⸼⸱🍃⋆꤫⤷Cap.6
⤷Un día después⤶
TAEHYUNG;
Sentir su toque me hizo retroceder en mis recuerdos, al día en el que nos conocimos en ese parque. Ahora, sus dedos seguían la distancia que separaba mi pelo y mi piel, produciendo pequeños destellos que recorrían mi espina dorsal ¿Cómo era posible que sus dedos supieran exactamente dónde debían ir?
Escuché la risita de Jungkook al sentir la sacudida que el placer le provocaba en mi cuerpo. Mis labios entreabrieron y dejaron escapar suaves sonidos de satisfacción, como una música específicamente compuesta para él.
Los días de pesadez y malestar habían pasado, y, como el final de una tormenta, mi cuerpo comenzaba a bailar de nuevo, con la brisa que Jungkook me traía.
Las sillas estaban desocupadas, los pizarrones borrados, y mi novio y yo estábamos aprovechando el silencio para disfrutar de nuestro momento de privacidad. Como en una escena de un drama, Jungkook y yo nos descubriríamos de nuevo en medio del salón vacío.
El silencio del salón de clases estaba atenuado por el suave susurro de la brisa que entra por la ventana media abierta. Mientras yo estaba envuelto en el buzo de Jungkook y el perfume que desprendía de éste, podía sentir una calidez tibia y placentera que me protegía de los pensamientos sombríos.
—TaeTae ¿No tienes hambre? -yo podía sentir el brillo en su mirada y la dulzura en su voz, como si le diera un mismo sentimiento a ambos nombres. Levanté la cabeza para verlo y el aliento se me paró al oír su pregunta.
Todavía no estaba convencido, así que negué lentamente con la cabeza, pero luego mi boca curvó en una línea horizontal, esbozando una sonrisa sutil, como si mi corazón estuviera jugando con la idea de dejarme engañar por ese bello delirio.
Yo podía ver cómo la preocupación se inscribía en las arrugas de su frente, y su mirada se hizo más seria como la de un bambi preocupado por el bienestar de su corcel. Sus ojos expresaban más de lo que podía decir su boca.
—¿Estás seguro, Tae? -continuó- No vi que trajeras tu lonchera y esta mañana no comiste nada por estar haciendo tareas -se asustó ante mi falta de apetito. Su voz se rompió con su súplica de comprensión.
—No te preocupes por mí, dulzura -intenté calmar sus temores- Cuando llegue a casa me prepararé algo.
El rubor hacía honor a mí, aunque sus labios seguían jugando con mi apodo de "dulzura". Se limitó a admitir su razón
—Sé que no lo harás. Además... Fui yo quien hizo la comida.
¿Qué podría hacer frente a esa dulce confesión?
Con mis ojos dirigidos hacia su cara, mi corazón se llenó de expectativa y calidez, sintiendo el júbilo de escuchar sus palabras —¿Qué hiciste esta vez? -mi pregunta salió en una dulce sonrisa.
—Hice bibimbap solo para ti -su voz era un himno a su amor- Pero al ver que no lo quieres -su voz se hizo dulce y oscura como el bibimbap que mencionó, y los hombros cayeron un poco como si se diera por vencido ante mi falta de apetito.
Los ojos seguían plácidamente la curva de su mirada, y mi cabeza se alzó con más decisión para contemplar la pasión del corazón de mi amado —¿Puedo verlo?
Él se acercó con dulzura antes de inclinarse y sacar la lonchera de debajo de su silla. Su mano abrió la lonchera, y después el plato, y el aroma del bibimbap se unió a mi olfato. La comida era una extensión de su amor.
En ese momento, parecía haber vuelto a esos domingos maravillosos, recuerdo con pasión los domingos en mi apartamento. Los dulces aromas del horno, las sonrisas sobre nuestras galletas, y los abrazos entre nuestros corazones que nunca se detenían.
Sabía que no podía engañar a mi amado —Bueno -carraspeó y mi corazón parecía estar saltando de mi pecho- Puedo hacer una excepción solo para ti y comerme todo eso.
No quería tomar más riesgos y aprovecharía cualquier oportunidad para asegurarse de que yo probara su comida. Tomó una cuchara del lonche y puso una porción del plato en ella
—Di “ahh ” -me ordenó Jungkook.
Aunque mi corazón lo amaba, mi orgullo no era tan manso. Negué con la cabeza —No me hagas esto, Jungkook -mi voz sonó con firmeza, pero no con tanta fuerza como para que él cediera.
—Si quieres terminar de esto -movió la cuchara- Solo tienes que obedecer -en su voz había una calidez que te hacía sentir cómodo, como si estuviera seguro de que haría lo que le pedía.
Mi rostro se teñía de un rubor brillante, como un tomate recién sacado del jardín. Bufé y entonces abrí mi boca para que la cuchara se deslizara fácilmente. Las especias eran una fiesta en mi lengua, y el sabor era un tributo a los deliciosos secretos de la cocina de Jungkook. Sin embargo, no quería darle el gusto y puse mi mejor cara de enojo.
Traté de encontrar algo para quejarme —Le falta sabor -mentí con una mueca de disgusto, aunque sabía que estaba mintiendo.
Se limitó a reírse —Sé que no -presumió con una sonrisa que yo no podía resistir. Volví a acercarme la cuchara para comer un poco más.
Recordé mi patético intento de crear una delicia coreana —Una vez intenté hacer Bibimbap, pero salió de la mierda -y me reí de mi intento en un intento de mostrar que, por lo menos, yo estaba tratando.
