❪ 🧿 ❫ 06. 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗼𝘄𝗻 𝗴𝗼𝗼𝗱 𝗽.𝘁 𝗜𝗜
;; 𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 ▪
♯ chapter six :
for your own good p.t II ଽ
ꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋꞌꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋ
ᝰ.ᐟ MAERYS HABÍA TENIDO un delicioso orgasmo gracias a su hermano menor quién ahora dormía a su lado en su cama, ella no le había permitido tener sexo por lo que él se había decepcionado bastante sin embargo dio saltos de alegría cuando ella le permitió quedarse en su habitación para dormir abrazados.
Pero a Maerys no se le había olvidado que Jacaerys los había visto, por lo que cuando supo que Lucerys estaba completamente dormido decidió salir de la cama y ponerse un camisón algo provocativo traído desde Dorne para ir a la habitación de su otro hermano.
Mientras caminaba por los pasillos Maerys se planteo que decirle, Jacaerys era algo terco e impulsivo además de que envidiaba a Lucerys por tener el regalo de casarse con Maerys y ella lo sabía por lo que si Jace iba con su madre y le contaba lo que vio entre Lucerys y Maerys la reina no dudaría en disolver el compromiso aún que una guerra se desatará por lo que tendría que convencer a su hermano de que no fuera a hablar con Rhaenyra pues apesar de todo Maerys quería casarse con Luke costará lo que costará.
—Jace... ¿Puedo pasar? —preguntó Maerys mientras tocaba a la puerta de su habitación.
—Adelante —se escuchó la voz de Jacaerys del otro lado de la puerta.
Eris de inmediato empujo la puerta y entró encontrándose con su hermano aún con sus ropas de día y atando las agujetas de sus botas—, ¿Vas a algún lugar querido hermano?
—Iré con mamá y... —Jacaerys no pudo evitar dejar de hablar al levantar la vista y ver el cuerpo de su hermana únicamente con una suave tela cubriéndolo.
—Sabes Jace, lo que viste hace rato no debe por que hacerte sentir mal —habló ella acercándose a su hermano—, tu eres mi hermano favorito —mintió la princesa.
—Eso lo dudo, Eris —dijo el heredero al trono levantándose y cruzándose de brazos—, me odias por haberte quitado el trono.
—Tal vez... —la joven Velaryon se encogió de hombros y paso sus manos por lo brazos fuertes de su hermano—, pero eres mi hermano y no importa lo que pase siempre te amaré.
—No juegues conmigo Maerys, yo no soy como Lucerys —Jace la empujo lejos de él—, se a lo que vienes pero lamento decirte que hagas lo que hagas ya tome la decisión de contarle a mamá lo que vi hace rato.
Maerys utilizó todo su autocontrol para no pegarle na bofetada en ese momento—, No seas tonto Jace, no me importaría que notificaras a Rhaenyra sobre lo que viste si no fuera por que ella me desterraria, ya he colmado su paciencia y puede que me obligue a ser una septa.
—Tal vez lo tengas merecido, hermana —Jacaerys habló con tono serio e intento caminar hacia la puerta.
—Espera —lo llamó su hermana tomándolo del brazo—, recuerda quien es el enemigo, Jace, tu querida madre fue quien nos aparato —Maerys entonces se acercó peligrosamente a él—, ¿O a caso crees que te comprometió con la hija de Daemon solo por que sí?, no seas ingenuo querido es obvio que lo hizo por que no quiere vernos juntos.
—Tus manipulaciones no funcionan conmigo, Saera —Maerys soltó una ligera risita cuando Jacaerys la llamó por su segundo nombre.
—Tal vez no... —ella se relamio los labios antes de bajar sus manos hacia el cinturón que sostenía los pantalones de su hermano—, pero tal vez si hago otra cosa te convenza de quien es el verdadero enemigo.
Maerys se movió para besarle en los labios en un movimiento audaz pero él giró la cara, dejando que los labios de su hermana mayor se posen en su mejilla. La mayor puso los ojos en blanco y lo tomó de la mejilla para que la mirara.
