Hoy, igual que todos los días, te esperé en el comedor de la universidad, te esperé y seguí esperando, pero nunca llegaste.

La hora de almuerzo terminó y salí del comedor con el ánimo por el suelo, ahí fue cuando te ví, venías del jardín de la universidad junto a Lisa, ambas reían, estaban en su burbuja.

Me habías olvidado a mí para ir con ella, ni siquiera recordaste enviar un mensaje para decirme que no comerías conmigo.

Me sentí remplazable.

Tal vez estaba siendo dramática, pero así me sentía.

— R.