—Hice las reservaciones del vuelo a Andorra, salimos mañana.— avisó Quackity entrando a mi habitación —¿Qué haces?.—

Mientras él estuvo en directo algunas horas, yo aproveché para dibujar, hace mucho no lo hacía

—Estoy dibujando.— respondí obvia —Esto era como mi terapia y durante estos días lo dejé a un lado.—

Quackity se acercó a ver mi dibujo y sonrió al ver cómo había hecho su skin junto a la de Rubén.

—¿Este es un tipo de mensaje subliminal?.— se burló

—No, solo son cosas de mis personas favoritas.— escondí mi dibujo —Estoy simplemente imaginando que ustedes son tan amigos como siempre.—

—Aún somos amigos.— lo dudó al responder —Tú no te preocupes por eso.—

Sonreí sabiendo que Quackity estaba cuidándome después de nuestra charla, no quería que yo me sintiera mal

—Como sea, ¿Quieres salir?.— cuestionó

—¿Al supermercado?.— pregunté y él negó

—Por tu incidente con Rubius quiero llevarte a un lugar donde no haya tanta gente.— avisó —Durante unos minutos te ocasioné reacciones, nada me asegura que estar con más gente te ponga peor.—

Asentí y me levanté de donde estaba sentada, dejé mi dibujo a un lado

—Vamos entonces.— exclamé feliz

—Otro detalle.— exclamó acercándose a un mueble que tenía ahí y sacando el gorro que me había regalado —Pontelo, hace frío.—

Me lo puso y después sus manos pararon en mis mejillas, mi estómago empezó a sentir cosquillas y mi corazón latía rápidamente

—No puedo parar de pensar en nuestra conversación de hace unas horas.— contó viéndome directamente a los ojos

¿A qué se refería exactamente? ¿A qué le dije que me dije que me odiaba? ¿A qué le dije que no me consideraba normal?

—No suelo ser tan directo pero..— hizo una pausa —¿Qué quisiste decir cuando dijiste que me querías?.—

—No lo sé realmente.— murmuré —Solo sabía que era algo que sentía, es como si todas mis fuerzas quisieran estar aquí contigo.—

Sentía algo de miedo pero no por Quackity sino por mis nuevos sentimientos, no sabía con exactitud que eran

—Eso es suficiente para mí.— sonrió y podría jurar que sus ojos estaban iluminados

Tomó mi mano y me jaló, prácticamente me estaba arrastrando fuera del departamento. Llegamos al ascensor y nos detuvimos

—¿Tú a qué te referías cuando dijiste que me quieres?.— cuestioné viendo que aún no soltaba mi mano

Entramos al ascensor y no me dijo nada, simplemente parecía estar aguantando la risa, yo no entendía.

En lugar de bajar empezamos a subir, yo no entendía a dónde íbamos. Llegamos al tejado del edificio, era un lugar hermoso y tenía una vista genial

—¿Qué es esto?.— pregunté sorprendida

—Quiero que veamos el atardecer juntos.— contó riendo  —Ví en las películas que eso era bonito.—

Nos acercamos a los barandales para contemplar el cielo, sus tonalidades variaban en naranja y rojo, el sol se estaba ocultando

—Esto es hermoso.— sonreí sin poder dejar de mirar el cielo

—Kiki.— me llamó y lo miré —Cuando te dije que te quiero me refería a que me acostumbré a verte, no puedo imaginarme sin tu presencia y es extraño porque no hace tanto que te conozco.—

Yo también me había acostumbrado a verlo, no quería quedarme con Rubén porque sentía que mi camino ya no estaba siendo el mal tercio

—Yo quiero cuidarte, nunca había sentido la necesidad de cuidar a alguien más.— siguió hablando, sonaba nervioso —Puedo sonar tonto pero Kiki yo no sé cómo expresar todo lo que siento.—

El viento hacia que su cabello se moviera un poco aunque por el gorro no se despeinaba

—Una vez Rubén me dijo que la manera más pura de amor se demostraba cuidando a esa persona.— conté y apreté un poco su mano —Nunca tuve la oportunidad de enamorarme de alguien, mis interacciones con más gente eran bastante limitadas.—

—¿Realmente no sabes lo que significa enamorarse?.— preguntó sorprendido y asentí un poco tímida —¿Ni siquiera viste la foto de alguien más y te gustó?.—

—Realmente no.— respondí sincera

Él sonrió y volvió a mirar el cielo, yo imité su acción solo para notar que el sol ya casi se ocultaba por completo

—Si tuvieras la oportunidad de enamorarte de quién tu quisieras...— hizo una suposición —¿Yo sería una de tus opciones?.—

Esto estaba escalando muy rápido pero sin duda sabía la respuesta, mis nervios quizás si podrían significar otra cosa

—Quiero decir.— habló rápidamente al ver que yo no decía nada —Perdón, no sé lo que estoy diciendo.—

Reí y él soltó mi mano, lo miré y nuevamente estaba sonrojado

—Quackity, actualmente eres mi única opción para enamorarme.— respondí obvia —Y aunque no tuviera androfobia créeme que serías una de mis opciones más llamativas.—

Yo no creía estar enamorada, solo era una especie de "atracción", Quackity tenía una manera tan única de ser que me atraía a él y no me dejaba alejarme

—¿Tú alguna vez te enamoraste?.— pregunté y suspiró

—No es un buen tema.— sonrió

Nos quedamos en silencio unos minutos viendo como la oscuridad se hacía presente

—Bueno, ya vimos el atardecer, volvamos al departamento.— pedi —Hace frío.—

Él asintió, me giré para ir directo al ascensor pero Quackity tomó mi mano y me jaló.

—¿Qué haces?.— pregunté nerviosa al ver cómo escasos centímetros separaban nuestras caras

—Le pedí consejos a Luzu y..— también estaba nervioso

De un momento a otro cortó la distancia y me besó, la comezón en mis manos apareció pero era leve, podría soportarlo