“ Presa y depredador. ”

Akari carraspeo su garganta mientras su mirada se dirigía nuevamente hacia Hoshi, ambas estaban acorraladas, otra vez.

El primer tiempo está a punto de finalizar y el segundo gol para tomar la ventaja del transcurso del partido estaba en juego.

La Itoshi no lo entiende, este tipo de juego es algo complicado. Es complejo y para contrarrestar una formación así, dos personas no son suficientes...

︈─ ¿Qué pasa?, ¿Sé te ha acabado tú momentito de gloria, pelirroja? ︈─ mencionó con tono burlón la de ojos verdes.

︈─ Los japoneses siempre terminan siendo lo mismo, se llenan la boca con triunfo y solo les espera la miseria. ︈─ Continuaron las burlas.

︈─ ¿Tú no eres la hermana de Itoshi Sae?, eso explica a dónde tan patética. ︈─ Un tic apareció en el ojo de la Itoshi.

Tomó aire mientras intentaba buscar la más mínima oportunidad para tomar el balón pero cuatro casi encima suyo no le parecía muy fácil.

︈︈Antes de qué Akari pudiera moverse un pie la hizo caer, y un gol fue anotado por María Luna.

︈─ Después de todo, solo eres marketing. Igual qué tú pobre hermanito mayor.

Akari levantó su mirada, los ojos de María se quedarían grabados en su mente desde el día de hoy.

« Igual qué tu pobre hermanito mayor »

Igual qué tu hermano.

« IGUAL QUÉ TÚ HERMANO »

Akari se puso de pie con lentitud, limpió la tierra de su uniforme y escuchó el anuncio que el primer tiempo finalizó, por ende habría  uncorto descanso de dos minutos.

Caminó hacia su banca y se sentó, tomando una toalla para secar su sudor, cubriendo su rostro.

Nuevamente esa voz en su cabeza repetía lo mismo hasta generar un dolor de cabeza. Todo se volvía tan incómodo qué sentía su aliento perderse entre la brisa de la noche.

Quizás ese era su problema. No aceptar qué todavía no supera a Sae y mantenerse aferrada cuándo él da jamás ha dado ni la más mínima señal de haber cambiado, aún así cuándo ella misma se esté atrapando en una burbuja.

Sae era su..problema.

Ella quitó la toalla de su rostro, manteniendo su mirada algo perdida. Ha pasado ya mucho tiempo, ¿por qué se aferra a él?

¿Por qué ella...

¿Por qué ella se está agobiando por algo qué dijo una persona qué no es relevante?

Aquí hay dos roles muy específicos, la presa y el depredador.

Cuándo el gato se ausenta, el ratón se cree el dueño de la casa. Y ahí estaba el verdadero problema, Akari se levantó para tronar sus dedos.

Ella nunca volverá a ser indefensa, no es la presa y nunca será el aperitivo de una persona aprovechada.

︈─ Creo qué puedo agradecerle a mis dos hombres por los consejos de depredador. ︈─ Ella movió su cabeza mientras una sonrisa picarona aparece en sus labios.

Shoei Barou y Ryusei Shidou sabían cómo dar influencia sobre una perspectiva muy diferente en la cancha.

Se puso de pie con normalidad, tomó un sorbo de agua y lo escupió en el balde, caminó con tranquilidad hacia la cancha.

« Si ellos te ven con una sonrisa en el rostro después de creer qué te acabarón, se molestarán más de lo qué crees. »

« Y recuérdalo bien, no hay mejor depredador qué aquél ataca en silencio. »

Akari tomó el balón bajo su pie y al mismo ritmo del silbato, lo hizo volar al aire.

︈─ Akari-san, el balón..!

︈─ Tú solo mírame bien, Hoshi. ︈─ Akari se impulsó.

La cancha volvió a ser un simple tablero de ajedrez mientras los peones se mueven en busca de devorarle.

El balón cayó en su talón, lo pasó al frente con facilidad. Empezando con un regate, un par de fintas y un deslizamiento fueron suficientes para pasar a la primera línea defensiva.

Sus ojos se deslizaron por toda línea de apertura qué podía encontrar, a su alrededor solo habían números, números y más números.

Analizaba cada paso qué daba todo aquel qué estuviese en la cancha, calculando hasta tener de resultado la jugada de cada una de sus oponentes.

︈Akari saltó de la primera ofensiva, esquivó con un amague a la segunda y a la tercera la pasó por debajo en una simple brecha.

︈─ Qué destrucción tan...︈─ Hoshi miró con gran asombro la espalda de su compañera y capitana

︈─ ¡No la dejen anotar! ︈─ Grito la voz del Real.

︈Akari miró la apertura perfecta en el arco, analizando la estatura de la portera qué eran aproximadamente 1.86

María se atravesó en su camino pero fue muy tarde, su chute giratorio desde ángulo vertical anotó.

