╰─────➤La vida no es fácil, para
ninguno de nosotros.

M.C

              LA NOCHE LLEGÓ más rápido de lo que esperaban, todo el grupo se reunió en la casa uno, negados a dormir separados, al menos, la primera noche. Calipso estaba sentada en medio de Daryl y Carl en el sofá, el niño tenía un cómic en su mano que leía con la mayor. Los dos concentrados. Daryl observó cómo Rick se acercaba a ellos para depositar a Judith en la cuna a su lado.

—ah... ¿Cuánto tiempo tardé? —Michonne entró sonriente al cuarto.

—veinte minutos —respondió Rick, sentandose a un costado de Daryl. Los Dixon y Grimes completos justo cuando Damon se acercó para acostarse sobre todos ellos.

—haganme lugarcito —se quejó el joven, ellos se acomodaron para dejarlo acostado sobre el regazo de todos en una fila —que cómodo.

—cielos, no podía dejar el cepillo —Michonne continuó, risueña. Pero ninguno le respondía, parecía ser la única más que emocionada. Damon estiró su mano para tocar el rostro afeitado de Rick que lo miró con cejas alzadas.

—eres blanco... —susurró y Calipso comenzó a reír. Rick sacó de un golpe la mano de Damon —auch. —Daryl sonrió por lo bajo.

—okey, entiendo que seamos precavidos —Michonne llamó la atención de todos al ver que la ignoraban —esta bien, pero tengo un buen presentimiento.

—espero que sea así —asintió, Rick.

—yo también —habló Damon —a ver una sonrisita en ese rostro rasurado —bromeó viendo a Rick que sonrió irónico —ay, que tierno. Se te lucen más los ojos así... —cansado de los chistes de Damon, Rick se levantó, sacando las piernas del chico —oh, gruñonsin. Ya te pareces a Calipso.

Calipso también se levantó y, por consecuencia, Damon cayó al suelo.

—duerme con Maggie y Glenn ahora —Se burló la Dixon, Damon soltó un quejido. Calipso dió un saltito para pasar sobre Damon y fue a la cocina, queriendo buscar alguna mínima de chocolate. Extrañaba cuando su mochila estaba llena.

A mitad de camino escucharon a alguien tocar la puerta, como reflejo, Calipso llevó su mano a su cinturón pero no tenía su arma. Soltó un quejido y se acercó a la puerta. Grimes se puso detrás de ella, sacándole presumiblemente media cabeza a la castaña. Cuando abrió la puerta, se encontró a Deanna.

—Rick, yo... —pero se calló, alzó la mirada y observó boquiabierta al ex sheriff. Calipso frunció sus cejas ante la expresión atónita de la mujer y se dispuso a cerrarle la puerta en la cara si no fuera porque Deanna balbuceó —Wow... No sabía lo que había ahí abajo —Rick soltó un gruñido cansado.

—¿Wow, qué? —repitió Calipso a la defensiva —con o sin barba se ve de la mierda, no intentes buscarle algún atributo —amenazó indirectamente, sonriendo sarcástica. Los demás sonrieron levemente, pensando que se trataba de Calipso peleando a Rick. Deanna se aclaró la garganta —esa carita que tiene es una deformada —se giró a palmear el rostro de Rick con cierta fuerza que lo hizo cerrar los ojos —¿No es así, Grimes? No intenten subirle el autoestima que luego nadie lo baja de su nube y se pone insoportable.

—Escuchen, yo no quería interrumpir, pasaba para ver cómo se estaban acomodando —evitó ver a la molesta Calipso, observando a los demás que estaban casi para dormir —oh, vaya, no se separan. Que listos.

—si, bueno, nadie nos lo prohibió —Calipso se encogió de hombros, dándole una mirada venenosa a la mujer que notó que Calipso se había puesto a la defensiva. Rick sonrió sabiendo que eran celos. —¿O no?

—no, para nada —negó Deanna rápidamente —Rick dijo que eran una familia, eso dijo. Me asombra que personas tan diferentes y con nada en común pueden llegar a ser tan unidas ¿No les parece? —miró al grupo acumulado en la sala.

—todos dijeron que les diste trabajos —Rick habló, aún detrás de Calipso que pasó su lengua por sus dientes inferiores, viendo fijamente a Deanna.

