• [ CAPITULO ÚNICO ] •
―Los participantes ya se encuentran en la última vuelta― Se escucha la voz de un hombre por el altavoz. ―El Rey de la pista vuelve a tomar la delantera.
―Pero el Capitán Veloz no se queda atrás― La voz de otro hombre se escuchó por el altavoz.
―Ambos estan parejos, ambos están haciendo rugir sus motores....
―La victoria será mía― Dijo el apodado Rey de la Pista para si mismo mirando al conductor del otro auto.
―Ya lo veremos― Fue la respuesta que obtuvo del otro conductor. Talvez no lo escuchó pero si pudo leer sus labios.
JiMin volvió a poner su mirada en la pista.
―Tengo un premio que ganar― Susurró mientrás pisaba el acelerador llegando a la velocidad máxima. Las llantas del auto comenzaron a sacar fuego mientrás el auto avanzaba debido a la fricción con el suelo.
―Parece que El Rey de la Pista a vuelto a tomar la delantera.
―Capitán Veloz trata de alcanzarlo.
―Ambos están muy parejos.
―Los gritos del público se escuchan, El Rey de la Pista y El Capitán Veloz no están dispuestos a perder...
―¡Se están acercando!
―¡Ambos están igualados!
―¡Están llegando, están llegando!
―Y la victoria es para....
El auto de color rojo atravesó la linea de meta ganándole al auto de color verde por un milisegundo.
―¡¡El Rey de la Pista!!― Los gritos de las personas espectantes se dejaron escuchar con más fuerza al escuchar el nombre del ganador.
―¡El Rey de la Pista vuelve a ganar por milésima vez!
―Por algo es el Rey de la pista.
JiMin bajó del auto luego de detenerse escuchando los gritos de emoción de sus fans, sus felicitaciones y viendo como en la pantalla gigante volvían a repetir su victoria así como seguramente lo estaban haciendo atravez de youtube, transmitiendo su victoria en todos los celulares y en diversas partes del mundo.
Una sonrisa se instalo en sus labios.
Había ganado.
Había ganado otra vez.
Había cumplido su promesa.
Unos toques en su hombro lo sacaron de sus pensamientos. Se trataba de Seokjin, su oponente en está carrera.
―Felicidades, volviste a ganar por quinta vez en lo que va del año.― Felicitó sonriendo y extendiéndole la manos.
―Gracias, tú también lo hiciste muy bien.― Respondió JiMin estrechando sus manos.
―Si, pero aún me falta mejorar.― Dijo ya soltando la mano del pelinegro.
―¡Felicidades campeón, volviste a ganar!― Un castaño se abalanzo sobre él abrazándolo por el cuello.
―Ese es mi muchacho― Dijo está vez un moreno acercándose a ellos.
―Bueno, te dejo para que disfrutes de tu victoria― Dijo alejandose. ―Ah, y preparate por que la próxima vez definitivamente te ganare.
―Claro, lo esperare con ansías.
―¡Vamos a celebrar tu victoria!― Sugirió el castaño emocionado.
―Lo siento Tae, ahora debo ir casa. Yoongi me está esperando.― Se disculpó con el menor. ―Te prometo que celebráremos luego.
―Entiendo.
―Ve tranquilo, tu novio te espera y es obvio que estás desesperado por ser premiado por él.― Namjoon le sonrió divertido.
―Lo estoy. Yoongi no es mucho de hacer cosas como estas, por eso estoy bastante intrigado por descubrir que es lo que a preparado para mí.
―Entonces, ¿Qué esperas? Ve con él.― Taehyung volvió a hablar.
―Eso haré. Los veo luego, chicos. Ah, Namjoon― Llamó.
―¿Si?
―Dile al Ceo que tuve que irme antes de las premiaciones porque me surgió algo.
―No te preocupes, se lo diré.
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El pelinegro se dirigía a su departamento con velocidad. Minutos antes había recibido un mensaje de su novio diciéndole que lo estaba esperando y que no tardara mucho a menos que quiera quedarse sin premio. Por eso, ahora estaba yendo lo más rápido posible al encuentro con su novio.
