𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 8
Que veo... Una actualización...
Jin Ling se dirigió a la tercera casa del lugar, el Reino Inmundo.
Vió las escaleras que dirijan a la casa de los hermanos Nie, se arregló un poco sus ropas y ajustó el listón de su pelo. Su abuela Jin siempre le dijo que debe arreglarse al menos un poco antes de presentarse a alguien.
Y lo que pasó con Jin GuangYao fue imprevisto, así que no se pudo arreglar bien.
Bajo las escaleras tranquilamente. Una especie de niebla empezó a invadir el lugar, que apenas se podía ver. Bueno, XiChen le había dicho que era normal la niebla en ese lugar, así que no se sorprendía.
Estaba apunto de tocar entre la ventana de la puerta, pero vio a pequeña aldaba en forma de un toro, que el llamador en concreto era el arete en la nariz del animal. Tocó tres veces, para esperar que alguien abriera la puerta.
Espero un poco pero por lo que veía adentro de la casa nadie venía, aunque se veía un poco borroso por el cristal. Bajo su mirada en motivo para distraerse y en sus pies vio un tapete que decía «No silve, en esta casa»
Ya más impaciente por la espera, se hacerco al cristal de la ventana, con sus manos tratando de ayudar a enfocar si había alguien, pero salto hacia atrás de un susto.
El cristal empezó a ser golpeado por picos de aves que volaban al otro lado de la puerta, constantemente picoteando, como si estos fueran perros y ladraban por el intruso.
Y después de pocos segundos, la puerta se abrió dejando paso a las aves, aunque estás no le hicieron ningún daño, pues solo empezaron a volar al rededor de su cabeza, únicamente molestando su visión.
- ¡Dejen de molestarlo!
Después de ese regaño, los pájaros dejaron su visión en paz y empezaron a revolotear al rededor de el en forma cariñosa, para después posarse en sus hombros y cabeza.
- ¡Que gusto verte, A-Ling! - Un hombre parecido a la misma edad que su tío Jiang Cheng lo recibió, aunque no podía ver bien su rostro, porque fue tapado por un abanico a primera vista- ¿Gustas pasar? Jugamos cartas.
Se hizo a un lado, para que el menor pudiera entrar a la casa, y cuando lo hizo, los pájaros volaron ahora a los hombros de uno de los hermanos Nie.
- Es Jin Ling, señor Nie - Reclamó, no le gustaba ser llamado tan cariñosamente, pero tampoco fue tan grosero al corregir al mayor.
- ¡No me digas señor, que me siento viejo! ¡Y no soy viejo! - Su pequeño enojo ante el apodo hizo que su abanico se cerrará con fuerza, dejando ver su rostro completo -. Dime solamente Huaisang.
- ... De acuerdo
El sonrió en respuesta. Usando su abanico como si fuera un altavoz improvisado, llamó alto, pero aún así cariñosamente.
- ¡Da-Ge~, pon la tetera~!
Después simplemente le guiñó un ojo y se encaminó más adentro de la casa, dónde instintivamente Jin Ling lo siguió, observando como las paredes estaban repletas por cuadros pintados a lienzo, mayormente paisajes o pájaros, uno que otro cuadro que solo se dedicaba a exibir abanicos de diferentes formas y diseños, como también una que otra... ¿Arma? Decorativa en la casa, espacialmente sables... ¿Esos eran reales?
- ¿A-Sang? ¿Quien es el que está detrás de tí?
- Es el sobrino de XiChen-Ge y Jiang-xiong, Da-Ge, ¡A-Ling!
... Jin Ling. Corrigió mentalmente el adolescente.
Jin Ling lo reconoció como el hermano mayor de Huaisang: MingJue, Nie MingJue. El era el más cercano de ese dúo de hermanos a XiChen, mientras que el menor, Huaisang, era más cercano a Jiang Cheng. No le eran muy desconocidos, pues una que otra vez sus tíos se dignaban a hablarle sobre sus amistades de la escuela.
- Debe escuchar las historias de las pinturas de las dinastías Xia, Shang y Zhou. ¿Puedes traer esos libros, Da-Ge?
- Creo que a él le gustaría mejor escuchar y ver las historias de guerra como una que otro sable.
- Nooo - Negó Huaisang, con un tono pacifista -. Artes - esta vez cambio su tono a uno que más severo y decidido, pero no agresivo.
- ¡Historia militar entonces! - Declaró MingJue para ir a buscar dichas historias, sin escuchar otra réplica de su hermano.
