EDITORIAL PHOENIX
21 DE ENERO DE 1980
OFICINA DE DREW SAYRE, ÚLTIMO PISO

Drew Sayre era una firme creyente que cada cosa que sucedía pasaba por una razón, no ella no creía en deidades pero creía en que si el destino deseaba algo tarde o temprano terminaría cumpliéndose.

Y había estado recibiendo mensajes del destino diciéndole que debería estar con Regulus Black.

Claro que ella desconocía que Daryn había estado enviando cosas que gritaran Regulus Black con una carta con explicaciones sumamente específicas de donde, cuando y como estuvieran por la mansión Sayre y la editorial Phoenix que acababa de fundar Drew.

—Maldición —murmuró Drew leyendo Mujercitas—. Este hombre grita Regulus Black.

—Drew —la llamó Rabastan Lestrange, su socio y editor—. Ya llego el libro de la adolescente, Devilish Night.

—¿Ya lo leíste? —preguntó Drew con interés—.

—Sí —asintió Rabastan—. Bueno en eso estoy, es muy bueno. Todos podrían ser el asesino y secuestrador, cada vez que creo saber quien es aparecen más sospechas de alguien más y el triangulo amoroso es ¡Wow! ¿Cómo dices que se llama la escritora?

—Su apodo es Lezza.

—Si no lo publicas te voy a decapitar —aseguro Rabastan.

—Si lo que tu digas —dijo Drew—. ¿Sabes de algún libro nuevo?

—Regulus presentó sugerencias de nuevos libros —comentó Rabastan—, esta muy interesado en si sacaremos Mujercitas con ilustraciones.

Drew se sonrojo al instante y asintió con rapidez, maldito seas Theodore Laurence por ser tan similar a Regulus Black.

—Si busca a Myron —pidió Drew—. Creo que dijo que conoce a alguien que hace ilustraciones.

Rabastan asintió y dejo en la mesa una mascarilla verde mientras Drew leía una parte de Devilish Night.

—Dame eso —exigió Rabastan—. Aún no lo termino, consíguete tu copia.

Drew rodó los ojos pero se lo dio de mala gana.

—Daryn me pidió que te recordara que hoy irán los Grindelwald a tu casa —comentó Rabastan—. Dile que no soy tu asistente.

—Nah —negó Drew—. Es como si lo fueras pero más interesante.

Kreacher apareció frente a Drew y Rabastan haciéndolos saltar del susto.

—El amo Orión —habló Kreacher con rapidez—. Esta muy grave en el hospital Greenggrass, el amo Regulus la necesita.

Drew dormía en la sala de espera junto a Regulus, ambos esperaban noticias de la condición de Orión Black.

—¿Alguna novedad? —preguntó Midas—. ¿Esta mejor? ¿Quieren café?

—Si por favor —pidió Drew.

—No puedes tomar café estás embarazada —recriminó Regulus—. Además la cafeína es mala y te mantiene despierto en la noche, aunque no me quejo por lo último.

Daryn soltó una carcajada mientras Sirius y Drew los miraban con diversión y sorpresa, Drew sabía que esos momentos de felicidad momentáneos no serían más que eso.

Pequeños momentos ya que Orión Black era esa persona que mantenía a la familia Black unida y con él enfermo el resto estaban sumamente triste y con posible depresión, por lo que Drew agradecía inmensamente aquellos pequeños momentos de alegría con las personas que amaba.

—Cierra la boca —ordenó Drew—. No he tomado café en meses, necesito cafeína y tú lo dijiste; soy más divertida despierta toda la noche.

Regulus se sonrojo pero no dijo nada más, a diferencia de Sirius.

—El café es delicioso merece probarlo y jalo a un trío —comentó Sirius—. Seguro que a Sirius junior le gusta.

—No se llamará Sirius —dijeron Drew y Regulus.

Sirius rodó los ojos ofendido y volvió a hablar con Daryn de porque odiaban a sus hermanos por negarse a ponerle alguno de sus nombres a su sobrino.

Walburga Black entraba a la sala de espera con una docena de elfos domésticos.

Los elfos iban en parejas y se dirigían en diferentes direcciones siguiendo las ordenes de Walburga.

—Y quiero café para todos menos para la embarazada —dijo Walburga—. A ella tráele un té, la rubia que esta sentada con mi hijo es la embaraza —el elfo abrió la boca dejando a Daryn sumamente indignada—, mi hijo que fue a Slytherin —el elfo volvió a abrir la boca—. Él que se ve como un vampiro y no me vengas con los que brillan me refiero a los que tienen ojeras y parecen medio muertos ¡¿Ya viste sus ojeras?! ¡Parece que le dieron un puñetazo en ambos! Y que esta a nada de desmayarse, te vez terrible Regulus.

—¡Hey! —exclamó Regulus ofendido—.

—Oh vamos tiene un punto —se burló Drew.

—Y aún así tendremos una galleta, pastelito.

—Coqueteas jodidamente mal —suspiró Sirius—. Estoy seguro de que eres adoptado.

—Solo a Poe Verne le sale —bufó Daryn—. Y como no eres él suena raro, incomodo y feo ¿Confirmamos o que?

El resto de los presentes asintió, menos Regulus que los miró ofendido.

—Por eso es adoptado —declaró Sirius.

—Familiares de Orión Black —habló uno de los doctores—.

Los Black se pusieron de pie y Midas lo miró con nerviosismo, Drew notó como estaba temblando.

—Si la terapia funciona podría vivir años.

—¿Pero? —lo interrumpió Walburga—. ¿Cuál es el pero?

El doctor trago saliva al notar que Kreacher lo fulminaba con la mirada.

—Pero por el momento nada ha funcionado —siguió el doctor—.

Y a la mierda con los pequeños momentos de alegría.

𝑨𝑼𝑻𝑯𝑶𝑹'𝑺 𝑵𝑶𝑻𝑬: Y si aún no lo saben Devilish Night es mi libro original, vayan a leerla.

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