𝟑
MANSIÓN SAYRE
02 DE NOVIEMBRE DE 1979
ESCALERAS DE SERVICIO
La cena entre las familias Sayre y Black era algo completamente raro, todo el mundo mágico se enteró de ello gracias a Dakota Skeeter.
A ninguna de las familias le sorprendió demasiado el tener a algunos reporteros del Profeta en la entrada a la mansión Sayre.
Drew estaba completamente nerviosa hasta que vio a Bellatrix y Daryn hablando tranquilamente.
Si ellas podían llevarse bien eso significaba que había esperanzas de que la cena no se convirtiera en un campo de guerra o una futura masacre.
Drew estuvo a nada de ponerse de rodillas y rezarle a Morgana porque todo saliera bien.
Pero no tuvo tiempo ya que en ese momento entraron tanto el clan Black como el clan Sayre.
Los Black trataban de controlar a Narcissa Malfoy quien estaba entusiasmada con que su hijo tuviera a un primo o prima de su edad con quien jugar.
Los Sayre en cambio trataban de calmar a Dione Sayre, la abuela de Drew y Daryn, quien no paraba de decir que eran unos pecadores.
—En fin la hipocresía —murmuró Daryn a Drew—. Ella tuvo nueve hijos, no puede quejarse de que tu vayas a tener uno.
Drew le sonrió agradecida.
—Estoy aterrada —comentó Drew—. ¿Qué se supone que haces cuando la familia del padre de tu bebé y la tuya se juntan?
—No lo sé —respondió Daryn.
Drew la miró esperando que dijera algo más, por lo general ella tenía una respuesta para todo.
Bellatrix en cambió se burlaba en voz alta de su cuñado.
—¿Ya viste al teñido? —cuestionó Bellatrix con notable ebriedad—. Parece que se esta aguantándose un gas.
Daryn la llevo a su habitación tratando de controlar a Bellatrix.
—¡Soy divergente y no puedo ser controlada! —gritaba Bellatrix siendo arrastrada por la rubia—.
—¿Estás lista? —preguntó Midas.
—No.
Midas le ofreció a su hija menor whisky, ella lo miró con el ceño fruncido.
—Estoy embarazada no puedo tomar alcohol —le recordó Drew.
—En aquel caso será una noche bastante larga —suspiró Midas—. Tomaré un poco más por ti, no le digas a tu madre.
Drew asintió despreocupada, estaba completamente segura de que Dorcas ni siquiera lo notaría ya que seguía repasando su plan de como matar a Walburga y que se viese como un accidente desde hace una semana.
Drew y Midas bajaron las escaleras recibiendo a los dos clanes que parecían estar discutiendo.
Especialmente porque Sirius imitaba las voces de alguno de los de su familia insultando a algún Sayre.
—Bienvenidos —les sonrió Dorcas—. Pasen a la sala por favor.
Regulus se paró junto a Drew mirándola con nerviosismo, se habían visto ayer pero aún así sentían que no se habían visto en meses.
—Apuesto que alguien va a morir hoy —comentó Regulus.
Drew lo miró con el ceño fruncido al verlo sacar un cigarrillo.
—Ni se te ocurra —siseo Drew—. Podría afectar al bebé, tira eso antes de que mi madre te vea.
Regulus asintió y apago el cigarrillo, tomo la mano de Drew tratando de animarla.
—Todo saldrá bien.
—Acabas de decir que alguien va a morir hoy.
—Y espero que sea Lucius.
Drew sonrió relajada.
Lastima que no duró ya que se escuchaban los gritos entre Walburga y Dorcas.
—Creo que nuestro bebé se quedará sin conocer a una de sus abuelas —dijo Regulus.
Los dos chicos corrieron hacia la sala encontrándose con las dos familias gritándose.
Orion y Midas bebían whisky de fuego.
Walburga y Dorcas se gritaban y lanzaban lo que tuvieran a su alcance.
Narcissa y Daryn discutían sobre quien sería la madrina del bebé.
Lucius, Myron y Minos se drogaban.
Druella y Dione tenían un duelo.
Daryn y Sirius le aplaudían a la familia del otro, viendo el caos con diversión.
Drew estaba a punto de gritarles a todos.
—No lo hagas —pidió Regulus—. No te enojes le harás daño a mi bebé, yo me enojaré por ti ¿Bien?
—Bien pero nadie se enoja tan genial como yo.
—No lo dudo —le sonrió Regulus—. ¡Basta!
Los presentes los miraron con molestia pero se quedaron callados.
—Estamos aquí porque todos queremos lo mismo —habló Drew al notar que Regulus no sabía que decir—.
—¿Drogas?
—Cállate Myron —ordenó Drew—. El bien del bebé.
—Deben casarse para que no sea un bastardo.
Las miradas llenas de enojo cayeron en Dione Sayre.
—Largo —demando Drew.
Dione miró a su nieta reprobatoriamente pero se fue, llevándose con ella el whisky de fuego bajo abucheos de Midas y Orion.
—¿Alguien más que tenga algún insulto? —interrogó Regulus con molestia—.
—¡Váyanse todos a la mierda! —gritó Bellatrix bajando las escaleras tambaleante—. ¡Daryn Sayre es mi futura esposa perras! ¡Por lo tanto seremos las madrinas del bebé Dregulus malditos criados!
Antes de que Bellatrix pudiera seguir insultando a todos los presentes vomito en una maceta de la sala y cayó al suelo inconsciente.
—Ella me cae muy bien —sonrió Minos.
Drew solo se preguntaba que había hecho mal en su vida pasada para tener que estar pasando por algo así.
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