Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⸼⸱🍃⋆꤫⤷Cap.10

Miércoles

JUNGKOOK;

Yoongi arqueó una ceja, apoyando su barbilla en su palma con una mirada que era una mezcla de curiosidad y ligera irritación —¿Me llamas solo para esto? ¿Qué pasa?

Mi pecho se tensó al juntar mis palabras, y luego me inspiré, sabiendo que necesitaba su ayuda —Necesito tu ayuda, Hyung.

—Bueno, si a ti te parece buena idea molestarme después de clases me parece bien, Jeon ¿En qué te puedo ayudar? -su interés sardónico se reflejó en su mirada, con un tono irónico que cortaba como un cuchillo.

—Hyung ¿Podrías dejar de ser tan molesto por un momento? Apuesto que no sería así con Jimin -mis ojos se entrecerraron levemente al percibir la tensión en sus palabras. Después, me acomodé mis lentes.

—¿Ah, sí? ¿Y cómo lo sabes? No puedes compararme con Tae, Jungkook ¿Qué quieres de verdad? -su tono de voz era curtido y frío, como si hubiera visto a través de mi triste intento de sarcasmo.

—Necesito su ayuda para hacerle una sorpresa a Tae, Hyung -mi voz se convirtió en un susurro tan quieto y delicado que casi parecía no existir.

Mis manos se estremecieron un poco, torpemente doblando y desdoblando la esquina de la camisa para contrarrestar el nerviosismo.

—Disculpas... Creo que no te escuche -su sonrisa se volvió una sardónica mueca de sorpresa, revelando un poco de sus dientes blancos.

—Que si..

Su mirada tenía un brillo travieso y malicioso, casi como si pudiera leer mis pensamientos y supiera muy bien lo que estaba sucediendo en mi cabeza —No te preocupes, Jungkook. No necesito escucharte para saber qué estás planeando.

Mi mirada se apartó, pero no pude evitar sentir un ardor en mis mejillas. Yoongi parecía leerme con facilidad, como si mis sentimientos pudieran ser vistos tan claramente como la luz del día, y yo no podía hacer nada para esconderlo.

Tras pasar un rato caminando, llegamos a una tienda diminuta y poco presumida, con ventanales y la iluminación suave que daba a la tienda una sensación acogedora y relajada. La tienda aparentemente era el lugar perfecto para mi sorpresa con Taehyung.

—¿Y para qué me necesitas? Yo no conozco para nada a Taehyung. Solo sé que es rico.

—Yoongi, sé que no se llevan muy bien, pero esta sorpresa es muy importante para mí y para Taehyung, y no podría hacerla sin su ayuda ¿Podrías ayudarme, por favor?

Durante un largo instante, Yoongi me evaluó como si intentara discernir si mis intenciones eran realmente sinceras o no. Después, su expresión se suavizó un poco y continuó avanzando lentamente.

—¡Dios mío! Ni el corazón de piedra tengo. Está bien, Jungkook ¿Qué quieres que haga?

Alcé las cejas hacia él con una mirada inocente y oculté una sonrisa cuando dije: ¿Y por qué no comprarle algo a Jimin también? ¿No te gustaría que tu novio recibiera una sorpresa especial? -sabía que esto lo haría enojar, pero también sabía que no podía negarse a ayudarme.

Su expresión era como una piedra, pero sus mejillas se volvieron ligeramente rosadas al escuchar mi insinuación
—¿Cómo te atreves a insinuar eso? ¡Jimin y yo somos amigos! ¡No somos novios!... Por ahora.

Miré a mi alrededor y me sorprendí al encontrar una amplia variedad de artículos para el jardín. Sin embargo, lo que atrajo mi atención fue una pequeña cesta de picnic, con sus láminas de madera ligeramente gastadas y su acabado único para el uso.

Me acerqué a la cesta y la giré entre mis manos, como si pudiera sentir su peso a través de mi piel. Mi mente estaba llena de imágenes de cómo podría ser un encanto para Taehyung, y cómo su brillante sonrisa le resplandecerá a través de su cara.

—Un picnic sería perfecto.

Se acercó a mí mientras yo miraba la cesta, y me susurró en voz baja: ¿Cuándo planeas darle esto a Tae? ¿Y dónde? -su tono era casi siniestro, pero tenía un interés genuino por saber qué pasaría.

Cerré los ojos y pude ver la mirada de sorpresa y el brillo feliz de Taehyung cuando le dijera sobre mi plan. Cuando volví a abrirlos, miré a Yoongi con confianza.

—Mañana mismo. En el parque de flores ¿Qué podría ser más romántico que eso?

Suspiró, mirando hacia afuera a través de las ventanas, y me miró con cierto asombro —¿Qué vas a poner en la cesta? ¿Y qué tipo de flores van a estar allí? ¿Estás seguro de que Tae es alérgico a las rosas?

Me puse a caminar, ignorando las preguntas de Yoongi sobre Tae y las flores, y mi atención se movió por la tienda en busca de algo que pudiera comprarle a Jimin. Después de un par de minutos, encontré un paquete de regalos para Yoongi que parecía perfecto.

