
14: 𝚎𝚕 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛 𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚘
⚠️¡Atención!⚠️
Este capítulo contiene lemmon (contenido sexual explícito).
Pero, viniendo de mi no es tan explícito xd
Sin más que decir, disfruten de la lectura uwu
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La "casa" de YoonGi no era grande; cocina y comedor juntos, una habitación no tan grande con un baño y un pequeño espacio que era el living. El espacio no era grande pero tampoco pequeño, para uno solo alcanzaba y sobraba. Las luces estaban apagadas puesto que era de día, pero gracias a la tenue luz del sol que entraba por las ventanas el pelinaranja podía ver por donde caminaba.
Había golpeado varias veces la puerta de la habitación del pelimenta, pero nadie había contestado. Estaba pensando en si abrir de una vez o irse, cuando escuchó la voz de su amigo desde el otro lado.
—¿Mi-Minnie, eres tú?—medio gritó, el alfa estaba senrado sobre la cama. El menor no contestó—. P-puedo olerte, t-tu olor es muy rico, y sé que eres tú.
—Abre la puerta hyung—el pelinaranja sintió un olor muy rico entrar por sus fosas nasales y su lobo chilló de alegría. Del otro lado, el pelimenta estaba reuniendo el valor para decirle que lo mejor era que se marchara—. ¿YoonGi hyung, estás ahí?.
—Minnie—Jimin detectó que al mayor algo le pasaba, su forma de hablar era... ¿necesitada? Y no le gustaba para nada—, e-es mejor que... que te vallas ¿s-si?
—No quiero—negó con la cabeza, a pesar que sabía que el chico no lo estaba viendo—, ¿por qué no me dejas pasar?
—No lo entende-...
—¡Solo dígalo!
—E-estoy en c-celo Jimin-Ah. T-tu olor me es-está drogando, ¿sabes?
«Cuando un omega está en celo necesita mimos de su alfa» las palabras de YoonGi hicieron eco en su cabecita.
—¿Por qué n-no puedo entrar?
—Por que tú eres...
Somos su pareja predestinada, Jimin.
—¡Min YoonGi, o abres la puerta o la abro yo!—el peli-menta no habló ni tampoco le abrió, Jimin decidió girar el picaporte y, por fin, entró a la habitación.
No dudó ni un segundo en abrazar al alfa cuando estuvo parado frente a él.
—Tu olor es muy fuerte, hyung, y mi lobo está volviéndose loco—susurró con su nariz de botón en el cuello ajeno, justo ahí, donde sabía que el olor era más intenso.
—Por es- ¡ah, j-joder que duele!—el menor lo abrazó más fuerte, no sabia que hacer ni que le ocurría—, n-no pasa n-nada ca-cariño. Como te decía; debes v-volver a tu casa, minnie.
—No me pienso ir, ya estoy aquí y aquí me voy a quedar—sentenció—, a-además que tú d-dijiste que cuando un alfa está en celo ne-necesita d-de su o-omega, y según m-mi lobo somos p-predestinados. A-así que déjame a-ayudarte.
—M-minnie...
—No.
—¿Y si ha-hago algo q-que no te gusta?—se separó del cuerpo del menor para verlo a los ojos y Jimin le sonrió.
—Confío en tí, hyung.
El alfa sonrió dejando ver sus rosadas encías antes de acortar la distancia entre sus rostros. Al principio solo eran leves roces puesto que el menor había entrado en un estado de shock, pero con el pasar de los segundos Jimin movió sus carnosos labios, como diciendo ya estoy listo.
El beso era lento y suave, no había apuro, tenían todo lo que restaba de la mañana y la tarde para hacer lo que quisieran.
Las manos de YoonGi se posaron en la cintura del omega para luego, disimulada y lentamente, levantar de a poco la remera del chico. Se separaron del beso y el menor levantó los brazos, el alfa tiró la remera a quien sabe que parte de la habitación y volvió a atacar los abultados labios de su menor.
Jimin soltó un pequeño jadeo cuando sintió una leve mordida en su labio inferior para luego instintivamente abrir la boca y darle paso a la lengua del pelimenta, la cuál invadió su cavidad bucal por completo.
El pelimenta dejó un camino de besos, chupones y marcas desde la boca del menor hasta el pecho de éste. Jimin soltaba pequeños jadeos, gemidos y suspiros cada vez que el alfa hacía chupones en su piel, y había que admitir que la hombría de YoonGi ya estaba "despierta".
El pelimenta se sentó sobre la cama con el menor encima, sin romper el beso en ningún momento. Las pequeñas manitos de Jimin fueron a parar a la mal abrochada camisa del alfa, para terminar de hacer el trabajo que el mayor había iniciado sin él.
