🔒[1.3] there's still time
Tal como prometió Amaiur, al siguiente día fue con Sandro a su casa para poder revelarle todo lo acontecido anoche. Ya no podía esperar más. Era por el bien de ambos.
Sandro la recibe con una sonrisa —te esperaba para salir juntos al centro comercia— comenta amable.
Amaiur jugaba con sus manos nerviosa —de hecho, Sandro, hay algo de lo que te tengo que decir...
El italiano se estremeció al escuchar la voz seria de la española. Intuía que tendría que ver con ellos, su relación. Algo en lo que Sandro, a decir verdad, ya no se sentía cómodo al respecto. Quería estar con Sabina, se veía en la necesidad de luchar por ella, debía encontrar la forma de que se quedara en Milán, más específico, en el AC Milan. Pese a que el pelinegro ya le había dicho cómo se sentía y Sabina ignoró aquello, sentía que algo aún no cuadraba del todo.
La última vez que Sabina y Sandro hablaron fue precisamente el día que el italiano le confesó su amor. Él mismo le dijo también que no quería que esto influyera en la decisión de la australiana sumando que necesitaba sacarlo. También se acuerda que ella se había sonrojado al conocer la verdad, desvió la mirada apenada y jugaba con sus piernas colgadas en el columpio. Esas reacciones podrían indicar que se encontraba sorprendida y confundida al mismo tiempo. Sandro puso en juego lo que Sabina sentía realmente por él.
Desafortunadamente ninguno de los dos tuvieron la oportunidad de hablar hasta que Tonali se enteró por medio de Amaiur que Sabina había tenido claro que Alessandro era el chico por el que su corazón latía, no Sandro. Aquello le dolió, tanto que lo cegó por completo para iniciar una relación con Amaiur en un intento de olvidarse de D'Arcy, cosa en la que fracasó.
Y ahora que pensaba con claridad analizando detalle a detalle lo que habían pasado esos días, consiente de algunas declaraciones por parte de sus amigos como "ella no mira a Alessandro de la misma manera que te mira" o "Sabina siempre se le escapa una sonrisa cada que hablamos o ella habla de ti", definitivamente había algo que no cuadraba bien.
—Antes de que hables, te puedo preguntar algo?— interrumpe Sandro cerrando la puerta por detrás suyo. Amaiur asiente —de donde escuchaste que Sabina quería estar con Alessandro?— pregunta dudoso.
La española desvía la mirada —de eso he venido a hablar— inicia —te mentí, ese día te mentí. Malinterpreté lo que escuché decir a Liz con respecto a Sabina y lo hice por el simple hecho de iniciar algo contigo porque...— se detiene para agarrar aire y poder confesar lo siguiente —tenía miedo de que mi orientación sexual saliera sin mi permiso.
Esto sorprendió demasiado a Sandro, la verdad que no esperaba que el discurso fuera de esta manera —Amaiur...
—Sé que fui una egoísta e interferí en tu final feliz que mereces con Sabina, pero en realidad tenía miedo de salir del closet. Aún no me encontraba preparada para hacerlo, por lo que creí que mi leve atracción por ti se terminaría de formar al momento de ser tu pareja. Estaba equivocada y sólo estropeé todo. Lo siento tanto.
El instinto de Sandro es abrazarla por los hombros y acercarla a su pecho —eso fue muy valiente, el confesarme tus preferencias. Te agradezco por tenerme esa confianza— esto inspiró también a Tonali de revelar la razón por la que inició algo con la española y al término pidió disculpas.
Al terminar de escuchar su confesión, Amaiur sonríe —no tienes porqué disculparte, Sandro. Me alegro que ambos hayamos arreglado todo esto.
Los dos se separan.
—Espero que encuentres a esa persona que sí te valore y te quiera como mereces— dice el pelinegro.
—Gracias por no enfadarte conmigo— agradece —es por ello que te ayudaré a recuperar a Sabina— accede.
Tonali se pone cabizbajo —creo que es demasiado tarde. Sabina se fue de vacaciones con Bastoni y de seguro ya hizo su fichaje con el maldito Inter, sólo hace falta el anuncio que llegará dentro de unos días— revela desanimado.
—Me parece que no estás del todo correcto— intuye Amaiur ganándose una mirada curiosa por parte del italiano —Edinna me ha comentado que la verdadera razón por la que Sabina aún no ha iniciado negociaciones con el Inter es porque tu has influido bastante en ella.
—De verdad...?— Sandro se ilusiona.
—Así es. Sabina definitivamente tiene sentimientos románticos por ti. Pero ella nos vio en nuestra doble cita con Liz y Brahim, acabando con sus esperanzas y buscando reconcilio con el otro tipo.
Ese era el elemento que faltaba!! Tonali había roto accidentalmente el corazón de Sabina D'Arcy.
—Mierda! Me siento terrible...
—Es mi culpa, Sandro. No debí mentirte. Asumo toda la responsabilidad.
Sandro suelta un suspiro —está bien, eso tiene que quedar en el pasado— desvía —pero merece saber la verdad. Maldita sea! Pero ella sigue en Ibiza...
—Nope, justamente hoy ha regresado y lo que Edinna me comenta es que mañana irán a comenzar los trámites del traspaso al Inter.
—QUÉ?! Pero si me dijiste que no quería ir!!— pierde la paciencia.
Amaiur busca calmar al italiano —te pido que te calmes, Sandro. Aún hay tiempo— rescata —Edinna me dijo que su hermana está en casa descansando del viaje. Yo digo que te presentes y le reveles absolutamente todo.
—Si!— afirma con rapidez tomando las llaves de su auto y cartera. Una vez que se detiene frente a la puerta, se gira para hablar una vez más con Amaiur —y si no me quiere ver porque sigue dolida?— duda.
Esta se acerca —tienes que recordar que Sabina te quiere, Sandro. Después de todo, ella está con Alessandro para olvidarse de ti— le guiña el ojo haciendo referencia a lo suyo y con ello, Sandro Tonali se lanza a la casa de Sabina D'Arcy.
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