Unos momentos después, llegó a la residencia y luego de estacionarse, bajó del vehículo para dirigirse al interior de la residencia. La recepcionista lo saludó y felicitó por su victoria cosa que el muy amablemente agradeció. Con paso rápido caminó hasta el ascensor donde las puertas se abrieron dejándole ingresar.
Presionó la tecla del 5° piso y espero ansiosamente para que las puertas se abrieran. Cuando por fin lo hicieron, JiMin salió apresuradamente del ascensor y sacó la llave del número de su departamento haciéndola girar en su dedo índice.
Al llegar a la puerta, introdujo la llave en la cerradura abriéndola con rapidez. Al ingresar encontró las luces apagadas, algo que lo desconcertó. Se suponía que Yoongi lo estaba esperando en su departamento.
―¿Bebé?― El pelinegro ingresó a su departamento encontrando todo a oscuras.
―Bienvenido a casa― La luz fue encendida cegando al recién llegado por unos segundos. ―𝐌𝐢 𝐑𝐞𝐲 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐏𝐢𝐬𝐭𝐚.
JiMin abrió los ojos completamente cuando pudo adaptarse a la luz. Dirigió su vista hasta su novio encontrándolo con una bata de baño, unas orejitas de gato sobre su cabeza y un collar negro con un cascabel en su cuello.
―Y-Yoongi, ¿qué...?
―¿Te quedaras ahí parado?― Preguntó el rubio acercándose a él con una sonrisa divertida en los labios. ―¿No te da curiosidad saber que es lo que hay debajo de... esto?― Volvió a preguntar mientrás comenzaba a quitarse la bata de baño provocando que el pelinegro se sonrojara fuertemente y su manzana de Adán subiera y bajara lentamente.
¿Desde cuando Yoongi aprendió a hacer eso?
―¿P-Puedo...?― Preguntó con algo de duda.
¿No estaba soñando, verdad?
―Por supuesto― Respondió dejando que el pelinegro terminara de quitarle la bata.
JiMin deslizo la tela sobre la piel del rubio hasta quitarla del cuerpo de su novio arrojándola lejos, dejándolo en completo estado de desnudez. El pelirrojo jadeo cuando sintió a su novio dejar un par de besos sobre la curvatura de su hombro luego de que el pelinegro rodeara la cintura de Min con sus delgados brazos, acercándolo más a él provocando que sus pechos chocaran.
―Mierda, Yoongi, te ves jodidamente hermoso. Con esas orejitas y ese collar te ves tan adorable pero tan sexy al mismo tiempo― Confesó cerca del oído del rubio con la voz ronca debido a la creciente excitación y lujuria. ―No me veas así, gatito, por que de lo contrario tendré que usar tu cuerpo hasta que estés demasiado exhausto para siquiera abrir los ojos, amor.
―Entonces hazlo― Ronroneo.
JiMin pasó el cabello de Yoongi por su oreja y besó sus delicados labios con fuerza, dando inicio a una danza de labios apasionada y sensual, cargando al mayor en sus brazos cuando este rodeo su cintura con sus piernas, aferrandose a él.
JiMin caminó hasta la habitación con Yoongi colgado a él. Al entrar, lo volvió a besar con fuerza dejando caer el cuerpo del pelirrojo sobre el suave colchón.
El pelinegro se quitó el polo bajo la atenta y lujuriosa mirada de su novio, quien paso la punta de su lengua por sus labios, saboreando y disfrutando de la vista del cuerpo bien trabajado de su pareja, sacándole una sonrisa a Park.
―¿Te gusta lo que ves?― Preguntó mientrás se acercaba a la cama subiéndose en ella y colocándose encima del rubio dejando el cuerpo de Yoongi acorralado entre sus brazos.
―Como no tienes idea― Confesó Min llevando sus manos hasta el cuerpo de Park tocándo y recorriendo sus abdominales provocando que el pelinegro cerrara los ojos disfrutando del toque del rubio debajo suyo. ―Pero no me hagas esperar más― Pidió. ―Quiero tenerte dentro de mí, ahora― Ordenó.
