𝒪𝗇𝖾. [ 𝗐𝖾𝗅𝖼𝗈𝗆𝖾 𝖻𝖺𝖼𝗄, 𝗋𝖺𝗂𝗇𝖻𝗈𝗐 ]
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄.
𝗐𝖾𝗅𝖼𝗈𝗆𝖾 𝖻𝖺𝖼𝗄, 𝗿𝗮𝗶𝗻𝗯𝗼𝘄.
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HELAENA SENTÍA LA PRESENCIA DE ALGUIEN A SUS ESPALDAS DESDE HACE un rato. Volteó un par de veces pero no vio a nadie más que a las personas que habían asistido al funeral de su madre. Los presentes se empezaron a marchar del cementerio apenas el funeral se dio por finalizado. Helaena se quedó, quería un momento a solas con su madre antes de marcharse de ahí para siempre, pues sabía que en el futuro no tendría valor para pisar su tumba. Se quedó unos minutos, dijo cosas que solo quedarían entre ella y su madre, derramó unas cuantas lágrimas, y finalmente se marchó. Una figura humana salió de su escondite pasados unos segundos y la vio marcharse.
Las personas del pueblo la veían con mala cara al pasar, la recordaban, y recordaban la atrocidad que había hecho hace unos años atrás. Helaena caminaba por la calle con la cabeza en alto y con una expresión neutra, no agacharía la cabeza, tampoco se dejaría de nadie si alguien se atrevía a insultarla. Antes de ir a casa de su tía, pasó a comprar donas para acompañar el café que se haría apenas llegara.
Cuando llegó, se sorprendió bastante al ver a Bree Wheeler sentada en el sofá de la estancia con una taza de café, su tía estaba a su lado sosteniendo un pequeño plato con galletas. Helaena no lograba mover su lengua para decir algo, no esperaba ver a Bree, suponía que la despreciaba al igual que todos en el pueblo. La mujer dejó la taza sobre la mesita de cristal al frente y se levanto,
——Hola, linda. ——La mujer le sonrió de manera maternal, como siempre solía hacerlo.
——Señora Wheeler.——logró decir Helaena, sin molestarse en ocultar su sorpresa.——¿Que esta haciendo aquí?
——¿Desde cuando me llamas señora Wheeler?——preguntó con el ceño ligeramente fruncido, sonriendo.
——Si no le molesta responder mi pregunta.
La joven de cabello platinado no quiso sonar grosera ni mucho menos verse de esa manera, pero aparte de que no estaba con el humor adecuado para recibir visitas, no era bueno para ella volver a estar cerca de un Wheeler. Bree giró sobre sus talones y miró a Enid Sinclair.
——Enid, querida, ¿podrías dejarnos a solas un momento?
——Claro.——la mujer se inclinó hacia adelante para dejar el plato con galletas sobre la mesita y se retiró.
Un incómodo silencio se hizo presente, hasta que la mujer habló.
——Se la verdad.
——¿Sobre qué?
——sobre lo que hiciste...
——Como todos.——la interrumpió.
——Excepto que ellos no saben lo que hiciste por mi hijo. Por Junior.
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Helaena. Se sintió expuesta. Se preguntó: "¿como puede saberlo? ". Ella no había estado presente cuando sucedió. Ah no ser, que el propio Junior se lo dijera.
——Hice muchas cosas por el.——Helaena pasó por su lado, dejó la bolsa con donas sobre la mesita y se sentó en el sofá.
——Incluso...——Bree miró a su alrededor para asegurarse de que Enid no estuviera cerca.——asesinar.
La palabra asesinar y las palabras relacionadas con ella le parecían un poco extrañas a Bree, pues no las escuchaba o decía a diario. Nuevamente, Helaena se sintió expuesta. Estaba sorprendida, y demasiado nerviosa. Bree Wheeler lo notó y se sentó a su lado.
——Laena.——Bree tomó la pálida mano de la albina y la cubrió con sus dos manos.——Necesito que sepas que estoy muy agradecida contigo por el acto tan valiente que hiciste. Salvaste a mi hijo de un futuro inimaginable.
——No se de que está hablando. ——Helaena aparto su mano y se levantó del sofá de golpe.——Y tampoco se por que intenta culpar a su hijo de algo que no hizo. Que yo hice.
Helaena no era alguien que se molestaba con facilidad, ella era la persona más feliz y color rosa del mundo, pero cuando alguien la hacían enfadar, Hackensack ardía.
——No intento...——Bree suspiró rindiéndose antes de levantarse.——Laena yo...solo quería que lo supieras.——tomó su caro y fino bolso del sofá y caminó hacia la puerta, antes de girar el picaporte volteo a verla.——Puedes ir a casa cuando quieras. Te echamos de menos.——Bree sonrió con nostalgia. Giró el picaporte y salió de la casa.
Helaena soltó el aire que estaba reteniendo desde hace unos minutos y se dejó caer sentada en el sofá. Tomó una dona de chocolate de la bolsa y le dio un gran mordisco. De alguna manera inexistente, el chocolate la hacía sentir mejor.
ℐ𝗇 𝒯𝗁𝖾 𝒩𝖺𝗆𝖾 𝒪𝖿 ℒ𝗈𝗏𝖾.
El sol salió. Lo que significaba el inicio de un nuevo día. Era el primer día de clases de Helaena, se sentía como la típica chica nueva y odiaba eso. Helaena bajó las escaleras con normalidad con su mochila llena de estampas y llaveros colgando de su hombro, dobló a la cocina y se encontró a su tía aún en piyama y tomando café. La mujer regresó el café de su boca a la taza al ver el cabello de su sobrina.
——Tu cabello. Es blanco otra vez.
El color natural del cabello de Helaena era castaño. Cuando tenía once decidió teñirlo con la aprobación de su madre. Durante sus primeros días en el señor encarnado, el tinte comenzó a caerse debido a la falta de retoque, dejando su cabello al natural los próximos cuatro años.
——Si, yo, lo teñí anoche.——respondió la adolescente mientras vertía café de la cafetera a su termo.
——Tus mechas ahora son color rosa y azul.——dijo con sorpresa, pues antes eran color naranja y verde. Helaena decía que nunca las cambiaría, ya que el color naranja amanecer era el color favorito de Junior, y el color verde era el color favorito de Helaena.
——Esta, es la nueva y mejorada versión de Helaena Sinclair, tía.——dijo, dándose vuelta. Enid sonrió.
——Me alegra tenerla.
Helaena se despidió de su tía, salió de casa y caminó hasta la preparatoria, no tomaría el autobús donde recibiría malas miradas y probablemente escucharía malos cometarios. Cuando llego se detuvo en la acera. Ella observaba la escuela mientras que los estudiantes y algunos padres de familia la observaban a ella. La preparatoria no era para nada parecida al Señor Encarnado, agradecía eso, y también agradecía no tener que usar uniforme. Durante su estadía en el Señor Encarnado, Helaena había aprendido mas acerca de Dios que de matemáticas y otras materias, por suerte, tenía conocimiento sobre algunas cosas. Avanzó, y en el momento en que lo hizo, choco con alguien.
——Lo siento. No me fije.
Era un chico, uno con cabello de rulos, y uno que se había disculpado con ella.
——Descuida.——Dijo ella de manera cortante. No buscaba relacionarse con nadie. Tampoco se mostraría como era realmente. Si la consideraban una asesina, haría su mejor esfuerzo para verse como una. Avanzó.
——¡Espera!——el joven trotó hacia ella.——Te conozco.
——Como todos.
——Se quien eres y lo que hiciste. Pero me refiero a que...siento que te conozco desde mucho antes.
——Te aseguró que no es así.
Ambos caminaban juntos y al mismo ritmo.
——Me eres bastante familiar. No puedo recordar...
——Escucha.——Helaena paro en seco y lo miró.——No se quien eres, y no quiero saberlo.——Le dijo.
Le estaba siendo muy difícil comportarse así, ella no era para nada así. Avanzó hasta que se adentró en la escuela. Todas las miradas estaban puestas en ella. Por primera vez, se sintió como dicen "desnuda". Su rostro se relajó por un momento, hasta que se dio cuenta y volvió a su expresión frívola. Entró al salón de clases y se sentó a lado del chico con el que tropezó minutos antes, pues no había otro lugar vacío.
Al igual que toda la clase, Helaena tenía que abrir una rana. No tenía problema con ello, pero no podía concentrarse, pues a su lado, su compañero estaba sufriendo lo que parecía ser un ataque nervioso. Ella sabía que sí el no abría la rana, tendría una mala nota. Helaena bufo y rodó los ojos. Aprovecho que su compañero estaba volteado y que la profesora no estaba cerca para abrir la rana. Segundos despues, el joven de rulos volteo y abrió la boca con sorpresa al ver a su rana abierta. Volteo a ver a su compañera pero ella estaba muy ocupada abriendo su rana. La profesora se acercó a su mesa.
——Bien hecho, Jake. Sabía que podrías hacerlo.——Felicitó con una sonrisa.
——Yo...
