t r e i n t aㅤ Y ㅤd o s
Los días pasaron y después de un largo viaje ya estábamos en Andorra.
-Me alegra que por fin hayas recapacitado.- exclamó Rubén por quinta vez
-Deja esa cantaleta.- pidió Irina mientras sacaba las llaves para entrar a la casa -Kiki debe de estar cansada.-
Yo realmente estaba agotada pero no solo por el viaje, todo había sido una mezcla de emociones tan fuertes que me había dejado cansada
-Todo volverá a la normalidad, como debe de ser.- volvió a decir mi hermano
Entramos a la casa, él venía arrastrando mis maletas.
-Si quieres puedes ir a descansar un poco.- ofreció mi cuñada
-Está bien, igual tengo que enviarle mensaje a Quackity y a Karl.- avisé -Deben de saber que llegué bien.-
Saqué mi celular de mi bolsillo pero de inmediato sentí como me lo arrebataron
-¡Oye!.- me quejé al ver cómo Rubén lo tenía
-¿Recuerdas que en esta casa había reglas?.- preguntó y asentí
-Pero esas reglas solo eran para que tus amigos no supieran sobre mí.- recordé -Ahora todos lo saben y además piensan que estoy con Quackity, no creo que haya necesidad de seguirlas teniendo.-
-Tienes razón, esas reglas ya no son necesarias.- dijo -Pero hay otras que son importantes a partir de ahora.-
Miré a Irina, ella parecía igual de confundida que yo.
-¿De qué hablas?.- cuestionó mi cuñada -No hablamos de ninguna nueva regla.-
Estiré mi mano pidiéndole mi celular de regreso pero él negó con la cabeza
-Querías curar tu fobia ¿no?.- cuestionó mirándome -Lo intentaste sola y regresaste triste.-
-No estoy triste.- mentí
Era obvio que lo estaba, había arreglado las cosas con Quackity pero eso no quitaba el hecho de que lo extrañaría y por ese simple hecho me sentiría triste.
-Si decidiste regresar es por algo que te hizo el pato ese.- dijo -No dejaré que eso vuelva a pasar.-
-¿A qué te refieres?.- pregunté sin entender a dónde quería llegar
-Ya probaste el método de Quackity ahora probarás el mío.- informó -Y para eso necesito quitarte tu celular.-
-Necesito mi celular.- exclamé -Solo quiero seguir teniendo comunicación con mis amigos.-
-Los únicos amigos que tienes somos nosotros dos.- dijo señalandose y después señalando a Irina
Intenté acercarme para quitarle mi celular pero él me lo impidió, era mucho más alto que yo así que ni siquiera saltando se lo podría quitar
-¡Rubén!.- regañó Irina
-No dejaré que vuelvas a irte Kiki y menos sabiendo que la gente puede hacerte daño.- dijo -Le prometí a mamá que te cuidaría y después de todo este insidente pondré más seguridad para tu vida.-
-No puedes quitarme mi celular.- dije -Por dios, no actúes como un loco.-
Él guardó mi celular en su bolsillo y me miró
-Mañana vendrá una nueva psiquiatra.- avisó -Tu fobia desaparecerá, de eso me encargaré yo.-
Y sin decir más se alejó dejándome totalmente confundida y con un hueco en el estómago
-Hablaré con él.- dijo Irina -Es una locura que te quiera dejar sin poder comunicarte con los demás.-
Ví como corrió detrás de mi hermano y yo simplemente caminé hasta donde estaba mi habitación llevándome mis maletas.
Entré y todo estaba vacío, sabía que debería empezar a desempacar pero sentir una pesadez emocional que me impedia querer hacer las cosas, cerré la puerta para tener un poco de privacidad
¿Qué estará haciendo Quackity? ¿Estaría en directo? ¿Estaría esperando mi mensaje?. Me recosté en la cama mirando el techo
-Porque yo...- el recuerdo de su voz se hizo presente en mi cabeza -Te quiero Kikiriki.-
Tapé mi cara con algo de frustración, lo mejor para los dos había sido que yo me fuera pero la idea no era perder total comunicación con él
-Cuando te dije que te quiero me refería a que me acostumbré a verte, no puedo imaginarme sin tu presencia y es extraño porque no hace tanto que te conozco.- el recuerdo de aquel día en la azotea, nuestro primer beso
La soledad era horrible, nunca supe cuando había dejado de sentirla pero ahora era más que claro que volvió
Los viajes, la tarde en el parque, el atardecer en la azotea, el supermercado, todos esos momentos empezaron a chocar en mi cabeza haciendo que sintiera una melancolía que podría hacerme llorar en cualquier momento
Me levanté y me acerqué rápidamente a una de mis maletas, la abrí y saqué el gorro que me había dado. Sonreí un poco y me lo puse
-Kiki ¿Puedo entrar?.- la voz de Irina al otro lado de la puerta apareció
Caminé directo hasta la puerta y abrí, ella entró y después cerró la puerta también
-Lo siento Kiki, si hubiera sabido que Rubén tenía planeado te lo hubiera dicho o lo hubiera convencido de no hacerlo.- dijo inmediatamente
-No pasa nada, yo sé que Rubén es sobreprotector pero me alegra que te tenga a ti para hacerlo entrar en razón.- sonreí mirándola
Hubo un pequeño silencio, yo estaba esperando que me diera mi celular pero ella simplemente hizo una mueca
-No lo conseguí.- contó y mi sonrisa desapareció -Quizás deberíamos dejar que se le pase un poco la euforia de tenerte de regreso, él no quiere que te vuelvas a escapar y para eso necesita que no tengas comunicación con nadie.-
-¡Eso es muy injusto!.- me quejé volviendo a mi cama para sentarme
Irina se acercó a mí y se sentó a mi lado
-Hay algo que si pude recuperar.- contó y la miré
Sacó algo del bolsillo de su sudadera y me lo dió, era la foto que Quackity me había dado y yo había guardado en la funda de mi celular
-Creo que es una foto muy linda así que debes conservarla.- sonrió un poco -Quizás te haga sentir mejor mientras solucionamos todo esto.-
Miré la foto y sonreí de nuevo, debía ser fuerte, no sabía cuántos días pasarían antes de volver a saber algo de Quackity pero por ahora tenía que soportarlo
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