JiMin abrió sus ojos los cuales brillaban con lujuria y deseo. Con una voz extremadamente ronca y grave, una que casi nunca utilizaba, susurró.
―Voy a follarte ahora mismo, tomando tu cuerpo duro y rápido, destrozando tu interior tanto como te gusta― Aseguró antes de apoderarse de los pequeños y carnosos labios del rubio. ―Vas a gritar tan fuerte que te quedaras sin voz― Susurró sobre sus labios. ―Y no podrás caminar durante semanas.
Yoongi rodeó el cuello de Park con sus brazos sin romper el beso.
―Entonces cumple con tus palabras― Dijo antes de mordisquear el voluptuoso labio inferior del pelinegro, sacándole un jadeo a Park.
En reprensión, el pelinegro también mordió el labio inferior de Yoongi antes de separarse para besar la blanquecina piel del pelirrojo empezando desde su cuello, dejando un gran chupetón y unas cuantas mordidas que tardarían bastante en desaparecer, continuando por la curvatura de su hombro, bajando hasta su pecho donde se detuvo para dejar pequeñas lamidas y mordidas en aquellas tetillas de color marrón que tanto le fascinaban.
―Mmm~― Yoongi gimió, sintiendo sus pezones ser mordidos, además de sentir como una pequeña y traviesa mano se dirigía hacia su trasero apretando uno de sus musculosos y trabajados glúteos.
JiMin al sentirse satisfecho con el trabajo que hizo con los pezones del rubio, siguió con su tarea de recorrer el cuerpo de Min, bajando hasta la zona V del pelirrojo dejando pequeñas mordidas en la suave y blanquecina piel de su novio provocando que el rubio soltara algunos jadeos y gemidos los cuales solo lo impulsaban a continuar. Aquellos sonidos eran música para sus privilegiados oídos que disfrutaban de cada suspiro, de cada gemido y cada jadeo que el pelirrojo dejaba escuchar.
Entonces llegó hasta las trabajadas piernas del rubio, las cuales coloco sobre sus hombros antes de dejar un beso sobre ellas, haciendo al pálido suspirar de placer. Los toques y caricias que el pelinegro ejercía sobre él lo hacían estremecer. Cada vez que Yoongi sentía los labios de JiMin sobre su cuerpo no podía evitar sentirse como un volcán en erupción apunto de explotar por toda la pasión y lujuria que no dejaba de crecer en su interior. Quería sentir a JiMin dentro suyo pero ya, sin embargo, el pelinegro estaba tomándose su tiempo en recorrer todo su cuerpo, y para que negarlo, a él le encantaba que lo hiciera por que aquello no hacía otra cosa más que aumentar sus deseos sexuales. JiMin siempre disfrutaba de torturarlo de esa forma cada vez que hacían el amor, desesperándolo y encendiendo su cuerpo cada vez más.
Estaba tan concentrado en disfrutar de las caricias de su novio que al sentir la introducción del duro y erecto miembro de su novio en su apretado agujero no pudo evitar soltar un gemido bastante alto. Probablemente todos en la residencia lo hayan escuchado, pero eso no le importaba en lo absoluto a ninguno. Para ellos era mejor que se enterasen de su relación y que supieran que ninguno estaba disponible para nadie más que para ellos mismos.
—Me encanta el sabor y la suavidad de tu piel. Me vuelve loco.— Confesó el pelinegro con un jadeo al sentir como su miembro se deslizaba deliciosamente en el interior de su novio. ―Estás tan caliente― Jadeo con la voz ronca.
―Y tú tan duro― Dijo el pelirrojo empujando sus caderas contra la poll4 del pelinegro.
—Tu eres el responsable― Respondió. ―Por ti me vuelvo duro― Confesó. ―Y creeme cuando te digo que jamás me voy a cansar de admirar tu cuerpo, cariño, eres tan hermoso, único, jodidamente sexy y apetecible pero sobre todo, eres mío.— Park sujeto las caderas del rubio viendo como su miembro era absorbido por el agujero de su novio. Movió sus caderas con más velocidad, enterrándose con fuerza en el interior del pelirrojo provocando que Min cerrara los ojos mientrás maldecía y jadeaba con fuerza ante cada estocada que JiMin daba en su punto dulce.
