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𝐿𝑖𝑙𝑖𝑡𝒉 𝑀𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔𝑠𝑡𝑎𝑟

El almuerzo había sido muy rico. Más cuando Narccisa lo hacía. Sus exquisitas recetas eran lo más bueno que podría existir .

Hoy iría a ver a mi tía Lily a su departamento.

Muchos creían o mejor dicho, lo habían tomado por hecho , que mi tía había muerto ese día junto a James , pero no fue así. Cuando la llevaron para mostrarle el cuerpo a mi madre,  notaron que ella aún respiraba muy poco pero lo hacía. Cuando abrió los ojos podía respirar y moverse, pero no hablar. Le costó un tiempo poder volver a hablar por completo. Aún así ella como pudo me conoció a mi.  Tan solo tenía 1 año y 2 meses. Prácticamente crecí con ella, Pero Había una sola  cosa que no debía hacer; decirle a papá que la tía Lily estaba viva. Nunca supe por qué pero aún así cumplí con mi promesa.

   Termine de arreglarme el pelo, agarré mi bolso y salí de la habitación de huéspedes de la mansión Malfoy. Al llegar a la sala me encontré con el señor Malfoy dormido en el sillón con su libro abierto. Di un vistazo a la mansión y luego fui hasta la chimenea, agarré un poco de polvo flu entre mis manos, me puse en posición en la chimenea,  dije la dirección y solté el polvo. Una llamarada verde me envolvió.

Al llegar me marea un poco, pero me recompuse rápido.

   Una cabellera pelirroja , sentada en el sillón, con un juego de té en la mesa. Se ve veía en esa habitación. El olor a té , pergamino y tinta, se sentía por todos lados, llenando sus fosas nasales de aquel aroma.

— Llegaste. Creí que tardarías más— levantó la vista de su pergamino, ahora mirándome con sus ojos verdes.

— también lo pensé, pero no fue así.  ¿cómo estas tía? .

— bastante bien, justo ahora estaba escribiendo mis pensamientos en este pergamino.

Asentí con la cabeza. Caminé hasta el sillón donde estaba sentada mi tía. Dejé mi bolso en el suelo y me senté en uno de los sillones vacíos 

— ¿Qué tienes para contarme hoy? —encarnó una ceja .

Suspiré

— Bueno, ¿por dónde empiezo?, Tía.