Se rió levemente, como si se hubiera divertido con mi juego, aunque su voz era firme y claramente dubitativa
—¿Qué? ¿Ahora piensas comprarme algo? ¿Para qué? ¿Es para recordarme que hice esto por ti?

Mi mirada se deslizó por el mostrador de la tienda, buscando algo que pudiera representar a Yoongi. Al final, encontré un lindo gatito negro de peluche y un pollito amarillo de peluche, que yo supuse que representaban a Yoongi y a Jimin.

Me enderecé y me volví hacia Yoongi, exhibiendo mis encantadores regalos con una sonrisa. Me preguntaba cuál de los dos elegiría Yoongi, pero todavía había más preguntas en mis ojos, que yo sabía que no podría contestar

—¿No son lindos? ¿No los representas a ustedes dos muy bien?

Me sonrió con una expresión malhumorada y divertida, y sus ojos brillaron de humor. Fue evidente que Yoongi estaba tratando de guardar apariencias, pero también estaba disfrutando la atención que le estaba dando.

—Deja de ser tan tierno, Jungkook ¿Cuál es el pollito? ¿Jimin o Yo?

—Jimin es el pollito.

Sus ojos ahora estaban como dos estrellas centelleantes —¿En serio? ¿Y por qué Jimin es el pollito? ¿Porque es tierno y lindo como un pollito? ¿Y yo soy el gato porque es... Eh.

Me detuve y me encogí de hombros, tratando de no reírme, pero Yoongi tenía razón. Era demasiado evidente lo que estaba sucediendo.

—Bueno, Jeon ¿Quieres que te ayude a llevar todo esto? ¿Y qué vas a hacer con eso? -con un tono ligero y claramente divertido, se enderezó y se puso a caminar, dirigiéndose al contador para pagar.

—¡Me encargaré de eso! Cuando salga de la universidad, iré y arreglaré todo. No quiero que Taehyung sepa nada sobre mi plan -miré a Yoongi mientras él tomaba la bolsa con el pollito y el gatito.

Salimos de la tienda juntos, y aunque la noche seguía siendo joven. Él volvió para mirarme con una sonrisa sutil y cortante —Me alegra que entre ustedes todo vaya bien.

Me encogí de hombros —No todo está bien. Después de la cena en su casa, Taehyung se ha estado portando como un poco apagado.

La expresión en su cara cambió rápidamente, y ahora su mirada era seria —¿En serio? ¿Taehyung no te ha dicho nada?

Le di un vistazo a sus ojos, con una sonrisa triste en mi cara —Sé que Taehyung es sensato, y que necesitaba tiempo para pensar y procesar las cosas. Pero, me preguntaba si debería hacer algo más. Yo le dije que cuando esté listo, yo estaré aquí. No quiero ser demasiado agresivo ¿Sabes?

—Creo que tienes razón. Taehyung esconde mucho de sí porque no quiere lastimarte, Jungkook -parecía haber captado lo que yo estaba sintiendo, y su mirada era compasiva y suave.

—Lo sé. Pero yo voy a estar listo para él cuando decida abrirse. Quiero que él sepa que lo quiero.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
VIERNES 1:33 P.M

Al final, tomé la decisión de comer solo en la cafetería de la universidad mientras leía un libro que mi padre me había regalado. Era una novela de ciencia ficción que me había recomendado, y estaba inmersa en ella.

La novela era tan absorbente que me descubrí tan inmerso en ella que no sentí cómo alguien me puso las manos sobre los ojos. Me llegó un aroma extraño y familiar que me hizo sonreír. Fue un olor que había olfateado antes, y podía recordarlo como si estuviera en mi casa.

La voz se acercó más a mi oído y me preguntó: ¿Tienes idea de quién soy?

—Uhm… No sé, ¿Tal vez el chico más lindo? -seguía sonriendo y, con una risa cómplice, deslicé mi mano hasta que mis dedos se enredaron en los de él.

—¿En serio? -emitió un poco más atrevido- Tienes que decir algunas características sobre mí.

La sensación de su piel era tersa y suave y yo seguía deslizando mi mano por su brazo, suavemente al tiempo que sentía cómo vibraba en su brazalete.

—Es alguien con los ojos como el cielo azul del amanecer, el cabello azabache negro como la noche más oscura y fría, Es un poco introvertido y un pesimista absoluto, pero eres increíblemente creativo, TaeTae -mi sonrisa se expandió y mi voz se convirtió en un tono más suave y juguetón.

Su cálida presencia me rodeó mientras sus brazos descendieron lentamente y suavemente a mis hombros. Podía sentir la calidez de su piel contra la mía, y su tercera textura contra mi cabello. Me hice más pequeño contra su pecho y pude notar que su respiración era calmada y constante, un fuerte contraste con el pulso que me golpeaba en las venas.

—Eres muy observador, dulzura. Me gusta que te des cuenta de esas cosas -su aliento cálido rozó por mi pómulo antes de sentir su miel y suave calor de su casto beso.