—Si quieres yo puedo enseñarte algún día -mi mente se llenó de otra cosa, algo mucho más sucio y primitivo que el pensamiento original.
Era mi vida, mi amor, mi Jungkook, y yo era su sucio novio, yo era la maldad que le faltaba. "Dios", pensé mientras le sonreía, "Jungkook es tan tierno e inocente, y yo soy tan sucio y pervertido" Jungkook seguía alimentándome y yo hacía lo imposible por distraerme mientras comía. En el salón, sólo estábamos él y yo, y mi mente acelerará. Miraba a todos lados, intentando olvidar mi perversión.
—¿TaeTae, pasa algo? -preguntó con preocupación. Me interpeló con mi apodo, el apodo que me hacía sentir como la persona que era para él. Yo me había quedado en silencio y se dio cuenta de ello.
—S-sí, me quedé pensando en algo -dije, intentando ajustar mi voz para que fuera más segura.
—Estaba pensado en ir a tu apartamento a estudiar o bueno, ayudarte a estudiar -se rió un poco cuando dijo que me "ayudaría" a estudiar. Yo sabía que realmente tenía planes para hacer eso, pero jugué su juego.
—¡Oh, qué buena idea! -exclamé con falsa inocencia- ¡Y nos podemos quedar hasta tarde estudiando!
—Sí. Mi mamá me compró un libro de contabilidad y quiero utilizarlo -continuó con su cuento.
—Yo ni siquiera sé cuándo fue la última vez que mi madre me regaló algo -ironice con una pizca de nostalgia. Le había perdido la pista al momento de cuando ella me había dado su último regalo. Jungkook continuaba con su juego y yo, comía lo que me daba.
—¿Qué fue la última cosa que te regaló? -preguntó, con la cuchara volando hacia mi boca. Él estaba interesado en saber más acerca de mi relación con mi madre y yo le contaría todo lo que quería saber.
Lo que quería que él supiera.
—Una maldita calculadora -respondí con una mueca.
¿Qué hacía mi madre regalando una calculadora? ¿Qué significaba que me diera algo así? Yo quería saber más acerca de su intención detrás de ese regalo.
La conversación se estaba volviendo un poco seria, así que traté de rebajar un poco —Te puedes reír -avise- Realmente no me importa -hice una mueca y bufé para dejar en claro que yo estaba jugando.
Jungkook dejó de jugar y empezó a hablar con seriedad —Eso es muy serio. Los regalos no son solo materiales, sino que también expresan sentimientos importantes hacia los niños -su tono era profundo y de preocupación.
—Realmente me afectó, pero siempre lo oculté -mis palabras no fueron dichas con mucha convicción, sabía que Jungkook lo notaría.
Se inclinó hacia adelante, sus ojos iluminados por su cariño y su preocupación —Bueno, nunca hablas de tus padres conmigo -estaba esperando con desesperación que dijera algo más.
Levanté una ceja, curioso por el motivo por el cual mi Kookie quería saber más acerca de mis padres inútiles —¿Qué quieres saber? -mi corazón pareció saltar hacia mis dientes al esperar su pregunta.
—En realidad, no tengo ninguna pregunta para ti ahora, solo espero que no te guardes las cosas si algo te molesta -su mano se movió de forma gentil hacia mi cara y me alzó la barbilla, pidiéndome mirar a los ojos.
—Amo cuando te comportas así -exhalé, embobado ante él.
Con la cuchara puesta a un lado, el rostro de Jungkook se teñía de rojo. Una sonrisa tímida emergió en su cara mientras su mirada se volvía tímida y deseosa.
A mi amado le encantaba estar así, con su pelo azabache caído sobre su frente, sus grandes ojos ojitos de bambi mirándome con afecto y sus lentes cubriendo sus pupilas profundas y curiosas. Era tierno y vulnerable, y yo quería abrazarlo.
Toda mi atención se enfocó en Jungkook, y en ese momento, sentí una sensación agradable y suave en mi mejilla. Mi rostro se iluminó con su calor y mis ojos se abrieron para ver el rostro de Jungkook cerca del mío, sus labios rozándome la mejilla.
—Te quiero -susurró en mi oreja, con voz suave. Me sentí fuerte e invencible, pero al mismo tiempo, me sentí vulnerable, abierto y expuesto.
Estaba tan ensimismado en sus palabras, que incluso el timbre fuerte me sacó de mis pensamientos. El tiempo había pasado tan rápido que no me había dado cuenta de que ya había llegado la hora de ir a mi salón.
Se separó de mí para guardar el plato ya vacío. La luz del sol entraba por la ventana, calentando la escena. Yo estaba ahí paralizado, con los ojos fijos en él, tratando de digerir las palabras que había dicho.
—Y-Ya me tengo que ir -mis palabras fueron un eco de lo que Jungkook me había dicho, y podría oler su aroma en mi ropa.
—Sí, te llevó en unas horas -me miró de reojo- Y no te olvides de beber agua -agregó como un recordatorio que también se oía como una orden.
Miré por la puerta abierta y vi unas cuantas personas entrando a la sala de clases. Esto significaba que tendría que ir pronto. De inmediato lo miré
—¿Quieres de vuelta tu buzo? -con una mezcla de necesidad y duda en mi voz.
Como un cómico, me dirigió una sonrisa en lugar de mirarme —No te preocupes, te ves mejor con el -yo podía sentir su mirada en mí, y me sentí un poco tímido.
