
OO | 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒
CHAPTER ZERO . . .
❨MIS PROBLEMAS.❩
━━━ Con miedo el joven caminaba hacía su casa, los libros que había tomado de la biblioteca estaban dentro de su mochila por lo que se sentía un poco seguro con que no se los robaran, a paso rápido trataba de no toparse con ninguno de aquellos que le hacían bullying, pero como su suerte era poca lamentablemente se tuvo que topar con el peor. Estudiaba en casa pero no se salvaba de las palizas.
──Pero si es el niño de papá, ¿donde esta tu mami, Alek?. ──pregunto en tono burlón el más alto tirándolo al suelo.──te dijimos que no cruzarás más por aquí, tu y la escoria de tu padre tienen prohibido estar aqui.
──Este es un espacio libre, Lauss, no puedes decirme donde cruzar y donde no.──el chico tomó su mochila pero el más grande no lo dejó huir.──
──Te lo dije por las buenas pero no quisiste entender, ahora aprenderás por las malas. ──con una sonrisa siniestra el más alto y robusto dirigió su puño impactando con la cara del menor, la nariz del chico empezó a sangrar debido al golpe y al observar bien la mano del contrario también tenía sangre. ──Si te vuelves a meter aquí...te ira peor.──advirtió el muchacho para luego irse.──
━━━El joven yacía tendido en el suelo, con suavidad se levantó apoyándose en el pasto, al estar de pie limpio su ropa para después abrir su mochila y sacar un pañuelo limpiándose la sangre que escurría de su nariz.
Siguió su camino con total tranquilidad, para el era cosa de todos los días toparse con el mismo bravucón de siempre, no le iba a decir a su padre, claro estaba, tantos negocios ilícitos y estafas lo llevaban a tener una vida un poco desordenada, el mayor conocía a muchas personas pero eso no decía que todas ellas eran buenas.
──Ya llegue...──aviso el joven abriendo la puerta de su casa, su padre se encontraba en la cocina por lo que pasó rápidamente para subir las escaleras e ir a su cuarto. ──
──Que bien, es hora de almorzar, lávate las manos y ven a almorzar. ──grito el padre del chico desde abajo. ──
━━━El más joven dejó su mochila encima de su cama para después sacar sus libros, estudiaba en casa debido a que no habían podido encontrar una buena escuela para el. El menor de dirigió al baño y lavo su rostro, su nariz le dolía un poco pero estaba seguro de que eso no dejaría un moretón, al menos no uno tan grande.
Al bajar las escaleras pudo ver a su padre colocando los platos en la mesa invitándolo a sentarse.
──¿Trajiste los libros?, ¿a que hora debemos devolverlos?. ──pregunto el mayor sentándose al lado del chico. ──
──Solo tenemos seis horas para leer desde la página dos hasta la página treinta de cada uno, comeré rápido y empezaré, anotaré un resumen y luego de regresar el libro te diré de que trata.──habló el chico para meter una cucharada de comida en su boca.──
──Buen chico. ──dijo su padre con una sonrisa para luego empezar a comer. ──Alek.──hablo el mayor haciendo que el joven dejará la cuchara a un lado. ──¿A un vez esas cosas extrañas?.
──Si, ahora son más constantes, dan un poco de miedo, pero no es algo que no pueda manejar. ──dijo el joven para tomar nuevamente su cuchara y comer. ──
━━━El resto de la cena paso sin nada interesante, el joven se puso a estudiar luego de la comida, no le gustaba hacerlo pero era lo que le tocaba si quería seguir estudiando en casa. El tiempo paso lentamente, su padre no lo interrumpió en todo el tiempo hasta que se hizo demasiado tarde.
──¡La hora ya pasó!. ──el joven levanto su cabeza del último libro, su resumen ya estaba terminado por lo que iría leyéndolo en el camino. ──
━━━Con rapidez metió los libros dentro de su mochila para salir de la casa, era tarde, aún había un poco de sol en el camino, tenía su resumen en su mano izquierda mientras que con la derecha trataba de afirmar su mochila.
El sol cada vez se ocultaba más, el miedo se hizo presente en el cuerpo del joven tras darse cuenta de que debía cruzar el mismo tenebroso lugar que en el día había cruzado, recordando aquella paliza que le habían dado tocó su nariz, pero alejando cualquier pensamiento volvió al camino.
──¡Que te dije! ──pudo oir detrás de el y rápidamente sintió como alguien lo patraña por detrás haciendo que cayera al suelo. ──Tu te lo buscaste. ──el chico se dio la vuelta aún en el suelo viendo como el mayor sacaba una navaja, el menor se trataba de alejar mientras que el más alto trataba lentamente de atraparlo. ──
━━━Al tratar de acercarse un poco más el mayor pudo ver una sombra muy oscura detrás del más joven, rápidamente el chico salió corriendo pero antes de que este se fuera cayó hacía atrás como si hubiese sido empujado, trato de seguir caminando pero fue levantado del suelo y nuevamente tirado hacía abajo. El menor miro sus manos, se encontraba a salvó pero no sabía cómo había ocurrido todo eso, sintió como alguien tomaba su brazo y lo ponía de pie, al voltear para ver a la persona no se encontró a nadie, era algo realmente extraño.
Como pudo fue a dejar los libros a la biblioteca, no quería deber nada. Al llegar a casa por un camino distinto rápidamente fue donde su padre. Se encontró al mayor sentado en el sillón rojo de la sala, sus manos estaban juntas, se notaba que quería decirle algo al menor.
──¿Papá?... ──el menor se sentó en el sillón a la espera de que el contrario hablará, el hombre saco sus manos de la cara para ver a su hijo quien lo miraba confundido. ──
──¿Estas bien?, tu ropa esta algo manchada. ──dijo el hombre con total calma. ──
──Paso algo muy extraño, trataron de atacarme en el camino hacía la Biblioteca pero algo no dejó que lo hicieran, fue muy extraño. ──habló el menor sintiendo como su padre tomaba sus manos. ──
──...Y aún así fuiste a dejar los libros...eres un niño muy valiente. ──la voz del mayor sonaba algo triste, rápidamente abrazo a su hijo. ──Iremos a un lugar...ahí la pasaremos muy bien y conocerás a gente nueva, te va a encantar, alguien nos espera ahi. ──el mayor le dió a su hijo un beso en la cabeza para luego pararse del sillón e ir por sus llaves. ──
━━━Sin decir nada y tomando un poco de ropa por si acaso el menor salió hacia el auto siendo seguido por el mayor, ambos emprendieron hacía un lugar que era desconocido para el joven pero el confiaba ciegamente en su padre.
El de rulos pudo dormir mucho en el trayecto pero al llegar rápidamente se desperto.
──Aleksander, recuerdas aquellas historias que te conté sobre los sátiros y los dioses, todas aquellas criaturas que nada más eran solo un invento de las personas según lo que leíste. ──pregunto su padre mirando hacía atrás y solamente recibiendo un asentimiento. ──Bien, pues te presentó a Grover. ──dijo el padre con una sonrisa para que después la puerta de donde Alek estaba sentado fuera abierta dejando ver a un joven de rulos, el chico miro al contrario con asombró para después voltear hacía abajo y ver sus pies que eran justo como los de una cabra. ──
──Hola, soy Grover.──saludo con total tranquilidad. ──
──Aleksander... ──dijo con miedo el chico. ──un p...placer.
──El señor Mondrew me ha contado mucho de ti, todo lo necesario que debería saber cómo tu protector.──el menor abrió grandemente sus ojos para observar a si padre, no sabía nada sobre un protector. ──
──¿Protector?, ¿para que?, papá, ¿que esta pasando?. ──pregunto tratando de controlar su alteración. ──
──Alek, eres un semi-dios. ──dijo con emoción el mayor recibiendo una mirada extrañada de parte del más joven. ──
──Papá, ¿has entrado en la locura?, tendré que llevarte al psiquiátrico, te dejaran internado unos días pero saldrás pronto. Papá, yo confío en que te puedes recuperar. ──dijo el menor colocando su mano encima de la del mayor. ──estuvo muy entretenido todo este tema de la...este...cabra humana, me hizo acordar a las locuras del emperador, muchísimas gracias, es momento de que nos vamos a casa.──el chico miro a Grover quien lo veía aún con una sonrisa. ──
──Alek, no estoy loco...esto es real y es...increíble, estuviste años estudiando sobre los dioses y la mitología griega para esto y...──antes de que el mayor pudiera seguir hablando algo hizo temblar todo el auto, se oían como pisadas de gigante, con miedo, Alek asomó su cabeza para ver bien. ──
──Señor Mondrew, ya no tenemos tiempo, me llevaré a Alek y le explicaré todo en el camino. ──el chico tomó la pequeña mochila del contrario pero el joven lo miro extrañado. ──
──Papá, ¿dónde iré?, ¿vendrás conmigo?, obvio, ¿no?. ──pregunto el menor un poco asustado. ──
──Escúchame Alek, es difícil separarnos, ambos lo sabemos...pero esta vez es tu aventura la que debes seguir, tienes algo grandioso por delante y quiero que seas capaz de experimentarlo.──Contesto el mayor con una sonrisa triste para después ver a Grover. ── llévatelo, es peligroso que diga tan expuesto. ──El sátiro asintió para sacar del auto al más joven. ──Nos veremos muy pronto. Te amo.
━━━Sin entender mucho, Alek, salió del auto sin reclamar, se dirigían a una parte verdosa y bastante bonita, desde lejos se podía apreciar el auto del mayor de los Mondrew, Alek se fijó en una niebla la cual había más al fondo, tenía curiosidad, ¿ahí era donde iban?.
Las pisadas se volvían a hacer presentes pero esta vez un poco más cerca, con preocupación volteó para mirar hacía atrás, algo le daba mala espina, al ver a su alrededor se pudo fijar como los árboles se movían fuertemente cuando uno se movió más de lo que debía impacto con el auto del Señor Mondrew, Alek miro aterrorizado la escena pero justamente fue arrastrado por Grover hacía un lugar más seguro.
El menor sintió la sensación de que sus oídos se tapaban, Grover le preguntaba si estaba bien pero este no le contestaba, el chico apartó suavemente a Grover tratando de no ser grosero, apenas dió otro paso rápidamente se desmayo, la carga de tantas emociones juntas y aquella posible muerte de su padre lo había dejado sin fuerzas para continuar.
━━━El joven de rulos sentía como suavemente era movido suavemente, se sentía aliviado pensando en que todo era un sueño, lentamente abrió los ojos con una sonrisa en sus labios pero lamentablemente solo se encontró a Grover moviendolo.
──¿Alek?, ¿estas bien?. ──Ambos aún seguían en el mismo lugar, ya era de día por lo que el sol iluminaba completamente su rostro.──Perdón, trate de levantarte pero no pude. ──el menor de sentó viendo completamente a sus alrededores.──
──Bienvenido al campamento mestizo...──dijo una voz detrás de él.──Soy Desmond Reiss.──el chico se colocó frente al contrario para ofrecerle su mano. ──hijo de Afrodita.──el menor tomó la mano del mayor con cuidado y algo confundido. ──
──Un placer, Soy Aleksander Mondrew. ──el de rulos se levantó del suelo para después mirar hacía todos lados.──¿Mi padre?, Grover, ¿el esta bien? ──el sátiro miro a Alek con algo de tristeza para después voltear a mirar al joven Desmond.──
━━━ Ya habían pasado unos siete meses desde que el menor había llegado al campamento mestizo, había empezado a aprender más sobre como luchar y había ganado algunas batallas a su paso, sin embargo, su madre aún no aparecía por ninguna parte, bueno, hasta ahora.
──Que horrible, puedes creer que aún mi madre no me reclama, ayer le hice un ritual, cocine cosas ricas y después me puse a dar vueltas alrededor de ellas, si hicieran eso por mi yo aparecería al instante. ──le dijo el menor cruzándose de brazos. ──
──Quizás hoy sea tu día de suerte, no te desanimes, ¿si?. ──el menor asintió con algo, sin embargo ya estaba bastante desanimado.──¿y si te enfrentas a uno de los hijos de Ares?, sabes hay uno que siempre busca pelea, es...Lyon el te va a ayudar, apenas te acerques a el ya va a saber que quieres. ──el más alto le sonrió para después parar de caminar. ──tengo que dejarte, hoy quedé en entrenar con Luke, apenas termine te iré a ver.──el menor asintió para ver cómo su amigo se iba corriendo.
━━━Estaba buen, solo debía acercarse al hijo de Ares, pelear, salir victorioso y su madre lo premiaría no era tan difícil.
El joven estaba cara a cara con el hijo de Ares, el mayor tenía una sonrisa segura en su rostro, era obvio, Alek se veía demasiado debilucho, ni siquiera era tan alto como el.
──¿Donde quieres el primer golpe?. ──dijo el pelinegro dando un paso hacía adelante.──
──Solo comencemos con esto, no tengo mucho tiempo.──Alek trato de sonar seguro pero no salió tan bien. ──
──Si insistes.──rápidamente la pelea de ambos comenzó, no pasaron ni dos segundos para que el lugar estuviera completamente rodeado de campistas sedientos por ver aquella pelea. El menor esquivaba los golpes que el contrario soltaba, ambos habían caído al suelo ocupando algunas de sus fuerzas, Alek se zafó del contrario, el menor se colocó de pie al igual que el mayor, con todas sus fuerzas el joven Mondrew llevó su puño hasta la cara de Lyon haciendo que este volviera a caer hacía atrás, la pelea fue interrumpida, rápidamente Quirón se hizo presente pasando por en medio de todos los jóvenes quienes veían con un poco de miedo.
──Señor Alek, ¿puede explicarme que esta sucediendo aquí?. ──dijo el mayor acercándose a ambos.──
──Bueno...me basó en las probabilidades, cada que hay una pelea y...hay uno que no sabe de que cabaña es y gana, este es rápidamente reclamado...siempre lo he visto, en todos lados, no importa de que Dios se trate, todos ellos disfrutan de vernos pelear entre nosotros para ganar su aprobación...──el silencio se hizo presente rápidamente al terminar de hablar todos estaban asombrados pero no ante sus palabras, si no al ver cómo encima de él había una bola de cristal con un aura morada.──
──Vaya...──fue lo único que salió de su boca. Estaba demasiado asombrado. ──
──Alek, fuiste reclamado por Hécate, diosa de la magia, la noche, los fantasmas, la niebla...y la muerte. Aleksander Mondrew, hijo de la diosa Hécate.──El joven Lyon acarició la cabeza del chico bruscamente con una sonrisa para después irse a su cabaña. Todos felicitaron al joven pues era algo increíble, al fin había sido reclamado.──
━━━Era todo lo que el había querido, sin embargo, no sabía que hacer después de eso, obviamente iba a conocer a sus hermanos e iba a instalarse en la cabaña veinte, pero ya no tenía nada por lo que luchar, al menos no por ahora.
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