𝟐
GRIMMAULD PLACE, NÚMERO DOCE
21 DE OCTUBRE DE 1979
DORMITORIO DE REGULUS BLACK
Dos semanas.
Dos malditas semanas llevaba Drew de retraso, sabía lo que significaba y estaba aterrada.
¿Cómo podría cuidar de un bebé si muy apenas podía cuidar de si misma? ¡Y aún peor! Un bebé de un Black, del prometido de su mejor amiga.
Era una pésima amiga.
—¿En que piensas Drew? —preguntó Regulus acariciando la mejilla de la rubia—. ¿Por qué estas tan distraída?
—Creo que estoy embarazada.
Regulus la miró sorprendido.
—¿Ya te hiciste la prueba? —cuestionó Regulus—. Puedo pedirle a Kreacher que compre una si tu no quieres ir.
Drew asintió nerviosa.
A los pocos minutos Kreacher llegó al dormitorio de Regulus con la prueba de embarazo en su mano.
Drew temblando la tomó y se metió al baño a los pocos segundos salió del baño, Regulus la miro esperando el resultado.
—Se tardará cinco minutos —informó Drew.
Esos fueron los cinco minutos más largos que ambos tuvieron que esperar, Kreacher estaba sentado junto a los dos magos dándole palmadas en la espalda a Drew y con su otra mano apoyada en el hombro de Regulus.
—Drew —la llamó Regulus—. Si da positivo quiero decirte que te apoyaré en lo que tu decidas hacer y te ayudaré.
Drew se limitó a asentir.
Kreacher fue el que tomó la iniciativa y entro al baño para ver los resultados cuando salió ambos lo miraron nerviosos.
—Serán grandes padres —aseguró Kreacher.
Regulus miró a Drew quien parecía a nada de desmayarse.
La abrazó.
Drew lo apartó, no quería ni necesitaba la ayuda de él. Si bien era su feto también eso no significaba que ellos dos tuvieran que estar juntos.
No se debían nada mutuamente, le debían todo a lo que sea que fuese su feto.
—¿Qué haces?
—Pensé que querrías apoyo —balbuceo Regulus—. No creí que te molestaría ¿Qué quieres hacer?
Drew analizo la situación ¿Ella era pro aborto? Si ¿Ella quería tener hijos? A futuro si, pero ¿Ahora?
¿Y si la oportunidad no volvía a repetirse?
—Lo voy a tener —decidió Drew—. Tendré a tu bebé, no es asunto tuyo.
Regulus la miró con sorpresa, quería contestar pero la rubia ya se había ido con la ayuda de Kreacher.
—Voy a ser padre —balbuceo Regulus—. ¿Voy a ser padre? ¡Madre va a matarme!
Drew en cambio había aparecido en la sala encontrándose a su madre gritando en francés lo que supuso que eran insultos a su prima, Eleanor Delacour.
—Madre podemos hablar —pidió Drew.
—Ahora no Drew estoy ocupada —negó Dorcas—. ¡Y boom! El hijo de perra grito ¡No entrarás aquí a menos que seas hombre! Maldito imbécil.
—Madre es importante.
—También esto Drew —aseguró Dorcas—. Te decía, y después me negué a irme ahora soy la dueña de esos restaurantes.
Midas y Daryn discutían en las escaleras frente a las otras tres rubias.
—¡Estoy embaraza de Regulus Black! —informó Drew.
El vaso de Dorcas estaba en el suelo, destrozada.
Eleanor se fue de ahí tan rápido como pudo.
Midas estaba con la boca abierta.
Daryn sonreía con victoria.
—¡Se los dije! —gritó Daryn—. Les dije que la educación sexual en Hogwarts es inexistente.
Midas se paró de golpe con una mirada seria.
—Debo irme —comentó Midas—, debo matar a alguien.
—Soy lesbiana —dijo Daryn—. Salgo con Bellatrix Black desde el año pasado.
—Mi mejor amigo es Orión Black.
Dorcas miraba a los tres Sayre indignada ¿Por qué ella no sabía nada al respecto de todo eso?
—Todos están castigados —sentenció Dorcas.
—Soy tu esposo no puedes castigarme.
—¡Abstinencia!
Midas se quedó callado.
—Muy bien —suspiró Dorcas—. Tendremos una cena familiar con los Black, Daryn ni siquiera malgastes tu saliva no es opcional es una orden.
La feminista miró furiosa a su madre.
—Pensé que habría una masacre o algo así —comentó Daryn—. Mínimo que madre iba a matar a alguien.
—Creo que no estamos tan locos como parecemos —respondió Drew.
—O claro que no —negó Dorcas—. Solo estarás castigada por un mes y tendrás que.
—¡No me voy a casar con Regulus! —gritó Drew—. Me gusta, si, es bueno, también. Pero no me casaré con nadie que no ame, ni siquiera porque espero a su bebé.
Dorcas rodó los ojos molesta.
En cuanto a los Black era otra historia incluso Regulus había llamado a Sirius para contarles que sería padre.
—Te dije que compraras los condones caros —bufó Sirius.
—¿Soy el único sorprendido aquí? —cuestiono Orión—. Yo pensé que el que dejaría a alguien embarazada sería Sirius.
—Soy gay —bufó Sirius—. Estoy por casarme con Remus, no puedo creer que hasta ahora se enteren ¡Salió en el Profeta!
—Siempre supe que tenías algo con él —aseguró Orión.
—Creí haberte educado mejor —siseo Walburga—. La mocosa debe abortar.
—Madre —suspiró Regulus—. Hemos decidido tener al bebé.
—¡Tu no puedes ni cuidar de ti mismo! —recrimino Walburga—. Eres un mocoso ¿Cómo quieres criar a un bebé si ni siquiera te has graduado de la academia de aurores?
—Drew y yo nos las arreglaremos —aseguró Regulus—. Es tu nieto, ella o él no tienen la culpa de nada así que te pido que no seas mala con Drew. Esto también es difícil para nosotros.
Walburga asintió resignada, aunque no lo dijera ella no quería que Drew abortara. Quería conocer a su nieto, pero su orgullo le impedía decir eso.
—Cenaremos con los Sayre —decidió Walburga—. También tu Sirio. Debemos prepararnos para cuando nazca ese bebé.
Regulus le sonrió agradecido.
Orión miraba a Sirius con curiosidad.
Y Sirius simplemente pensaba en como arruinar la cena.
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