Comencé a caminar hacia la puerta, aún sintiendo la mirada de Jungkook en mi espalda —Gracias por la comida… Y por dejarme usar tu buzo.
—Taehyung -me llamó. Su voz era suave, pero tenía un tono firme.
Me giré a verlo —¿Sí?
—Te ves hermoso sonrojado -sus palabras me dejaron sin hablar- Me gustaría verte así más seguido -pude sentir el calor en mi rostro y mi corazón latió más fuerte.
En mi mente, no podía dejar de pensar en Jungkook. Él me hacía sentirme mal de la cabeza, me hacía sentir como si estuviera actuando de una manera que no era mí, pero que al mismo tiempo, me hacía sentir vivo.
Había intentado quedarme un rato más en el salón de clases, en espera de que mi cara y mis nervios se calmaran. Pero al parecer, no iban a dejar de traicionarme. Podía sentir que mi cara seguía caliente y roja después de mi exhibición de nervios ante Jungkook.
—Tae ¿Estás bien? -la voz de Jimin me sacó de mis pensamientos tumultuosos.
Pero me dejó con una nueva tarea. Cómo hacer que pareciera que no me estaba muriendo por dentro —Sí, estoy bien -comenté con una sonrisa forzada en mi cara- ¿Por qué me preguntas?
—P-Pues... Estás en medio del pasillo, con la cara roja y paralizado -me aclaró como si fuera obvió.
—Jimin… Uno cuando está enamorado hace cosas muy idiotas.
— ¿Estás seguro de que estás bien? Ya me estás asustando, Tae.
—¡P-por supuesto! -traté de parecer más sincero aún, pero pude ver que él no lo estaba comprando- ¡Vamos, vamos al salón! Casi llega la maestra de matemáticas.
—Esa no es la maestra que odias? -me miró con el ceño fruncido mientras empezaba a caminar a mi lado.
—En realidad ella me odia a mí.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Aún después de todo este tiempo, todavía no podía acostumbrarme a esto. Llegar a casa, abrir la puerta y no encontrar a nadie, no me gustaba estar solo en mi apartamento. Era una soledad que se sentía mucho peor que cualquier otra.
Necesitaba escuchar algo, cualquier cosa que hiciera el silencio del apartamento más soportable. Ya sea la respiración de otro, el sonido de los pasos, o incluso el ruido del aire que pasa. Cualquier cosa para llenar el vacío que tenía adentro.
Cerré la puerta con cuidado y me adentré en mi departamento mientras me quitaba mis tenis y los ponía al lado de la puerta. Luego, una sonrisa se curvó en mi cara al ver los pares de tenis de Jungkook que estaban junto a los míos.
Avancé un poco más y encendí las luces de la sala, permitiendo que el resplandor dorado llenará el espacio. Luego dejé mis llaves encima de la mesa que decoraba la entrada, una mesa que también contenía una selección de plantas que Jungkook y yo habíamos elegido juntos.
Caminé hasta las ventanas y abrí las cortinas, permitiendo que el cielo nublado entrará por los cristales. Una luz grisácea invadió el espacio, pero también podía ver cómo las nubes se veían cada vez más pesadas. Podía sentir cómo se acercaba la lluvia, incluso antes de que las primeras gotas cayeran en el cristal.
La lluvia siempre había sido una fuente de consuelo para mí, su aroma era dulce y fresco, la atmósfera era tranquila y agradable. La ciudad también adoptó una nueva belleza, las luces de las calles se volvieron más vibrantes, y el ruido de la lluvia parecía llenar los espacios vacíos dentro de mí.
Aún podía recordar los ruidos de los gritos entre mis padres, que reverberaban a través de las paredes de nuestra casa. Apenas entendía qué discutían, pero el sonido y la tensión que sentía eran demasiado para mi corazón de niño. Fue entonces cuando descubrí que tenía algo, casi un escape, que me ayudó a quedarme tranquilo.
Con un suspiro, decidí apagar los pensamientos de mi niñez y empezar a dirigirme hacia mi cocina, ansioso por aliviar mis pensamientos sobre la comida. Abrí el refrigerador y comencé a tomar los ingredientes necesarios para comenzar a preparar unos Buchimgae. Una deliciosa tortilla coreana que la madre de Jungkook preparaba a menudo para mí. Era un plato lleno de cariño y amor, que me recordaba los momentos felices que había compartido con él y su familia.
Mientras picaba las verduras con mi cuchillo bien afilado, mi celular empezó a sonar. Miré el número y vi que era Jin. Puse mi cuchillo a un lado y apagué la música que escuchaba para atender la llamada.
—¡Hola, Hyung! ¿Qué hay de nuevo?
—Taehyung ¡Necesito tu ayuda! -habló con entusiasmo.
—¿Qué pasó?
—Es la madre de Namjoon... Llegará de viaje en dos días y no sé qué hacer.
—¿La madre de Namjoon? -pregunté, tomando una pausa- ¿Es por su cumpleaños? ¡No sabía que estaba llegando a su cumpleaños! ¿Qué piensas hacer?
—No lo sé -divago con nervios- ¡Tenemos que hacer algo especial! Tengo miedo, Tae.
—¿Miedo? -repetí con una carcajada- ¿Qué podría ser tan malo como para temerle a su madre? ¿Puede echarte de su casa?
—¡No lo sé! ¡Pero si se enoja, no me gustaría estar cerca!
—Todo estará bien, ya la conoces.