—Uhum, si, es parte de esto —afirmó la mujer de baja estatura, Calipso era tal vez diez centímetros más alta que ella —parece que al final ganaron los comunistas —bromeó sonriente, Calipso fingió una sonrisa sarcástica.

—a mi no me diste uno —se excusó, Grimes.

Calipso hizo una mueca al recordar el trabajo que le dió a ella.

—lo hice, solo que aún no te lo he dicho —Hablo segura, volteando a ver a Michonne —como con Michonne. Estoy pensando en algo para Sasha y todavía me queda decifrar lo del señor Dixon, pero lo haré —afirmó. Calipso miró a su hermano que observaba reacio por la ventana. Deanna observó a Rick complacida —te ves bien.

—ya acabó su visita entonces, fue un gusto verla, trate de no venir tan seguido —Calipso le hizo una seña hacia afuera. Deanna retrocedió a punto de hablar —adiós. —le cerró la puerta en la cara. Luego miró al grupo —que mujer tan estresante.

La vieron irse escaleras arriba y Rick se mordió la lengua para no sonreír.

[…]

La única mujer Dixon estaba sentada en el pórtico de la casa, miraba a todos lados. La noche no le permitía observar con claridad las calles, pero a ella no le importaba. No podía dormir, así que se fue afuera con una lata de arvejas a comer en silencio. Escuchó la puerta rechinar y volteó a ver a Grimes que salía.

—hey... —susurró él, acercándose a sentarse a su lado. Calipso le tendió la lata y él negó, así que ella siguió comiendo —¿Estás bien?

—que pregunta estúpida, Grimes —susurró, volteando a verlo. El ojiceleste aplanó los labios, solo pudiendo ver las facciones de Calipso por la luna llena —estoy bien, ese es el problema.

Rick pasó una manta sobre los hombros de Calipso que se acercó más a él, dejando al ojiceleste abrazarla.

—¿Está mal querer quedarnos? —preguntó, sintiendo como él dejaba un beso en su coronilla —que nos den estúpidos trabajos y todo eso.

—no, no está mal. Lo merecemos —afirmó, totalmente seguro y apoyando su mejilla sobre su cabello —por cierto, ¿Qué trabajo te dió Deanna a ti?

—no me dió ninguno —susurró, apartando su cabeza para ver mejor a su hombre que la miró curioso —dijo que, siendo la "madre" de Carl y Judith, ya tengo suficiente trabajo. Ser mamá es un trabajo de veinticuatro horas, así que solo debería ser eso. Relacionarme con las otras madres, atender a Judith, ver cómo le va a Carl en la escuela ¡Ni siquiera tienen escuela! Es una cochera... —refunfuñó, llenando su cuchara de las últimas arvejas y comiendolas. Rick soltó una baja risa.

—apuesto que eres mucho mejor madre que las que están aqui, ellas no han defendido a sus hijos de caminantes, ni han corrido con su bebé llorando a gritos, o incluso salvaron a su hijo de otras personas que le querían hacer daño —argumentó, tomando la lata en manos de Calipso para dejarla a un costado, luego volteó a verla y le dió un suave beso.

—ya lo sé pero... Me van a agobiar y voy a explotar, por consecuencia, seguro termino metiéndoles mis flechas por el culo —murmuró abultando su labio inferior, tan tentador que Grimes se acercó otra vez.

—si eso te hace feliz, entonces hazlo —concedió con una pequeña sonrisa, Calipso estaba por reír pero él atrapó su labio con sus dientes, ella siseo complacida y volvió a besarlo.

Con la manta sobre sus hombros, el rocío sobre el césped, un silencio que hacía mucho no escuchaban, sin gruñidos cercanos, Calipso creyó que era uno de los momentos dónde tuvo más paz. Escaso y simple.

—te amo, Grimes. —susurró cuando se alejaron —por siempre y para siempre —sonrió, él acarició su rostro con sus dos manos y besó su frente.

—te amo por siempre y para siempre —murmuró —aun cuando estás celosa por Deanna.

—bruja —insultó cambiando de humor drásticamente y Rick rió —si te vuelve a decir algo, la mato.

—y yo tendré el deber de ocultar el cadáver, vamos adentro, amor.

Calipso resopló divertida y tomó la mano del ojiceleste para entrar juntos a la casa, así ir a dormir con el resto. Se suponía, al final, que Damon haría guardia, pero se durmió.

[…]

Todos salieron de la casa y comenzaron a caminar a un costado, Calipso fue de las últimas, quedándose para a un lado de su hermano.

—Dijeron que exploremos —Rick salió de la casa, siendo el último. Él miró a los hermanos Dixon —exploremos.

—no, yo me quedo —Daryl juntó sus piernas contra su pecho y apoyó sus codos sobre estás.

—podrías aprovechar para bañarte —Calipso bajó la cabeza y miró a su hermano, alzando repetidas veces las cejas con una sonrisa.

Su hermano, sin decir ninguna palabra, alzó su mano y le sacó el dedo corazón a su hermanita que rió, yéndose escaleras abajo.

—vamos, Grimes, hasta Merle en la tumba es más rápido que tu —le pidió al ojiceleste que fue detrás de ella.

—¡No hables de Merle muerto, usa el nombre de nuestro padre idiota muerto! —le gritó Daryl.

—o mejor no usen el nombre de ningún familiar muerto —sugirió Rick encogiéndose de hombros.

Los dos comenzaron a caminar y vieron cómo eran los últimos en la cuadra, Calipso le señaló como Carl doblaba en una esquina y Rick sonrió. Carl llevaba el carrito de Judith.

—es un lindo vecindario —Rick habló, viendo a los lados.

—jamas en mi puta vida creí vivir en uno así, era tierra de los ricos —Calipso se cruzó de brazos.

—bueno, yo tampoco. Mi sueño era formar mi familia en un lugar así —admitió, volteando a verla con una pequeña sonrisa —no me convence la gente aún, pero podemos establecernos aquí, cambiar algunas cosas. Así formaremos nuestra familia ya —miró en todas direcciones antes de pasar un brazo sobre los hombros de Calipso, ella entrelazó su mano a la suya.

—ya tenemos una familia, no hay nada que formar —objetó, pero ante el silencio de Rick lo observó, él tenía una diminuta sonrisa —¿O no? Yo creo que Alexandria si es un buen lugar para tener un bebé —habló seriamente, buscando una respuesta.

—¿Lo dices por Judith o por nuestro bebé? —cuestionó Grimes aguantando la sonrisa sin mucho resultado y Calipso lo miró con cejas alzadas, a punto de desinflarse de la risa.

—¿Nuestro bebé? —cuestionó riendo con una expresiva mueca de incredulidad.

—si, nuestro —la soltó y tiró de ella para abrazarla por la espalda, tomándola por sorpresa y haciéndole caminsr torpemente mientras reían, casi yéndose hacía un costado.

—nunca pensé en tener un hijo en la vida normal y tampoco pensé en tenerlo en el apocalipsis —negó sonriente, Rick comenzó a hacerle cosquillas con múltiples besos en la nuca —¡Grimes! —Le dió un codazo suave en el estómago, y él le dió un sonoro beso en la mejilla antes de soltarla.

—bueno, viendo que el bebé será un Dixon, tal vez el mundo apocalíptico es mejor para él que el normal —murmuró, sabiendo que los Dixon eran sobrevivientes por naturaleza. Calipso sonrió levemente, un Dixon al fin tendría un hogar donde lo quieran —un hermanito para Carl y Judith...

—Judith aún es muy pequeña. Ya no es como antes, no puedes tener cinco hijos seguidos si los cinco van a llorar y atraer caminantes —Susurró poco convencida y Grimes rodó los ojos. Los dos girando en una esquina.

—yo tendría diez hijos si así lo quieres —se llevó las manos al pecho y ella le dió un empujón.

—estas muy chistoso hoy —refunfuñó y vieron al frente.

Carl estaba metiendo a Judith en el pórtico de una casa, había dos ancianos sentados y Calipso sonrió, compartiendo una mirada con Rick, los dos se acercaron hasta estar detrás del niño.

—hey —saludó Rick.

—hola —Carl los saludó, la anciana jugaba con las manitos de Judith —ellos son Natalie y Bob Miller, señores Miller. Mi papá, Rick, y Calipso.

—un placer.

Saludaron cortamente antes de seguir con su camino, Carl volvió a acomodar a su hermanita en el cochecito y Calipso caminó a su lado.

—tenían cinco hijos y doce nietos —contó atónito el menor y lo miraron divertidos —Hace mucho no ven bebés.

Calipso tomó el turno de llevar a Judith en el carro, e iban comentando sobre el lugar mientras ella hacía reír a la niña que balbuceaba.

Alexandria era prometedora. Muy prometedora.