Perdonenme. 😭

TW: Depresión con episodios
psicóticos, chantaje emocional,
familia disfuncional.

Mi nombre es Itoshi Akari, hermana menor de Itoshi Sae y Itoshi Rin.

Juego fútbol desde pequeña, no por pasión, sino porque era el único deporte donde mis padres podrían prestarme algo de atención y verme jugar sin falta, lograron convencer al entrenador de que yo pudiera jugar en el equipo de mis hermanos.

Sae desde pequeño fue alguien talentoso, sin duda, un prodigio en el fútbol.

¿Yo?, yo solo estaba para dar asistencia a mis dos hermanos, a veces ni hacía algo importante apesar de que algo dentro mío anhelaba la sensación de gol, sentir la gloria entre mis brazos.

Tal vez era por mi prematuro egoísmo o por la necesidad de escuchar un "Estamos orgullosos de ti, hija" de parte de mis padres.

Mis padres fueron la base de mis problemas actuales, ¿Has imaginado ser el cero a la izquierda de tu familia?, nunca fui la preferida de mi madre o de mi padre, siempre me mantuvo con la idea de qué fui la hija no deseada, el error de la familia Itoshi.

Mi casa no era un hogar, tan solo era un lugar donde yo podía dormir, comer y ver la TV, en donde yo tenía mi propia habitación pero jamás se sintió cómo un hogar.

Al contrario, todo era frío para mí, nunca sentí la calidez de mis padres, tener que llorar sola, celebrar sola, decaer y levantarme totalmente sola, nunca tuve una infancia de la cuál poder presumir a diferencia de Rin o de Sae, quienes eran el orgullo de mis padres, me llena de rabia cuando alguien me decía lo suertuda que era por tener una familia tan unida, ser la hermana del prodigio japonés debe ser tan genial.

¡No!, ¡Odio ser la sombra de Sae!, ¡Detesto ser comparada con Rin!

Mis lágrimas siempre se asoman al escuchar las comparaciones con mis hermanos, mi maldita mente me tortura cada segundo de mi maldita vida, de mi asquerosa e insignificante vida, en busca de darle sentido, tuvo que dedicarme al cien al fútbol, para mostrar que yo no era solamente una simple sombra.

Toda palabra hiriente que me decían, las guardaba en mi corazón, me las tomaba apecho aunque fueran una simple broma, lo hacía para mejorar y que nadie pudiera volver a usar eso para burlarse o molestarme, yo soy alguien fuerte.

Espera, ¿Acabo de llamarme fuerte?

Claro qué no lo soy, tengo solo dieciséis años y estoy pasando por cosas que ni siquiera mis padres se imaginan.
Odio a mi familia, me odio a mí misma.

Los odio a todos, son unos hipócritas.

¿Me pides ayudar para derrotar a Sae?, ¡Claro, luego Siéntete jodidamente solo!

Mi amor nunca fue lo suficiente, ¿Verdad, Rin?

Intente dar lo mejor de mí para ti, vi películas de terror, jugaba cosas que no me gustaban, empecé a esforzarme aun más por ti, para reemplazar el vacío que dejo Sae al irse.

Pero nunca fue suficiente, nunca fui suficiente.

Dí todo tan solo por una pizca de tu amor fraternal y no me diste ni una sola migaja, tan solo me destruiste cuando tuviste oportunidad.

Sae, ni siquiera voy a mencionarte. Eres el peor hermano mayor del planeta, te odio con todo mi corazón, con todo mi ser.

Estando sola gran parte de mi infancia y ahora adolescencia, yo debía ser mi propio padre, mi propia madre y mi propia hermana ideal, ser mi propia heroína.

Nadie me salvaría si caía en la depresión, aquello me quedo tan claro cuando pasó aquel incidente, no había soportado ni un segundo más estar con vida y decidí acabar con mi vida.

Aquello no resulto, cuando desperté en el hospital, mis padres estaban más preocupados por el que dirán que por mí, sí, me castigaron.

Entonces decidí darme la mano a mí misma, mostrarme con firmeza ante los demás. Nadie me volvería a lastimar cómo lo hizo mi familia

Pero yo tan solo tenía trece años, escuchenme bien.

Trece años.

Tuve que forzarme a actuar de una forma más madura, que no me importaba nada ni nadie cuando era todo lo contrario, solo era una niña

Solo soy una niña.