—La conozco solo por llamadas, Taehyung.
—Ah, sí, olvidé que no tenías la oportunidad de hablarle personalmente ¿No? -respondí, rascándome la cabeza con una risa.
—No sé si le caeré bien. La mujer no sabe que le quite lo virgen a su tierno hijo.
—¡Chissst! -puse un dedo sobre mis labios- ¡Ya no me hagas reír! -reí a carcajadas por un momento, antes de calmarlas- Sería horrible, eso sí ¡Si supiera! ¡Y los problemas que tendría con él más adelante!
—Sabes que soy diferente. Por llamada soy alguien y en persona soy otra, Tae.
—Sé que tú eres una persona diferente en persona que por teléfono -repliqué, aunque un poco confuso- Pero ¿No podrías solo… Ser tú mismo? ¿La verdad debe ser establecida? ¿O podría ser… El gran secreto entre nosotros?
—Sí -murmuró, mientras tanto, yo me frotaba las manos juntas, dando vueltas a los pensamientos- Eso es, sólo soy yo mismo con mis personas especiales, y Taehyung ¿Sabes? Eres una de ellas.
—Awww -chille, sonrojándome- Me estás haciendo llorar, Hyung, por cierto ¿Dónde estás? -cuestione pensando en lo difícil que era para él estar solo.
—Estoy en mi cuarto, mientras Nam está leyendo algo en la sala. Quería hablarte porque quería que esta sorpresa sea… ¡Pero oh! ¡Debo ir, acabo de oír que mi nombre es mencionado!
—Ok. Te amo, Hyung.
—También me amó, lindo -Jin se apresuró a colgar el teléfono.
En cuanto apagué mi celular, mi silencio en el apartamento fue interrumpido por un simple “ting”. Había recibido un mensaje.
⤷JIN LOVE💝⤶
Se me olvidó decirte, pero mañana cuando termines las clases irás a esta dirección *******
¿Para qué? ¿Me quieres secuestrar?✔︎✔︎
Quisiera para ver cuánto me darían por ti, pero no😒
Cuanto amor😍😍✔︎✔︎
Pero ya ¿Para qué es?✔︎✔︎
Te conseguí una sesión de fotos con una marca de ropa aquí de Seúl🤭
¡¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!!✔︎✔︎
Ya sé, soy genial😍😏
¿Cuándo pasó eso?✔︎✔︎
Pues, un amigo de mi prima trabaja ahí, fue fácil la verdad. Necesitan un nuevo modelo, así que les mandé unas de tus fotos..
Y que quedaron así: 😲
Joder, Jin. Gracias😭😭✔︎✔︎
No hay de que, lindura. Sé lo que significa esto para ti. Te dejó, Nam ya hizo de las suyas😮💨
Te amo💝✔︎✔︎
💞💞
─────────────────────────
Sentí como si mi corazón fuera a estallar y mi mente se estuviera desmoronando por la información. No podía creer que Jin hiciera eso. Estoy tan confundido Todo lo que he soñado durante tanto tiempo se ha hecho realidad y siento como si me ahogar.
Mientras estaba parado en la cocina, parecía que mis pensamientos se movían a mil por hora. Cada segundo que pasaba me sentía más confundido y tenso, como si no pudiera escapar de la trampa emocional en la que me encontraba.
Odio sentirme tan nervioso e inseguro de mí mismo, pero son pensamientos que lamentablemente no puedo ignorar. Cada vez que pienso en la sesión de fotos de mañana y en lo que Jin dijo, siento como si mi estómago se estuviera retorciendo y mi cabeza estuviera a punto de estallar.
Intenté desesperadamente despejar mi mente y concentrarme en preparar mi Buchimgae. Mientras mi tenedor danzaba sobre los ingredientes en mi sartén, hice todo lo que pude para bloquear mis pensamientos sobre la sesión de fotos y el extraño comportamiento de Jin. Pero, por más que tratará, las preocupaciones seguían rebotando en mi cabeza.
Intenté manejar todo esto por mi cuenta, pero pronto me di cuenta de que no podía mantener todos estos pensamientos en mi cabeza para siempre. Necesitaba hablar con alguien sobre esto y descargarme de las emociones que sentía ¡¿Pero a quién podría hablarle?!
Entonces, en ese momento de confusión y emoción cambiante, Jungkook me viene a la mente como un posible aliado. Antes de que pueda llamarlo, sin embargo, el timbre suena, interrumpiendo mi pensamiento. Me quedé ahí en silencio durante unos segundos, escuchando con atención para averiguar si había sido realmente en mi departamento donde sonó el timbre.
Antes de marcharme hacia la puerta, sabía que debía cuidar mi salten y mi apartamento. Entonces, apagué la estufa, cubrí mi salten y me dirigí hacia la puerta con cada paso que daba, mi corazón se aceleraba más y más.
Se me había olvidado revisar el video de la cámara de seguridad para confirmar quién estaba en el otro lado de la puerta, pero, en mi desesperación, decidí arriesgarme y abrir la puerta de todas maneras. Al mirar hacia el otro lado, me encontré con mi madre con una expresión seria, lo que me provocó una mezcla de miedo y confusión.
—¿Me dejarás pasar? -preguntó mi madre con una voz cargada de gravedad.
Como si volviera a la realidad, me aparté y le hice un gesto para que entrará al departamento, dejando que ella caminara y colocará su sombrilla a un lado en un rincón. Sin decir nada, la observé mientras se acomodaba y contemplaba mi departamento.
