Sabina camina sin rumbo alguno para despejarse de su vida e intentar relajarse. De verdad que estaba considerando el irse al Inter de Milan para poder quedarse en Italia y quizá por ese alguien más.

No iba a negar que le seguía gustando Alessandro y la única razón por la que se quedaba era por él. Estaba dispuesta a irse con el rival por amor y comenzar lo que dejó pendiente con el. La llegada de Bastoni había abierto muchas puertas para la australiana.

Justamente se detuvo en el parque sentada en el columpio sintiendo la pequeña brisa que le daba el aire hasta que su silencio es interrumpido -sabía que te encontraría aquí- esa voz tan grave y al mismo tiempo energética que reconocía a cualquier distancia.

-Tonali, qué haces aquí?- saluda preguntando.

Sandro se sienta en el otro columpio que estaba a un lado del de Sabina -te he estado buscando en tu casa y Edinna me dijo que saliste a caminar sin dirección concreta.

-Y cómo me encontraste?- desea saber.

-Milán no es una ciudad tan grande- Tonali oculta el hecho de que intuía encontrarla en este mismo parque donde compartieron su primer beso.

-Meh, tienes razón.

El italiano no sabía cómo comenzar una conversación con ella. Era la primera vez que no le hablaba para molestarla o burlarse de ella -está todo bien?- decide comenzar de esta manera.

La rubia lo voltea a ver extraño -acaso te importo?!- pregunta bromeando.

Juega con sus dedos -cuando planeabas decirme que te vas al Inter?- por fin se atreve a cuestionarla.

El pulso de Sabina se detiene, cómo se había enterado -de dónde...?

-Te escuché que hablabas con Amaiur ayer- interrumpe serio.

Los nervios comienzan a consumirla -yo... aún no está decidido...

-Por qué?- insiste Sandro -de todos los equipos de Italia que existen eliges el rival?!- cabe resaltar que Tonali es muy hincha del AC Milan desde que era pequeño.

De esto temía la australiana -no hay otro equipo que me quiera, Tonali- se defiende -el AC Milán ya no me quiere.

-Eso es mentira!

-Habrá un cambio en la directiva en el equipo de las mujeres- desvela -y los rumores apuntan a que se haga una limpia de casi todo el equipo.

Sandro desconocía de aquello -mierda... yo no sabía.

Sabina se encoge de hombros -yo solo busco quedarme en Milán pero veo que si lo hago, te va a afectar?- duda.

-Solo no quiero ver que los fans del Milán te coman viva y te hagan la vida miserable. Para eso estoy yo- ignora lo que siente.

Esto le provoca sacar una sonrisa a la rubia -basta de hablar de fútbol!!- desvía -mejor háblame de lo que te traes con Amaiur!!- la curiosidad la mataba al querer saber de la relación entre la española y el italiano.

Tonali suelta un suspiro -no es nada, solo han sido un par de salidas- le oculta el hecho de que quizá ya sean pareja ya que ni él mismo sabía la posición en la que se encontraba su relación con Amaiur. Y añadiendo que quizá no quería estar en una relación con la española porque quería a alguien más

Fue gracias a toda esta conversación y el hecho de que Sabina se vaya del Milán que hizo a Sandro por fin aceptar que quizá si sienta algo por la futbolista. Estaba claro que intentaba olvidarse de lo absurdo que era el gustarle a Sabina con ayuda de Amaiur, pero disfrutaba molestar a Sabina.

Le llamaba la atención el verla fruncir el ceño a cada tontería que Tonali le hacía. Sus bufidos y gestos de frustración se le hacían tiernos y lindos. La simple presencia de Sabina D'Arcy se convirtió en algo que Sandro disfrutaba con una enorme sonrisa en su rostro.

Basta de ocultar, negar e ignorar lo que en realidad siento por Sabina, se decía Sandro en su mente.

Llegó la hora de por fin liberar todo lo que traía dentro.

-Ah ya veo- Sabina comenta -tienes miedo que no le gustes.

-No- responde en seco -no estoy interesado en ella.

Sabina se extraña por la respuesta -acaso hay otra chica? No me sorprendería. Eres coqueto con cualquiera.

-Tienes razón. Hay otra chica- inicia Tonali -pero dudo que le guste.

-Por qué?- desea saber.

Decide bromear un poco para no oírse serio -siempre me llama por mi apellido- detalla.

La australiana lo mira sin creerle -que exagerado eres, Tonali- el mismo italiano desvía la mirada nervioso. Mientras que Sabina se da cuenta de lo que acaba de pasar. Sandro Tonali le había dicho que ella era la chica de la que hablaba -hablas de mi?!- se sorprende completamente desprevenida.

-Eres tú- reafirma Sandro.

La mente de Sabina se puso en blanco. No encontraba cómo reaccionar ante la confesión de Tonali, más bien no la esperaba, a pesar de que sus amigos le hayan dicho que estaba la posibilidad de que Sandro sintiera algo por ella. Cosa que ignoró por la actitud y el enorme ego que tenía el italiano.

-No me lo esperaba...- revela.

-Siempre has sido tú- insiste.

Sabina se sonroja -Tonali, yo...

-No quiero influir en tu decisión en cuanto tu siguiente club o algo así- ambos se miran a los ojos -era algo que tenía que haber dicho desde hace mucho tiempo y también merece saber- confiesa.

Lamentablemente esto solo complica aún más las cosas.