Me estremecí al sentir su cálido aliento en mi oreja y murmuré, casi un susurro: Sí, lo soy con lo que me interesa. Y me interesas mucho.

Era como si el mundo se detuviera solo para nosotros. Estábamos envueltos en nuestras emociones, con su perfume y su cercanía adormeciendo mis sentidos. Cerré los ojos y me relajé en sus brazos, dándome cuenta de que estábamos conectados en un nivel mucho más profundo que el simple contacto físico.

A pesar de que éramos conscientes de que los demás nos estaban mirando, parecía como si fuéramos lo único que importaba. Estábamos ciegos para todo excepto nuestros sentimientos, que se expresaban con solo un cambio en nuestra posición o una leve presión de nuestra mano. Era como si solo estuviéramos nosotros dos.

En otro momento, me hubiera importado que alguien me viera con él. Pero ahora, ese no era el caso. Había algo poderoso en estar aquí, abrazándolo, alguien con quien realmente podía ser yo mismo. No tenía miedo de ser visto con él, y eso me hizo sentir aún más cerca de él.

Después de unos momentos de silencio, su voz rompe el aire con una pregunta sencilla: ¿Te importa si me siento?

Sus palabras tenían un tono de preocupación y cautela que me dio la sensación de que había más detrás de sus palabras.

—¿Por qué no? Por favor, siéntate -le dirigí una sonrisa a modo de bienvenida. Había una nube de tensión en el aire, y yo quería despejarla- ¿Qué quieres comer? ¿Quieres un café? ¿Quieres hablar sobre lo que pasó en tu casa? ¿Quieres hablar de algo que esté pasando?

Su sonrisa era un calor radiante, y aunque yo sabía que él era el que estaba luchando con sus propios demonios, había un calor en su invitación que me hizo sentir cómodo.

Él se encogió en su asiento, como si no supiera por dónde empezar —No, pero gracias -esbozó una pequeña línea en sus labios- Solo quiero pedirte algo.

Aquel momento era tan íntimo que hablábamos tan bajito que era casi un susurro —¿Qué quieres pedirme?

Yo tenía muchas cosas que quería ofrecerle, pero sabía que él no necesitaba que le ofreciera soluciones, sino que necesitaba que yo le escuchara.

—Gracias.

—Amor..

—Gracias… Agradezco por ser tan comprensivo y amable conmigo. Sé que tardó mucho tiempo en abrirme, pero siempre has estado ahí para mí, esperando pacientemente.

Mi sonrisa se ensanchó al oír sus palabras y negué con la cabeza —No tienes por qué agradecerme. Esto es lo que se hace cuando se ama a alguien. No importa cuánto tiempo pase, ni lo difícil que sea, yo te esperaré siempre.

Taehyung se sintió emocionado y sentí su mano pasar suavemente por mi mejilla. Me quedé inmóvil, dándome cuenta de cuán cálido y reconfortante era su contacto. Pude sentir como sus dedos se enroscaban con el contorno de mi rostro, como si estuviera apoyándose en una roca suave.

Bajé la vista, mirándome las manos, sintiendo cómo mis palabras eran un reconocimiento del tiempo que habíamos perdido —Lo siento por estar tan lejos de ti estos días, amor. Solo quería que lo supieras.

Se inclinó hacia adelante —No tienes nada de qué preocuparte. Lo entiendo. Lo único que importa es que estás aquí, ahora. Y lo único que quiero es pasar tiempo contigo.

Me reí ante la idea que tenía para él esa tarde, una idea que me haría sonreír. Pude sentir cómo mi sonrisa crecía, reflejando los pensamientos calientes y románticos que tenía para Taehyung.

—¿Qué te hace reír? -susurró con curiosidad.

—Nada solo que… La profundidad de mis sentimientos por ti se extienden a lo largo y ancho de cada segundo que pasamos juntos, y mi corazón se llena con el calor de tu amor.

Él pudo contener una risa con una sonrisa, mordió sus labios —Que cursi ¿De qué libro de la biblioteca lo sacaste?

Me reí ante su reacción y sus palabras acerca de mi expresión de amor
—Cuando uno está enamorado puede decir miles de frases, pareciendo un tonto ante la otra persona.

Se rió, agachando su cabeza y moviendo su cuerpo en un gesto de dulzura y expresión de emoción. Sus ojos destellanaban de amor —Sí, cuando uno está enamorado puede decir muchas cosas.

Pude sentir cómo mi corazón latía rápido al tenderme hacia Taehyung para darle un beso. Pero justo antes de que nuestros labios tocaran, escuché una voz familiar que me llamó desde detrás mío.

—Kookie, te estaba buscando -chilló la voz detrás de mí.

Mi mente giró al oír la voz de Hyeri, y mi sonrisa se volvió tensa y forzada mientras miraba a Taehyung con una expresión que quería decir "tenemos compañía". Sabía que debía voltear, pero simplemente no quería. No ahora. No con Taehyung tan cerca.