Los pantalones que YoonGi tenia puestos comenzaban a apretarle, aún más cuando las gorditas manos del pelinaranja acariciaron sus casi-abdominales.
Por falta de oxígeno se separaron, dejando un hilo de saliva entre sus bocas. Se miraron a los ojos, el omega estaba que se moría de la vergüenza, ¿qué acababa de pasar?.
Había que aceptar que Jimin se sentía un poco extraño, pero en el buen sentido de la palabra; siempre había creído que iba a sentir asco la primera vez que besara a alguíen, pero era todo lo contrario. Le había encantado sentir los finos labios del mayor sobre los propios, había amado la extraña sensación de la lengua de YoonGi dentro de su boca. Y ahora quería más, sentía vergüenza, pero quería más.
—¿E-estás seguro de esto, minnie?
—Jimin notó en el mayor que sus orbes estaban más oscuras que de costumbre, pero no le prestó atención y asintió con la cabeza—. Te a-advierto que después de e-este momento n-no voy a p-poder detenerme.
Los ojos de Jimin para ese entonses tampoco eran los que comúnmente poseía, se habían vuelto más oscuros, no tanto como los del alfa, pero lo suficiente para darse cuenta de que su lado racional estaba siento dominado por su lobo. El peli-naranja se atrevió a besar al mayor, siendo un poco torpe, y YoonGi tomó esa acción como un sí.
Esta vez el beso era húmedo y caliente, el mayor tomó el control rápidamente y el lado animal del menor amó la pocesividad con la que el alfa de YoonGi lo trataba, ¡joder!, le encantaba. El peli-menta con un movimiento rápido y preciso cambió la posición de sus cuerpos, quedando el menor sentado en la cama y él arrodillado entre sus piernas.
—¿Hyung q—sus palabras fueron momentáneamente interrumpidas por los finos y suaves labios del alfa. Segundos después la boca del mayor viajó al cuello del chico y el omega se dejó envolver por el placer que estaba sintiendo. Jimin soltó un sonoro jadeo cuando el pálido puso una de sus grandes manos sobre su entrepierna.
—No sabes como me gustan tus gemidos, minnie—su voz salió ronca, haciendo que el menor soltara otro mini-jadeo—. ¿Gemiras pasa mi, bebé?
—N-necesito tu a-ayuda para eso, hyung—murmuró inclinándose hacia adelante para pegar su frente a la del pelimenta. Éste último sonrió de lado, al parecer el chico no era tan inocente como aparentaba. Nuevamente la mano del mayor acarició sutilmente la hombría del menor, provocando que el peli-naranja tirase su cabeza hacia atrás.
El cierre fue bajado y el pantalon del menor terminó en alguna parte de la habitación, así como había pasado con el resto de la ropa. La húmeda y traviesa lengua del pálido pasó por encima de la fina tela del bóxer de color verde oscuro que Jimin llevaba.
—¡Ah!~ jo-joder q-que se si-siente b-bien—medio gimió, sorprendiendo a su hyung, oír a Jimin maldecir era raro y extrañamente excitante para su persona. El alfa se deshizo de la prenda con unos movimientos rápidos, dejando así el pene ya erecto del pelinaranja—, ¿qué vas a hac- ¡oh, mierda, s-si!
El pelimenta lamia la hombría como si fuera una paleta de caramelo. Jimin era un desastre de gemidos y jadeos, sus cabellos estaban desordenados y su carita de un color rojo suave. YoonGi levantó la mirada, mientras su cabeza subía y bajaba con rapidez, para deleitarse con la mirada. Cuando el mayor sintió un líquido, algo así como agua con un sabor raro, supo que era hora de parar por un momento para que alguien atendiera su propio problema.
—¿P-por q-que pa-paraste, Yonnie?—miró con confusión como el alfa se levantaba y se paraba frente a el, ¡no era tiempo de parar, su cosita aún dolía!. Min le sonrió desde allá arriba, y la cabeza de Jimin hizo un clic—. Oh, ¿ac-acaso tú q-quieres que y-yo...?—el palido asintió—, n-no sé c-como ha-hacerlo.
—Vamos, yo se que puedes Jimin-Ah—se inclinó para besar los labios de su menor—, confío en tí.
El pelinaranja tragó pesado y temerosamente bajó el cierre del pantalón del mayor con la mano derecha. Con la mano derecha acaricio el miembro de YoonGi por sobre la tela del bóxer, el alfa soltó un jadeo ronco que erizo la piel a Jimin. Con ayuda del pálido le sacó las últimas dos prendas que llevaba y se dispuso a comenzar a masturbar al chico.
