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HeeSeung notó que el cielo comenzaba a oscurecerse y decidió levantarse de la banca. Suspiró y dirigió su mirada hacia Jake, quien estaba sentado junto a Sunoo, compartiendo risas con sus amigos. Se lamió los labios nerviosamente, se metió las manos en los bolsillos de su bermuda y se encaminó hacia la playa, captando la atención de Jake.

El castaño se levantó de la banca, echó un vistazo a sus amigos y Sunoo le dio un pequeño empujón para que se apresurara a alcanzar a HeeSeung. Este corrió hacia él y le dio un pequeño empujón para llamar su atención; Jake sonrió al verlo y extendió su mano para que HeeSeung la tomara.

—¿Por qué estás solo? —preguntó Jake, tomando la mano de HeeSeung.

—Uhm..., solo quería llamar tu atención y lo logré. —rió HeeSeung.

Jake apretó un poco su mano, haciéndolo reír de nuevo. HeeSeung dejó de caminar y se quedó mirando hacia la playa, observando cómo las olas se movían y escuchando el canto de las aves que regresaban a casa. Sintió que su corazón daba un vuelco cuando Jake se puso frente a él, atrayendo su mirada.

El castaño sonrió y se acercó.

—HeeSeung... —comenzó, tratando de ocultar el nerviosismo en su voz, algo que HeeSeung encontraba adorable. —Tengo algo que decirte...

—Yo también quiero decirte algo... —dijo HeeSeung acercándose más a él.

—Tú primero. —pidió Jake.

—No, quiero escucharte a ti. —dijo HeeSeung, haciendo que ambos rieran.

—Somos como las típicas novelas de romance... —se burló Jake, poniendo sus manos en las caderas de HeeSeung para atraerlo hacia él.

HeeSeung llevó sus manos a las mejillas del castaño y las apretó.

—Estás sonrojado. —le dijo, acercando su rostro al de él. —¿Me vas a pedir que te bese? ¿Por eso estás avergonzado?

Jake rió, acercando su rostro al de HeeSeung y dándole un pequeño beso en los labios.

—¿Puedo ser tu novio? —susurró.

HeeSeung sintió cómo su corazón latía rápido.

—¿Perdona? No te escuché... —rió HeeSeung nervioso, acercando sus labios a los de Jake. —¿Qué si puedes ser qué?

Jake se mordió el labio inferior, mirándole los labios a HeeSeung, y se acercó para besarle, esta vez, un beso un poco más profundo. Movió sus labios sobre los del pelinegro, abriéndose paso en su boca para entrelazar sus lenguas y estar más cerca uno del otro.

—Quiero ser tu novio... —susurró entre besos el castaño, sintiendo la respiración agitada de HeeSeung.

—Te me has adelantado, Jake... —dijo HeeSeung sonriendo cerca de los labios del castaño. —Quiero que seas mi novio también.

Jake ladeó la cabeza con una sonrisa y asintió.

—Está bien, joven Lee. —se rió nervioso.

HeeSeung volvió a acercar su rostro al de Jake para besarlo, escuchando gritos y halagos de sus amigos detrás de ellos, lo que hizo reír a ambos.

—¡BUSQUEN OTRO LUGAR! —gritó Ni-Ki.

—¡NO COMAN FRENTE AL POBRE! —gritó JungWon riendo, captando la mirada de Jay.

—¿Cuál pobre? —cuestionó Jay cruzándose de brazos y mirando a JungWon.

JungWon abrió los ojos y se sonrojó.

—Ven acá. —dijo Jay, haciendo que JungWon empezara a correr lejos de él. —¡Jungwon! ¡Ven acá!

—¡NO! —gritó este corriendo hacia las palmeras de la playa, alejándose de Jay. —¡Ayuda! —pidió JungWon riendo.

Jay lo alcanzó y lo acorraló contra el tronco de una palmera. JungWon bajó la mirada avergonzado, haciendo reír a Jay.

—Repite lo que dijiste. —pidió Jay con una sonrisa maliciosa en sus labios.

—No quiero. —respondió JungWon tratando de esquivar la mirada de Jay.

Jay posó su mano en el mentón del castaño y le levantó la mirada.

—Si quieres que te bese, solamente pídemelo. —le dijo acercándose a los labios de este, pero se detuvo. —Pídelo.

—Jay... —susurró JungWon muy cerca de sus labios, sintiendo cómo su corazón golpeaba fuertemente sus costillas.

JungWon acercó sus labios a los de Jay para besarlo y este continuó el beso, sintiendo las manos de JungWon subir por su nuca para atraerlo más a su cuerpo.

A lo lejos, Ni-Ki observaba el ambiente mientras tomaba un poco de su cerveza. Sus amigos habían conocido a alguien especial, y él, bueno, se centraba en intentarlo nuevamente. Fijó sus ojos en Sunoo, quien reía junto a SungHoon mientras compartían una foto. Ni-Ki sonrió al ver la escena, sintiendo su pecho doler. Soltó un suspiro y sintió la mano de Taki encima de la suya.

—Oye, no tengas esa expresión. —le dijo Taki. —Tal vez te toque a ti en algún momento.

Ni-Ki miró por encima del hombro a Sunoo y asintió regañadientes.

Taki rió y le tapó los ojos.

—Ya deja de mirarlo. —le dijo cerca de su rostro, haciendo reír a Ni-Ki. —Si lo miras, más te dolerá.

—Tienes razón. —dijo este apartando las manos de Taki de sus ojos para mirarlo. —Tal vez con él no funcionó.

Taki asintió.

—Vamos a correr un poco. —se levantó Taki tirando de la mano de Ni-Ki. —¡Vamos!

Ni-Ki lo empujó suavemente para comenzar a correr.

—¡Eso es trampa! —gritó Taki corriendo detrás de Ni-Ki.

Sunoo, que estaba sentado al lado de Sunghoon, terminaba de ver la fotografía que se había tomado con una sonrisa en los labios. Sintió su corazón doler al recordar todo lo que había pasado antes y ahora se encontraba a su lado.

—Oye, Sunoo... —llamó Sunghoon.

El rubio levantó la mirada del teléfono y lo miró.

—¿Quieres ir por un helado? —preguntó el pelinegro rascándose la nuca.

—¿Helado? Sí, estaría bien. —dijo con una sonrisa levantándose, pero SungHoon le agarró la muñeca y tiró de ella hacia abajo para hacerle sentar nuevamente. —¿Eh? ¿Qué pasa?

Sunghoon lo miró durante unos segundos, sintiéndose nervioso, lo que también afectó a Sunoo.

—Sunoo, yo... —el rubio pasó saliva nerviosa cuando vio que Sunghoon se acercaba más a él.

El rubio cerró los ojos cuando sintió el rostro del pelinegro muy cerca del suyo.

—Yo quiero decirte que no me gusta el helado de menta. —susurró haciendo que Sunoo abriera los ojos de golpe y empujara al pelinegro.

—Idiota. —insultó nervioso, haciendo reír a Sunghoon. El rubio se levantó de la banca para comenzar a caminar, y Sunghoon lo siguió riéndose detrás de él. —¡No es gracioso!

—Tu expresión molesta sí lo es, además te ves muy lindo sonrojado. —le dijo SungHoon haciendo que Sunoo rodara los ojos.

El pelinegro se le adelantó y se le atravesó en el camino para que este dejara de caminar. Sunoo lo miró mal y lo esquivó pasándole por al lado, haciendo reír a SungHoon; este le agarró el brazo para que dejara de caminar y lo acercó hacia él.

Sunoo bajó la mirada y SungHoon ladeó la cabeza mirándolo. Pasó sus manos por la cintura del rubio y lo atrajo.

—¿Te molestó tanto que te haya hecho una broma? —cuestionó con una sonrisita.

—Sunghoon, si vas a seguir jugando conmigo de esta forma, solo aléjate. —dijo Sunoo tratando de alejarse del pelinegro.

El pelinegro negó y acercó su rostro al del rubio, dejando un pequeño centímetro de distancia entre sus labios.

—Uhm... ¿Puedo besarte? —preguntó Sunghoon.

Sunoo soltó un suspiro y se inclinó para alcanzar los labios de SungHoon, dándole un beso por unos segundos. Se alejó con la respiración agitada y el ceño fruncido.

—Tardas demasiado. —le dijo y se soltó del agarre para caminar.

SungHoon rió y lo siguió en silencio.

—Quién bien besas, Kim Sunoo.

—Cállate. —lo empujó el rubio haciendo que Sunghoon se tambaleara. —Y vas a comer helado de menta como castigo por esa broma.

A Sunghoon se le borró la sonrisa.

—Pero... —el rubio negó con la cabeza.

—Nada de "peros", vas a comer helado de menta.

Los dos rieron y caminaron hacia la tienda que estaba cerca de la playa para comprar algunos helados y llevárselos a los demás.

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