Finalmente, giré mi rostro hacia Hyeri, aunque me costó un poco moverme, como si mi cuerpo estuviera resistiéndose a hacerlo.

—Hola, Hyeri ¿Qué estás haciendo aquí? -la miré directamente a los ojos y tratando de parecer lo más natural posible.

—Ah, sí, estaba estudiando para la próxima prueba y quedé atascada en un concepto. No entendí cómo resolverlo y pensé que podría ayudarme.

—¿No tienes amigos para que te expliquen? ¿Por qué vienes a molestarnos? -habló Tae detrás de mí.

—¿Te estoy molestando, Kookie? -me miró con una mirada enfadada y parecía que estaba a punto de ponerse defensiva- Yo solo vengo a pedirte ayuda ¿Es que no puedes ser amable y dejar de ser un poco celoso?

Sentí cómo mi cuerpo se tensaba con la tensión en el aire y tragué saliva en seco —N-No. No te estás molestando.

Los ojos de Hyeri se volvieron hacia mí, esperando una respuesta —¿Vendrás conmigo? Espero no estar molestando. Simplemente estoy buscando ayuda.

Mis palabras salieron estremecidas con nervios: Y-Yo... S-Sí, voy contigo. Pero p-podemos hacerlo más tarde.

Mi mente estaba tan centrada en Taehyung que me costaba concentrarme en lo que Hyeri estaba diciendo. En realidad, no quería ayudarla por ella, sino por Taehyung. Quería que ella se fuera rápido para poder volver a estar solo con él y poder continuar donde lo habíamos dejado.

Al ver la incomodidad que Taehyung estaba sintiendo, puse mi mano en su brazo, apretándolo ligeramente y tratando de asegurarlo de que estaba allí para él. Su mirada se aclaró un poco cuando me sentí y supo que lo estaba reconfortante.

—Su nombre es Jungkook, no “Kookie”.

Hyeri dio un paso hacia atrás, mirándonos a ambos, y se limitó a decir —Bien... Nos vemos, Kookie -y se dio la vuelta para marcharse.

Una vez que Hyeri se había ido, miré hacia Taehyung. Pero él no me miró de vuelta. Su postura reflejaba su incomodidad, y podía sentir que estaba molesto.

—¿Estás molesto? Lo siento si te hizo sentir incómodo -la voz que salió de mí suena casi temerosa, como si estuviera temiendo su reacción.

Observó hacia abajo, sus ojos recorriendo el suelo con una expresión oscura —¿Tú crees que soy celoso?

—No. No pienso que seas celoso. Son solo sentimientos normales y eso no es algo de lo que te tengas que avergonzar.

—Yo solo siento celos contigo, Jungkook. Quiero que seas mío y nadie más… Pero, está mal, porque no eres un objeto.

Sentí cómo mis mejillas se calentaban y un rubor se extendía sobre ellas mientras me sonrojé —Y yo sólo soy tuyo, Taehyung. De nadie más.

Sonrió con picardía, su mirada era juguetona —¿Lo dices para calmarme? ¿Crees que necesito que me tranquilices con tus palabras?

—No, no te estoy diciendo esto para calmar tus celos. Te lo digo porque es la verdad. Tú eres Mi mundo, Taehyung.

Fue como si él y yo habíamos creado nuestro propio tiempo y espacio. Los minutos pasaban como un soplo de aire y no tenía la sensación de que pasaran mucho tiempo, aunque la verdad es que no tenía sentido del tiempo. Mi única concentración era él.

Pero, como todas las buenas cosas, llegó el momento de irme. El timbre se deslizó por el aire, golpeando el techo como un martillo contra un clavo. Mi cuerpo se movió lentamente hacia mi clase, pero mi mente no.

Cuando mi clase comenzó, giré a mirar a Hyeri. Ella estaba sentada, paciente y expectante. Tomé un último suspiró antes de girar y caminar hacia ella.

—No lo vuelvas a hacer. No voy a permitir que te meta entre Taehyung y yo. Es mi vida y tú no tienes nada que ver con ella -mis palabras eran las más profundas y llenas de seriedad.

Hyeri frunció su rostro en un gesto de frustración —Claro, lo defiendes porque es tu novio ¿Pero qué pasa conmigo? ¿No eres mi amigo? ¿No crees que merezco ser escuchada y apoyada, sin importar lo que haya hecho Taehyung?

Mi rostro se ensombreció, cerrando las puertas a cualquier compasión que podría haber tenido —Sí, lo vi. Y tú también lo sabes. Taehyung está inseguro y se siente amenazado por ti, y no lo puedo culparlo por eso.

Se dio la vuelta con rapidez —¿Hablas en serio? No es mi problema si él es demasiado celoso -su tono se tornó frío- Si no te gusta como lo hago, entonces quizás deberías encontrar a alguien más para hablar de sus problemas.

Mis ojos se fijaron en ella —Mira, Hyeri. Apenas llevas aquí unos pocos días -estaba calmando, pero también tenía una nota de agresivo- Ni siquiera sabes quién es Kim Taehyung ¿Realmente quieres saber de quién es? ¿Realmente?

