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—¡Hoy va a venir Yoonie a jugar conmigo y estoy muy feliz!—el omega le sonrió a su hermano mientras tiraba de la camisa de éste, estaba muy emocionado de poder volver a verlo.

YoonGi había llamado por teléfono y le había dicho que iría para jugar videojuegos con él mientras Seokjin aprovecharía para ir a hacer las compras.

—Lo sé pequeño—SeokJin rió y se sentó en el sillón, el menor aún lo tenía agarrado de su camisa—. Quieres mucho a YoonGi, ¿no?—acarició las mejillas de su hermano menor y éste sonrió.

La respuesta era muy obvia.

—¡Mucho, mucho!—sonrío y, por fin, soltó la fina tela de la camisa de su hermano, Jimin se sentó al lado del mayor y lo miró pensativo—. ¿Eso es malo, hyung?

—Para nada Jiminie—acarició su mejilla nuevamente y le sonrió.

El timbre sonó.

—¡De seguro es YoonGi hyung!—gritó con una gran sonrisa en su cara, de un salto se levantó para correr hasta la puerta y abrirla.

Jimin abrió los ojos a más no poder y con su boca formó una perfecta "o", ¿era real lo que sus ojos estaban viendo o estaba alucinando?

Seokjin sonreía desde el sofá, el pálido ya le había dicho sobre la sorpresa para su hermano y, al parecer a Jimin le había gustado. Aunque la palabra gustar no se comparaba en nada con lo que el pequeño cachorro de omega sentía.

—¿M-me queda b-bien, Jimin-ah?—preguntó nervioso, ¿que haría si no le agradaba? Lo había echo pensando en él ¿entonces, se lo pintaría devuelta de color castaño?

—¡Te queda hermoso, alfa!—chilló emocionado, susurrando la última palabra para que nadie más que el mismo la escuchara, pero por desgracia YoonGi había escuchado perfectamente y se había sonrojado hasta las orejas.

¿Le había dicho alfa? No, tal vez... tal vez su mente le había jugado una mala pasada, de seguro quiso decir otra cosa.

—Te sienta bien ese color mocoso—SeokJin sonrió ampliamente, se levantó del sofá y cerró la puerta que el par de tortolitos había dejado abierta, luego se acercó a YoonGi y le revolvió el pelo ganándose una sonrisita tímida—. Jiminie, ¿me haces un favor?—puchereó tiernamente y el menor asintió efusivamente con la cabeza—. Ve a mi cuarto y tráeme todos los CD's que encuentres por favor.

—Está bien—sonrió y salió corriendo, Seokjin miró a su amigo y suspiró.

—No existen tales CD's, ¿no?—enarcó una ceja con diversión y el mayor río levemente, tampoco era tan mentiroso como para hacerle eso a su pobre hermano.

—Claro que si hombre, solo que son muchos—rió.

Los CD's eran una cantidad excesiva, tenia de todos los géneros habidos y por haber. De repente se puso serio y miró al alfa a los ojos.

—Escúchame Yoon, necesito pedirte un favor, y tiene que ver con Jiminie.

—Soy todo oídos—Yoongi asintuó a sus propias palabras, no podía negarle nada que tuviera que ver con Jimin, su Jiminie.

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El peli-rosa entró a la habitación de su hermano mayor y prendió la luz, miró hacia todos lados y se sorprendió del desastre que había; ropa por todos lados, la cama destendida, revistas de cocina desparramadas por el suelo y una pila de CD's sobre su cama, la mesa de noche y arriba de un estante.

Sin pensarlo dos veses, empezó a ordenar comenzando por juntar todos los discos y apilarlos en el pasillo para después llevarlos cuando bajara, en menos de cinco minutos ya había doblado y guardado la ropa limpia que había en el piso y puesto donde correspondía la ropa sucia, hizo lo mismo con las revistas, luego tendió la cama y se tiró exhausto sobre ésta.

