Capítulo 1: Eres mi padre
Eres mi padre
Soltó un pequeño suspiro mientras contemplaba el imponente edificio frente a ella. Los nervios recorrían su cuerpo entero; después de tanto tiempo, por fin había descubierto dónde vivía su padre, aquel hombre del que su madre decía que la había abandonado, algo inusual, ya que son los Dioses quienes suelen abandonar a sus amantes mortales.
Chicago estaba a varias horas de viaje desde Nueva York: unas 12 horas y 21 minutos en coche, pero en avión solo dos. Volvió a suspirar mientras acomodaba su mochila en el hombro y sujetaba con firmeza el mango de su pequeña maleta rosa pastel. Reuniendo todo su valor, avanzó decidida hacia el edificio.
Camino hasta la entrada donde sus ojos se encontraron con los camiones de los bomberos y la ambulancia, desvío su mirada y siguió caminando hasta encontrarse con unas personas sentados jugando cartas, puedo ver que son de la unidad de rescate, ya que uno de ellos tenía un abrigo con esas palabras en la espalda.
—Disculpa — dijo ella caminado hacia ellos con una pequeña sonrisa tranquila o eso hacia creer.
No se sorprendió cuando aquellos hombres la miraron con asombro, era algo normal causar eso, como hija de Afrodita ya estaba acostumbrada a eso.
—Hola — dijo uno de ellos, pelinegro de ojos azules — Soy Kelly Severide — se presentó —¿En que podemos ayudarte?.
— Me llamo Addison — ella también se presentó ante ellos — Buscó al Jefe Wallace Boden — dijo mirando a Kelly.
Los hombres se miraron entre ellos, y Kelly de coloco de pie, mirando a Addison con una pequeña sonrisa.
— Claro yo te guiare — ofreció el mayor mientras le hacía una seña para que lo siguiera.
Addison asintió, volvió a acomodar su mochila, volteo a ver a los demás hombres y les dio una pequeña sonrisa dulce con un asentamiento, los cuales devolvieron.
Después ella siguió a Kelly dentro del edificio, sus ojos marrones oscuros recorrieron los pasillos de la estación de bomberos, era lindo, pero le faltaba más color y iluminación, en su opinión.
En mitad del camino pasaron junto a un salón comedor, Addison se dio cuenta que era como la sala principal, había personas ahí dentro, los miro de reojo cuando ellos la miraron a ella.
Hasta que una alarma sonó fuertemente.
"Escuadrón 3, ambulancia 61 víctima atrapada en..."
Kelly se dio la vuelta y la miró con disculpa.
—Tengo que irme — dijo Kelly, pero después miro hacia el salón — Pero Stella podría estar contigo mientras vuelvo — el de ojos azules miro a la nombrada la cual se puso de pie.
—Claro yo la cuido — dijo la morena llegando hacia ellos con una sonrisa confundida.
Severide asintió para darle una mirada a Addison la cual asintió, y sin más el se fue corriendo hacia fuera.
Stella se dio la vuelta para mirar a Addison con una pequeña sonrisa, Addison la miró con una ceja levantada, intrigada qué no quedará en trance por su encanto divino, hizo que una sonrisa apareciera en sus labios.
—Soy Addison — ella se presentó sin quitar su sonrisa.
—Stella Kidd — también se presentó la mujer con una pequeña sonrisa — Ven te presentaré a los demás — dijo mientras tomaba la maleta de la menor.
Addison simplemente asintió, mientras siguió a Stella hacia esas personas que no la dejaban de mirar con curiosidad.
—Chicos ella es Addison y vino... No se aun a que vino — Stella dijo mientras bajaba su brazo.
Addison soltó una risa que los del camión 81 fue como escuchar a un bello Angel.
— Soy Christopher Herrmann — se presentó un hombre con una sonrisa paterna — El es Randall McHolland, pero todos le decimos Mouch — señaló al hombre pelirrojo sentado en el sillón, el cual le hico un gesto con la mano —Ese de ahí es Otis — señaló a otro hombre joven con barba.
—Mi nombre es Brian Zvonecek, Otis es un apodo — explicó mirando mal a Herrmann el cual hico una seña de que no le importaba.
— El es el teniente Matt Casey — siguió Herrmann con las presentaciones y siguió hasta el hombre que estaba en la cosina.
— Es un gusto conocerlos a todos — dijo Addison con una pequeña sonrisa mirándolos a todos.
—Dinos Addison qué te trae a la estación 51? — preguntó Casey desde su asiento en la mesa.
Addison soltó un suspiro mirándo a todos.
— Vine a buscar al Jefe Boden — dijo ella como una leve explicación.
Casey frunció el ceño levemente, observando a Addison con curiosidad. Antes de que pudiera responder, la alarma de la estación resonó nuevamente.
"Camión 81, emergencia en el bloque 145. Todos los efectivos disponibles, responder."
Los bomberos comenzaron a moverse rápidamente, recogiendo equipo y dirigiéndose hacia los camiones. Addison se encontró de pie junto a Stella en medio de la agitación.
—Kidd puedes quedarte con Addison — dijo Casey hacia la morena que asintió.
Después de eso el salón quedo en silencio.
—Parece que hoy es un día ocupado — dijo Addison con una sonrisa, tratando de suavizar la situación.
— Si, parece que lo es — Kidd la miró con una pequeña sonrisa tensa.
Stella guió a Addison hacia un rincón más tranquilo mientras los demás bomberos salían en tromba.
Mientras esperaban, Stella le ofreció a Addison una taza de café.
—Entonces, Addison, ¿de donde vienes? — preguntó Stella, intentando iniciar una conversación más relajada.
— De Nueva York — respondió con una pequeña sonrisa la menor mientras tomaba de su café.
—Oh una neoyorquina por estos lados — dijo Kidd con una sonrisa traviesa, para después reír junto a Addison.
Las dos comenzaron hablar de cualquier cosa mientras esperaban que los demás, un lazo inquebrantable se estaba formando entre ellas sin darse cuenta de ello.
Después de una hora, los demás volvieron a la estación cansados. Los del camión 81 sonrieron al ver a Addison y Kidd preparando la mesa con comida recién hecha. Las risas llenaban el aire mientras los bomberos se sentaban a la mesa, agradecidos por la cálida recepción.
—Huele delicioso — comentó Herrmann, frotándose las manos en anticipación. — ¿Quién ha sido el chef?
—Kidd tiene las habilidades — respondió Addison con una sonrisa, sirviendo un plato a Severide.
—No exageres, Addison también ayudó mucho — añadió Kidd, guiñándole un ojo a su nueva amiga.
Severide sonrió un poco, para después mirar al jefe Boden.
—Ella es la joven que te conté — dijo el de ojos azules.
Boden se acercó y extendió la mano hacia Addison con una expresión seria pero amable.
—¿Cómo puedo ayudarte, Addison? — preguntó, observándola atentamente.
Addison tomó una profunda respiración, intentando mantener la calma. — Jefe Boden, creo que usted es mi padre.
El silencio que siguió fue pesado, y la estación, por un momento, parecía haberse detenido en el tiempo.
1105 palabras.
Espero y les gusta.
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