Se enderezó y se volvió hacia mí, su mirada tenía una nota de incredulidad
—No puedo creerlo. Creía que serías más razonable -su voz era abrupta.

Mis ojos se volvieron fríos y estaban llenos de determinación —Quiero que me entiendas bien, Hyeri. No porque sea dulce y amable con todos, voy a dejar que alguien hable así de mi novio.

Yo me negaba a seguir soportando la actitud de Hyeri, y volví para encontrar mi asiento. No me importaba lo que ella pensara de mí, y ciertamente no estaba en la disposición de lidiar con su arrogancia en ese momento.

Me senté y traté de calmar mis sentimientos. No estaba acostumbrado a hablar de manera tan seria con alguien, y menos aún había dicho las palabras que dije. Me sentí como si hubiera cruzado una frontera que nunca había cruzado antes.

A pesar de mis emociones corriendo a mil por hora, me sentí bien. Había tomado una postura clara en cuanto a lo que yo y mi relación significaban para mí, y no tenía ningún remordimiento por ello.

Me sentía bien.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
DESPUÉS DE CLASES

Llegué a casa y abrí la puerta, fui directamente a mi habitación en silencio. No tenía ganas de hablar con nadie en ese momento. Sólo quería estar a solas y relajarme.

Me quité rápidamente la ropa, sumergiéndome en la intensa agua caliente del baño. Eché un vistazo hacia el lavamanos, donde el brazalete de Taehyung estaba sentado, brillando como una lámpara en la oscuridad de mi mente.

Me vestí rápidamente y miré mi pequeño closet, donde la mitad de mi ropa había desaparecido. Un suspiro se escapó de mis labios y me di cuenta de que gran parte de mi ropa estaba en la casa de Tae. Eran cosas que había llevado conmigo estás últimas semanas en que había pasado el tiempo con él.

—¿Se puede? -mi padre llamó desde el otro lado de la puerta, y yo me volví hacia él.

Yo me reí y me tapé rápidamente con una toalla, riendo incómodo —¡Papá, estoy medio desnudo! ¡Podrías haberme llamado para que me vistiera!

Mi padre hizo una mueca y sacudió la cabeza —¡Ay, por favor! Te he visto desnudo cuando eras niño. ¡No es como si fueras un modelo!

—¡Papá, no entres!

Su risa se convirtió en una carcajada y sonó hasta desde detrás de la puerta. Sus palabras rebosaban humor —¡Pero si fuera Taehyung, claro que lo dejarías pasar! ¡Sé que estás pensando en él en estos momentos!

Mi sonrisa se desvaneció y me sonrojé de inmediato —¿Y qué importa Taehyung? ¿Qué tiene que ver con esto? ¿Por qué todo tiene que girar alrededor de él?

Mi padre avanzó y se adentró en mi habitación —Sí, yo sé que te importa, es por eso que te lo digo.

En ese momento, ya me había terminado de vestir con mis pantalones y mi padre todavía estaba hablando, mirándome a los ojos para que prestara atención. Con una mano colocaba correctamente el pantalón mientras lo escuchaba.

—No quiero que te pierdas en esta relación. Quiero que tengas una relación sana, en la que tú también tengas tiempo para ti.

—Lo tengo, papá -sone firme y tranquilo- Entiendo lo que dices, y me alegra que te preocupes por mí. Pero Taehyung y yo tenemos una relación sana y nos entendemos muy bien.

Volvió a prestar atención en mí, repasando con detenimiento mi atuendo —¡Ah sí, me preguntaba dónde ibas tan arreglado! ¿Tienes planes esta tarde? ¿Quizás con Taehyung o amigos?

Yo arqueé las cejas, mi sonrisa era inocente, y con mis palabras quería dejarle saber que había encontrado algo bueno para mi novio —Sí, voy a llevar a Tae a un lugar especial. Es una sorpresa, pero creo que le va a encantar.

—Usen protección.

Yo le lancé una mirada de incredulidad a mi padre. Mi tono de voz tenía una nota de incomodidad y desagrado —¿En s-serio? ¿Por qué tienes que decir eso, Papá? -tenía una nota de incomodidad y desagrado- ¡Vamos a salir, n-no voy a tener relaciones s-sexuales con él!

—En una cita así de "tranquila" apareció tu hermana.

Yo dejé caer mis manos en mis piernas, pensando en lo que mi padre acababa de decir. Me era difícil procesar la información, y yo seguía preguntándome por qué su hermana estaba involucrada —¿Por qué ella estaba allí, papá?

Arqueó sus cejas —Olvidó lo inocente que puedes ser… -sus palabras transmitían seriedad y precaución- Estaba hablando en doble sentido. Yo quería decir que tenías un plan tranquilo pero que luego apareció tu hermana.

Sentí la sangre en mi rostro aumentar y me tapé con mis manos, avergonzado de ser tan inocente.

Decidí olvidar por un rato las conversaciones serias que había tenido con mi padre y me concentré en mi cita con Tae. Me enfrenté a la cocina y comencé a preparar todo lo necesario para nuestro encuentro.