—¿Qué pasa, de repente no quieres que te bese?, me cuesta creerlo, mi príncipe —Maerys sonrió burlonamente.
Entonces en un momento inesperado Jacaerys la tomó de la cintura y la acorralo contra la puerta de la habitación susurrando en su oido con voz grave—, Puede que esté harto de tu actitud, ¿Sabes?, siempre soy tu segunda opción, tu chivo expiatorio, estoy harto y no sucumbire ante tu estúpido intento de seducción.
—Eres tan molesto como cuando éramos niños... —Maerys dijo con fastidio mientras lo miraba—, siempre quejándote, tal vez si fueras un poco como Lucerys serias mi primera opción.
—Pero no lo soy, Maerys —habló mirándola a los ojos—, y no puedes controlarme como lo haces con los demás.
—¿Eso es lo que crees?
—No lo creo, estoy seguro de eso, hermanita.
—Demuéstralo.
Aquel juego estaba comenzando a fastidiar a Maerys pero al mismo tiempo ella estaba sonriendo mientras veía los intentos de Jace en no caer rendido ante sus encantos.
Inesperadamente Jacaerys subió su mano suavemente por su espalda agarrando un puñado de su pelo y tiró ligeramente—, Jace... ten cuidado con lo que haces.
—Tengo un trato para ti, hermana, di que eres mía y tal vez considere en no decirle a mamá de lo que vi —sus ojos marrones, normalmente dulces y sumisos a su hermana desde que eran pequeños se volvieran casi negros de deseo cuando Maerys sonrió juguetonamene—, anda hermanita, dilo, di que eres mía y que me prefieres sobre Lucerys.
—No.
Jace la agarro del pelo una vez más y tiro de ella para acercarla más, rozando su nariz contra la suya—, Hermana, estoy perdiendo la paciencia, sabes que soy capaz de ir en este momento con nuestra madre y contarle de tus sucias aventuras con nuestro hermanito.
—Yo soy la que esta perdiendo la paciencia Jacaerys, no eras así cuando éramos niños, no trates de hacerte el rudo, cariño —Maerys le dedico una sonrisita burlona y bajo su mano hasta su entrepierna—, no me digas que no te encanta cuando te pongo así, Jace.
—Eres una zorra, ¿lo sabes no es así? —murmuró con la mandíbula apretada—, siempre sabes como conseguir lo que quieres.
—Me has descubierto, hermanito —Eris soltó otra risita—, pero eso no me asegura que no iras de llorón con Rhaenyra.
Jacaerys no dijo nada mas y se inclino para besar los labios de su hermana mayor por primera vez derritiéndose ante su dulce sabor, era justo como lo había imaginado en todas sus fantasías nocturnas e incluso era mejor.
—¿Eso te lo asegura? —preguntó él en un susurro jadeante contra sus labios.
—No... —ella lo miró a los ojos—, quiero que digas que no le dirás nada a Rhaenyra.
—¿Y así dejar que te vayas dejándome con las ganas? —Jacaerys levanto una ceja y negó con la cabeza—, me temo que eso no pasará, preciosa.
—¿Entonces jugaremos a este juego toda la noche? —la princesa rozó sus labios una vez más—, me estoy impacientando, Jace.
—Ya sabes mis términos —el heredero siguió tirando de su cabello esta vez un poco más fuerte—, solo di que eres mía y que me prefieres sobre Lucerys.
—¿Cuál sería el chiste entonces, hermanito? —Maerys era demasiado orgullosa para decir eso y por más fácil que fuera simplemente obedecer a su hermano era más divertido llevarle la contraría.
Jacaerys soltó una oscura carcajada y sus labios se alejaron de los suyos para rozarle la mandíbula y bajar hasta el cuello mordiendo su suave y pálida carne, haciéndole gemir y apretarse contra él, desesperada por la fricción, a medida que aumentaba el calor en la habitación –pese a que era invierno–.
