La rubia seguía muy indecisa en su futuro refiriéndose a su posible nuevo equipo. No tenía seguro a donde se quería ir a pesar de que su mamá le estaba aconsejando ciertos clubes que buscaban de sus servicios.

Estaba a punto de estallar del estrés sino fuera por un mensaje que le llegó a su celular. Sonríe al ver de quien era y le pide que se vean en el parque. Sabina se alista muy emocionada para ir a ver a Alessandro.

Es el italiano quien llegó primero y al ver a su vieja amiga, se le es imposible no sentirse nervioso y al mismo tiempo entusiasmado -no pensé que estarías disponible para mi- bromea.

-De qué hablas?

-Tienes ya varias amigas- señala una foto de la vez que se reunió con Lizbeth, Edinna y Amaiur.

Sabina ríe -tienes razón. Corriste con suerte que en mi agenda marcaba que estaba libre- le sigue el juego.

Ambos comienzan a caminar por el parque poniéndose al corriente con sus vidas hasta llegar al tema de relaciones. Ninguno de los dos estaba listo para hablar de ello, o enterarse de si estaban en una relación que no fuera entre ellos.

-Estás con alguien en estos momentos?- Alessandro dio el primer paso.

Esto provoca que la australiana trague saliva -no, estoy soltera. De hecho, no me ha interesado iniciar algo con alguien.

-Oh...- dice caído el italiano -no estás pensando en esas cosas- reafirma.

-Digo! No le he prestado atención por estar enfocada en mi carrera futbolística- rescata.

Alessandro sonríe -ahh! Ya entendí.

La atleta juega con sus dedos -y qué hay de ti?

El italiano plantea su respuesta -siendo sinceros, es imposible buscar a alguien que llene el vacío que dejaste en mi vida.

La fuerte confesión hace temblar a la australiana pues no se esperaba que Alessandro aún siguiera con aquellos sentimientos luego de años sin verse -Alessandro... yo...

-Entiendo que estás ocupada con tu carrera profesional y todo pero si...

-Alessandro- lo interrumpe -en estos momentos no sé si pueda estar contigo- deja en claro antes de llegar lejos.

Bastoni la mira detalladamente -de qué hablas?

Suelta un fuerte suspiro -la directiva del Milan planea hacer una limpia de todo el equipo, por lo que mi futuro en Italia es incierto- da a conocer.

Alessandro no iba a permitir que apenas que él llega, Sabina se iba a ir -buscaré la manera de que te quedes en Milán.

-Awww, Alessandro. Aprecio el esfuerzo pero dudo que alguien me quiera en Italia...

-Podrías fichar con el Inter- sugiere dejando boquiabierta a la rubia -oí que las chicas buscan a alguien de tu posición. Qué dices?

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Amaiur decidió invitar a Sandro a una caminata para poder tener una excusa para pasar más tiempo con él ya que quería quitarse ciertas ideas de su cabeza que solo la atormentaban cada vez más.

Sandro aceptó por ser amable y por curiosidad que le provocaba la española -me agrada volver a verte- dice coqueto.

La castaña ríe -puedo decir lo mismo.

-Cuánto tiempo planeas quedarte aquí en Milán?- desea saber.

-Un par de semanas más. Estoy aquí de vacaciones- explica.

Tonali sonríe -espero que te quedes más tiempo, eres interesante y me gustaría descubrir más de ti- incita.

De repente la mente de Amaiur juega con ella -de verdad?- pregunta insegura.

El Italiano carraspea -pues claro, no me crees?

-No, no es eso- intenta explicar -es solo que no pensé que estuvieras interesado en mi de esa manera.

-Y por qué no?- dice pícaro.

Amaiur recuerda la peculiar relación de Sandro con Sabina -Sabina y tu se tratan especial que se puede deducir que te sientes atraído por ella.

Las emociones de Tonali se mezclan haciendo imposible identificar lo que estaba sintiendo en estos momentos -ya te lo dije, D'Arcy se muere por ser mi pareja- esquiva sus sentimientos.

-Edinna mencionó que compartieron un largo beso- se le escapa decir haciendo que Sandro se congele.

Oh si, aquel beso del que Sandro no paraba de pensar y a pesar de ello, se negaba a admitir que le gustó demasiado -era para que Edinna no nos descubriera que la estábamos espiando. Además si supieras la historia completa, fue la misma D'Arcy que se le ocurrió la idea de besarme, me pregunto por qué- responde burlón.

-Entonces no sientes nada por la australiana?- pregunta de una vez por todas.

Decide ignorar una vez más sus sentimientos -nope, quizá porque ha llegado alguien que me ha atrapado- coquetea a la española.

Amaiur se sonroja -eres cautivador, Sandro.

-Lo sé, es mi esencia- presume.

-Mmmh hehe, también me gustas, Sandro- confiesa tímida.

-Solo espero que Brahim no me mate por intentar salir contigo- se preocupa bromeando.

La española ríe -me aseguraré que no intervenga entre nosotros- poco a poco acortan la distancia para terminar besándose en los labios.

Sandro no lo iba a negar, Amaiur Díaz era una chica guapa para ojos de cualquiera y le atraía bastante. Quizá por fin haya encontrado a una chica con la que pueda convivir sin estar discutiendo o peleando todo el tiempo. Pero eso no quiere decir que no disfrutase hacerlo.

Amaiur tenía razón al llamar su relación con la australiana como algo peculiar, eso y sumando el supuesto comentario de Brahim de la pequeña probabilidad del italiano de sentir algo por Sabina. Aún así, Sandro no quería aún confrontar aquello.