Mientras yo estaba perdido en mis pensamientos, mi madre estaba explorando el apartamento con la mirada, buscando cualquier detalle que llamará su atención. Fue entonces cuando noté que estaba sosteniendo una bolsa de alguna tienda elegante.
—Deberías cambiar un poco la decoración en este apartamento -comentó, mirando atentamente cada detalle del apartamento, como si cada uno fuera un punto en su mente.
Exhalé lentamente, tratando de calmar mi nerviosismo —¿Te ofrezco algo, mamá? ¿Café? ¿O quizás té? -la oferta de bebidas me dio un sentido de normalidad, pero mis nervios seguían agitados, preguntándome qué podía querer mi madre esta vez.
Negó con la cabeza —No, solo vine a traerte esto y decirte algo -sin importar lo que fuera, era evidente que era importante. Me miró a los ojos y continuó- Necesito hablar contigo sobre algo -se movió hacia el salón y dejó la bolsa junto a ella, como una señal de que había llegado para quedarse un tiempo.
Aunque trataba de mantener mi calma, mi frustración crecía con cada comentario de mi madre sobre mi departamento. No era como si estuviera tirando todo al suelo o estuviera haciendo daño a nadie; solo estaba tratando de vivir mi vida ¿Por qué siempre sentí que mis decisiones personales estaban siendo juzgadas?
—Te traje uno de los mejores trajes Hugo Boss para el domingo en la noche -sacó su celular de su bolso para hacer algo en el.
—¿Domingo por la noche? -repetí sus palabras, esta vez en forma de pregunta y con una clara confusión.
—¡Sí, Taehyung! -replicó, rodando sus ojos como si mi confusión fuera un simple fastidio- Tenemos una cena con una familia importante, así que te pondrás ese traje y estarás presente el domingo -declaró con autoridad.
—¿Cuánto tiempo tienen planeando esto? -fruncí el ceño, desesperado por obtener respuestas.
—Desde la semana pasada, Taehyung -aclaró, como si lo supiera desde el comienzo del tiempo- No sé de qué te quejas -me reprochó.
—Tal vez porque tú y papá nunca me informan lo que hacen, y me lo dicen todo a última hora -proferir bromeando mientras lanzaba una risa irónica.
—No seas teatral, Taehyung -sacó suspiro exasperado- ¿Qué día es hoy? -se preguntó a sí misma antes de mirar su celular para ver la respuesta- Miércoles -informó con un dejo de superioridad- Te estoy dando tres días para que te prepares.
—Ese no es el punto -repuse enojado, sentado con mis brazos cruzados en un gesto de insatisfacción- Lo digo porque ustedes me tratan como si no fuera su hijo, como si no me mereciera saber lo que está sucediendo en nuestra familia -continuó, tratando de explicar mi frustración.
Mis palabras parecieron ofender a mi madre, porque me fijé que sus ojos se fruncieron, llenos de ira. Fue como si la misma furia de mil soles fuera despedida desde ellos, y me asusté al verlo.
—Tienes la culpa de eso.
—¡¿Me estás culpando por esto?! -repuse, incapaz de contener mi propio furor y volviendo a incorporarme- ¡¡Tú lo quisiste así!! -grité, apuntando un dedo hacia ella- ¿Por qué quieres que sea así? ¡¿Por qué no puedes tratarme como un ser humano, como tu hijo?!
—En primer lugar, fuiste tú quien se alejó de nosotros -me reprochó, moviendo su dedo hacia mí como si estuviera juzgándome- Fuiste tú quien quiso venir a vivir solo -continuó, con una voz que tenía un eco crítico y agresivo.
—¿Alguna vez me preguntaron por qué me fui de esa casa? -le grité. La indignación resplandeciente en mi voz- ¿Me preguntaron si me sentía cómodo? -continúe, los brazos fuera de control mientras estaba enfurecido.
—¡Tenías todo en la casa! -gritó ella en respuesta, desafiándome como si yo fuera el hijo ingrato- Era imposible sentirse "incómodo" como tú dices, Taehyung -continuó, moviendo la mano hacia mi departamento- ¡Tenías personas que te hacían lo que querías!
El dolor emocional que siempre sentí empezó a alzarse en mi garganta, y sentí que todos mis miedos y frustraciones salían a la luz —¡Pero no tenía a mis padres a mi lado! -aclame en una desesperada necesidad de que se dieran cuenta de lo que me estaba pasando- ¡Cada vez que los necesitaba, ustedes nunca estuvieron ahí!
¿Había algún lugar más solitario que esto? Estaba tan expuesto, tanto que sentía como si mi corazón estuviera cayendo a pedazos. Pero mis ojos se mantenían bien abiertos y se negaron a derramar una sola lágrima ante mi madre, quien me miraba con tanta severidad en sus ojos.
Mi madre me interrumpió sin piedad, lanzándose como un tren de alta velocidad —¡¿Sabes lo que estábamos haciendo?! -exclamó, levantando sus manos como si estuviera exasperada y defendiéndose de mis acusaciones- ¡Trabajamos para que no te falté nada! -aclaró, como si fuera tan obvio para ella.
En uno de mis intentos más desesperados por sentir que tenía alguna importancia en la vida de mis padres, exclamé —¡Ustedes nunca hicieron nada por mí! -apuntándome el pecho en un acto de desconsuelo.
¡Solo quería que supieran que había sido mi infancia y que ellos no estaban ahí!
El dolor de mi infancia resurge y estalla con una fuerza destructiva. Solo podía pensar en todas las veces que ellos no estuvieron. Nunca estuvieron en una de mis competencias, nunca consolaron mis miedos y angustias, nunca estuvieron en las reuniones escolares. Se suponía que eran mis padres, pero ellos nunca estaban cuando yo los necesitaba.
—Siempre era mi abuela quien me cuidaba o las trabajadoras domésticas que estaban en casa -supe decir con una voz llena de desconsuelo- ¡¿Qué tipo de padres no están ahí para sus propios hijos cuando se los necesita?! ¡¿Por qué era yo el que tenía que sufrir y sentir soledad porque ustedes estaban trabajando demasiado?!
Cuando pronuncié mis frustraciones, una ola de emoción se apoderó de mí. Mis ojos estaban a punto de derramar lágrimas, pero yo me di la vuelta y las suprimí.
—¡¿Qué tipo de padres no están ahí para sus propios hijos cuando se los necesita?! -grité enfurecido.
Mi madre guardó silencio por un momento, como si no supiera cómo responder. Pero en vez de tratar de calmar mis sentimientos y mis dudas, se volvió en contra de mí —Pues, deberías de agradecer.
Por un momento, mi mente pareció detenerse —¡¿Agradecido por qué?! ¿Por el dolor y soledad que sentí durante mi niñez? ¡¿Porque me hacía sentir como si no fuese un miembro de mi propia familia?! ¡¿Por qué tenía que estar agradecido?!
—Sí no fuera por nosotros -me recordó mi madre- No estarías viviendo en este departamento y no estarías en una universidad de clase alta estudiando tu carrera.
Pero ¿Acaso todo eso era realmente lo que yo quería?
Acaso todo eso era realmente lo que yo quería. Nunca les había pedido que me compraran un departamento, ellos se habían ofrecido solos o que me enviaran a una universidad cara. Todo lo que quería era que estuvieran ahí para mí cuando los necesitaba. Sentí una rabia incandescente al oír las palabras de mi madre y mi corazón se aceleró.
—Quiero estar sólo -susurré con una voz que apenas se parecía a la mía.
Mis palabras se quedaron atascadas en mi garganta y cuando por fin pude articular lo que quería decir, lo hice tan bajito que mis propios oídos tuvieron dificultad para escucharlo.
Mi madre tenía una habilidad increíble para convertir cualquier momento vulnerable en una burla. Si era una pieza de artillería, ese era su bazooka —¿Quieres estar sólo? -susurró- ¿Para llorar? -pude escuchar su sarcasmo en las palabras, y la rabia empezó a hervir dentro de mí.
Mientras estaba en silencio y mirando el suelo, sentí como mi madre se acercaba, esperando por una respuesta. Pero no podía darle ninguna. No tenía más energía para luchar. Yo solo quería que se fuera. Caminé hacia la puerta y la abrí en señal de que era hora de que se marchara. Mantuve mi cara mirando al suelo mientras que ella me miraba con incredulidad.
Sentí como mi madre recogía su bolso y comenzaba a caminar hacia la puerta abierta, pero se detuvo en el último momento. Me sentí nervioso e incómodo. Sentí su mirada caer sobre mí, como si estuviera tratando de decidir qué hacer a continuación.
—No te olvides de la cena -declaró como si no hubiera pasado nada, y luego comenzó a alejarse de mi departamento.
Lentamente, cerré la puerta tras ella con un ruido sordo y definitivo, como si cerrara también el capítulo de esa conversación. Mis ojos se cerraron con fuerza, tratando de evitar las lágrimas que podrían haber estallado en cualquier momento. Sentía un nudo en la garganta que me impedía hablar y me dolía la cabeza.
La lucha contra las lágrimas se hizo inútil. Sentí una ola de emoción, como si una presa se hubiera roto. Mis ojos se llenaron con lágrimas que se deslizaron por mis mejillas y fueron engullidas por mis labios. Traté de contener mi llanto, mordiéndome los labios, pero las ganas de jadear eran irresistibles.
Cada segundo parecía lastimarme más que el anterior. Ya no podía contener el dolor y la rabia y, de repente, sentí como mis manos comenzaban a temblar, mientras un intenso dolor de cabeza comenzaba a latir. Fue como si fuera una tormenta emocional dentro de mí mismo
A pesar de que estaba descontrolado, sentí como el aislamiento que tanto sentí en mi infancia volvió a visitarme ¿Qué tenía que hacer para no sentirme solo? Quería estar con alguien, quería sentir que alguien estuviera ahí para mí, como siempre había deseado.
Sentí como si me hubieran abierto un agujero en el pecho y me hubieran arrancado mi corazón. Mi soledad me había hecho sentir totalmente humillado y aislado. Y ahora, mi madre también me hizo sentir como si fuera un extraño.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
⤷POV.JUNGKOOK⤶
Mi único escape era mi carrera como arquitecto. A pesar de que sentía como si mi cerebro fuera un galerón en llamas, todavía trato de concentrarme en el diseño en mi pantalla de computadora. Dejé escapar un bufido y observé una y otra vez el plano que estaba diseñando, buscando algún error o algo que pudiera mejorar.
A pesar de mis frustraciones y de mi intensa nostalgia, sabía que mi carrera como arquitecto era importante.
“No sé por qué me siento tan alterado ahora", pensé, mientras trataba de concentrarme en el proyecto en mi computadora “Pero lamentablemente, este diseño es parte de mi calificación", recé para mí mismo.
De repente, un sonido de llamada rompería el silencio mudo de mi departamento. Me di vuelta, toqué mi teléfono y contesté sin mirar la identidad de la llamada.
—¿Hola? -dije con una voz grave, que revelaba lo pesado y solitario que me sentía.
—Jungkook, soy Hyeri -escuché su voz suave y cálida. Y miré a la cámara para verla sonreír.
—Hola, Hyeri ¿Qué necesitas?
—Realmente no sé si estás haciendo algo, pero... Necesitó tu ayuda con algunos planos.
—¿Con planos? -preguntó, sintiendo como una sonrisa estrechaba mis labios- ¿Qué puedo hacer para ayudarte?
—Tengo problemas con las medidas y dimensiones de mi plano -bufó con el entrecejo fruncido- ¿Podría mandártelo?
—Problemas con las medidas y dimensiones -repetí, ya anticipándome a abrir mis archivos para revisar sus planos- ¡Ya me llegó!
—¿Están mal? -preguntó Hyeri con preocupación.
–¡Vamos a averiguarlo! -ya había accedido a su archivo y estaba revisando sus medidas y dimensiones- No te preocupes, Hyeri. Si está bien, puedes darle las gracias a mi excelente capacidad de arquitecto. Y si está mal, puedes darle las gracias a Jungkook, el salvador del mundo.
—Jungkook, el salvador del mundo... ¿Es ese tu título nuevo? -bromeo ella para mí.
—Pues, si alguien va a salvar el mundo ¡Sería yo! -seguí el juego con una ligera carcajada- Quiero pensar que podría recibir la medalla de honor.
—Eres muy lindo, Jungkook -soltó ella de la nada.
—¿Um...? -intenté decir algo, pero no había palabras en mi mente.
Solo una serie de balbuceos incoherentes y confusos, que se escuchaban casi tan desesperados como yo me sentía.
Cada palabra que salía de mi boca era más tímida e incómoda que la anterior ¡Fue terrible! No era como si no hubiera recibido cumplidos antes, pero cuando venían de alguien que no conocía tan bien, siempre me sentí fuera de lugar.
—¡Discúlpame, Jungkook! -divago Hyeri rápidamente- No quise hacerte sentir nervioso.
—N-No, no es por eso, Hyeri -le aclaré, tratando de calmarme- Solo no me gusta cuando me halagan mucho.
A pesar de mi nerviosismo, traté de actuar casual, como si esa conversación no hubiera sido de lo más incómoda. Yo solía ser más reservado cuando se trataba de mis sentimientos.
Intenté mantener la conversación ligera y casual, pero el miedo a revelar demasiado de mis sentimientos hacia Taehyung me tenía rehusando a hablar de más. Aunque Hyeri era una buena amiga y estaba tratando de ayudarme, no estaba listo para tener esa conversación
Siempre había sido un poco tímido cuando se trataba de compartir mi vida romántica. Mi relación con Taehyung era muy importante para mí, pero aún así, me gustaba que fuera algo íntimo y privado ¿Qué necesidad había de que todo el mundo supiera todos los detalles de mi amor personal?
Hice un movimiento para cambiar de tema y, con una repentina ráfaga de valor, me ajusté los lentes —Tus planos están bien y también las medidas y dimensiones. Todo está listo para que lo entregues.
—Gracias, Jungkook.
—D-De nada, Hyeri Siempre estaré aquí para ayudarte en algo.
—Jungkook ¿Crees que algún día podrías salir conmigo a beber algo?
Sentía como si mi mente estuviera en otro planeta. Todavía estaba demasiado en shock para hacerme una idea de cómo responder
—Jungkook ¿Estás ahí?
—¡Oh, sí! ¡L-Lo siento! -respondí rápidamente. Estaba tan enredado en mis propios pensamientos que apenas había oído su pregunta.
—¿Y qué dices? ¿Aceptas?
—¡Oh... E-Entonces, lo que quieres es tomar algo conmigo para mostrarme alrededor! -le dije rápidamente con una risa nerviosa.
—N-No… De hecho..
—H-Hyeji... Deberíamos hablar otro rato… -estaba tratando de relajar mis nervios- Y-Yo, estoy haciendo algo ¿Sí?
—Sí, puedo llamarte más tarde -accedió ella, antes de despedirse y colgar.
¡¿Cómo dije qué, exactamente?! ¿Acepté salir con ella o solo acepté que me mostrara alrededor? Lo último que yo quería era involucrar a Hyeri en los asuntos amorosos de Taehyung y mío.
Ese simple intercambio de palabras había hecho que mi mundo girara de cabeza ¿Qué estaba pensando cuando había dicho "sí"? Solo quería ser amable y aceptar la oferta de Hyeri para que me mostrará el lugar, pero ¿Había dado a entender que estaba de acuerdo en salir con ella?
Lo último que yo quería era confundir las cosas con Hyeri ¡Yo sólo quería ser amable, y ahora tenía miedo de haberle dado las señales equivocadas.
—Oye, Kook ¿Qué haces? -preguntó Ji-Yoon mientras entraba a mi habitación.
—¡Oh! -grité, sorprendido al ver a Noona entrar a mi habitación inesperadamente.
Tenía mil pensamientos girando en mi cabeza y cualquier interrupción se sentía casi tan caótica como el caos en mi mente.
—¡H-Hola, Ji-Yoon! -tartamudeó algo incómodo- ¿Qué haces aquí? ¿Qué te trae por aquí?
—¡Solo vine a verte, Kookie! -bromeó mientras se sentaba en mi cama- ¿Qué haces mirando al techo? ¿Te enteraste de algo sorprendente?
—No, nada…
—¡No me mientas, Jungkook! -rió con una mirada entendida- ¡Sé que algo está pasando! ¿Te encuentras otra vez en problemas?
—¡C-Claro que no, Noona! -repliqué, un poco irritado. Aunque ella era mi hermana, a veces me molestaba mucho- ¡Simplemente estaba relajándome y tu entrada no ayudaba!
—Ajá…
—¡Ay, Dios mío! -exclamé avergonzado, levantando las manos al aire como si me estuviera rindiendo- ¡Bueno, sí, estoy teniendo un problema, Noona! ¡¿Contenta ahora!?
—¡Oh, no! -exclamó mi hermana, acercándose para que pudiéramos estar cara a cara- ¡Jungkook, eres un pequeño problema por ti mismo! ¿Por qué no me dices cuál es el problema de verdad?
—Saldré con alguien -susurré para mí sólo.
—¡¿What?! ¡¿Lo dices en serio?! -me gritó ella, levantando las cejas en sorpresa- ¡¿Con Taehyung?! ¡No me puedo creerlo! ¿Por fin le pediste a salir?
—¡N-No, no! ¡Fue Hyeri quien me pidió salir! -me apresuré a corregirla, tratando de mantener un tono calmado- No fue mi idea.
Su expresión me hizo dar cuenta de cuán importante esto podría ser.
Me daba cuenta de que mi cara debía haber estado tan roja como las fresas de mi madre en la nevera, pero traté de mantenerme tranquilo frente a la sorpresa de mi hermana ¿Cómo podría explicarle lo que estaba pasando en mi cabeza sin hacerla quedar más perdida que yo mismo?
—Pero... ¿Por qué esa chica y no tu novio? No entiendo.
—Es complicado, Noona -empecé a decir, tratando de encontrar las palabras adecuadas.
—Bueno. Tengo todo el tiempo aquí -sentó en mi cama con mientras me miraba con seriedad.
—S-Sí, Noona. Bueno, creo que Hyeri es realmente agradable, y ella fue quien me invitó a salir ¡S-Solo quería ser amable y aceptar! -solté, esperando que eso fuera suficiente para calmar sus preguntas. Pero mis pensamientos todavía estaban juntos.
—Woow.
¡Oh, no! ¡La palabra "Woow" es generalmente un comentario de sorpresa, y yo prefería que no fuera una señal de "Oh-mi-dios-¿Qué-has-hecho?"!
—¿Crees que a Taehyung le molesté?
—¿N-No? Bueno… E-En realidad no le he presentado a Hyeri por algunos temas, pero -cerré los ojos con fuerza- C-Creó que se llevarían bien -asentí tímidamente.
—Entonces ¿Vas a salir con Hyeri? -preguntó, con sus ojos preguntándome qué iba a hacer.
—Creo que sí, ella es una simple amiga.
—Bien, ya estás seguro -sus ojos me miraban con el tono exacto de preocupación que yo hubiera querido evitar.
—Hasta se lo podría decir ahora -incliné mi brazo para tomar mi celular del escritorio.
La llegada inesperada de la llamada de Taehyung fue como un golpe directo al corazón, obligándome a enfrentar mi problema de frente. De pronto tenía que encontrar las palabras correctas, y hacerlo rápidamente, sin saber si lo que fuera a decir podría mejorar o empeorar mi situación. Con una mano temblando y la garganta seca, acepté la llamada y me puse el teléfono en la oreja, sin saber cómo iniciar la conversación.
—Hola, TaeTae.
—J-Jungkook... Y-Yo.
Mi preocupación por Taehyung era inmediata y sincera al escuchar su voz. Me temía lo peor, y dejé de preocuparme por mi situación para centrarme en él. Todos mis sentimientos de vergüenza y preocupación se fueron para siempre en cuestión de segundos, mientras mi cerebro se enfocaba en el bienestar de Tae.
—¿T-Tae? ¿Qué pasa?
—E-Ella... Y-Yo -sollozos entre las líneas- M-Me siento mal.
Mi corazón se apresuró a la velocidad de la luz, y pude sentir mi estómago enredándose mientras escuchaba los sollozos entre las líneas.
—Tae ¡Por favor respira! -exclamé, casi implorándole- ¿Quién es ella? ¿Qué te hizo?
—T-Te necesito, Jungkook.
—Iré de inmediato -me levanté de mi silla. Mi mirada se encontró con la de mi hermana, cuya expresión mostraba una mezcla de preocupación e incredulidad.
—¿Qué le pasó a Taehyung?
—Taehyung está realmente asustado y está pasando por una ataque de ansiedad ¡Tengo que irme ahora, Noona! -exclamé con un tono urgente.
—B-Bien, yo te llevó.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
⸼⸱☁️⋆꤫La situación con Taehyung se va aclarando más y más..
⤷¡DATO!⤶
✿La ansiedad puede tener efectos positivos en algunas situaciones. La ansiedad puede ayudarnos a estar más alertas y preparados para enfrentar desafíos. Además, la ansiedad moderada puede mejorar el rendimiento y la concentración en tareas importantes. Sin embargo, es importante aprender a manejar la ansiedad de manera saludable para evitar que se convierta en un problema✿
⋆ ̟@Kᴏᴏɪ_Tᴀᴇ𔘓
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro