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L𝑖𝑙𝑖𝑡𝒉 𝑀𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔𝑠𝑡𝑎𝑟

    Luego de ese beso sentí mariposas en mí estómago. Alto, ¡¿mariposas!?, Por Merlín. Jamás había sentido una cosa así.

Estaba por decir que fue perfecto, pero alguien llegó corriendo hasta donde estaban ella y Hermione.

— Lilith, Alexandra necesita hablar contigo, ahora— avisó de Emiee,  la mejor amiga de Alex.

— Oh, claro, ¿no te molesta, Mione?

—No, claro que no — dijo con una sonrisa cariñosa.

—bueno, nos vemos después , Mione

— Adiós — se despidió agitando su mano.

Junto a Emmie nos alejamos de el lago negro en dirección al castillo. El transcurso no fue largo, ya que Emmie caminaba muy rápido, más de lo normal, así que en menos de cinco minutos, llegaron a la sala común de Hufflepuff.

—Ven, te acompaño, así saludo a mi mejor amiga.

Era raro que Alexandra la llamara, y enviando a alguien para hacerlo, mayormente solía venir por su cuenta y decirle en la cara. Tal vez se enfermó y no podía ir dando vueltas por tdoo3 el castillo.

— ¿Ella está bien? — dije preocupa.

Emmie dijo la contraseña rápido y ambas pasamos, subimos las escaleras qué iban a la habitación de Alex.

— Alexa, somos Lilith y eimee, tus mejores amigas —informó tocando la puerta.

—¡Pasen!

—Hola, Al, ¿necesitabas hablar conmigo? .

—Am, si, pero...   — susurró luego dirigir su mirada detrás suyo.

— ¿por qué me miras a mí? —preguntó inocente Eimee.

—Quería hablar contigo Lilith, pero a  s-o-l-a-s

— ohh, ya entendí, si, ya las dejo, besos, besos — luego de despertar se fue alejándose de nosotras.

— bueno, ¿de qué querias hablar conmigo ?

— quería decirte que .. yo... me.. estem .. yo..

— somos mejores amigas ,    puedes contarme lo que sea.— dije con confianza.

—ese es el tema ... que no quiero que solo seamos amigas

—¿que?—pregunte confundida.

— Yo ... me gustas lilith — dijo rápido, pero logré entenderlo.

— Te - ¿ te gusto?

Me quedé en silencio sin saber que decir.

—lo siento por habértelo dicho de ésta manera tan... confusa.

—¿tú acaso quieres estar en una relacion?

—Tal vez, ¿hay algún problema?

—Para nada, de hecho —se acercó más —tú y yo podemos ser esa relación, claro si es que quieres.

—Me encantaría eso .

        De a poco comenzamos a acortar la distancia entre nosotras. Nuestros labios se juntaron, dando lugar a un beso tierno y dulce. El golpe de la puerta chocar cotra la pared sobresaltó a ambas. Separándose rápidamente. 

        De reojo se pudo ver a una castaña con los ojos crutalinos, a punto de llorar, pero a la vez con la cara roja. Intentó hablar, pero la chica ya se había ido.

         Sin pensarlo dos veces fue detrás de ella. Alexandra se había quedado congelada. Por un lado contenta de que hubieran sentimientos en común, pero también algo triste porque no pudiera disfrutar más.

—¡Hermione!, ¡Hermione, por favor, escúchame !

—¡¿escuchar qué ?!, ¿tus pobres disculpas?

—Oye, encerio que lamento mucho haber hecho lo del lago

—¿Te arrepientes? ¿Y entonces por qué, por las tetas de Morgan, me seguiste el beso?

No dijo nada. Ni siquiera ella sabía por que lo había hecho. Tan solo se dejó llevar por el momento.

La de ojos avellana al no recibir respuesta siguió caminando.

—Hermione, ¿que tal si dejamos ese beso en olvido? Aún no me siento cómoda hablando del tema.

Hermione apretó sus puños dentro de los bolsillos de su túnica. Respiró ondo. No tenía caso discutir.

—Si eso es lo que quieres.

   No se animó a abrazarla, pero si le dedicó una sonrisa.