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#002 LAS ESTRELLAS EN SUS OJOS

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓 #2
" las estrellas en sus ojos "


Las calles estaban desoladas.

El pánico, llegando a su punto más alto.

Jason apretó el teléfono con fuerza entre sus manos, observando desde la pantalla como una pelimorada a unos cuantos metros se encontraba quieta en medio de la carretera sin nadie más cerca. A excepción de aquel auto en donde detrás del volante un chico de cabello negro y gorra le sonreía a él a través de la videollamada.

-La puedes ver bien, ¿ah, hermanito? Se ve muy bien allí; indefensa. Sin saber lo que podría pasar. -el chico da una carcajada, mirándolo con una sonrisa de lado adornada con un piercing en su labio inferior- Te dije que algún día la tendría... Y no me creiste.

-¡Eres un maldito psicópata! -gruñó dejando el teléfono delante del volante, encendiendo rápidamente el auto.

Su mano fue a la palanca de cambio.

-Si fuera tú ni siquiera vendría aquí, Jason. -su seriedad al hablar era demasiado escalofriante- Lo único que encontrarás al llegar serán sus sesos desperdigados en el pavimento.

Y le dio una última mirada seria a la cámara. Sus ojos verdes se oscurecieron, colocó la cámara para que pudiera captar de nuevo a Rachel en la carretera y aceleró.

-¿Damián? ¡Damián!

Su auto también aceleró, estaba a minutos de allí y sabía que no llegaría a tiempo. Apretó el volante mientras desde el teléfono miraba como el auto poco a poco se acercaba a Rachel que indefensa trató de alejarse corriendo.

No podría. Era imposible que una persona se escapara de las garras de Damián cuando éste ya la tenia como una presa en su amplió comedor exclusivo.

Aceleró un poco más, moviéndose entre las calles pero era demasiado tarde.

Vió como el cuerpo de su amada novia se estrellaba contra el vidrio delantero del auto y gotas de sangre salpicaban todo. Escuchó un estruendo, y paró.

-¡No! ¡Maldito idiota ¿Que hiciste?!

Aceleró un poco más importandole muy poco si se estrellaba contra algún auto. Golpeó el volante con fuerza mientras múltiples insultos salían de su boca hacia su hermanastro y segundos después llegó a la carretera donde el auto de Damián se encontraba.

No había rastro del chico pero si de un pequeño bulto a un lado del auto. A medida que se acercaba corriendo pudo darse cuenta que Rachel ya no respiraba, su pecho no subía ni bajaba y sus ojos grises había dejado ese brillo particular.

Las estrellas en sus ojos ya no brillaban y ahora solo eran adornadas con la sangre que goteaba de a montones desde su cabeza.

La sangre lo mareo, dándole un dolor en el pecho que poco a poco se fue intensificando y la primera lágrima bajó por su mejilla.

Y segundos después Jason parpadeo.

Volviendo a la realidad mientras un cigarro yacía en sus labios, lo tomó entre sus dedos y suavemente dejó libre el humo que abandonó su boca con rapidez. Sus ojos aqua estaban entrecerrados mirando el paisaje del atardecer desde el asiento del conductor de su auto.

Cerró los ojos y se dejó ir por segundos encuchando los sonidos a su alrededor.

El viento arrastrando las hojas de los árboles del bosque con parsimonia, algunas aves cantando desde lo lejos con suavidad y el golpeteo en su cajuela volviéndose más intenso.

Chistó, negando.

-¿Podrías callarte un rato? Intento pensar.

El golpeteo siguió.

Rodó los ojos mientras salía del auto con un portazo, caminó con tranquilidad hasta la cajuela y la abrió, revelando el cuerpo atado de su pequeño hermanastro que se retorcia en el diminuto lugar. Jason apagó su cigarro en la piel expuesta del brazo de Damián y éste frunció el ceño con dolor sin dejar de verlo con ojos desafiantes pero exhaustos.

-Si fuera tú no me miraría así, Demonio. Cualquier cosa podría pasar mientras jugamos, ¿no es así?

Damián refunfuñó, siendo ignorado por Jason que tomando la palanca a un lado del cuerpo y colocándoselo en el hombro como un bat de beisbol tomó del cabello al chico con brusquedad y lo obligó a salir de la cajuela entre tropezones.

El mayor soltó un silbido y sonrió, aquella tarde con el cielo tiñendose de azules opacos y oscuros anunciando el anochecer él se divertiria un rato.

Tenía mucho tiempo que no jugaba con su amado hermanito, mucho tiempo...

ODDINARYZONE 2023

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