Justo cuando Sabina y Sandro llegan al carrito donde vendían mariscos, el celular de la australiana suena indicando que sus padres la estaban llamando -quién es?- pregunta Tonali.

-Son mis padres, veré que quieren- Tonali la mira con cara de pocos amigos -relájate, solo tomará unos minutos- rueda los ojos para poder atender la llamada.

Los padres de la futbolista le piden a su hija que vigile a de su hermana menor, pues les preocupaba que algo le fuera a pasar -si mamá, cuenta con ello- y finaliza la llamada.

El italiano la observa esperando respuestas -todo bien?

Sabina suspira -es mi hermana Edinna, mis papás quieren que la ande vigilando.

-Pues qué está haciendo?

-Estaba saliendo con unos amigos, me imagino que aún no llega a casa, será mejor que revise lo que está haciendo- la rubia rastrea el celular de su hermana para encontrarla más rápido -no está lejos de aquí. Sandro, podemos retomar lo de la "cita" para otro día? Tengo asuntos pendientes con Edinna.

Tonali alza una ceja -oh no, piensas deshacerte de mi así de fácil? Te voy a acompañar- niega insistente.

Esta frunce los labios -bien, pero no hagas demasiado ruido. Planeo espiarla por unos instantes y después regañarla- advierte y los atletas se van en busca de la hermana menor de Sabina.

Llegan a un parque el cual se veía bastante solitario a excepción de un grupito que estaban conviviendo en la resbaladilla. La australiana logró identificar a su hermana fijándose que sus amigos estaban haciendo cosas sospechosas.

Se acercaban más y más pues quería estar segura de si su hermana estaba siendo partícipe de cierto acto -te van a descubrir!- Sandro descifró todo.

-Es mi hermana!! No puedo permitir que esté haciendo drogas!!- susurra lo más bajo guardando su coraje.

-Tenemos una perfecta vista, alcanzo a ver todo. Tampoco queremos que ella huya- razona el italiano.

Eso hace que la futbolista se relaje un poco quedándoselos quieta observando de Edinna por unos minutos más, hasta que el pie de Sabina hace crujir una rama llamando la atención del grupito.

El instinto de la australiana para no ser descubierta es tomar el rostro de Sandro y besarlo profundamente para causar que el grupito se sienta incómodo ante el afecto romántico. Del otro lado, Tonali no se esperaba la reacción de D'Arcy, le siguió el beso por alguna extraña razón de sentirse relajado, cómodo y feliz.

Cuando Sabina sintió los brazos del mediocampista abrazarla por la cintura, la australiana voltea en dirección al parque donde Edinna estaba a punto de irse, por lo que Sabina se separa de golpe de Tonali para ir tras su hermana -Edinna D'Arcy!!! Qué mierdas estás haciendo?!- desea saber furiosa.

La recién mencionada se espanta, echándose a correr a cualquier dirección lejos de su hermana mayor. Esto hace que Sabina salga tras ella, y si no fuera por Sandro que también ayudó a atrapar a Edinna, hubiera escapado con facilidad -vaya! Aún siendo profesional necesitaste ayuda de tu noviecito- se burla la menor de las D'Arcy.

-Él no es mi novio- niega Sabina.

-De verdad? Pues los vi comiendo en el parque.

-No quieres desviar el tema- apunta un dedo a ella -qué diablos te pasa al andar haciendo esas cosas tan desagradables??!!- regaña.

Edinna la asesina con la mirada -a ti qué te importa?! Como si alguna vez lo hice!

Sabina rueda los ojos -mamá y papá me pidieron que te vigilara porque aún no llegabas a casa. Solo espera a que les diga las pendejadas que estabas haciendo.

-Ni se te ocurra... quieres pedirle a tu novio que me suelte?!- decía intentando deshacerse del agarre de Sandro.

El italiano sonríe -más quisiera Sabina ser mi chica- aprovecha para burlarse.

-No ahora, Tonali- regaña la rubia -Edinna, cómo es posible que me salgas con estas cosas?! Le tengo que decir a nuestros papás.

-Por favor no, Sab- Edinna era la única que la llamaba "Sab" -prometo no volver a hacerlo- ruega con una lágrima a punto de salir.

Le dolía ver a su hermana de este modo -no me puedes garantizarlo- termina diciendo.

Los ojos de Edinna se cristalizan -Sabina, te lo prometo- la toma de la mano como puede.

Buscó el apoyo de Tonali quien con la mirada indicó que le diera una segunda oportunidad, ella confiaría en el italiano -primera y última vez que lo haces. Si te vuelvo a descubrir, vas directo a rehabilitación, entendido!!??- condiciona.

Edinna sonríe -te lo prometo, Sab. Al igual que prometo ser mejor hermana- Sandro deja ir de ella provocando que vaya y abrace a su hermana mayor.

Minutos después, el jugador del Milán las lleva hasta su casa, finalizando la noche con una hora de 11:27 pm. Edinna primero ingresa a la casa para dejar solos a los atletas para conversar.

-Lo siento por arrastrarte a mis problemas familiares- ofrece Sabina una disculpa.

Tonali le regala una leve sonrisa -no te preocupes, no iba a dejarte sola ni aunque me lo pidieras- confiesa.

Sabina desvía la mirada -acerca de la apuesta...

-Déjalo así, Sab- la llama por su apodo extrañando a la australiana -me la pasé muy agradable contigo- revela.

Aquello hace sentir algo por dentro de Sandro, no estaba seguro de lo que era, ni tampoco quería descubrirlo por temor -gracias por todo, Sandro- se despide la rubia entrando a su casa.