El Nie menor solo pudo rodar los ojos cansado por la terquedad de su hermano, y Jin Ling solo disfrutó de la pequeña pelea de hermanos.
Huaisang lo guío hasta el sofá de lo que parecía ser la sala. Jin Ling se acomodó desinteresado para observar el lugar tranquilamente, hasta que su vista se posó hacia la izquierda y tuvo una reacción entre sorprendido y asustado al ver lo que estaba ahí.
Era un estante muy grande, pero en realidad lo que le puso los pelos de punta por lo inusual de su contenido, fue que eran estatuas muy reales de aves muy parecidas a las que le habían recibido al entrar a esa parte de la casa. Estaban irónicamente vestidos con una túnica uniforme, entre colores café y verde oliva un poco apagados pero distinguibles. Lo que era algo tétrico fue que estás aves estaban en una posición lastimera, expresando lo que parecía tristeza o rabia, caracterizados también con lo que podría tener un ángel en pinturas de la Italia renacentista. Le llamo la atención que una que otra ave cazaba una mantis, y estás mostraban satisfacción por eso, parecido cuando podías por fin completar una venganza contra alguien.
¿Cómo podía incluso hacer eso?
- Todos esos... Son... - Jin Ling preguntaba con una voz un poco asustada y angustiada - ¿Reales?
- Son mis difuntos angelitos. - Cantó Huaisang, sentándose en un sillón individual al lado de la repisa con las aves estatua - No podía partir con ellos, son mis bebés... - Una sonrisa que podía ser bien vista para una persona con dobles intensiones nació de el - Así que los diseque.
Jin Ling tragó. ¿Porque tenía vecinos tan raros?
Por suerte para el, antes de que obligatoriamente debía poner atención a las presentaciones sobre las disecadas aves de Huaisang y la historia de su muerte, llegó MingJue ofreciendo en una bandeja lo que era té, unos bocadillos que más bien parecían gomitas verdes y lo que parecían libros de antología de historia militar china.
- Adelante, un muchacho como tú debe estar ansioso por saber batallas tan increíbles de hace siglos.
Jin Ling dejo pasar los alagos y tomo una pequeña gomita verde... Pero está no se despegó de las demás, y mucho menos del tazón dónde estaba. Queriendo quitar esa maldita gomita, espero a agitar el tazón, quien sorprendentemente estaba tan pegados, que no importaba como lo zarandeara, no se despegaba. Tomando medidas extremas, uso su pie para tratar de quitarla, jalando y jalando, incluso eso no permitía que un centímetro saliera de lugar. Un último tirón, fue la que ocasionó que perdiera el equilibrio y cayera, del sofá al piso.
Y, bueno, las gomitas lograron pegarse en el techo.
- Mierda...
- Las puedo leer si gustas.
Huaisang había terminado de presentar a todo el árbol familiar de sus mascotas disecadas, pareciendo que nunca notó que Jin Ling nunca le puso atención.
- ... ¿Leer que?
- Oh, las hojas de té, ellas suelen revelar el futuro - Saco su abanico, que con el cubrió parte de su rostro a Jin Ling, dándole un aura misteriosa.
El adolecente obviamente no le creyó, pero no perdía nada con darle el gusto al mayor.
Tomó la tasa de té, para empezar a tomar el líquido con algo de rapidez.
- ¡No todo! ¡No todo!
Escuchando sus pedidos, Jin Ling bajo su velocidad.
- Así, ahora dámelo.
Huaisang empezó a revolver las hojas de té cuando la tasa se le fue entregada, duro un rato con una sonrisa no muy notoria, mientras hacia la primera acción despacio. Sin embargo, paro en seco, y la sonrisa tranquila que tenía desapareció, renplazado por una expresión de sorpresa y algo de miedo con ella.
- Oh... A-Ling... Estás en un grave peligro.
- ¿Que?
Jin Ling ya había estado algo confundido cuando la expresión del adulto había cambiado tan drásticamente, pero fue más su sorpresa por sus palabras.
- Oh, dame esa taza Huaisang, tus ojos te engañan
MingJue tomo equivocadamente otra tasa de la bandeja de plata que había traído anteriormente, al cual, estaba llena de té, no había visto el error porque estaba releyendo nuevamente los escritos de historia militar.
- ¿Mis ojos? ¡Nisiquiera sabes leer las cartas, Da-Ge!
Huaisang le arrebato la tasa de té, ya que era suya y la devolvió a su antiguo lugar.