︈︈Los ojos verdosos de la española miraron con sorpresa la espalda de la japonesa, y maldijo.

︈─ ¿Qué pasa, luna?, ¿Te asusta las habilidades del “puro marketing”? ︈─ Akari caminó hacia ella.

Ambas se miraron a los ojos, creando silencio entre las participantes.

︈─ Mientras más hablas, más me regocijaré al ganarte. ︈─ Respondió la española.

︈─ Sí el original no pudo contra mí, ¿qué le espera a una simple copia cómo tú?, sí no puedes llenar las expectativas, mejor no traigas el vaso. ︈─ La pelirroja sonríe de forma burlona mientras alza sus cejas.

Su ego se desbordó al ver a la pelirubia ponerse roja de la ira, alzó su mano con intención de iniciar una pelea pero fue detenida por sus compañeras.

︈─ Ups, creo qué te alteré.︈─ Akari le guiño el ojo y se fue a celebrar su gol con su compañera.

La Itoshi recordó porque está aquí, vino a aplastar al Real Madrid, vino a demostrarle a todos aquellos qué la subestimaron, por aquellos qué se aprovecharon de su debilidad.

Ella ya no es héroe, ella es una villana. Los viene a devorar, viene a destrozar cada sueño de cualquier equipo.

El segundo tiempo inicia, ahora todas yendo en serio.

Luna inicia con un pase hacia su compañera del lateral izquierdo.

︈Alrededor de Akari aparecen tantos números, mientras sus jugadas qué en un inicio se veían tan complejas, ahora se ven tan sencillas.

Akari robó el balón con un regate tan monstruoso, hizo un pase hacia Hoshi quién se deslizó pasando la línea de defensa. Nuevamente la rubia de apellido luna apareció para interceptar a Hoshi robando el balón y dando un tiro directo hacia una compañera.

Akari siguió el movimiento y cuándo aquel tiro directo se dirigía hacia la portería.

La pelirroja apareció con un salto, bloqueando ese tiro con su pecho.

︈─ Esa es...la defenda de Aiku. ︈─ Ginevra miró con asombro el partido

Al parecer, la japonesa se puso seria. La chica apretó sus labios mientras sus ojos brillaban de emoción.

No podía esperar enfrentarse a la pelirroja y qué ambas vayan en serio para saber quién es la mejor entre ambas.

Al parecer la Itoshi no dejaba de avanzar cada vez más rápido, y Ginevra no se quedaría atrás.

Ella aún recuerda la primera mirada qué Akari le dedicó, tan cansada.

Flashback.

Ginevra miró a una chica estar en una camilla de aquella enfermería, tenía ciertos raspados en su rostro.

Cuándo aquella flor se abrió, la Italiana admiró aquél centro de color turquesa tan apagado qué se dirigió a sus ojos marrones.

Ambas flores se miraron directamente, mientras la marchitada no entendía porque una flor tan bien cuidada se encontraba admirando sus pétalos arruinados y rotos.

︈─ ¿Quién demonios son? ︈─ Preguntó la flor herida, a la defensiva. No quería qué le arrancarán sus últimos pétalos.

︈─ Mi nombre es Ginevra, me encanta tu forma de jugar. ¡Eres tan genial, pareces un bleyblade girando por todos esos tontos! ︈─ La dulce voz de aquella flor la tomó por sorpresa.

Ambas se miraron a los ojos nuevamente, mientras la herida se levanta, la sana la ayuda a levantarse y a caminar juntas.

Se sentía cómo un nuevo comienzo, cómo si el dueño del jardín la vió tan herida qué decidió poner a la flor más hermosa de todas para que le diese de su fulgor.

C

ómo si de su brillo, pudiese contagiarle su hermosura apesar de sus pétalos heridos qué no dejaban de sangrar y despedazarse cada día más.

Ginevra miró aquel brillo y fulgor que se habían esfumado hasta desaparecer hasta solo quedar una flor seca y marchita llena de heridas.

Los brazos de la Italiana rodearon el cuerpo de la Japonesa quién lloraba desesperada, sin una razón por continuar porqué su vida solo iba de mal en peor.

Pero aquél sentimiento tan contagioso cómo lo era el amor las alcanzó a ambas cuándo volvieron a verse a los ojos, sintiendo el brillo que crecía dentro de su pecho.

Aquél abrazo qué lo significa todo sin la necesidad de conversar.

Aquellas ojos qué dicen todo lo que sus palabras no pueden expresar.

︈─ Sí yo aceptará los sentimientos de Lorenzo, sería traicionar a Ginevra...pero sí no lo hago, me estoy traicionando a mí misma.

︈─ ¿Ginevra es más importante qué yo, Kari-chan?

︈─....Sí, ella es más... importante que tú.