“Mi nueva vida y familia”

Aemma no sabía cual de sus sentimientos era más fuerte ahora, si la tristeza por haber dejado sola a su hija en un mundo lleno de víboras, o felicidad al tener una una nueva oportunidad de vivir a su manera, amor, casarse por que ella quiere y no por un estúpido deber que las mujeres tienen al nacer.

Aemma sabía que estaba segura en los brazos de su nueva madre, era algo que jamás había sentido, por que en su primera vida jamás había experimentado algo tan cálido, si madre Daella había muerto cuando ella nació, y después a la edad de once fue casada sin más, pero ahora en su nueva vida podrá experimentar eso.

Los ojos azules cálidos de una mujer rubia, la miraban con amor, felicidad, y ella no puedo evitar darle una sonrisa de bebé, por que si era una bebé recién nacida.

— Tu nombre es Astoria May Durand — le dijo la mujer que ahora es su madre, le gustó el nombre es lindo, pensó Aemma.

Sintió como otros brazos la alejaba de su madre, hiba a ponerse a llorar, pero se sorprendió al sentir que eran cálidos al igual que los de su madre.

Aemma con los ojos abiertos vio a un nombre rubio con iguales ojos azules, era hermoso en pocas palabras, le sonreía con amor y calidez, y supo que se trataba de su padre.

— Hola solecito bello, soy Apolo tu papá — le dice el hombre, meciendola con cuidado.

¿Apolo?, jamas había escuchado un nombre tan peculiar, pero no se sorprendió, por que en Westeros había nombres más raros y muy difíciles de pronunciar, que Aemma pensaba que era un nuevo abuso a los niños.

El hombre de nombre Apolo, le dio un beso en la frente para después volverla a los brazos de su madre, la cual la recibió, pero los ojos azules claros de su madre estaban fijos en el.

—¿En verdad tienes que irte? — dice la mujer mirando a Apolo el cual soltó un suspiro.

Aemma no entendió eso, ¿acaso su padre iría a una guerra?, queira llorar al pensar en aquella posibilidad,pero se quedo callada al escuchar como su padre le respondía a su madre.

— Adelyn —comenzó a hablar Apolo — Sabes como es esto, sabes que por que ms quisiera quedarme, no puedo, es la ley más fuerte que mi padre inpuso, y tu y mi hija corren peligro al yo quedarme en este momento al conocerla — explico, mientras con su mano caribaba los cabellos de Aemma o más bien Astoria.

— ¿Ser el Dios del sol y hijo de Zeus no es fácil, al fin de cuentas? — Adelyn dijo, mientras mecia a su bebé.

Aemma abrió en grande los ojos, su madre acaba de decir que si padre es un ¿Dios?, ¿¡UN DIOS DE VERDAD!?, bueno jamás pensó que su nueva vida, fuera tan... ¿Tan raro y muy de fantasía?.

— Gracias Apolo — por lo dicho por su madre, hizo que prestará atención — Gracias por darme una hija, algo que jamás pensé que era posible — Adelyn le sonrió al Dios, por que era verdad, los doctores le habían dicho que jamás podría tener hijos, pero aquí estaba con una bebé en sus brazos.

Apolo solo le dio una sonrisa, volvió a acariciar el cabello de Aemma, para después irse, ya se  había quedado mucho tiempo.

Aemma tuvo llagas de llorar, entoces lloró, lloro con todas las emociones que tenia guardado, lloro por su vida pasada, lloro por dejar a su hija sola, lloro por ese bebé que no puedo ver ni nombrar, lloro su nueva viva, lloro por que su nueva padre se tuvo que ir.

Mientras lloraba, su nueva madre de nombre Adelyn la mecia suavemente, mientras tarareaba una sueve melodía, tratando de calmar de llanto, cuyo llanto lo duró un poco más, hasta que cayó en un sueño.

—Todo va estar bien Mon beau soleil — murmuró la Durand mientras besaba los cabellos rubios de su bebé.

Entonces Aemma pudo dormir con tranquilidad, con la gran sensación de estar protegida en los brazos de su madre.

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Mon beau Soleil : Mi bello sol