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Tiempo después de una comida tranquila y de una buena charla. Todos habían salido del restaurante y caminaban por la calle de noche.

HeeSeung se acercó a Jake y le dió un pequeño empujón para atraer su atención.

—Vamonos... —le dijo.

—¿Adónde? —cuestionó Jake confundido.

HeeSeung se apresuró y le agarró la mano, tiró de ella hacia él para que dejara de caminar. El pelinegro llevó una mano a la cadera del castaño para atraerlo a su cuerpo, borrando todo espacio que había entre ellos.

—A mi casa... —le dijo cerca de sus labios.

Jake rio bajito sintiéndose algo tímido y se empinó para darle un pequeño beso.

—Salimos con ellos, no podemos dejarlos.

HeeSeung se encogió de hombros.

—Están ocupados hablando, no sé van a dar cuenta que nos fuimos. —HeeSeung se le acercó más. —Mira, incluso siguieron caminando. —el castaño rio y asintió.

—Bien, vamos. —dijo Jake y HeeSeung le tomó de la mano.

—Mi casa está cerca, pronto llegaremos. —dijo contento.

Los dos caminaron hacia el apartamento de HeeSeung, se había mudado a las afueras del campus de la universidad ya que no le gustaban ciertas reglas, por lo tanto, vivía en uno de los edificios algo costosos del vecindario, pero vivía cómodamente.

Entre una charla cómoda y algunos coqueteos, llegaron al edificio. Jake levantó las cejas sorprendido al notar que ya conocía el edificio una vez que ingresaban al ascensor.

—Ah, aquí también vive Sunghoon. —dijo Jake algo emocionado. —Podemos llegar a saludarlo.

HeeSeung soltó un suspiro y acorraló a Jake contra una de las paredes del ascensor una vez que las puertas se cerraron.

—¿En serio quieres ir a saludarlo? —se lamió los labios HeeSeung acercándose más al rostro del castaño.

Jake se mordió le labio inferior y acercó su rostro un poco más al de HeeSeung.

—¿Celoso? —susurró cerca de sus labios.

HeeSeung rodó los ojos y acercó sus labios para besarlo. Deslizó sus manos por las caderas del castaño para pegarlo más a su cuerpo y profundizó el beso entre pequeños jadeos. Sintió su respiración agitarse y sus latidos acelerarse cuando Jake posó sus manos en su nuca para atraerlo más a él y así abrirse paso en su boca para entrelazar sus lenguas.

Una ola de calor se apoderó de sus cuerpos cuando algunos jadeos salieron de sus labios entre más profundizaban el beso. HeeSeung apoyó la mano en la pared del ascensor para no perder el equilibrio y así tener más acceso a los labios del castaño. Jake dejó caer la cabeza hacia atrás, cortando el beso para tomar un poco de aire cuando el timbre del ascensor anunció que habían llegado al piso destinado.

Un carraspeo ajeno hizo que los dos miraran fuera del ascensor. Jake abrió los ojos encontrándose con el pelinegro de expresión fría y sería.

—Sunghoon... Ho...hola... —saludó Jake algo nervioso apartando a HeeSeung de su cuerpo.

HeeSeung se mordió le labio inferior algo celoso al ver al pelinegro de pie en las puertas del ascensor.

—Hola. —saludó Sunghoon con un tono de voz frío.

—¿Saldrás? —cuestionó Jake. —HeeSeung también vive aquí.

Los ojos de Sunghoon se posaron en los de HeeSeung quien lo miraba con una sonrisa sarcástica.

—¿Sí? Ya veo... —se abrió paso entre los dos, dejándolos salir a ellos del ascensor.

—¿Adónde vas? —preguntó Jake.

—Tengo algo que hacer. —respondió Sunghoon ignorando la presencia del pelinegro.

—Oh, bueno... Cuídate entonces... —dijo el castaño un poco desanimado. —Nos vemos.

Sunghoon asintió y presionó el botón del primer piso del edificio. Las puertas del ascensor se cerraron dejando a Jake y a HeeSeung en un incómodo silencio.

Jake se tapó el rostro avergonzado haciendo reír a HeeSeung.

—No es gracioso... —le pegó en el hombro a HeeSeung.

—De hecho no, te ves muy tierno así avergonzado. —coqueteó HeeSeung haciendo que Jake rodara los ojos. —Ademas, tu eras el que no me quería soltar.

Jake le dió la espalda y empezó a caminar por el pasillo del edificio haciendo que HeeSeung riera.

—Hacia allá no es, Jake. —se burló el pelinegro viendo cómo Jake dejaba de caminar y se giraba con la mirada hacia sus pies, avergonzado.

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—¿Jake y HeeSeung? —cuestionó JungWon al darse cuenta que no venían detrás de ellos.

Jay rio y miró a Ni-Ki.

—Tal vez se desviaron del lugar. —se encogió de hombros. —Suele pasar a veces... —Jay miró a JungWon haciendo que este bajara la mirada algo tímido.

—Bien, por aquí cerca queda un bar. Podemos tomar un cóctel o prefieren otra cosa? —cuestionó Ni-Ki

Sunoo asintió con la idea, no podía irse muy lejos ya que Sunghoon podía estar cerca y estaba esperando su mensaje.

—Sí, podemos tomar algo. —dijo el rubio.

Los cuatro de detuvieron en unos de los bares más cercanos del vecindario y entraron, sumergiéndose en el buen ambiente y la música. Ni-ki, se apresuró para alcanzar al rubio y colocó su mano en la cadera de este guiandolo hacia una de las mesas. Sunoo se impresionó ante el toque imprevisto del menor que se alejó un poco.

Tomaron asiento en una de las mesas mientras Jay iba por algo de beber. Sunoo, se sentó al lado de JungWon y el pelinegro se le acercó para susurrarle algo.

—¿Y? ¿Qué tal es Ni-ki? —cuestionó este haciendo que Sunoo riera avergonzado.

—Normal, es muy gracioso. —JungWon levantó una ceja.

—¿Y ya? ¿Solo eso? —Sunoo volvió a reír.

—Bueno, también es lindo... —bajó la mirada a su celular esperando aún el mensaje de Sunghoon. —Pero..., no es mi tipo.

JungWon hizo una mueca.

—¿Tienes un tipo de hombre? —preguntó este.

Sunoo rio.

—Uhmm., creo que es solo una persona...

Y antes de que JungWon pudiera decir algo, Jay llegó a la mesa con 4 cervezas. Tomó asiento con Ni-Ki y le dió un codazo amistoso.

Sunoo agarró una cerveza y se llevó la boquilla a los labios para tomar un sorbo. JungWon hizo lo mismo y fijó sus ojos en Jay quien también tomaba su cerveza, pero él ya lo miraba.

—¿Jugamos algo? —propuso Jay atrayendo la atención de todos.

—¿El qué? —preguntó Sunoo.

—Verdad o reto. —dijo Jay con una sonrisa.

Ni-Ki asintió.

—Vale, vale empiezo yo. —dijo este. —¡JungWon! ¿Verdad o reto?

JungWon lo pensó unos segundos.

—Verdad.

Ni-Ki sonrió y miró de reojo a Jay.

—¿Te gustan las canciones de The Kingdom o te gusta Jay? —Jay le dió un codazo fuerte haciendo que Ni-Ki riera.

Sunoo rio y miró a JungWon quien apartó la mirada algo nervioso.

—¡Anda! Responde, JungWon. —animó Sunoo.

—Uhm, creo que los dos... —dijo algo nervioso haciendo reír a todos en la mesa. Jay ladeó la cabeza con una sonrisa coqueta y le dió otro sorbo a su cerveza.

—Tu turno, jungwon. —dijo Ni-Ki.

JungWon los miró a los tres.

—Uhm, ¡Sunoo! ¿verdad o reto?

Sunoo sonrió.

—Reto.

La mesa aplaudió haciendo reír a Sunoo.

—Bueno... Pensé que ibas a elegir verdad. —rió Jungwon. —No sé que ponerte a hacer...

Jay sonrió.

—Yo sí. —Ni-Ki lo miró de reojo y le dió un sorbo a su cerveza.

—¿Qué deberia hacer? —habló Sunoo.

—Dale un beso a Ni-Ki.

JungWon abrió los ojos sorprendido. Ni-Ki le dió un codazo y miró a Sunoo quien sonreía apenado.

—¿Dónde sea? —cuestionó el rubio levantándose de la silla.

Jay se encogió de hombros mirando a Ni-Ki quien se lamió los labios al ver cómo Sunoo se le acercaba. Sintió como su corazón dió un vuelco al sentir la mano del rubio posarse en su mejilla, seguido de una risita tierna. Ni-Ki pasó saliva nervioso al ver la cercanía del rubio, más cuando sus labios estaban a unos centímetros de tocarse.

Fue cuando el celular de Sunoo vibró en la mesa, captando su atención. Este se alejó de los labios de Ni-Ki, le sonrió y posó sus labios en la mejilla del castaño.

—Cumplido. —dijo este con una sonrisa, regresando a su silla.

Ni-Ki lo vio agarrar su teléfono y se quedó unos segundos procesando lo que acaba de pasar. Le dió otro sorbo a su cerveza y suspiró.

—Voy al baño. —dijo Sunoo levantándose de la silla atrayendo la atención de todos. Ni-Ki lo siguió con la mirada hasta el baño y luego miró a Jay.

—Bien... Continúo yo. Ni-Ki, verdad o reto. —dijo Jay.

Ni-Ki se encontraba algo perdido por sentir sus latidos cada vez más rápidos.

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