Le pasó la taza verdadera hacia el contrario para que viera su contenido.
- Mira aquí, la forma, ¡Un gran riesgo!
MingJue pareció consentrado observando la tasa
- ¿Que es lo que ven?
Los hermanos Nie estaban juntos, uno al lado del otro, solo lo separaban unos centímetros, observando el interior de la tasa de Jin Ling, leyendo las hojas de té. Huaisang tomo la palabra primero, volviendo a ver la tasa para ver si no se equivocó.
- Veo una mano muy peculiar... - La admosfera con la que dictó su lectura fue algo pesada y misteriosa, en el sentido de miedo, pero no hacia el si no a la predicción.
- Yo veo una Jirafa... - Confesó MingJue, viendo las hojas de té, aún que en realidad, giro la tasa al momento de tomarla
- Lo estás leyendo al revés, Da-Ge.
Huaisang tomo la tasa para ponerla de manera correcta hacia su hermano, para que leyera nuevamente si contenido.
- Ehh... No te preocupes niño, ¡Son buenas noticias! Veo... Una apuesta y hermosa joven en tu futuro.
- ¿Eh?
Huaisang solo se golpeó la frente.
- Bueno... ¿Entonces que hago? - Prosiguió Jin Ling, sin creer ni una pisca de lo que le decían los hermanos Nie.
- Solo mantente atento a tu al rededor- Huaisang saco su abanico.
- Ponte más colonia y péinate bien. - MingJue hizo un gesto de porte.
- Alejate de lo peculiar y atrayentemente raro, lo fuera de lugar - Rodó los ojos por lo mencionado por su hermano, mientras se abanicaba.
- Y consigue buena ropa. No fijas personalidad, eso es caer bajo, a las chicas no les gustan.
- Las chicas no caen del cielo, Da-Ge.
Algo cayó del cielo, y al chocar con el suelo, en gran ruido causo. Los tres presentes, hasta las aves mascota también se asustaron.
Solo era el traste de las gomitas que Jin Ling arrojó sin querer al techo.
Los tres decidieron en silencio que hacían como si eso no hubiera pasado.
- Ahora, ¿Hay algo que querías decirnos, Jin Ling?
Los Nie se le quedaron viendo, uno con una sonrisa leve y abanico en manos, y otro con brazos cruzados y ceño fruncido.
Jin Ling se les quedo viendo por unos segundos, dudando de la salud mental de los hermanos.
- No... Creo que no...
Recogió su abrigo de estampado de Peonia, se levantó del sillón y caminó mientras se ponía su prenda, despidiendo con la mano tanto a sus vecinos como a las aves, quienes parecían lo suficientemente inteligentes para entender el gesto.
- ¡Adiosito! ¡Con cuidado! - Despidió Huaisang.
- ¡Consigue una escalera para la Jirafa!
Había caminado rápido, pero logró escuchar la última oración de MingJue. Jin Ling se pregunto cómo es posible que sus tios se junten con gente muy rara.
- ¿Gran riesgo? - Se pregunto a sí mismo, mientras subía las escaleras de la casa.
Jin Ling camino tranquilamente al rededor de la recidencia, sin mucha emoción de volver a casa, y tampoco un ánimo para explorar realmente. Pero unos susurros entre las hiervas más allá de el logró capturar su curiosidad.
- En serio... Tú, el discipulo más respetable y de honor, tú, el más estudioso y tranquilo, tú, el líder del consejo estudiantil... ¡Tú! ¡El que siempre termina sus deberes asignados! ¡Tú...! ¡¿Dejaste todo tu trabajo del día de hoy y no hiciste las tareas para solo....! - La voz se hizo cada vez más baja, lo que provocaba que Jin Ling no pudiera oír la última frase.
Pero sabía bien de quién era. Y si uno estaba aquí, el otro también.
- Shhh... JingYi baja la voz - Sus sospechas de que eran ese dúo, fueron confirmadas.
- ¡Este lugar está más solitario que el tío QiRen antes de la llegada del viejo RouHan! ¿Quien me escuchara decir todo esto aparte de tí?
- Muchos, si sigues hablando así de alto.
JingYi salto a los brazos de su hermano por el susto que le había causado la repentina aparición de Jin Ling atrás de él, soltando un chillido poco masculino.
- Joven Jin Ling... ¿Cuánto ha estado escondido?
- Recientemente...
Era el, ¿O SiZhui pareció suspirar de alivio?
- Que mala educación joven amante, escuchando conversaciones ajenas - Se quejó JingYi aún en los brazos de su hermano.
- Lo dice el que grita lo suficientemente alto como para oírlo al otro extremo del lugar.
Un par de miradas se vieron con rivalidad. SiZhui solo río divertido pero tranquilo.
Después de unos cuantos gruñidos entre RuLan y JingYi, Jin Ling hablo primero:- Mejor me voy, ya acabé lo que tenía que hacer de todos modos.
SiZhui soltó un gemido de susto y soltó inconscientemente a JingYi, quien hizo sonidos de dolor al ser arrojado al suelo sin previo aviso.
- ¡Auch!
- ¡Joven Jin Ling, espere!
Jin Ling detuvo su andar y se giró para encarar al Lan que había pedido su atención.
SiZhui se quedó paralizado, pues fue un impulso llamarlo, así que por esa pequeña vergüenza, sus mejillas se tornaron en un tono rosa.
- Quiere... Quiere... ¿Quiere venir conmi... ¡Con nosotros al pozo?!
Silencio.
¿Al pozo?, ¿Cuál poso?.
- ¿Ha que te refieres?
JingYi giro los ojos sin que el par contrario se diera cuenta. Dios, que cosas hacen los flechazos.
- Existe un pozo antiguo cerca de esta zona, hay muchos cuentos y rumores sobre el. Regularmente SiZhui y yo lo vamos a ver por simple aventura.
Ding Ding Ding, palabra correcta, aventura.
Jin Ling cambio su expresión de una confundida a una relajada, al cual indirectamente dejo mostrar un poco más de su belleza, cosa que hizo que cierto adolecente se quedará embobado observando y admirando.
- Seguro, además me gustaría escuchar esos rumores.
Fairy se encontraba entre la hierva crecida escondida, se refrescaba gracias al suelo semi húmedo por el rocío de la mañana y se encontraba hechada de lado. Sin embargo, cuando escucho a los tres adolecetes hablar, se paró en decúbito prono.
Estaba alerta, gracias a la aparente ubicación mencionada. El pozo.
Esto no la hubiera preocupado si fuera solamente los dos chicos y también la época tranquila, pero ahora... Ahora ya era diferente. No había mucho peligro en realidad... Pero...
Su instinto le hizo girar su cabeza, mirando hacia lo que era la casa del Hanshi.
No había nada a la vista aparentemente anormal, sin embargo, Fairy aprendio desde hace mucho a confiar en sus instintos. Aveces detestaba no poder dar todo de sí en este lugar.
Pero sabía que era mejor así. Lo único que podía hacer era ser una tipo niñera. Suspiró, -aunque si alguien le hubiera escuchado, estaría sonriendo de ternura por eso-. No estaría frustrada, era su deber, y también, su deseo de proteger.
Se paró del suelo húmedo y se sacudió, lista para seguir en secreto al trío de adolecetes en su búsqueda por el pozo.
Eh... We... ¡¡ESTOY VIVA!! ¡JAJAJA! ¡¿CREISTE QUE ESTO YA ESTABA AVANDONADO?! ¡PUES NO MI CIELA! ¡TENDRAN MÁS DE ESTA MAMADA! ¡JAJAJAJAJAJA....JAJAJ....Jaja...ja!
Que les digo? De verdad mi vida paso a ser una montaña rusa, ahhh... Vida adolecente, como te pinche amo-odio carajo, en serio.
Cambiando de tema, me fuí a unas largas vacaciones a Ao3, por esa razón no he estado tan activa en wattpad, y por eso no vino actualización rápido. Otra cosa es que también he desarrollado otro proyectos que le tengo mucha fé y por eso inconscientemente le puse mucha pausa a este, pero luego diré detalles después.
Casa vez que veía una notificación sobre que agregaban está historia en una lista o votaban, una parte de mi estaba así:
Para obligarme a escribir, pero neta no salía...
Pero en serio amo mucho esas notis, neta me dejan ver qué lo que estoy haciendo no es basura, ay, no los merezco, de verdad.
La verdad quería poner más pero me estaba tardando, así que tendran esto por ahora, lo siento.
Aún así, espero leer sus teorías.
Nos vemos en la siguiente actualización!
Y dejen de torturarme/amarme con esas notis, de verdad es una tortura en seguir y sentirme bien con lo que hago.
Los amo mucho criaturitas.
¡Esto fue todo por hoy mis criaturitas! Espero que les haya gustado, no olviden dejar su ☆ y su 💬
¡Hasta el siguiente capítulo!
- RinLian
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