—Siempre he sido tuyo— Ronroneó Yoongi jadeando y gimiendo con fuerza, apretujando las sábanas de la cama con sus manos mientrás sentía como el sudor se expandía por toda la extensión de su piel a la vez que sus caderas se mantienen rodeadas por las pequeñas y fuertes manos de su novio, quien se dedicada a penetrar su estrecho pasaje cálido que recibía de manera exquisita el miembro del pelinegro.
A Yoongi definitivamente le encantaba la sensación de las manos de Jimin sobre su cuerpo.
—Completamente mío.— Volvió a afirmar Jimin antes de volver a apoderarse de los labios del rubio sin dejar de penetrarlo duramente tal y como le gustaba a su pareja.
Los dedos de Min se enterraron en la espalda del pelinegro mientras intentaba sentirlo más de cerca. Sus cuerpos eran perfectos el uno para el otro y reaccionaban perfectamente ante las caricias del contrario.
El rubio sentía como cada poro de su ser reaccionaba al sentir los labios de Jimin deslizarse por su piel, y su próstata ser golpeada con fuerza por el miembro del pelinegro, era como estar en el cielo y el infierno al mismo tiempo.
—¿Te gusta, bebé?— Preguntó el pelinegro con la voz ronca y jadeante aumentando la velocidad de sus movimientos. ―¿Te gusta como estoy destrozando tus caderas?¿Cómo mi poll4 está destrozando tu interior?
—¡Oh! ¡Si!— Respondió el rubio entre gemidos y jadeos.
—¿Cuánto te gusta?— Volvió a preguntar saliendo y entrando de manera rápida en el interior del rubio.
—¡Ah mucho!— Casi gritó el menor. ―¡Me encanta!― Respondió arqueando la espalda y gimiendo más fuerza.
A Yoongi le encantaba esto, le encantaba sentir a su pareja dentro de él, destrozando su interior hasta dejarlo completamente exhausto y sin voz.
Jimin movió sus caderas de manera desmesurada entrando y saliendo de Yoongi, golpeando varias veces en ese delicioso punto que hacía al menor curvar sus dedos y gritar su nombre sin parar.
—¿Quién te está follando de la manera que tanto te gusta? Responde.— Ordenó Park de forma jadeante.
Yoongi lo miró a los ojos con una sonrisa cargada de deseo. —Tú— Respondió sonriendo coquetamente.
—¿A quién le perteneces?— Volvió a preguntar el pelinegro.
—¡A Park JiMin!— Gimió Yoongi envolviendo sus piernas en la cintura del pelinegro buscando un mejor ángulo.
Sus cuerpos encajaban a la perfección, moviéndose como uno solo, sintiendo como cada terminación nerviosa reaccionaba a los estímulos proporcionados por el contrario, y es así como cubiertos de una capa de sudor, se dejaron llevar por la pasión que los envolvía en aquel momento.
Yoongi comenzó a sentir ese nudo en su estómago, sabía que estaba cerca así que comenzó a moverse para encontrar las embestidas, arruñando la espalda del mayor cegado por el placer.
—Dios, estoy cerca, cariño― Avisó Park acelerando sus movimientos sintiendo como las paredes anales de su pareja lo apretaban deliciosamente.
—Ahh, ¡Jimin!— Gimió Yoongi con fuerza arqueando su espalda y apretando las sabanas con fuerza.
El pelinegro dió un par de estocadas más antes de que Min liberara su esencia manchando el cuerpo de ambos.
Park besó la blanquecina piel de su novio y jadeo fuertemente cuando se corrió en el interior del rubio.
Min tenía la respiración agitada al igual que él pero mientrás el rubio trataba de regularla, Park se dedicaba a lamer con fervor el abdomen de Yoongi tratando de desaparecer cualquier rastro del semen de su pareja, haciendo más difícil para el rubio el regular su respiración.
―Tan dulce como tú, mi sexy gatito― Comentó JiMin al ver que no quedaba ni una sola gota de semen sobre el abdomen de su pareja.
El pelinegro acercó su rostro al del rubio para apoderarse nuevamente de sus labios, creando una hermosa y sensual danza con sus lenguas jugando entre ellas.
Entonces el pelinegro tomó al rubio de los muslos y lo levantó haciendo que se sentara sobre su miembro el cual estaba poniéndose duro otra vez.
―Vamos gatito... monta a este lobo hambriento y deseoso de ti― Murmuró el pelinegro con voz ronca cerca del oido del rubio, penetrandolo de manera lenta.
El menor gimió en protesta por el lento ritmo y él mismo comenzó a dar saltos sobre el miembro de su pareja hasta tocar su próstata de nuevo.
―Ah, sigue así bebé― Ordenó Park inclinando la cabeza hacia atrás por el infinito placer que sentía al ser montado por su adorable y sexy novio. Ese collar de cascabel sonaba con cada salto que Min daba creando una música excitante para los oídos de ambos.
Luego de unos minutos, Yoongi tiró su cabeza hacía atrás, sumido en el placer que le provocaba escuchar los jadeos del pelinegro, mientras le agarraba las caderas para apoyar sus movimientos.
Duraron un tiempo más, hasta que Yoongi apretó deliciosamente el miembro del pelinegro dándole a entender que estaba por venirse al igual que él. Así que, con sus dedos acarició la espalda de su pareja y comenzó a repartir besos en su rostro, hombro y cuello.
Minutos después, Yoongi se corrió con un fuerte gemido, manchando el abdomen del pelinegro. Segundos después le siguió JiMin que soltó un fuerte jadeo cuando se corrió por segunda vez en el día en el interior del rubio.
Park salió lentamente del interior de su pareja tratando de no lastimarlo y luego lo jaló para que ambos quedaran acostados en la cama, sufriendo los espasmos del orgasmo entrelazados mientras buscaban sus labios para volver a besarse en medio de sonrisas satisfechas.
Aún con sus respiraciones pesadas, ambos unieron sus frentes mirándose a los ojos tan cerca, de manera tan íntima, encerrandose en una burbuja en donde solo existian ellos dos.
Para JiMin fue un total deleite poder apreciar el cuerpo desnudo de su novio estando todo brilloso y sudoroso debido a la reciente actividad realizada. Su novio era una perfecta combinación entre lo dulce y angelical junto con la belleza lujuriosa y carnal. Era como si estuviera observando a un querubín que había sido seducido para cumplir los pecados más demenciales de la tierra pecadora.
―Eres jodidamente hermoso, gatito― Susurró el pelinegro tocando aquellas orejitas de gato que su pareja tenía sobre la cabeza. ―¿Donde las conseguiste?
―Eso es un secreto― Respondió Yoongi sacándole una risita al pelinegro. Luego volvió a hablar diciendo aquello que estuvo ansioso por decir desde que observó la victoria de su novio através de su celular. ―Felicidades por tu victoria― Dijo el rubio con una sonrisa satisfecha en sus labios dejando un tierno y suave beso en la frente del pelinegro. ―Mi Rey de la Pista.
―Gracias a ti, mi hermoso gatito, gracias por tan maravilloso premio, gracias por apoyarme siempre, y sobre todo gracias por estar siempre conmigo.― Respondió rodeando la cintura de Min con sus delgados brazos atrayendo el cuerpo del rubio hacia el suyo. ―I love you too much, my love.
Yoongi rió bajito. ―Yo también te amo, mi sexy y encantador King of the track.
❝FIN❞
♡GRACIAS POR LEER♡
☆ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE ONE SHOT☆
☟AQUÍ ABAJO LES DEJARE IMAGENES DE LO QUE YOONGI ESTABA USANDO☟
❀VINCHA CON OREJAS DE GATO❀
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☆COLLAR NEGRO CON CASCABEL☆
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