❪ 🧿 ❫ 11. 𝘄𝗵𝗲𝗿𝗲 𝗶𝘀 𝘀𝗵𝗲?
;; 𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 ▪
♯ chapter eleven :
where is she? ଽ
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ᝰ.ᐟ LUCERYS SE HABÍA adentrado en una ardua investigación después de la misteriosa y repentina desaparición de su querida Evangeline pues no le parecía muy congruente que de un día a otro hubiese abandonado la fortaleza roja.
Para desgracia del adorable príncipe, su madre aún no regresaba de Winterfell por lo que se sentía más solo de lo que se había sentido en años.
Maerys no ayudaba mucho, a veces le decía cosas muy hirientes para humillarlo frente a Jacaerys y, el heredero al trono, resignado –y atemorizado de lo que Maerys pudiera hacerle–, simplemente miraba lo que sucedía y no hacía nada al respecto.
Parecía que todo le iba mal al dulce Lucerys sin embargo un día, sin saber la razón, se armó de valor para confrontar a Maerys, no sin antes pasar a rezar al septo para que si Maerys se enojaba mucho con él al menos no le asesinara de manera dolorosa.
Durante el camino de nuevo hacia la fortaleza roja Lucerys le daba vueltas a todo lo que había sucedido las últimas semanas.
Luke no quería defender ni justificar a Maerys, Evangeline le había enseñado eso, no justificar el maltrato que había sufrido sin embargo no podía parar de pensar que Maerys no era así antes. Ella siempre había sido dulce, tal vez algo rebelde y grosera ante Rhaenyra o Daemon sin embargo con él ella siempre procuraba su bienestar.
Lucerys recordaba a Maerys con amor, la amaba, sin duda la amaba pero desde que su madre le había quitado el trono –que era la ilusión más grande de la princesa y algo con lo que había soñado desde muy pequeña– sin duda su dulce hermana había tenido un cambio radical en su comportamiento, especialmente hacia él.
Tal vez solo me odia, pensó para si mismo, Tal vez nunca me quiso, otro pensamiento lo invadió, Tal vez no soy suficiente para ella, tal vez debería pedir a mamá que anule el compromiso.
Lucerys sacudió la cabeza ante el último pensamiento,¿anular su compromiso?, no, no podía hacer eso, más bien no quería hacerlo, él también tenía sueños y su sueño era casarse con Maerys pero ahora todo era diferente, ella era diferente.
Cuando entró en la habitación de Maerys y se la encontró casi metiéndole la lengua en la garganta a Jacaerys, su corazón se rompió un poquito más de lo que ya estaba.
—Quiero hablar contigo —anunció Lucerys con la voz temblorosa pues, aún que él pensaba que ya había superado la infidelidad de Maerys, verla ahí; besando a Jace descaradamente le hizo tener ganas de llorar pero trato de ser fuerte.
Maerys se apartó del beso con Jace y, cínicamente, se limpio los labios con su dedo anular y sonrió—, Claro, Luke, dime lo que necesites.
—Quiero que él se vaya —adelantó Luke señalando a Jace.
—De inmediato —respondió Jacaerys saliendo de la habitación casi corriendo, pues a pesar de que ya le había jurado a Luke que no volvería a meterse con Maerys ahí estaba, con ella todas las noches.
—Bien dime, ¿Qué es de lo...?
—¿Dónde está Evangeline? —interrumpió Lucerys con una severidad en su voz que lo sorprendió a él mismo.
—¿Disculpa? —cuestionó Maerys levantando una ceja antes de caminar hasta la mesita donde estaba la jarra de su vino favorito traído desde Lanisport—, ¿Quién se supone que es esa tal Evangeline? —dijo Maerys fingiendo no recordar a la mujer que mandó violar, asesinar y descuartizar hacía unos días, sirviéndose algo de vino y bebiendo lentamente de su copa.
—Sabes bien de quien hablo —insistió Luke siguiéndola hasta donde estaba—, ¿Qué le hiciste?
—¿Y por que te importa tanto esa mujer, eh? —Maerys se cruzo de brazos girandose a mirarlo con un ligero toque de burla en su rostro pues le parecía divertido lo mucho que se preocupaba su prometido por aquella sirvienta que posiblemente en esos momentos estaría siendo vendida a burdeles de mala muerte, violada por los más asquerosos soldados y sus caballos o simplemente flotando dentro de un saco de papas en el mar.
—Tu sabes por qué, Maerys —Luke hablo tomándola con fuerza de los brazos haciendo que la copa que sostenía se cayera al suelo y se rompiera, tiñiendo de rojo la costosa alfombra debajo de sus pies.
—¡¿Qué demonios te sucede?! —le gritó Maerys viendo la mancha escarlata en su preciada alfombra, alfombra que le importaba más que la vida de la sirvienta pelirroja por la que su hermano preguntaba—, ¡¿Estás idiota o qué?!, ¡¿Sabes de donde fue traída esa maldita alfombra?!, ¡Escúchame bien...!
—¡No!, ¡Escúchame tú a mi! —espetó el joven príncipe, él nunca le había gritado y aquello sorprendió tanto a Maerys que dejó de forcejear con él—, ¿Dónde está, Evangeline?, ¿La enviaste a Pentos?, ¡¿A donde la mandaste encerrar, maldita sea?! —Lucerys la sacudió con fuerza.