Yo me movía a través de la cocina, buscando ingredientes, cerrando los frascos y guardando los alimentos en los contenedores. Mi mente estaba concentrada en las pequeñas cosas que podía hacer para Tae, buscando darle una noche perfecta.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
HORAS DESPUÉS

Durante la carretera, cada una de las canciones que emanaba del celular de Tae me llevaba a un lugar diferente. Unas eran amorosas y me recordaban nuestros momentos juntos, mientras que otras eran más agresivas y me hacían sentir una adrenalina creciente.

A pesar de que el viaje en el auto con Tae fue bastante corto, cada segundo pasó lentamente y cada momento se expandió más de lo normal.

Viéndolo así, cantando con todo su corazón, sin ningún tipo de inseguridad, lo hacía parecer tan libre. Su espíritu de alegría y su energía eran contagiosos y hacía que mi corazón se derritiera.

A pesar de las sombras y las dificultades que rodeaban a Tae, yo estaba determinado a estar a su lado. Quería hacer todo lo posible para sacarlo de esos demonios, aunque eso significará tropezar y caer en el camino. Me propuse ser su luz en la oscuridad.

Tae se encontró ciego, con una venda en sus ojos, sin poder ver nada. Caminaba con mucho cuidado, confiando en que yo lo guiaría con mis palabras y mis movimientos. Su mano derecha tocaba con cuidado mi brazo derecho, buscando apoyo y asegurarse de que no se caería.

—Siento que me voy a caer -sus palabras salieron temblorosas.

Me detuve y le apreté las manos, tratando de tranquilizarlo —Tranquilo, estoy aquí.

Caminé hacia él, me ubiqué detrás de su espalda y nuestros cuerpos se acercaron un poco más, como si se juntaran. Todos mis movimientos eran suaves y lentos, como si lo acariciara. Después de todo, no sabía qué iba a descubrir cuando le quitaba la venda de sus ojos.

Sus ojos abiertos se expandieron por la sorpresa y su boca se abrió de par en par. Parecía sorprendido y admirado de lo que veía frente a él. Tae se quedó inmóvil por unos momentos, como si su cuerpo y su mente necesitaran procesar lo que veía.

—Woow -podía ver que estaba fascinado con todo lo que tenía frente a él.

Mis manos fueron sobre su cintura y mis ojos se posaron en sus ojos, buscando una reacción de Tae —¿Te gusta lo que ves? -pregunté en un tono juguetón.

Su corazón parecía lleno de un afecto sincero y una pasión incontrolable —Lo amo.

Yo sonreí y le rodeé la cintura con mis brazos, disfrutando de ese momento.

Juntos caminamos hacia el picnic, nuestros pasos en sincronización y nuestras manos entrelazadas. Yo guié a Tae hasta llegar a la manta, donde había preparado un amplio arreglo de comida y de bebidas para que disfrutáramos. Me sentí orgulloso y satisfecho de poder hacer eso por él.

Se detuvo y su mirada recorrió toda la manta —¿Tú hiciste todo esto? -sus palabras eran claramente reconocimientos para mí, y yo sonreí satisfecho.

—Sí, tuve un poco de ayuda, pero lo hice para ti. Espero que te guste -Tae me miró con cariño y agradecimiento,

Su mano buscó la mía y la estrechó. Se inclinó y me besó en la mejilla —Eso es increíble ¡Gracias! Realmente, admiro la forma en la que me haces salir de mi mundo tan caótico -el momento se llenó de una deliciosa química entre los dos.

—Esta noche es más que una cena, es una declaración de que tú eres especial para mí.

Las manos de Tae se movían con más facilidad que antes mientras comíamos la comida que había preparado. Sus ojos, azules oscuros y llenos de sombra, parecían haber sido abiertos y clarificados. Era como si hubiera sido trasladado a un nuevo mundo, libre de sus preocupaciones.

Se veía relajado, más abierto y despreocupado. Todas sus inseguridades y preocupaciones se habían desvanecido como niebla en un despejado día soleado. Su risa y su alegría sonaban más claras, y su sonrisa era más amplia que nunca.

Con una comida en la boca, Tae admitió —Está muy buena -entre risas y con una sonrisa bastante adorable. Era una imagen linda, que me hizo sentir una oleada de amor por él.

Riendo y cual mamá al cuidado de su bebé, tomé una servilleta y empecé a limpiar el borde de la boca de Tae —Me di cuenta, mi amor -exclamé, aún riendo y sonriendo mientras limpiaba.

Mientras observaba fascinado a Tae mientras se deleitaba con las frutas, aproveché la oportunidad de sacar mi cámara, que había traído conmigo. Levanté la cámara y apunté a Tae, aprovechando que no estaba prestando atención a lo que hacía, para poder sacar una foto.

—¿Kook...? ¿Qué haces? -se detuvo de comer y se limpió la boca con su servilleta, con una sonrisa un poco avergonzada y sorprendida.

Me vi obligado a darme cuenta de que me había pillado —Tomarte una foto -pude notar que las mejillas de Tae empezaban a calentarse un poco debido a la vergüenza.

