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48| ❝de parte de un amigo❞

╰─────➤Era de noche, y
la lluvia caía; y cayendo, era lluvia,
pero, habiendo caído, era sangre


E.A.P


          CALIPSO MIRÓ como su hermano escarbaba en la tierra hasta sacar una lombriz, la limpió y se la tendió pero ella negó con la cabeza, entonces Daryl se la llevó a la boca y se la comió. La castaña se llevó una mano a la frente, volteando a ver a Maggie que se acercaba hipando y Calipso la abrazó, Maggie mojó su camiseta llena de tierra en lágrimas.

Habían salido a buscar agua o comida. Pero no había nada, cada día estaban peor. Además, la melancolía parecía ser la sombra de cada uno de ellos. Estaban en el punto más bajo en el que habían estado, peor que cuando Lori estuvo embarazada, antes de encontrar la prisión y después del desastre en la granja.

—¿Y Sasha? —preguntó, Calipso. Alejando a Maggie y limpiando sus lágrimas.

—vamos a buscarla —pidió, Daryl, levantándose.

Los tres caminaron sin ánimos hasta ver a Sasha, pero ella no encontró agua. Así que volvieron sobre sus pasos, los cuatro, a la carretera. Vieron al grupo, sentado y cansado a un lado de los vehículos.

—rayos, ya pasó un día y medio —balbuceo Maggie, abrazada a Calipso. Los cuatro sin parar de caminar —no encontraron nada.

—¿Cómo lo sabes? —cuestionó, Sasha.

—lo sé —asintió Maggie —¿Cuánto más nos queda?

—cien kilómetros —murmuró, Sasha.

—No estaba hablando de eso —Negó, Maggie y Calipso suspiró.

—yo si —negó, Calipso —en cualquier momento aplico la de Terminus —miró a sus compañeros que la vieron recelosos.

—no bromees con eso —se quejó, Maggie —aun que... Primero empecemos con Gabriel. —se miraron y asintieron mientras Sasha chitaba la lengua con regaño.

Cuando llegaron con el grupo, Calipso cayó sentada a un lado de Rick que le tendió a Judith.

[…]

Otra vez se quedaron sin gasolina y otra vez tuvieron que empezar a pie. Calipso iba con Judith en brazos, caminando a un lado de su hermano y Rick, delante de todos. El grupo iba a diferentes velocidades, desparramados a cinco metros de distancia.

—estamos sin fuerzas —habló, Grimes, cuando giraron y vieron a algunos caminantes yendo detrás de ellos —esperemos para atacarlos. Quizás en algún lugar más elevado. No irán a ninguna parte...

—Parece como si hasta nos hiciecen compañía —bufó, Calipso —vienen igual de muertos de hambre que nosotros, tal vez y nos compadecen.

Quedaron en silencio hasta que Grimes volvió a hablar.

—pasaron tres semanas desde lo de Atlanta —comentó mientras veía a Calipso subir más arriba a Judith. Pero fue Daryl quien hizo una mueca —sé que perdiste algo importante ahí.

—Daryl —Calipso lo llamó y él la miró de soslayo.

—La cuidé porque era importante para ti —murmuró entredientes, como si no quisiese hablar de Beth —nuestro mayor tema en común eras tú. Ya está, luego pasó eso y... —Escucharon a Judith balbucear —tiene hambre.

—¿Quién no? —asintió, subiendola nuevamente ya que se le resbalaba. Subiendo una mano a su cabeza para taparla del sol.

—esta bien... Va a estar bien —negó, Grimes, viendo a su hija.

—hay que hallar agua, comida —cambió de tema el mayor de los Dixon —voy a explorar, a ver qué encuentro.

Carol se fue con Daryl y Calipso frenó para acomodar bien a Judith, Rick le tendió las manos para querer tomarla, pero su hija se aferró a Calipso que aplanó los labios, volviendo a caminar con la bebé mientras el ojiceleste iba a su lado.

Así, mientras el grupo se ponía en una línea fina ya que los caminantes acumulados se acercaban, comenzaron a caminar. Calipso iba pensando que cualquiera que los viera de frente, los confundiría con los caminantes y, si no lo hacían, pensarían que estaban tan dementes que no les importaba que iban detrás de ellos. Cosa que era así.

En ese entonces, llegaron a un puente, cansados de tener los gruñidos detrás.

Calipso le dió a Carl la bebé y se acercó al borde derecho del puente con Rick, Michonne, Damon y Glenn; al lado izquierdo fueron Sasha, Maggie y Abraham. La otra mitad del grupo los esperó al otro lado del puente.

La gorda de caminantes se acercó y ellos, en lugar de matarlos, los arrojaron a los costados del puente. Eso era más fácil para sus cuerpos cansados, solo empujarlos. O bueno, así fue hasta que Sasha prefirió matarlos. Para desquitarse.

—¡Sasha! —la riñó, Michonne. Pero Calipso sacó sus cuchillos.

—Quedate con ella, mantenla en control —le pidió, Grimes, también sacando su machete.

—este plan se fue al demonio —se quejó, Abraham.

Grimes miró a Calipso y asintió, ella imitó su acción y los dos se acercaron antes de matar a los caminantes próximos.

Cansados, Damon sostenía un caminante y Glenn lo mataba, así cambiando de posición y turnandose con cada caminante.

Rick estaba por matar a un caminante cuando otro lo tomó del brazo, a punto de morderlo. Calipso se lanzó contra él y lo tiró, se puso sobre su cuerpo y le clavó el cuchillo en la cabeza. Cuando un caminante se puso detrás de ella, Daryl llegó para cubrirla.

La menor de los Dixon se sentó en el suelo, sintiendo su cuerpo quemar. Estaba exhausta. Cansada. Sin fuerza.

—mi anemia y yo no podemos con esto —se quejó, Calipso, mientras Daryl y Rick la ayudaban a ponerse de pie.

—ven —le pidió su hermano, estirando su mano para tomar el brazo de Calipso y pasarlo sobre los hombros, ayudándola a caminar ya que parecía a punto de acostarse a dormir a un lado de los cadáveres.

Volvieron a caminar, a vagar.

[…]

Todo el grupo estaba sentado al borde de la carretera, Daryl estaba volviendo de dar una vuelta por el perímetro. Damon estaba abrazado a Maggie que de misma manera lo abrazaba. Calipso estaba apoyada contra la espalda de Rick y Carl, los tres viendo en direcciones diferentes mientras Carl tenía a Judith en brazos.

Abraham sacó una botella de ron.

—¿Solamente hayamos alcohol? —se quejó, Tara.

—si... —asintió, Rosita.

—no ayudará —negó la castaña.

—él lo sabe —repitió Rosita. Abraham le tendió la botella a Calipso que la tomó —y ella también.

—se pondrá peor —insistió, Tara.

—asi es —concordó, Rosita. Viendo cómo Calipso tomaba un largo trago de la bebida anaranjada.

—Son adultos... Y no creo que las cosas puedan estar bien —negó, Eugene.

—yo si —negó, Rosita.

Calipso ignoró lo que ellos decían, sintiendo el alcohol quemar su garganta, pero era lo que tenía de momento. Tomó otro largo trago y suspiró antes de devolverle la botella a Abraham.

De repente, escucharon ruidos y se alertaron.

De entre medio de los árboles, Calipso quedó sin aliento cuando vieron lo que salió. Eran cuatro perros, con dientes filosos y apariencia demacrada, pero que ladraban en su dirección. Algo a Calipso se lo dijo: los caminantes tenían hambre, ellos tenían hambre, hasta los animales tenían hambre. Y todos se enojaban cuando tenían hambre. Todos volvieron a sus instintos animales, ahora todo era comestible y el ser humano ya no estaba en la cima de la cadena alimenticia. Ahora todos estaban al mismo nivel.

Antes de hacer algo, Sasha le disparó a los perros.

Calipso suspiró, bajando la guardia y viendo el cadáver de los perros; después miró a Daryl que pareció pensar lo mismo que ella, pero fue Grimes quien se levantó y buscó ramas mientras los dos Dixon preparaban el fuego.

Pronto, se encontraban comiendo la carne asada.

—yo siempre quise tener un perrito —susurró, Damon, viendo la carne en su mano.

Daryl palmeó su brazo y le mostró como comía, enseñándole que no debía pensar, no en momentos críticos. Damon suspiró y mordió la carne, tirando de ella con fuerza y masticando. Calipso suspiró.

—yo estaba igual la primera vez que comí un conejo, tienes suerte de que al menos tu lo comes asado. Yo lo hice crudo —le susurró la chica y Damon asintió con cierta decepción.

—si, bueno... En China lo hacían, ¿No, Glenn? —miró al chico que lo miró con ojos entrecerrados.

—soy coreano —se quejó, mientras Maggie sonreía un poco.

—¿No eras japonés? —preguntó, Calipso, confundida. Su mejor amigo la miró indignado y ella sonrió.

—tranquilo, todos sabemos que eres chino —negó, Daryl. Glenn le tiró una piedra y ellos sonrieron con diversión.

Después de comer, Calipso se sentía con un poco más de fuerza, pero vió como Carl terminaba de comer y se quedaba con hambre. Así que le tendió lo último que le quedaba al chico que negó, Calipso insistió y Carl terminó por aceptar.

—hey —Glenn le tendió la botella a Calipso que tomó un trago de agua.

Después de eso, volvieron a retomar el camino.

[…]

Calipso se levantó, limpiando su ropa mientras veía los árboles a su lado. Se había alejado unos minutos para pensar. Así estuvo largos segundos, apoyada contra el árbol hasta que miró las cicatrices en sus brazos. Sacó su cuchillo y miró las lineas de aquella vez que intentó acabar con su vida.

Acercó su cuchillo, lentamente, pasó la hoja por las líneas pero sin ejercer fuerza. Después, aquel impulso que tuvo, se fue tan rápido como llegó. Volvió a guardar su cuchillo y se relamió los labios, volviendo sobre sus pasos con el grupo.

—¿A dónde fuiste? —le preguntó, Carl. Calipso llegó a su lado y pasó un brazo sobre sus hombros —te perdiste esto.

—¿Qué? —le preguntó confundida. Daryl llegó también del otro lado y Rick se acercó a ambos Dixon, tendiendoles un papel.

Calipso tomó la hoja blanca, viendo que tenía escrito “de parte de un amigo”. Junto con diez botellas de agua y cuatro bidones grandes con lo mismo. Calipso miró confundida a todos.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Tara. Todos tenían sus armas en mano.

—dejarlos. No sabemos quién fue —negó, Rick. Viendo a todos lados.

—Si es una trampa, ya caímos en ella —negó, Eugene. Viendo deseoso el agua —pero yo prefiero creer que si es de un amigo.

—¿Y si no? ¿Y si pusieron algo adentro? —cuestionó, Carol.

Eugene, sin resistir, corrió a tomar la botella de agua con todos gritándole que no lo haga. Fue Abraham quien le golpeó la botella antes de que tome. Lanzando el agua a todos lados.

—ahí se queda —terminó, Rick, seriamente.

Para su suerte, antes de que se desate una discusión. Los truenos comenzaron a sonar junto a relámpagos y el agua no tardó en caer. Calipso sintió que ese era de los mejores momento que tuvo desde hacía un mes. Estiró sus brazos, subió la cabeza y dejó que el agua la moje por completo, sonriendo.

No era la única, todos estaban iguales y las risas de felicidad se sumaron.

Calipso sintió que por unos momentos tuvo paz, hasta que se limpió el rostro y suspiró, viendo a Maggie que no se reía, tampoco Sasha, Daryl o Damon. La castaña se acercó a su hermano y él echó su cabeza contra su hombro. Ella se giró a Damon y estiró su brazo, el chico se acercó a ambos Dixon. Daryl estiró sus brazos y rodeó a los dos veinteañeros.

Damon era un Dixon más. No solo por cargar el mismo sufrimiento que ellos, sino porque ya era parte de ambos hermanos.

Cuando se estaban preparando para cargar todo el agua posible, la tormenta empeoró y vieron las nubes comenzando a ponerse negras y amenazantes. Eso, sumando el llanto de Judith. Carl se quitó el sombrero para taparla del agua.

—¡Hay que moverse! —gritó, Rick, sobre el ruido de la lluvia. Daryl soltó a ambos quienes se alejaron. Calipso aprovechaba para lavarse el rostro.

—¡Yo vi un granero! —avisó, Daryl.

—¿Dónde? —Cuestionó, Rick.

Daryl los llevó hasta allí. Calipso aprovechaba en el camino limpiarse las manos con el agua que caía, los brazos, absolutamente todo. Al escurrir su cabello, este salía con agua marrón. Así que lo limpiaba cuánto más podía, desenredandolo con sus dedos y manos.

Cuando llegaron al granero, lo revisaron de manera rápida y lo encontraron en perfecto estado. Así que se acomodaron dentro de él.

Calipso, en cambio, se quedó afuera, seguía hipnotizada bajo la lluvia que ya la había limpiado por completo. Escurrió su remera, sus pantalones, y cuando ya era de noche, se metió dentro del granero. Allí, al rededor de una pequeña fogata, estaban algunos. El único en medio de allí que estaba dormido era Carl, que abrazaba a la también dormida Judith.

—Te ves más blanca —se burló, Grimes. Cuando ella se sentó a su lado.

—tu te sigues viendo cómo vagabundo sin arreglo —negó, ella. Viendo a Carol y Glenn que sonrieron un poco, a Daryl que estaba jugando con sus manos y Michonne que cerraba los ojos —Lo feo no se te quita jamás —recibió un empujón de su parte y ella miró a Carl —se durmió...

—si... —asintió el ojiceleste. Detrás de Carol y Judith, estaba Damon. El castaño abrazaba a los dos niños, protegiéndolos, pero babeando y roncando.

—él va a estar bien —dijo Carol, refiriéndose a Carl —se recompone. Más rápido que todos.

—es porque es niño... Y nosotros cada vez más viejos —murmuró Calipso, sonriendo un poco.

—sentía pena por los niños que debían crecer en el ahora —murmuró, Rick, viendo el fuego —en esto. Pero creo que era un error... Crecer es acostumbrarse al mundo. Es más fácil para ellos.

—este no es el mundo —interrumpió, Michonne. Molesta. —es otra cosa.

—no. —la frenó, Calipso, acariciando sus brazos llenos de cicatrices —este es el mundo ahora. Es en el que vivimos y viviremos. No hay otra cosa.

—es la realidad —asintió, Glenn. Dándole la razón a Calipso.

—hasta ver otra cosa, esto es en lo que vivimos —Rick también les dió la razón. Quedaron en silencio unos segundos, con los truenos de fondo. Rick sentía las gotas del cabello de Calipso caer sobre su brazo —cuando era niño... Le pregunté a mi abuelo si había matado a algún alemán en la guerra. No respondió. Dijo que eran cosas de adulto así que... Le pregunté si los alemanes habían intentado matarlo y le cambió la cara. Dijo que murió en cuanto pisó territorio enemigo... Despertaba cada día, se decía “descansa en paz, ahora arriba y a pelear” y, después de varios años fingiendo estar muerto, volvió a casa bien.

Calipso lo miró, bajo el fuego anaranjado de la fogata, escuchando con atención cada palabra que salía de entre los labios del ojiceleste.

—Creo que ese es el truco —terminó, Rick, volteando a ver a Calipso —ser lo que hay que ser y luego seguir viviendo. Pero, sin importar lo que haya en Washington, lo sé, estaremos bien. Porque así sobrevive este grupo. Diciéndonos que somos los muertos caminantes.

Calipso miró a Glenn, luego a su hermano, compartió una mirada con Carol. La mujer canosa la miró con una ceja alzada, como preguntándole si ella también escuchó lo mismo. ¿Eran muertos vivientes? Por más no estaban muertos, Calipso no se sentía con vida.

—no lo somos —negó, Daryl. Seguro. Incapaz de decir que él era uno así.

—no como ellos —negó, Rick, al ver cómo Daryl pareció afectado —Hey... —Daryl lo miró —asi no.

—no lo somos —insistió Daryl pero Calipso se levantó.

—Daryl. No estamos muertos, si es lo que quieres oír —le dijo a su hermano —pero tampoco estamos vivos. Ni siquiera vivimos. Sobrevivimos. Y no es la misma puta cosa.

Se giró, saliendo de nuevo a la lluvia.

La castaña observó los árboles mientras se dejaba envolver por el frío del agua, las gotas resbalaban por su rostro y ella se relamió los labios dulces. Luego de unos minutos, escuchó un ruido y volteó.

Rick se acercó a ella, hasta estar de frente.

Calipso miró al hombre debajo de la noche nublada que no les otorgaba ninguna luz, a penas y la de la luna llena, el estaba cada vez más mojado pero eso no parecía importarle.

La castaña en un arranque de adrenalina por todo se acercó y lo besó.

Lo besó fuertemente y él no tardó en seguir el gesto, hasta que ella saltó y él la tomó de las piernas, sin romper el beso. Debajo de la lluvia, se metieron entre los árboles.

Ahora que ya habían comido y bebido, Calipso si se sentía con fuerza, y lo primero que quería hacer era que Rick Grimes la estampé contra un árbol sin importarle el peligro que los acechaba. Porque si ella decía que no estaban vivos pero Daryl si, entonces ella debía admitir que lo único que la traía a la vida eran los besos del antiguo policía. Y más cuando esos besos eran de él bajando por su estómago hasta arrodillarse frente a ella mientras las manos de Calipso se enterraban en su crecida, y llena de rulos, melena.

Jamás se detendría. No una vez que empezó.

Sabía que tarde o temprano Daryl se enteraría que su hermano de otra madre, su compañero, amaba a Calipso. Tarde o temprano Carl lo sabría y no querían saber si reaccionaría mal como la última vez. Tarde o temprano el grupo lo sabría. Pero, entre ellos dos, Calipso lo prefería tarde.

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