Sus manitos rodearon el falo ya erecto de YoonGi y comenzó a moverlas con lentitud. Jimin tomo los jadeos/gemidos del pelimenta como un me está gustando, y por ello estaba feliz de si mismo.
El alfa se sintió desfallecer cuando la inexperta lengua del menor rodeó su glande, sus piernas flaquearon cuando su pene fue engullido por la boca del chico. Jimin sintió un líquido espeso llenar su boca luego de que el pálido gimiera su hermoso nombre.
—Acuéstate—Jimin obedeció, el alfa separó un poco las piernas del pelinaranja—, al principio... se va a sertir raro, bebé, pero verás que te acostumbraras—dejó un casto beso sobre los labios del menor y procedió a hacer el ritual de la preparación.
El primer dedo era incómodo pero no dolía, el segundo dolía pero le gustaba, el tercero y el cuarto dolían y ardían como el mismísimo infierno pero luego de unos segundos Jimin era un lío de gemidos, el pobre omega había tenido el segundo orgasmo de la noche.
La entrepierna de YoonGi había "despertado" nuevamente con ver al menor así de caliente. El pelimenta conocía la flexibilidad del omega, así que levantó sus piernas para posicionarse de modo que pudiera restregar su hombría con la cerradura del menor
—¿Se supone que eso... va a entrar en mi, hyung?—pregunto avergonzado señalando la hombría del mayor, el pelimenta asintió con la cabeza y alineó su miembro en la entrada del omega—, es demasiado gran- ¡oh mierda!, duele Yonnie.
—Mírame, bebé—se inclinó hacia delante, en el proceso enterrandose más en el menor, Jimin lo miró y justo antes de que el pelinaranja soltara un jadeo el mayor apresó sus carnosos y suaves labios con los suyos.
Unos minutos más tarde YoonGi comenzó a moverse con lentitud, para luego comenzar a penetrarlo con un poco más de fuerza. Los gemidos y jadeos de ambos, el obsceno sonido que producían sus pieles al chocar y el sonido de los besos fogosos era lo único que en la habitación se podía oír.
Ese era el momento en el que el alfa le agradecía al arquitecto que había diseñado esos departamentos que el sonido no pasara hacia el otro lado de la pared.
—¡A-ah~, si, j-joder, a-ahí!—gimió cuando el pene del mayor arremetió contra su próstata.
—¿P-podrias decirme que es lo que quieres, minnie?—el menor no contestó, YoonGi sonrió de lado y bajó el nivel de las embestidas—, entonces...
—¡No!—chilló como niño que le han quitado un juguete. Y joder, que buen y gran juguete le habían quitado—. Más, alfa, q-quiero más.
Y esa fue la perdición para Min YoonGi. Un par de embestidas más y ambos gimieron una última vez. El nudo se formó en el interior del menor, Jimin por instinto y naturaleza propia ladeó la cabeza para darle más acceso a su cuello, los colmillos del alfa picaron por querer enterrarse en la piel del chico, su omega, pero se contuvo y solo dejó un par de besos en la zona. No era el momento aún, sentía que eso debía hablarlo con el pelinaranja, además que no quería morir bajo las manos de Seokjin, por que ¡vamos! Iba a ser más obvio que habían estado juntos si llevaba el lazo.
—¿Cómo te sientes Jiminie?—susurró saliendo del menor, éste último le sonrió y se acurrucó contra su cuerpo para luego ser rodeado por los brazos del alfa.
—Me siento extraño, pegajoso y feliz—susurró contra el pecho desnudo del alfa.
YoonGi soltó una risita, luego deberían darse un baño para acabar con lo pegajoso.
—¿Feliz por qué?.
—No lo sé, solo lo estoy y ya—ambos rieron—, tengo sueño hyung~
—A dormir se ha dicho—susurró contra el cabello anaranjado—, descansa. Feliz cumpleaños, bebé.
—Gracias, es el mejor regalo que he recibido en todo lo que va del día —el mayor iba a preguntar algo pero al sentir la pausada respiración del omega decidió cerrar los ojos también y dejarse caer en los brazos de morfeo.
Más tarde tendrían que hacer acto de presencia en la casa del menor y debían recargar sus energías, por que el pelimenta sabía que las cosas no iban a ser tan fáciles como desearía.
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N/a actulizada:
Primero, ¿cómo están? ^^
Iba a cambiar este capítulo, no lo iba a subir todavía. Pero lo dejaré como está, jaja.
Los amo♡
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