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Jimin y JiHyo, con el pasar de los minutos, se habían vuelto amigos.

A ella le agradaba la forma tan tierna, dulce e inocente en la que el pelirrosa se expresaba, lo suave y melodiosa que su voz era, su sentido del humor y, sobre todo, le encantaban sus manos pequeñas. A Jimin le parecía tierna la forma en que la mayor hablaba, su voz era un poco grave, pero aún así tenía su toque dulce que atraía al peli-rosa, a él también le gustaba su negro cabello; de hecho una vez que habían entrado en confianza había comenzado a jugar con él.

En conclusión: se agradaban.

Al momento en el que la muchacha tuvo que marcharse, Jimin llamó a su hermano y sus dos amigos para que le desearan un buen viaje y todo eso. Luego de casi treinta minutos, Jihyo partió rumbo a la casa de YoonGi para armar las maletas.

Jimin miró a Seokjin directamente a los ojos y recordó lo que su nueva amiga le había dicho:

«Cariño, vas a hacer exactamente lo que te diré a continuación: Vas a pararte frente a él, lo mirarás a los ojos con seriedad, y dirás "YoonGi hyung me invitó a salir con él a un lugar sorpresa, y pienso ir aun si tú no me lo permites»

Y estaba claro que no lo haría, no le daba la cara como para decirle semejante cosa.

-¿Pasa algo Jiminie?-preguntó Hoseok, e inmediatamente el peli-rosa negó con la cabeza.

-Seokjin hyung...

-¿Que ocurre?-acarició sus mejillas regordetas para tranquilizarlo. Jimin sonrió levemente y se mordió el labio inferior

-Hoy a las ocho, YoonGi hyung pasará por mí para ir... bueno no se muy bien donde iremos-rió nervioso a la vez que jugaba con el borde de su camisa-. Tú, yo..., ¿me dejas ir?.

Jungkook sonreía felizmente de oreja a oreja, Hoseok estaba totalmente en otra cosa: pensaba en cuantos peces podría comprar con el dinero que tenía y si quizá cabían todos en su pecera. Y a éste último se lo veía pensativo.
El omega mayor pensaba en qué, si aceptaba, antes iba a tener que hablar con el alfa y darle un par de advertencias con respecto a su hermanito y si no lo hacía, tendría que soportar a Jimin enfadado.

Jimin en esos momentos sentía una mezcla de miedo, vergüenza y desesperación; ¡quería saber lo antes posible la respuesta!. Si bien aún la cabeza le dolía un poquito, por YoonGi aguantaría cualquier cosa.

-Jiminie Hyung-llamó Jungkook a su peli-rosa amigo, éste lo miró-, Seokjinnie dice que sí puedes ir.

-¿Qué?-frunció el ceño-, yo aún no he dado mi respuesta Kookie.

Hoseok rodó los ojos con diverción y miró al mayor de los cuatro.

-Entonces, por favor, dila-pidió, aunque más que una petición era una orden. El peli-rosa miró a su hermano y le sonrió, así como solo Park Seokjin sonreía.

-Puedes ir, pero antes debemos hablar.

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Los padres de Jungkook habían llamado, diciendo que debía regresar a la casa para arreglarse e ir a la casa de sus tías, y aprovechando que Hoseok no tenía planes y a el omega menor le habían permitido llevar un amigo se marcharon.

Los hermanos se encontraban sentados alrededor de la mesa, comiendo ramen. Un silencio algo incómodo los envolvía, o solo al mayor.

Las palabras «pero antes debemos hablar», se repetían en cabeza del peli-rosa. ¿Que querría decirle?

-Hyung-el mayor le hizo saber que lo estaba escuchando con un "¿Mmh?"-, ¿que era lo que me iba a decir?

Seokjin se atragantó con su propia saliva y miró a su hermano a los ojos, ¿y ahora qué debía hacer?. Llevó ambas manos a su pequeño vientre, el cual comenzaba a ser cada día más notorio, para evitar hacer contacto visual con el menor.

-¡No me ignores!-se cruzó de brazos cuando hubo terminado la comida. Seokjin levantó la vista y miró a su hermanito.

Sentía pena y vergüenza, pero sabía que debía hablar de eso con él de todas formas. No quería que pasara lo mismo que él había pasado cuando era pequeño.

-Sabes que si YoonGi hace algo que no te gusta o crees que lo que hizo está mal, debes decírmelo ¿no?.

-Lo sé Jin hyung-sonrió-. No creo que Yoonie vaya a hacer algo "malo" conmigo.

El mayor tragó pesado; o al parecer su hermano no captaba la indirecta o él se había expresado bastante mal.

-Minnie-soltó un suspiro-, ¿tú sabes lo que YoonGi pretende?

El menor pareció pensarlo por unos momentos, y luego con un apodo de duda asintió con la cabeza.

-¿Tarde de, de amigos, tal vez?-preguntó con la inocencia brotando por sus poros.

Jimin sin dudas un ángel, puro y hermoso. Pero si no se daba cuenta solito, Seokjin tampoco le diría nada.

-Si cariño, YoonGi quiere ser tu amigo-rió justo antes que las náuseas y ganas de vomitar volvieran, así que sin más salió corriendo a complacer a su organismo.

Antes Seokjin ya le había explicado a Jimin que no debía asustarse cuando saliera corriendo a vomitar, así que esta vez el lindo omega solo sonrió.

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¿Estaba bien vestido?, ¿debería haberse puesto algo más casual?, ¿le quedaba bien su nuevo color de pelo?, ¿adonde irían?. ¿Le daría algún regalo a día siguiente por su cumpleaños?, ¿iría a la cena por sus dieciocho años?. Esas eran las preguntas que Jimin se hacía cuando por fin hubo terminado de arreglarse y estaba esperando al peli-menta sentado en el sofá mirando los simpsons.

Miró la hora, el reloj marcaba las siete y cuarenta. Faltaban solo veinte minutos y el alfa pasaría por él.

Pasaron algo de cuarenta minutos sin que el omega se percatara de aquello, el episodio que estaban pasando en la tele se acabó y tuvo que cambiar de canal por que no le gustaba Futurama. Puso Disney Chanel y estaban dando "Juego de demelas".

-Minnie, ¿tú, has visto la hora?-Seokjin, quien todo ese tiempo había estado en la cocina pensando en que iba a cocinar de cenar esa noche y a la siguiente por el cumpleaños del chico. Jimin negó con la cabeza y sacó su celular para ver la hora, sus ojitos se abrieron bien grandes.

-No pasa nada Jinnie, tal vez se le hizo un poquito tarde-sonrió y continuó mirando la televisión.

Su hermano rodó los ojos y regresó a la cocina.

Esperar un poco más no le hacía daño a nadie. ¿No es así?

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¡