"Hola, te escribimos para notificarte..."
La pantalla del móvil se volvió negra. Presioné el botón de encender varias veces, y golpeé la pantalla con mi dedo índice. Nada. Se había quedado sin batería, justo en el momento menos oportuno.
Me giré, y agarré a Hana de los hombros y la empecé a sacudir violentamente. Ella entreabrió los ojos, aún babeando y medio dormida.

–¡Hana! ¡Hana! ¿Dónde tienes un cargador?

–yo no tengo cargador para tu móvil–dijo frotándose los ojos, y dándome la espalda para seguir durmiendo–pídele uno a mi hermano.

Salté de la cama, pasando por encima de Hana, y corrí fuera del dormitorio, con el móvil en mi mano. Recorrí el pasillo, hasta la habitación del hermano de Hana, y la abrí de un portazo. La cama estaba desecha, y la puerta del lavabo cerrada, pero el hermano de Hana no estaba a la vista.

El cargador no estaba en el enchufe de la mesita de noche, ni en el cajón de la misma. Miré alrededor de la habitación, buscándolo, y lo vi puesto en el enchufe de la pared contraria, la que estaba pegada a la cama.

Me subí a la cama de rodillas, y me estiré para agarrar el cable del cargador y enchufar el móvil. Me esperé tumbada, ansiosa, presionando el botón de encender cada pocos segundos para ver si ya se había cargado lo suficiente para encenderse.

–¿Qué haces?–mierda. Era la voz del hermano de Hana. Me giré y allí estaba, vestido con ropa cómoda y el pelo mojado, el cual se secaba con una toalla. Había vuelto del servicio militar hacia un par de meses, y aún llevaba el pelo rapado.

–¡nada!–exclamé. Me miró con extrañeza, y me di cuenta de lo sospechosa y poco creíble que sonaba mi respuesta–se me ha acabado la batería del móvil y tenía que mirar algo importante.

Eunho, el hermano de Hana, se sentó a mi lado. En realidad, no era el hermano de Hana. No exactamente. Hana nunca había llegado a conocer a su padre; a su madre no le gustaba mucho hablar de ello, pero por lo que sabíamos, se había quedado embarazada de un hombre para el que trabajaba como criada, y al enterarse que estabas embarazada, el hombre le había demandado que abortara si quería mantener su trabajo.

La madre de Hana decidió que quería quedarse el bebé, y abandonó el trabajo y tuvo a Hana sola. Cinco años después, conoció a un hombre y se casaron, el cual tenía un hijo un par de años mayor que Hana, Eunho. A pesar de que no tenían parentesco biológico alguno, se trataban y querían como hermanos verdaderos.

Conocí a Eunho una semana después de conocer a Hana, cuando fui a su casa a hacer un trabajo para la universidad. Nunca habíamos hablado mucho, pero siempre que Hana y yo quedábamos para ver películas en su casa o cenábamos, Eunho estaba con nosotras, viendo la película o picando de nuestra comida, sin intervenir en la conversación pero atento.

Nunca habíamos estado en una habitación solos, y la incomodidad era palpable.
Por fin, la pantalla del móvil se encendió, y acabé de leer el mensaje:

"Hola, te escribimos para notificarte que el papel secundario de Nari, en la película Armas, es tuyo. Te envío un documento con el horario de  filmación y las horas concertadas para hablar sobre el contrato y tu papel, además de la reunión con el casting, que está ajornalado para de aquí una semana. ¡Felicidades, Jiwon Foy!

Agarré un cojín de la cama, apreté mi cara contra el y grité con todas mis fuerzas, pataleando contra el colchón de la emoción. Eunho exclamó cuando una de mis patadas fue dirigida a su pierna.

Solté el cojín y corrí tan rápido como pude hasta la habitación de Hana, y me tumbé encima suyo. Aparté el pelo de su cara, me acerqué a su oído, y grité:
–¡Hana! ¡Despierta! ¿Sabes qué? ¿Sabes qué?–Hana me empujó, tirándome a su lado en la cama, y preguntó enfurruñada:

–¿qué pasa?

–adivina quién ha conseguido un papel secundario en Armas–dije, con una gran sonrisa estampada en mi car. Hana abrió de golpe muchísimo los ojos, y esta vez fue ella quién se tiró encima mío.

–¡felicidades!–exclamó, abrazándome con todas sus fuerzas, hasta el punto de que me costaba respirar. Estuvimos un rato en la cama, envueltas en las sábanas y chillando de la alegría.

Después, fuimos a la cocina y nos servimos una taza con cereales y leche cada una, y nos sentamos en la mesa comedor juntas.

–oye–dijo Hana–¿sabes si el protagonista de la película es realmente uno de los actores de lovely runner?

Con la emoción, no se me había pasado por la cabeza comprobar en los documentos si salía todo el casting de la película. Abrí el documento en mi móvil, y fui bajando a poco a poco, hasta la sección titulada "elenco". Debajo de los nombres de cada protagonista, ponía "por revelar".
Suspiré, decepcionada, y volví a dejar el móvil sobre la mesa.

–nada. Pone que está aún por revelar. Supongo que no lo sabremos hasta que vayamos a la reunión, para evitar rumores antes de que se anuncie el elenco oficialmente–Hana asintió, acabándose su bol de cereales y dejándolo en la pica. Se giró, apoyándose contra la encimera.

–¿y cuándo es la reunión?

–el martes que viene. El domingo he quedado con el director de casting para hablar sobre el contrato. Le preguntaré a ver si me puede decir algo. Puede que realmente sea Byeon Woo Seok. ¿Te lo imaginas?–dije, recostándome sobre la silla y mirando el techo.

–Jiwon, no te hagas ilusiones. Aún no sabemos nada.–se acercó a la mesa, y se sentó en la silla a mi lado–lo que sí sabemos es que has conseguido un papel secundario en una película de un director muy, muy famoso. Esta es tu oportunidad de finalmente convertirte en actriz, y a lo mejor un día llegar al estrellato. No confíes mucho en ese rumor sobre el actor principal. Pero si te haces famosa puede que si lo conozcas–noté como se me calentaban las mejillas, y Hana se tapó la cara, negando–ya te estás poniendo roja. ¡Jiwon, baja a tierra! No empieces a fantasear aún, podrías llevarte una decepción!

–no puedo evitarlo–dije, sonriendo ampliamente–lo estoy imaginando, sentado delante mío. Haríamos contacto visual, hablaríamos... ¡Puede que hasta tengamos una escena juntos!

Hana me agarró la cara y me giró para que la mirara:
–Jiwon, ¡aún no sabemos nada! Recuérdalo. Deja de pensar en él por un momento, y vayámonos a prepararnos, o llegaremos tarde a clase.

Hana me empujó hasta su habitación, cerró la puerta y se fue al baño. Yo me tumbé en su cama, cerré los ojos y di rienda suelta ha mi imaginación, mientras Hana cantaba en la ducha.

• • • • • • • •
–te daremos el guión en la reunión con todo el elenco. Debido a que tu personaje es secundario, tendrás que dar lo máximo en el tiempo que tendrás en pantalla–dijo el director Hyun, mientras apilaba los papeles que habíamos estado mirando antes de firmar el contrato– este es tu primer proyecto, y tu futuro como actriz dependerá de tu trabajo y la opinión del público.
Ahora solo queda firmar el contrato. Porfavor, antes de firmar lee la letra pequeña.

Asentí, y empecé a leerlo, intentando concentrarme detenidamente. Me habían asignado el papel de Nari, una estudiante de último año de instituto. Armas, la película, trataba de un policía que había sido asesino en el pasado, y que tenía que resolver una serie de crímenes. Nari era una de los testigos, la mejor amiga de una de las víctimas de un asesino serial. Durante la película sale en algunas escenas, testificando o en los flashbacks del asesinato.
Acabé de leer el papel y lo firmé.

Recordé lo que había hablado con Hana hacía dos días, y pregunté;
–un contacto me ha dicho que el protagonista de la película será alguien que actuó en la serie lovely runner–el señor Hyun levantó la mirada del contracto que acababa de entregarle firmado, y me dirigió una sonrisa cortés, aunque bastante forzada–y verás, soy bastante fan de la serie... bueno, soy muy, muy fan, y me preguntaba si el rumor era verdad o no. Entiendo si no puede decirme nada, es mera curiosidad de fanática.

–lamentablemente no puedo decirle nada sobre el tema. Ya lo descubrirá por sí misma en la reunión del martes. El actor principal es muy talentoso, y estoy seguro de que os agradará–miró el reloj en su muñeca–será mejor que vaya tirando, señorita Foy. Tengo otra reunión ahora, y la persona llegará en cualquier momento.

Intenté sonreír sin que la decepción se mostrara en mi rostro, e hice una leve reverencia antes de salir por la puerta. A la puerta de la derecha había el lavabo de mujeres, y me dirigí a él.
Me sequé las manos y me peiné el pelo con las manos antes de salir.

Me dirigí hacia el ascensor, y al pasar por delante de la puerta del despacho del director Hyun escuché una voz algo familiar.
Desde el medio del pasillo no podía escuchar la conversación con claridad, así que con delicadeza acerqué el oído a la puerta, asegurándome antes de que no hubiera nadie en el pasillo.

–me alegra muchísimo que haya aceptado el papel. Si te soy sincero, al principio no teníamos a nadie en mente para el personaje de Yejun, pero cuando te vimos en la gran pantalla supimos que eras el indicado. El papel está hecho para ti, y me alegra que lo hayas aceptado. El martes conocerás a los demás integrantes del elenco, y puedo prometerte que no quedarás decepcionado. La gran mayoría de los personajes secundarios son actores nuevos al mundo cinematográfico, pero son grandes promesas con talento. Si le parece bien, podría acompañarme al hotel Four Seasons; hemos quedado allí algunos miembros de producción para tomar algo dentro de una hora en la sección VIP del bar. He encargado un increíble Dom Pérignon brut, de los mejores que probará. Allí podremos acabar de discutir el tema.

–de acuerdo, señor–escuché las puertas del ascensor abrirse, y rápidamente me alejé de la puerta y empecé a caminar hacia el ascensor, con la mirada bajada. Vi por el rabillo del ojo un mujer trajeada pasar, pero mantuve la vista baja, y no la levanté hasta que estuve dentro del ascensor.

Estaba casi segura de que sabía de quién era aquella voz; estaba acostumbrada a escucharla cada semana en la televisión, y hasta estaba presente en mis sueños. Era la de Byeon Woo Seok. Tenía que ser él.
De golpe, un plan me vino a la cabeza, y saqué el móvil de mi bolso para llamar a Tae. Al segundo intento, respondió:
–¡Hola, Jiwon! ¿Qué tal la reunión?

–bien, bien, todo bien. Necesito tu ayuda. He escuchado a Byeon Woo Seok en el despacho del director de casting.

–¡¿qué?!–gritó Tae con tanta fuerza que me tuve que alejar el móvil de la oreja–¿estás segura?

–si, eso creo. Su voz era exactamente igual, y solo confirmaría que el actor principal de verdad había actuado en Lovely Runner. Pero si me ayudas podremos saberlo ya; no tendremos que esperarnos hasta el martes. Sabes si tu padre nos podría conseguir meter en la sección VIP del hotel Four Seasons?.

–claro que sí. Envíame tu localización, pasaré a buscarte.

–¡gracias!–dije, antes de que Tae colgara la llamada. Una de las ventajas de tener un amigo asquerosamente rico, es que en momentos como estos pueden hacerte acceder a cualquier lugar elitista con el chasquido de sus dedos. El padre de Tae era el director de una empresa de producción de difusores de perfumes, y debido a su alto estatus era socio de todos los hoteles más lujosos de Seúl. Tae, por la manera en la que iba vestido en tejanos desgastados y camisetas anchas, no parecía ser de clase alta, pero sólo hacía falta ver los números en su cuenta bancaria para darte cuenta de lo rico que era.

No era uno de los pocos hijos de multimillonarios en Yonsei; es una de las universidades más prestigiosas de Corea, y muchos de los estudiantes que la atienden también forman parte del uno por ciento más rico de Corea.
La tasa de los estudios en Yonsei no era demasiado alta, así que con mis calificaciones y siendo estudiante de la universidad de Chicago, me fue fácil acceder. Al principio me descolocó un poco el moverme entre personas de un nivel adquisitivo tan diferente; muchos de ellos lucían prendas de lujo, veraneaban en la Riviera francesa, y hasta hablaban con una entonación peculiar.

Tae era algo diferente a ellos, por que a pesar de ser rico como los demás estudiantes, era tan rico que podía permitirse actuar y vestirse como una persona común, porque sabía que tenía la libertad de hacer lo que quisiera con su futuro. Además, la hermana mayor de Tae era la que se había interesado por la empresa de su padre, y cuando el dimitiera, heredaría la empresa ella, por lo que los padres de Tae le habían permitido estudiar y hacer lo que quisiera, al ya tener el futuro de la empresa asegurado.

Llevaba un rato esperando delante del edificio de la empresa AYG, que producía la película, cuando llegó el chófer de los Hwan, en un coche oscuro con las ventanas tintadas.
El coche paró delante mío, y corrí a la puerta para abrirla, antes de que saliera el chófer para abrírmela. No quería molestarlo más de lo debido; ya era bastante tener que pasearse por todo Seúl recogiendo a mi y a Hana cada vez que Tae se lo pedía.

Me senté en la parte trasera del coche, al lado de Tae, el cual estaba desparramado en el asiento, atendiendo una llamada con cara de aburrimiento. Cuando colgó la llamada, pregunté:
–¿era tu padre?
–su asistente. Han avisado a los coordinadores del hotel para que nos añadan a la lista de reservas de esta noche. Vamos de camino.

Me fijé en el atuendo de Tae; llevaba unos pantalones negros y una camisa oscura de seda, unas prendas muy elegantes para alguien tan desenfadado como él.
–me he vestido para la ocasión–dijo estirándose las mangas de la camisa. Miré mi atuendo con preocupación. Había intentado vestirme lo más elegante posible para la reunión con el director Hyun, pero no sabía si sería suficiente para un lugar tan lujoso.

–tranquila, vas bien. La gente no suele ir especialmente arreglada–dijo, a lo que yo suspiré, dejando ir todo el aire que había acumulado en mis pulmones en ese pequeño momento de preocupación.

–¿No vendrá Hana?–pregunté, a lo que Tae bajó la mirada a su regazo.

–ha quedado con Minho. El DJ de la discoteca de Hongdae–añadió, al ver mi cara de desconcierto. No me extrañaba que Tae se hubiera puesto tenso ante la pregunta, pero lo veía más preocupado aún de lo normal; apretaba tanto el móvil que los nudillos se le habían vuelto blancos, y temía que lo estuviera apretando tan fuerte que se rompiera en cualquier momento. ¿Había pasado algo entre ellos dos desde el jueves? Estos últimos días no había notado nada extraño estando los tres juntos, pero también podía ser que hubiera estado tan metida en mi cabeza, centrada en la película, que no me hubiera dado cuenta de que sucedía algo.

Por la cara de Tae pude deducir que no quería hablar de Hana ni el DJ, así que no dije nada sobre el tema. Si algo había sucedido, me lo dirían en cualquier momento; ninguno de los dos sabía guardarse nada.

Al poco rato llegamos al hotel Four Seasons de Seúl, y salimos del coche después de despedirnos del chófer.
Tae dió la vuelta al coche, y ambos nos paramos delante del hotel, admirando la fachada.
–vamos a ver si realmente el protagonista de la película es el amor de tu vida–dijo, guiñándome el ojo, antes de dirigirnos en pasos decididos a la entrada del hotel.

¡Y este es el capítulo de hoy! Sé que la anticipación antes de que Jiwon conozca a Byeon Woo Seok, se está haciendo muy larga, pero prometo que queda poco :) .No quería que la historia se hiciera demasiado apresurada, y quería que al avanzar más lentamente la historia se desarrollaran mejor los personajes y el romance.
Abajo os dejo una fotito de Jiwon y Woo Seok, mirándose.