Con las mejillas rosadas, Tae trató de resistirse y dijo —N-No quiero fotos, Kook -se veía un poco tímido y dócil, como si no le gustara el hecho de que yo estaba tratando de sacar fotos.

Su negativa me pareció extraña, por lo que preguntó —¿Qué? -me observó fijamente y pude ver cierto nerviosismo en sus ojos, como si estuviera guardando algún secreto.

Se estaba haciendo más vulnerable cada vez que hablaba y eso me llegó al corazón —Solo no me siento bonito para que me tomes una foto -su aclaración sonó honesta y llena de sensibilidad. Me sentí muy tierno y compasivo.

Levanté la cámara y la bajé lentamente. Vi como sus ojos se llenaban de lágrimas y me acerqué a él para abrazarlo —Oh, mi amor, no te agobies por eso. Tu belleza va mucho más allá de las fotos.

Su voz se quebró un poco al decir mi nombre. Podía sentir su respiración y su corazón, latiendo contra el mío mientras nos abrazábamos —Kook…. -susurró con una mezcla de sensibilidad y gratitud.

—Siempre he estado pensando en muchas cosas, pero la hora de hablar no sé qué decirte... Solo quisiera que te veas como te miró y pienso, hay podrás entenderme cada vez que digo que eres perfecto y hermoso.

Mi mano se posó sobre su mejilla con delicadeza, acariciándola y mostrándole lo mucho que lo quería. Nuestros ojos se encontraron y sentí como nuestras respiraciones se aceleraban. Lentamente, mi boca se unió con la suya en un tierno beso mientras suspiré y disfruté del momento.

La sensación de su mano en mi nuca y cabello me enviaba una dulce y caliente oleada por todo mi cuerpo. Mis manos también se apoderaron de Tae, recorriendo su espalda y cada centímetro de su hermoso cuerpo.

Separados, mirando a sus ojos y con una sonrisa que era solo para él —Te amo, Tae. Te amo con cada parte de ti, buena o mala, hermosa o fea. Lo que sea que pienses o que te digan, siempre te amaré.

Mi cuerpo se encontró con el suyo y lo abracé apretadamente. Podía sentir sus lágrimas mojar mi pecho y me abrí más, protegiéndolo y mostrándole que yo estaba allí para él, por siempre.

Doblándome, me tiré en la manta y fui a parar al piso, sosteniendo un Tae sobre mí y escuchando el ritmo de mi corazón desde el interior de mi cuerpo. El mundo nos rodaba a nuestro alrededor, pero no había nada más que existiera que nosotros dos.

—Te mentí -murmuró, mientras su mano tomaba de mi camiseta y la apretaba.

—¿Sobre qué?

Mis ojos buscaron refugio en el espectáculo de estrellas que estaba arriba de nuestras cabezas, parecían especialmente brillantes y tranquilizadoras esta noche. Me pregunté qué sucedería a continuación.

—Sobre... Muchas cosas -todo lo que habíamos compartido hasta el momento parecía estar en juego y yo esperaba con el corazón en la garganta a que siguiera hablando- De hecho, siempre lo he hecho.

—Taehyung… -repetí su nombre, llamándolo suavemente y con una pregunta y una admisión silenciosas en mi voz.

Me escudriñó una vez más, antes de seguir hablando —En la cena de mis padres, ocurrieron muchos acontecimientos que no tuve el valor de compartir contigo después de prometerlo.

Los labios de Taehyung se cerraron de manera tensa, como si estuviera luchando internamente contra una decisión importante. Yo permanecí en silencio, observándolo con una sensación de incertidumbre, esperando ansiosamente a que sus palabras emergieran del fondo de su mente.

Las líneas de su frente se arrugaron con sufrida consternación mientras sus ojos se clavaban en los míos. Su voz tembló al decir: No te dije nada no porque no quería, sino porque tenía miedo de tu reacción. Fallé contigo, fallé con nuestra relación y rompí tu confianza.

Él se retiró de mi abrazo, el calor que compartimos desapareció con su partida. Se sentó en la manta y yo lo seguí, mi corazón parecía latir fuera de mi pecho. Ambos frente a frente, mantuvimos el contacto visual, la sensación de vulnerabilidad flotando alrededor de nosotros como una marea invisible.

Las comisuras de su boca se curvaron hacia abajo y las palabras le salieron como si fuera una llamada desgarrada en el viento —Mi mamá hablaba de mi decisión de carrera, de mi cuerpo, de mi alimentación... Se estaba burlando de mí. Pensaba que mi padre se pondría de mi lado, pero solo observó sin decir nada.

—Mi amor -le respondí en un susurro apenas audible.

Su dolor me perforó como un cuchillo, y luché para mantener una compostura tranquila.

—Jungkook, yo... No soy fuerte, al contrario, soy débil. No puedo defenderme de ellos porque mi familia son los únicos que tengo. Dejar que me insulten verbalmente es la manera en que sigo siendo parte de ellos, a pesar de que me destroza por dentro -su expresión fue desmoronándose con cada palabra que pronunció, como si se estuviera abandonando a su propio sufrimiento.