Una niña fanática del control, una ganadora en cada deporte que practicaba, llena de mérito y un cuello lleno medallas, un estante lleno de trofeos.

Pero ninguno llenaba el vacío que había dentro mio, ninguno llamaba la atención de mis padres, nada llamaba la atención de mi familia.

¿Por qué nunca estuvieron satisfechos conmigo?

En la calle me tomabas de la mano, cómo si fuese un simple muñeco al cual quieres presumir, cómo si fueses un buen cuidador.

Sonreías conmigo, pretendías ser una buena madre, alguien ejemplar que amaba sus hijos por igual.

Tan solo mira a papá, un hombre trabajador, bastante amable con los demás. Un hipócrita total, es un egoísta por excelencia que tan solo quiere su propia felicidad, si él no pudo hacer algo, yo tendría que hacerlo.

Sí o sí.

Los Itoshi somos la familia perfecta.

Mi nombre es Itoshi Akari, me odio a mí misma, odio todo lo que hago y lo que haré, odio mi propia debilidad y odio mis fortalezas, odio no sentirme protegida.

Odio no conocer al amor paternal, odio no tener una familia estable.

Odio mi inutilidad, odio mi cuerpo, odio mi mentalidad, odio todo acerca de mí.

Detesto no ser suficientemente buena, aborrezco tener que lastimarme a mi misma para sentirme conforme con algo que hago.

La gente siempre me hizo creer que yo no merecía nada y terminé creyendo sus palabras, caí en un abismo donde mi sufrimiento no tiene palabras que lo describan.

Mi tortura es mi propia mente, mis propios pensamientos y recuerdos que me atormentan cada vez que no me siento capaz de algo, la inutilidad de mi cuerpo al sentir miedo, al sentirme vacía.

Mi nombre es...¿Cuál es mi nombre?, ¿Quién soy?

Realmente..¿Quién soy?

¿Itoshi Akari o La sombra del prodigio japonés?

Ambas somos realmente diferentes pero una se consume a la otra.

Me estoy perdiendo, perdí mi propia cabeza mientras me siento enjaulada.

Nada de lo qué hago es suficiente, nada de lo que hice fue suficiente y nada de lo que haré será suficiente.

¿Dónde estoy ahora mismo?

¿Es una pesadilla o es la realidad?, ¿Qué es lo que quiero?, ¿Qué es lo que deseo?

¿Qué es lo que anhelo?

Extiendo la mano, mientras me ahogó entre mi propio sufrimiento, en busca de alguien que me ayude.

Alguien me la dio, lanzándose al lago donde estoy, sus brazos me sostienen y llevan hacia la superficie.

Al abrir mis ojos, tan solo veo sus ojos azules, sus cabellos rubios y puntas azules, aquel tatuaje en su mano que llega hasta su cuello.

Las manos de Kaiser me sostienen, mientras su mirada absorbe la mía, su cuerpo se apega al mío mientras sus labios devoran mi interior.

Mi decadencia es tal qué ya no se si miente, ya no sé si Kaiser dice la verdad.

⸻Michael, ¿Eres tú? ⸻ Pregunté.

⸻Soy yo, cariño. Ya estoy aquí, soy el único que ha venido a salvarte. ⸻ Susurró él.

Mi vista empezo a nublarse mientras unas cadenas se adhieren a mi cuello, cortando mi respiración, cortando mi poca libertad.

Los brazos de Kaiser me soltaron, dejando que yo me vuelva a hundir, sin embargo, bajo conmigo. Volvió a abrazarme entre sus fuertes brazos

No hay calidez, hace frío entre ellos.

Pero él es el único que vino a salvarme, es el único que se lanzo hacia mí...

Michael Kaiser, ¿Vas a salvarme?

¿Por qué tus brazos son tan fríos?, ¿Por qué me estás ahogando?

¿Acaso planeas sufrir conmigo también?

⸻Pequeña Itoshi, yo soy el único que se ha dignado a cargar con tu sufrimiento también, ¿Crees que alguien más haría lo mismo?

Su voz se escucha tan cerca, justamente en mi oído mientras mis brazos empiezan a abrirse lentamente, dándole la bienvenida a mi corazón.

Me aferre a Michael, mientras empezaba a llorar.

⸻Gracias, Michael. ⸻ Le agradecí con toda mi alma.

El sonrió mientras correspondía mi abrazo.

Ahora soy de Michael Kaiser.