—Dime lo que quiero oír o te arrancaré el maldito vestido, Saera —Jacaerys sabía que todos podían morir pero si uno de sus vestidos o camisones de fina tela era destruido Maerys incendiaria King's landig sobre su dragona Maelyaxes.
Ella lo miro a los ojos, más seria que antes—, No tienes las bolas... —Maerys dejo escapar un chillido de sorpresa cuando Jacerys desgarro en dos el camisón de seda, dejándole al descubierto sus pechos desnudos—, eres un hijo de...
—¿Y bien?, ¿Ya cambiaste de opinión? —habló él con rostro mas serio al igual que Maerys interrumpiendo su insulto, rasgando el camisón hasta el ombligo de la mayor—, ¿O lo hago trizas?
—¡No te atreverías! —Eris habló con tono severo—, soy tu hermana mayor, si lo rompes te corto las bolas con un puto tenedor, hablo enserió, Jacaerys.
—¿No me atrevería?
Y con eso, Jacerys le arrancó el último trozo de tela del camisón, eliminando cualquier mínimo de pudor y contemplando el cuerpo bien formado y desnudo que nadie nunca antes –ni siquiera Lucerys– había visto completo. La sonrisa satisfecha de Jacaerys mientras le miraba desapareció cuando Maerys le dió una fuerte bofetada.
—¡¿Qué carajos te sucede?! —reprendió Maerys—, ¡eso vino de Dorne y vale más que tu mísera e insignificante vida! —dijo abofeteandolo nuevamente.
Jace quiso golpearla de vuelta sin embargo solo puso los ojos en blanco y la tomó en sus brazos arrojándola sobre la cama inclinándose sobre ella—, Te lo mereces por ser una completa perra.
—Llámame asi una vez más —Maerys en una rápida maniobra lo dejo debajo de ella.
—¿O qué?, ¿Me darás uno de esos estúpidos castigos que le das a nuestro hermano? —Jacaerys se burló y sin vergüenza alguna comenzó a chuparle los senos—, debes comprender que no soy como Lucerys y que te puedo hacer gemir como las putas de la calle de seda, aun que la única diferencia que tienes con ellas es el título de princesa.
—Veremos quien gime como las putas de la calle de seda —habló la mayor y con un fuerte tirón le quito el jubón de cuero negro reventando los botones que rebotaron en el suelo.
Los besos y caricias entre los dos hermanos mayores del príncipe Lucerys fueron agresivos en una lucha constante por el dominio y el poder de estar uno arriba del otro en la cama. Los pantalones del menor volaron por los aires dejando a la vista de su hermana su miembro el cual –a comparación del de su hermano menor– era más grande lo que hizo que los ojos de Maerys se iluminarán con lujuria.
Pero Jacaerys no quería esperar más, había esperado muchísimos años para tener a su hermana a su disposición por lo que en un rápido movimiento la sometió debajo de él comenzando a tocar su cuerpo sin pudor o suavidad haciendo gemir a su hermana, su mano bajo bruscamente hacia su intimidad.
— Estas tan jodidamente mojada; no es de extrañar —dijo Jacaerys con una sonrisa cruel—, ¿Qué te hizo tan mojada, eh?, ¿Fue Lucerys tanteando tu cuerpo, como si le perteneciera?
Maerys negó con la cabeza antes de corregirio—, Fuiste tú mirándome.
Una risa complacida salió de su garganta y comenzó a frotar circulos en el clitoris de su hermana—, Lo sabía. Todo este tiempo me has preferido a mi... siempre has querido que sea yo quien te folle.
Su frotamiento se aceleró y Maerys asintió furiosamente –aun que no fuese verdad–, con la cabeza clavada en las almohadas. Con facilidad, su dedo se deslizó en su entrada y la princesa dejo escapar gemidos desenfrenados en el aire de la habitación.
Justo cuando agregó otro dedo, Jacaerys notó como Maerys gemía desesperada y movía sus caderas deseando más de su toque. Dejando escapar una risita Jace habló.
—Dime algo, hermanita —comenzó, curvándose y haciendo tijeras con los dedos dentro de su intimidad, haciéndola retorcer—, ¿Ya te lo follaste?, ¿Nuestro hermano ya te metió la polla?
Su pregunta la hizo sonreír, y la joven Velaryon dejo escapar otro gemido antes de responderle.
—Tal vez... le chupé la polla, una vez —mintió Maerys para provocarlo.
Los dedos de Jacaerys se ralentizaron ante la revelación de su hermana. Definitivamente esa no era la respuesta que esperaba.
—Lo pagarás maldita zorra...
Entonces Jacaerys agarró su polla y la guió hacia su coño necesitado, introduciéndola lentamente. Eris dejo escapar gemidos constantes mientras él la llenaba gradualmente, estirándola maravillosamente. Una vez que estuvo completamente dentro de su hermana, envolvió sus brazos alrededor de ella y tomó un ritmo constante, follándola con dureza.
Jace gimió contra su cuello, su aliento caliente golpeó la piel de sensible de su hermana mayor y le hizo temblar.
—Tan apretada para ser una zorra como la que eres —Maerys gritó de manera sumisa mientras él continuaba escupiendo palabras sucias en su oído, sobre que su coño que le pertenecía y la buena puta que era para él.
Sus embestidas se aceleraron, sus gruñidos se hicieron más fuertes y se mezclaron con los gemidos desenfrenados de Maerys. A Jacaerys finalmente se le estaba dando todo lo que necesitaba, todo lo que había estado anhelando, y sabía aún más dulce de lo que jamás hubiera imaginado.
Toda su rabia por lo que había visto antes entre sus hermanos estaba siendo jodida dentro de ella, toda su frustración por las burlas lo empujaba a golpear su coño sin piedad. Él tiró de su cabello, torció sus pezones, abofeteó su clítoris. Todo lo que hizo fue con furia y un impulso animal para hacerla suya corriéndose profundamente dentro de ella sin importarle las futuras consecuencias.
La mente de Maerys estaba confusa nunca había sido sumisa ante nadie incluso cuando tuvo sexo por primera vez con un chico en una de las casas de placer que su tío Aegon la llevaba, pero allí estaba ella; debajo del cuerpo de su hermano menor con sus ojos rodando hacia atrás mientras su boca colgaba abierta. La había follado tan estúpidamente, y todo lo que importaba era que su polla estaba dentro de ella.
Jacaerys podia sentir su núcleo apretarse y frotó furiosamente su clítoris, forzando su orgasmo. Maerys dejo escapar un grito antes de chorrear por toda su longitud, haciéndolo gemir en voz alta.
—Carajo, sí, así justo así —gruñó, con los ojos entrecerrados mientras sus embestidas se volvían descuidadas.
La sensación de los jugos de Eris brotando sobre su eje hizo que su semen se disparara dentro de su cervix, sus músculos se tensaron mientras te daba algunas embestidas más.
El húmedo coño de Maerys se apretó a su alrededor como un vicio, manteniendo su polla prisionera. Con un empujón final, cayó sobre su hermana, respirando con dificultad. La mente de ambos hermanos estaba acelerada, y Jacaerys sintió una sensación de orgullo cuando escuchó su corazón latir increíblemente rápido debajo de su caja torácica. Se recuperó más rápido que ella, levantó su cabeza y beso sus labios con extraña suavidad.
—Eres hermosa Maerys aun que seas una completa zorra.
—Yo también te quiero —dijo ella sarcásticamente—, y yo se que soy hermosa.
Jacaerys se burló y la beso de nuevo—, Hay que hacer esto de nuevo alguna vez.
...
En mi defensa nanyhappy22 fue la que me dijo que era buena idea que la culera de Maerys le pusiera el cuerno a Luke con Jacaerys así que funenla a ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro