s e s e n t aㅤ Y ㅤu n o
Llegamos a nuestro destino y de inmediato reconocí aquel aeropuerto, estábamos en dónde vivía Alex
—No sabía que la convención era justo aquí.— exclamé sonriendo, él venía tomando mi mano
—No preguntaste nada, solo te quedaste con que vendríamos a Estados Unidos.— recordó burlón
Caminamos un poco hasta salir de ahí, Ari y Juan habían tomado su propio camino al bajar del avión, supuse que ellos ya tenían dónde hospedarse
—¿Lista para regresar a nuestra casa?.— preguntó sacándome de mis pensamientos
—Es tu casa.— dije pero él negó
—Desde la primera vez que llegaste te aseguraste de que fuera "nuestra".— sonrió
Sonreí también, cuando estuvimos por fin afuera nos detuvimos. Esperamos algunos minutos hasta ver cómo la misma camioneta de la primera vez se detenía frente a nosotros
—¡Ey Luzuuuu!.— exclamó Alex mientras su amigo bajaba a ayudarnos a guardar nuestras maletas
—Ya parece que soy tu chófer.— se quejó dándole un corto abrazo a mi novio —Me debes una grande.—
Cuando terminaron de subir todo simplemente me miró y me saludó con un movimiento de mano, yo le sonreí en respuesta
Subimos a la camioneta y como era costumbre Alex se subió de copiloto
—¿Cómo los estuvo tratando México?.— cuestionó
—Bien.— respondí primero —Conocí a demasiada gente.—
—Me da gusto Kiki.— me dedicó una pequeña mirada por el retrovisor —Creo que también tu fobia disminuyó bastante ¿no?.—
¿Era tan evidente? Sonreí emocionada
—Ya casi no la siento.— conté —La última vez que tuve una reacción fué en el aeropuerto de México pero fué muy leve.—
Siguió conduciendo y yo iba mirando por la ventana, poco a poco empezaba a reconocer las calles así que supe que estábamos a punto de llegar
—¿A qué hora llegarán a la convención?.— cuestionó ahora
—Primero iremos al hotel donde se quedarán los demás para ir juntos.— avisó —No sé a qué hora llegaremos, si quieres puedes ir con nosotros.—
—Me gustaría para no llegar solo.— rió un poco —Lana se quedará con Oli en casa, Kiki puede quedarse con ellos si quiere.—
—Estaré bien.— exclamé —Podré soportarlo.—
Miré como Luzu le dedicó una mirada de preocupación a Alex y él solo señaló el camino, no quería que su amigo se disteajera
—Yo soy el más preocupado con toda la exposición que ella sufrirá en la convención.— dijo —Pero es su decisión, solo me queda apoyarla.—
—Si algo le pasa te meterás en un gran problema.— se burló —Aún no sé como Rubius te confió a su hermana.—
—Mi cuñado sabe que soy súper responsable.— dijo orgullosamente
—Dile cuñado otra vez, te grabaré para enviárselo.— se burló de nuevo
Seguimos el viaje y unos minutos después se estacionó, habíamos llegado
—Los veré mañana.— se despidió después de ayudarnos a bajar las maletas —Duerman bien, será agotador.—
—Gracias.— sonreí y él también sonrió
—Siempre es un placer ayudar a mi pareja favorita.— exclamó y vimos como se subió de nuevo a su camioneta para irse
Alex y yo nos adentramos al edificio hasta llegar al ascensor
—¿No has pensado en regresar aquí?.— cuestioné mientras subíamos
—¿Quiéres volver?.— preguntó —Pensé que te gustaba Monterrey porque ahí tenías más amigos.—
Tenía razón, en Monterrey salía un poco más y convivía con más gente, era más libre
Salimos del ascensor y caminamos hasta el departamento, él abrió la puerta, al entrar fué como una corriente de melancolía
—Esta es tu hogar, me asombra que estar aquí no te haga querer volver.— sonreí dejando mi maleta a un lado
—Mi hogar es donde estés tú.— sonrió también —Tú eres mucho más feliz en México así que ahí estaremos.—
Me acerqué para besar cortarmente sus labios, él rió un poco nervioso. El timbre sonó así que caminé directamente para abrir
—¡Bienvenidos!.— exclamó Karl con una pequeña sonrisa
Lo dejé entrar y cerré la puerta
—Kiki, tan linda como siempre.— me abrazó efusivamente y reí, había aprendido a perdonarlo
—¿Gracias?.— no sabía cómo responder
Él se alejó y fué directamente a abrazar a Alex
—A tí también te extrañé.— le dijo
—Es extraño que me saludes sin que te lo pida, últimamente solo saludabas a Kiki.— se burló mientras también lo abrazaba
Al parecer las cosas entre ellos con el tiempo también habían mejorado
—Supuse que ya habían llegado así que vine lo más rápido que pude para verlos.— contó alejándose de él —Sé que los vería mañana en la convención pero no quería perder la oportunidad para darles la bienvenida.—
—¿Realmente solo vienes para saludarnos?.— pregunté sin creerle, Karl simplemente rió
—Eres lista, me atrapaste.— dijo —Esta visita tiene un propósito más.—
—Me da miedo preguntar.— se burló Alex mientras se cruzaba de brazos
Karl se había convertido en alguien impredecible, cualquier cosa que dijera sabía que me asombraría
—Me enviaron a invitarlos a cenar.— contó y lo miré confundida
—¿Quiénes?.— pregunté
—Unos amigos.— respondió y miré a Alex, él parecía analizar a quienes se referían —Es esta noche, es para charlar un poco antes de la convención.—
Seguramente estaba a punto de conocer a más amigos de Alex y eso me emocionaba bastante
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