Sin apartar mis ojos de los suyos, reiteré suavemente —Me tienes a mí.

Su mirada se encontró con la mía, y su semblante parecía contener una mezcla de esperanza y duda —T-Tienes razón, yo tengo a ti… Pero ¿Y si pierdo a mi familia? ¿Qué sería de mí entonces?

—Si eso no es suficiente, entonces hazme suficiente. Permíteme ser tu familia, y tu hogar. Deja que la confianza que has depositado en mí te proteja cuando te sientes débil. Yo te lo prometo. Siempre te tengo a ti, Tae.

Sus lágrimas resbalaban lentamente por sus pálidas mejillas, brillando como perlas bajo la luz de las estrellas —¿De verdad podría ser suficiente? No sé si puedo tomar ese riesgo -respondió con un hilo de voz- No estoy seguro de poder perder todo lo que he conocido, todo lo que es familiar.

Mis ojos se clavaron en los suyos con firme convicción —Ellos no te merecen -declaré- Estás al borde del abismo, pero ¿Quieres saber la diferencia entre caer y saltar? Saltar es elegir el desconocido con la fuerza de tus pies, diciendo no al miedo, a la inseguridad y al dolor, y abriendo tus alas para volar.

—Quiero ser suficiente para ti, para mí y para el mundo. Quiero vivir una vida donde me sienta capaz de mirarme al espejo y ver a un hombre de valor y fortaleza. Quiero ser suficiente.

Sus ojos se clavaron en los míos, como si estuviera escudriñando cada palabra que salía de mi boca —Lo que le llamas "familiar", eso no es vida. Es sobrevivir, esperar el siguiente momento donde te demuestran que no eres suficiente.

—J-Jungkook.

Los dedos de mi mano rozaron su piel con gentileza, como una declaración de confianza —Lo eres. Eres suficiente. Solo tienes que decirlo, para que tu corazón te crea ¿Quién te dijo que no eras suficiente? ¿Quién? te dijo que no podías amarte?

—Ellos.

—Lo que ellos te dicen no es la verdad. Lo que te digo yo es la verdad. Tú eres suficiente. Tu corazón es fuerte y brillante y yo lo veo. Y cuando estés listo, tendrás el valor para verlo tú mismo. ¿Me crees?

Al asentir, su cuerpo se relajó y se encajó perfectamente contra el mío. Su abrazo era firmemente amoroso y protector, como si estuviera tratando de fusionarse conmigo para expresar todo lo que estaba sintiendo. Mi corazón se expandió y di un paso más hacia su alma, aunque sabía que aún tenía un largo camino por recorrer.

Me acerqué más a Tae y observé su frente contraída por la preocupación, los ojos tan tristes que parecían haber perdido su brillo.

Era casi surrealista, la forma en la que mi mente podía imaginar todas las posibilidades en mi cabeza mientras describía lo que sucedía ante mis ojos. El camino hacia el corazón de Tae seguía siendo un rompecabezas, aunque ya me había infiltrado en su mundo.

Como una reverencia a nuestro silencio, el cielo abrió sus puertas, y una lluvia fina comenzó a caer sobre nosotros. Sintiendo la humedad de las gotas que caían, mi mente estaba tan llena de posibilidades que no podía concentrarme en una sola.

—Tenemos que ir al coche.

—Hay que aprovechar. No podemos permitirnos perder esta oportunidad -encontró su voz otra vez mientras me miraba con una sonrisa.

Tae avanzó con una gracia que no era ajena a mi mirada. A medida que el cielo se oscurecía más y la lluvia comenzó a caer más fuerte, el aire se tornó también más frío.

Su belleza era como un libro sin palabras, sus movimientos, el legado de una historia que nunca podría contar. Sentado en la arena y empapado por la lluvia, mi corazón se elevaba ante la magia que Tae estaba creando.

En un trance que borraban todos los límites del tiempo y el espacio, apreté el botón de mi cámara, grabando esos momentos en frío y calientes píxeles. Su belleza se extendió ante mis ojos, inmortalizándose en cada clic.

La combinación de la lluvia y las lágrimas que resbalaban por su cara dibujaba una imagen de pura tristeza y de pura alegría. Vi cómo el dolor y la muerte de sus ojos se evaporaban y convertían a su alma en otra que parecía sana, libre y feliz.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

¡DATO!

✿Sobre la pérdida de la inocencia aunque a menudo se asocia con un evento traumático o una revelación impactante, en realidad es un proceso gradual y a menudo sutil. Es como el deshielo de un glaciar;  pequeños cambios, casi imperceptibles al principio, que con el tiempo erosionan la visión pura y simple del mundo, dando paso a una comprensión más compleja, aunque a veces más dolorosa, de la realidad. Es un viaje, no un destino, y cada persona lo experimenta de manera única y a su propio ritmo✿

⋆  ̟@Kᴏᴏɪ_Tᴀᴇ𔘓

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro