Bella acepte ser mi esposa, que el feto se llame Daryn junior —enumeraba Daryn—, un trío con Cissy y que Demetria no venga hoy.

Drew soltó un grito ahogado y salió de la cama tan rápido como pudo, dejando a su hermana boquiabierta ya que solo llevaba puesta la sudadera de Regulus.

Regulus miraba bastante confundido el ver a Drew y Daryn guardando sus joyas dentro de un libro falso.

—¿Qué esta pasando? —preguntó Regulus.

—Demetria Grindelwald va a venir —respondió Drew—. Siempre que viene casualmente perdemos joyas, ropa, cubiertos o dinero. Es nuestra prima materna y se a divorciado dos veces.

—La primera fue con Stefan Parkinson y Blaine Greengrass —informó Daryn—. Solo los quería por dinero y yo quiero mi herencia completa al finalizar el día.

Drew asintió de acuerdo con su hermana.

—Por el bien económico de nuestro feto debes ayudarme a guardar todo lo que se pueda subastar o vender —exigió Drew.

Regulus se limitó a pararse e iniciar a guardar todo lo de valor donde Drew y Daryn le indicaban.

Al atardecer la familia Grindelwald-Delacour llegó a la mansión Sayre dejando a todo elfo domestico con un gran encargo, vigilar a Demetria Grindelwald y sus resbalosas manos.

Los Sayre y los Delacour no eran para nada compatibles y menos por una noche en la que puedes sacar todos los trapos sucios al sol.

Lo que a Regulus le llamó la atención más que nada fue que su madre llegase unas horas antes y le diera su anillo de boda a Drew.

En la mesa Drew y Regulus rozaban sus piernas apropósito o Regulus tocaba accidentalmente la mano, brazo o dedos de Drew.

Drew en cambio bajaba su mano cada cinco minutos y dibuja círculos en la pierna de Regulus sobresaltándolo de vez en cuando.

—Son tan tiernos —habló Eleanor Delacour con una sonrisa—. Sino tengo a alguien que me miré como Regulus mira a Drew no quiero nada.

Drew se estaba ahogando con el agua al escuchar Eleanor decir eso, Regulus le daba palmadas en la espalda tratando de calmarla.

Dorcas los miraba con el ceño fruncido.

Midas sonreía al ver a Regulus cuidando a Drew.

Y Daryn entró a la habitación de la mano de Bellatrix, ambas tenían un anillo.

—Ya llegue raza —dijo Daryn—. Bella y yo nos casamos en un mes.

Ahora fue Dorcas la que se atraganto y Midas sonreía con orgullo hacia su hija mayor.

Demetria Grindelwald metió uno de los jarrones en su bolso disimuladamente mientras miraba con asco a Daryn y Bellatrix.

—Necesito detalles —pidió Eleanor.

—Hugh no —negó Demetria—. Lo que necesitan es ser normales, una mujer debe estar con un hombre y no ser un fenómeno ni terminar embarazada a la primera a eso se llama ser estúpida y ofrecida.

—A eso se le llama que nos toco el aparato reproductor que queda embarazada —siseo Drew—. Y la que necesita ser normal eres tú y dejar de tener una mentalidad prehistórica que Dar y Bella tendrán juntas más amor de lo que tu tendrás en toda tu vida y deja de robarte la mitad de mi herencia cada vez que vienes a jodernos con tu desagradable visita.

Demetria se paro tirando la silla y se fue de ahí no sin antes agregar:

—Si un día te cansas de Morgana mi puerta siempre estará abierta.

Ganándose con ello que Bellatrix la dejase calva.

—¿Y qué hay de cenar? —preguntó Bellatrix sentándose junto a Drew—. Muero de hambre ¿Alguien tiene algo para que podamos perder la conciencia? Podríamos celebrar de paso que me casare con la segunda mujer más bella de la sala.

—¿Quién es la primera? —preguntó Daryn con el ceño fruncido—.

—Drew —respondió Regulus.

Bellatrix le dio un zape a su primo quien se quejo al instante.

—Yo obviamente —corrigió Bellatrix—. Empatada con mi suggar mommy ¿Verdad suegra?

AUTHOR'S NOTE: Este capítulo esta dedicado a mi primo que cada vez que viene de visita y me toca lavar los platos encuentro menos y para aquellas personas que han sufrido discriminación por su orientación sexual y su vida sexual.