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El embarazado de cuatro meses y medio descansaba en su cama viendo la televisión, comiendo galletas.

Estaba solo en la casa, Jimin estaba con Taehyung y Jungkook en el centro comercial.

A Seokjin le agradaba pasar tiempo consigo mismo, cómo a cualquier persona puede sucederle, podía ponerse bonito, ver una película, hablar con su cachorro o arreglar la casa por ejemplo.

Pero todas esas cosas, eran una distracción que el mismo creaba.

Para no pensar, se mantenía ocupado haciendo otro tipo de actividades.

A veces, no todas las cosas son inevitables y llega un momento en que tienes que volver al pasado, recordar cómo era antes, para entender el presente.

—¿Si?, ¿quien habla?—preguntó el omega curioso al atender el celular. Era un número que no tenía registrado.

—Felicidades por tu segundo bebe, hijo. Pero es hora de que le digas la verdad a él.

Los ojos de Seokjin se abrieron de par en par, con asombro.
Se mordió el labio inferior y la mano que tenía libre la puso sobre su abultado vientre.

No habían tocado ese tema en muchos años.

También le debía una explicación a su alfa sobre los papeles que había encontrado.

—Cuentale todo, por favor, dile que es tu hijo y que yo soy su abuela. Ya es tiempo mi niño de que sepa la verdad, tienes que decirle.

—Mamá, yo... ¿Y si el me o-odia por me-mentirle todo este tiempo? No me lo perdonaría, nuestra relación es muy bonita. No me gustaría que me dejase de hablar por decirle eso.

—Tu mentiste para protegerlo de ese infeliz, hijo. Debes hacerlo, y también venir a verme. Tienes olvidada a esta pobre vieja.

Seokjin rió un poco por lo último dicho por su madre. Se oyó la puerta de la planta baja ser cerrada y pasos subir las escaleras.

—Mamá, debo colgar. Creo que Jiminie ya llegó.

—Suerte con eso hijo mío—y la mujer colgó.

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Jimin se tiró en la cama con los brazos abiertos. Estaba exhausto. Alguien abrió la puerta y supo que era su hermano por el olor que desprendía.

—¿Cómo estás Jiminie?—preguntó sentándose en la cama junto al menor. Este le sonrió y se acomodó boca arriba.

—Muy cansado. Ah, mira hyung—le enseñó el collar que llevaba en el cuello, tenía un pequeño dije de una pieza de rompecabezas—, Tae y bebé Kookie tienen el mismo y se pueden encastrar con el mío.

El omega embarazado solo sonrió y le mostró un album de fotos al menor. Jimin le miró curioso.

—¿Puedo verlo Jin Hyung?—el mayor asintió con la cabeza y le entregó el álbum. En la tapa tenía un papel pegado con cinta adhesiva que decía, en letras grandes y claras, "Kim Seokjin"

En la primera foto aparecía Seokjin de muy pequeño, unos 4 años de edad. La imagen no era del todo nítida, puesto que en ese tiempo no había tanta tecnología como en la actualidad.

Vestía una campera naranja y un jean de mezclilla con unas zapatillas negras.

Jimin sonrió, y pasó la página.

Un Seokjin de 9 años sentado en el asiento de un colectivo apareció. Llevaba anteojos, una campera roja y un jean oscuro, los pies no se le veían y, otra ves, la foto no era muy nítida.

—¿Quien te tomó esa foto hyung?—preguntó curioso. La foto estaba mal tomada, y al parecer el chico no estaba muy convencido de que le hicieran esa foto.

—Fue tu lindo noviecito—le sonrió juguetón—, recuerdo que nos íbamos al río han de picnic con toda la escuela, Yoongi no dejaba de molestarme con el niño de los hoyuelos que era menor que nosotros dos, se empeñaba en hacerme sonrojar cuando estábamos con el. Jihyo hacía lo mismo.

—¿El chico de los hoyuelos es NamNam hyung?—el mayor asintió. Jimin pasó a la tercera fotografía.

Seokjin y Namjoon junto con Yoongi posaban juntos, tenían alrededor de 10, 9 y 8 años de edad vistiendo el uniforme del colegio.

Bueno, solo dos de ellos.

—Yoongi odiaba el uniforme, casi nunca lo usaba. Y ni siquiera cuando los profesores se lo exigían, amenzandolo con decirle a sus padres o expulsarlo—se rió un poco. Jimin igual.

El omega en cinta miraba hacia otro lado, tarareaba una canción cualquiera por qué estaba nervioso.

La siguiente foto al menor le pareció algo rara

Seokjin, de unos once años embarazado de lo que parecían ser ocho meses por el gran bulto en su vientre. Su pancita salía al aire puesto que la remera que llevaba puesta era algo pequeña, ambas manos se posaban tiernamente sobre ella y una pequeña sonrisa era esbozada por sus labios.

—¿Por qué te ves tan pequeño en esta foto si es de ahora hyung?

Seokjin no contestó, por qué, ¿que le iba a decir? No era tan facil como decirle “Ese soy yo embarazado con once años, no es actual la fotografía” No tenía el valor para hacerlo.

El menor, dudoso, continuó obserbando las fotos que seguian.

Seokjin con un bebé recién nacido. Seokjin con un bebé de meses, luego con un bebé de un año.
Seokjin con Jimin de cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez años.
Luego una mujer con ambos chicos. Y más fotos de Seokjin con sus amigos ya con más edad.

—¿Quien era ese bebé?—cerró el album y miró al mayor. Si tenía otro sobrino y no lo conocía se iba a enojar con Jin.

—Ese bebé e-eres tú, Minnie—murmuró mirando sus manos. Era costumbre hacer eso cuando estaba nervioso—. Eres mi bebé.

—No, no te creo. ¿Es que como...?—rió, pero al ver que Seokjin no hacia lo mismo volvio a mirar las fotos. Se parecia a él, pero es por qué Seokjin es su hermano—. Esa es mi mamá, ¿cierto?—señaló a una de las mujeres, la más bajita. Sunhee—, y esta—indicó a la otra mujer. Hesook—, es la tuya. Mamá se fue al cielo con los angelitos y la tuya desapareció de la faz de la tierra.

Seokjin suspiró, cerrando los ojos, y acariciando su vientre.

No era fácil decirle que le habia mentido toda la vida y no podía pretender que le creyera a la primera.

—Sunhee y Hesook son mis madres, Sunhee falleció cuando yo era pequeño. Hesook nunca desapareció, es más; siempre se mantuvo en contacto conmigo—Jimin no lo miraba.

—Si Sunhee no es mi madre, pero si es la tuya, y-yo—había duda en su voz—, ¿soy adoptado?

El mayor suspiró, pasandose las manos por la cabeza, entrelazando los dedos con su cabello.

Iba a costar que asimilara que no era hijo de ninguna de las dos mujeres e iba a ser complicado hacer que entendiera varias cosas más. Muy complicado. Y estresante.

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—¿Sabes quién me escribió amor?—preguntó con un tono juguetón, rodando en la cama hasta que su cabeza quedó sobre el estómago de su novio.

El menor dejó su celular sobre la mesita de luz, sonrió y acarició el—ahora rojo—, cabello del chico.

—¿Jihyo noona?—preguntó murmurando sobre los labios

Taehyung negó.

—Nop.

—Mmh, ¿Namjoon hyung?—Tae volvió a negar. El omega rodó los ojos con algo de molestia (consigo mismo por no atinarle)—, ¿entonces quien?

—¡Hoseok hyung!—los ojos de Jungkook brillaron con emoción, hace tanto que no lo veía. Lo extrañaban, ambos—, ¡y nos invitó a cenar!

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