—Me hiere que pienses así de mi —respondió Maerys haciendo que su hermano rodará los ojos ante su intento –evidentemente– de victimizarse—, no la tengo en mi poder, no la envié a Pentos, probablemente ahora esté muerta o siendo torturada como la puta que es —declaró Eris recibiendo un empujón de parte de su hermano menor.
—¿Qué?, ¿Qué estás diciendo?
—¿Qué?, ¿Pensaste qué dejaría que te la cogieras como mamá deja que Daemon se coga a sus putas para que no la abandone? —Maerys sonrió y negó con la cabeza—, no, mi amor, no iba a permitir eso —se rió la princesa antes de tomarlo por las mejillas con bastante fuerza y atraer su rostro cerca del suyo—, eres igual de patético que ella.
—¡Cierra la boca! —Lucerys la empujo de nuevo con más furia en su rostro—, ¡¿Qué te he hecho yo, eh?!, ¡¿por qué me tratas así?!, ¡¿tú si puedes cogerte a Jacaerys pero yo no puedo tratar de tener una amante por que la mandas matar?!, ¿por qué eres así? —sollozó Luke ante el pensamiento del terrible destino que pudo haber tenido Evangeline—, ella era inocente.
—Ay, cariño... no llores —Maerys habló con falsa preocupación haciendo un puchero—, sabes que no me gusta cuando lloras —mintió ella tratando de acariciarle el cabello sin embargo Luke le dio un manotazo con rabia.
—Estás loca, Maerys —escupió su hermano menor con evidente molestia—, eres un monstruo, no se cómo pude amarte tanto sin darme cuenta de lo maldita que eres —Maerys retrocedió ante sus palabras, no le afectaba evidentemente pero estaba impactada ante el atrevimiento de Lucerys.
—Cuida tus palabras Lucerys.
—¿O qué?, ¿Me matarás? —la retó el joven Velaryon—, ¿Me matarás cómo lo hiciste con Evangeline?
—No me pruebes, Luke —habló Maerys señalandolo con un dedo—, puedes tener un destino peor que él de ella.
—¿Peor?, ¡créeme que no hay nada peor que estar a tu lado! —declaró él—, pero ya no seguiré viviendo este infierno contigo, prefiero casarme con Rhaena que contigo, anulare este retorcido compromiso.
Eso si asusto a Maerys—, ¿Qué?, ¿de qué hablas? —su voz temblo un poco sin embargo trato de seguir con su fachada estoica—, no puedes hacer eso, no puedes librarte de mi, Lucerys —dijo ella tomándolo del brazo con fuerza.
—¡Claro que puedo! —forcejeó Luke—, ¡y lo haré, Maerys!, prefiero casarme con el sapo amarillo de Dorne que contigo, ahora sueltame —ordenó él pero Maerys, en estado de stock, frustración y desesperación solo lo agarró más fuerte—, ¡Que me sueltes carajo! —Lucerys le dio otro empujón sin embargo este fue más fuerte haciendo que su hermana cayera al piso.
Maerys lo miró con incredulidad desde él suelo, Lucerys también la miró pero de manera diferente a como lo había hecho todos estos años.
Siempre la había considerado un fuerte dragón que arrasaría con todo y con todos si algo no le hacía a su manera pero ahora, ella estaba en el suelo y la vio como en realidad era, una persona patética, débil y sin poder alguno que no era más que una princesa caprichosa y egocéntrica que no soportaría que él ya no la amara.
No era como si ella lo amara, ella amaba que él la amara, le fortalecía el ego pero ahora Luke se sentía libre, poderoso y ella solo estaba ahí, en el suelo; como un zorro con la cola atrapada en una trampa para osos.
Luke sonrió un poco, esa pequeña sonrisita enfureció a Maerys, se dio cuenta que ya no le temía y eso significaba que sí, sería capaz de anular su compromiso y casarse con alguien más, con Rhaena por ejemplo, a quien Maerys siempre tuvo un odio inexplicable.
Cuando Lucerys se fue con esa nueva satisfacción y superioridad dejó atrás a una Maerys furiosa y derrotada quién soltó un grito de frustración mientras aún estaba en él suelo, y, a pesar de desquitar su enojo contra Willow, golpeándola hasta dejarla medio muerta, Maerys no podía dejar de pensar en la amenaza de su hermano.
Si él anulaba el compromiso ella no tendría nada para heredar, ya no tenía el trono de hierro y lo único que secretamente le consolaba era que algún día seria la señora de Driftmark, sin embargo, ante las nuevas circunstancias y amenazas de su hermano menor parecía que ya no sería así.
Maerys se sentó en su cama mirando el cuerpo de Willow quien movía un poco los ojos pero eso no le preocupaba, le preocupaba ella misma, siempre era así, si no heredaba Driftmark no tendría nada y al no tener el favor de su madre posiblemente acabaría casada con un comerciante o algo peor; teniendo los hijos del anciano idiota de Otto Hightower y eso le causó aun más furia y malestar.
Tenía que recuperar a Lucerys, no por su amor hacia él –el cual era inexistente, ella solo se amaba a sí misma– si no por Driftmark y sus propios propósitos.
...
Bebés estaba pensando, ¿que diría Alysanne sobre la manera en la que Maerys trata a Luke?, yo pienso que le rompería el hocico.
Igual tengo fe de que Maerys va a cambiar, CON LOS OJOS CERRADOS!!.
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