Los celulares de todos sonaron al mismo tiempo. Helaena estaba muy concentrada en su bisturí y rana para revisar su celular. Junior la veía desde su lugar con intriga, quería saber quien era ella, quería descubrir a la nueva Helaena.
——¿De que se ríen todos?——Preguntó la profesora con molestia.
——De la nueva campaña de Lexy.——dijo Oliver, mostrándole su teléfono a la profesora.
El ruido de una moneda caer al suelo llamó la atención de Helaena. Dejó el bisturí sobre la mesa y miro con orgullo el excelente trabajo que hizo, luego miro a su compañero y supo que algo no andaba bien, volteo hacia atras pero aún asi no entendió que pasaba. La campana sonó. Al igual que el resto, Helaena tomó su mochila y salió del salón.
Helaena se salto la hora de la comida parar evitar las malas miradas que sabía le darían, y a Junior, quien trataba de acercársele pero su novia se lo impedía. Entro a sus siguientes clases y se dedicó a prestar atención y hacer su trabajo.
A la hora de la salida, la albina se desvió del camino a casa para ir al bosque, su lugar seguro desde que tenía memoria. El olor a naturaleza inundó sus fosas nasales cuando se adentró en el, las ramas y hojas secas crujían bajo sus pies. Helaena recordaba a la perfección la última vez que estuvo ahí. Cerró los ojos y respiro. El olor no era para nada igual al olor del bosque cerca del Señor Encarnado. Así, Helaena supo que estaba en casa.
La albina abrió los ojos debido a los crujidos de unas hojas secas que le avisaron que había alguien ahí. Alarmada, saco una pluma del bolsillo trasero de su pantalón. Siempre llevaba una pluma consigo, anotaba en su mano cosas que seguro olvidaría si no lo hacía.
——¿quien está ahí?——pregunto. No obtuvo respuesta.——Tengo una pluma muy puntiaguda y no tengo miedo a usarla.
El individuo salió de detrás de un árbol con las manos arriba.
——¿Una pluma? ¿Enserio?
Helaena palideció. Junior bajó sus manos y las metió en los bolsillos de su sudadera mientras se acercaba a la albina.
——¿me seguiste?——Preguntó Helaena, guardando su pluma.
——si es que anoche no encontré manera de entrar a tu habitación sin que tú tía se diera cuenta.——Junior se dio cuenta de lo que dijo y agregó;——Siento lo de tu mamá.
Helaena permaneció en silencio antes de murmurar "Gracias". Le dio la espalda y comenzó a caminar en dirección por donde vino. Junior la alcanzó y se colocó delante de ella.
——No hagas esto.——susurró Helaena, negando con lentitud. Sus ojos se habían cerrado.——Por favor, no lo hagas Junior. ——Bajo la cabeza.
No quería sentirse ni mucho menos ser susceptible. Junior acercó lentamente su mano a la pálida mejilla de Helaena, un extraño escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió su piel. Ella levantó la cabeza y vio el color marrón de sus ojos, aquellos ojos que tenían el poder de transportarla a otro lugar. Aún con su mano en la mejilla de ella, Junior la atrajo hacia el, juntando sus frentes.
——No sabes cuanto te extrañe. Los primeros días después de que te fuiste fueron...——Junior hizo una pausa. Helaena podía sentir su aliento a menta en su rostro, lo escuchó pasar saliva, escuchó su corazón latir.——no podía dormir, ni concentrarme en la escuela, estaba en automático.——Confesó.——No podía dejar de pensar en lo qué pasó esa noche y en ti, en si estabas bien, si tenías una cobija o una almohada.
Helaena hizo una mueca de dolor no muy notaría, como si le hubieran apretado el corazón con una mano. Junior levantó la cabeza y colocó su otra mano en la mejilla de Helaena.
——Lamentó tanto lo que ocurrió, pero al mismo tiempo no lo hago. Por que tú estás viva.
Helaena apretó los ojos. Los recuerdos de esa "trágica" noche invadieron su cabeza. Abrió los ojos encontrándose con los ojos rojos de Junior, quien quería llorar, seguir desahogándose.
——Es tarde para lamentos.——Dijo la albina. Dio un paso hacia atrás y luego otro, alejándose un poco del chico de rasgos asiáticos. Las manos de Junior quedaron en el aire por un momento.——Continúa con tu vida, Junior. Yo haré lo mismo.
Helaena se dio vuelta y salió del bosque sin mirar atrás. Con sus audífonos puestos, caminó en dirección a casa de su tía.
Holiii.
Ok, estuve muy inspirada así que
espero les haya gustado por que a
mi me encantooo.💗
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