Amaba limpiar su habitación y la cocina, solo su habitación y la cocina, pero la amabilidad y bondad estaban en su ser, no se podía controlar.

Sin duda le diría a su hermano que fuera un poco más cuidadoso con la higiene de su habitación y le preguntaría por qué nunca le había mostrado esas cosas medias raras que tenía en la mesita de noche. Eran de plástico y de distintos colores, tamaños y diseños, se parecían a... ¿unas torres? ¿chupetines?

Solo, no las toques humano.

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—¿Jimin-ah, estás dormido?—habló en voz baja mientras entraba a la habitación de su amigo Seokjin.

YoonGi estaba feliz, sonreía de oreja a oreja, ya se estaba imaginando la carita de felicidad que iba a poner cuando le dijese la bonita noticia. Aunque sabía que también se iba a poner un poquito triste. Ambos, no solo el menor.

Jimin estaba hecho una bolita sobre la gran cama de dos plazas y media recordando las palabras que Taehyung le había dicho hace un par de días.

«¡Me gusta un poco hope hyung, pero Kookie también, Jiminie!»

¿Que querrá haberme dicho TaeTae?—se preguntó el menor—¿que le gusta la... esperanza de su hyung?

Sin dudas Jimin sabía mucho de inglés y era puro como el agua.

—¡Jiminie!—insistió el alfa y a Jimin se le ocurrió una brillante idea.

Fingir estar dormido. ¿Genial, no?

—Oh—rió levemente, apagó la luz y se subió en la cama, si Jimin podía dormir él también lo haría. Se acostó a delante del omega y pegó su frente con la del menor, éste se sonrojó pero gracias a la oscuridad el mayor no lo vió—. Me gustas tanto Jiminie...

Los ojitos del menor se abrieron como platos, sus mejillas y orejas se pintaron de rojo y la curiosidad pudo más que él.

—¿Q-qué sig-significa es-eso, YoonYoon?

Si la cama fuera más pequeña el alfa se habría caído al suelo por el susto que el menor le había dado.

—¡Yoonie! ¿estás bien, hyung?—Jimin se preocupó ya que desde su posición se oía la agitada respiración del más grande. Como éste no contestó Jimin gateo hasta él, se acostó a su lado y liberó su aroma para tranquilizarlo.

YoonGi respiró hondo y pausado el olor proveniente de la persona que más amaba en el mundo y suspiró, ¿que le diría a Jimin ahora?

—No lo sé Jiminie—mintió acariciando la rosada cabellera del menor—, creo que... quiere decir que eres muy bonito—sonrió y besó la frente de Jimin, éste se movió para quedar con su cabeza sobre el pecho del pelimenta y con la mano derecha buscó a tientas la cara de YoonGi, él al darse cuenta de lo que Jimin quería la agarró y la llevó a su mejilla izquierda.

Jimin acarició con la yema de sus dedos la pálida mejilla del alfa hasta que, sin querer, rozó sus finos labios.

—P-perdón hyung—se disculpó apenado apartando la mano de inmediato, pero rió bajito cuando se dio cuenta de algo.

YoonGi se había quedado dormido.
Jimin se acurrucó bien sobre el pecho del alfa y cerró sus ojitos dispuesto a dormir un rato, pero pasados unos segundos abrió los ojos de golpe. ¡Se había olvidado de el besito del buen sueño!, como él había bautizado un día de invierno en la habitación donde el alfa suele quedarse a dormir.

Jimin se sentó en la cama y tanteo la cara del alfa con las manos, otra vez, y cuando la encontró se acercó a la mejilla que hace un rato acariciaba, acercó sus labios a ésta y la besó, luego se acurrucó sobre el pecho del pálido alfa y se dejó caer en los brazos de morfeo.

O más bien, del adormillado alfa que lo abrazó por la cintura.

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¡Hola! ¿Como están?

Espero les haya gustado
el capitulo ♡

Personalmente, es mi libro favorito después de El hijo de los Kim🥺💜

Pregunta random👀:
¿color favorito?