44| ❝venganza de Gareth❞
╰─────➤Toda religión, mi
amigo, simplemente se desarrolló
a partir del fraude, el miedo, la codicia, la imaginación y la poesía.
E.A.P
—PENSÉ QUE no querías decepcionarte con Washington.
Calipso dejó durmiendo a Judith en la cama y volteó a ver a Carl que sonreía.
—Bueno, creo que la mirada de perrito desamparado de alguien me hizo cambiar de opinión —se burló, pellizcando su nariz. Carl rió pero frenaron cuando vieron las puertas ser abiertas de manera bruta.
Calipso se acercó a Sasha, Tyreese y Rick que acababan de entrar a la iglesia. La morena se dirigió a Gabriel.
—basta —lo frenó, logrando confundir a Calipso —¿Que estás haciendo? —le preguntó detenidamente y luego repitió la pregunta cuando no respondió.
—¿Que pasa, Sasha? —le preguntó, Calipso, confundida.
—Esta todo conectado, Calipso —Le dijo la morena entre dientes, volteando a ver a Gabriel —tú apareciste, fuimos observados, y ahora nos faltan tres personas.
—¿Carol, Bob y Daryl? —preguntó, Damon. Sabían que se habían tardado, pero no pensaron que hubieran desaparecido.
—yo no... Yo no tengo nada ver —se defendió, Gabriel, confundido. Sasha sacó su cuchillo —¡Espera!
—¡No! —Rosita se apresuró pero Abraham la detuvo.
—¡Sasha, guarda eso! —le ordenó, Tyreese.
—Sasha, él nos recibió y nos ayudó —Calipso tomó su ballesta rápidamente y apuntó a Sasha —Yo también desconfié pero él no nos dió ningún motivo para hacerlo. ¡Míralo! No lastimaria ni a una mosca el muy idiota. —Rick alzó su mano en dirección a Calipso y tiró de Sasha hacia atrás. La menor de los Dixon bajó su ballesta.
—¿Por qué nos trajiste aquí? —le preguntó, Rick, al cura. Él balbuceó —¿Trabajas con alguien?
—Estoy solo, estoy solo... Siempre estuve solo —Se defendió, alzando sus manos.
—¿Y la mujer del banco de alimentos, Gabriel? —preguntó, nuevamente el ojiceleste —¿Que es lo que le hiciste? “arderas por esto”. Eso fue para ti ¿Por qué? ¿Por qué lo escribieron, Gabriel? —lo tomó de la camisa y lo chocó contra la mesa —¿Eh? ¿Qué hiciste?
Calipso defendió a Gabriel por Carl, ya que el niño lo había defendido y veía todo el silencio. Así que se acercó y empujó a Rick lejos de Gabriel.
—¡Basta, Grimes! —lo frenó, molesta —dale tiempo a contestar —susurró, volteando a ver a Gabriel que rápidamente mostró sus ojos indefensos cristalizados —¿Gabriel?
—cierro la puerta de noche, siempre cierro la puerta con llave —contó, comenzando a llorar —...empezaron a venir, mi congregación. Atlanta había sido bombardeada y estaban asustados, estaban buscando un refugio, donde estar a salvo... Era muy temprano, de madrugada —Sollozó, como un débil pecador —la puerta seguía cerrada... Esa fue mi decisión. Eran demasiados y estaban forzando las ventanas y golpeando las paredes... Me gritaban... Y luego los atacaron los muertos. Mujeres... Niños... Familias enteras llamándome mientras eran devorados, pidiéndome piedad, suplicandome misericordia. Y me maldijeron —Calipso se pasó una mano por la frente ante los lloriqueos de Gabriel —al final enterré los huesos, enterré a todos.
Lo miraban en silencio.
—El Señor los envío aquí para castigarme —continuó, con las lágrimas ensuciando su rostro y cayó sentado —Soy culpable y me condenó por eso... Siempre cierro la puerta, siempre la cierro de noche.
Calipso se mostró decepcionada, necesitada de aire, necesitaba respirar. Solo se giró y comenzó a caminar a la salida, sus pasos retumbaban en la iglesia pero ella abrió la puerta para salir y la vieron frenar en cuanto sus ojos se posaron fuera.
—¡Bob! —su grito alertó al resto.
Calipso corrió hasta donde estaba el moreno, sin una pierna, acostado en el suelo, en medio de la oscuridad de la entrada a la iglesia.
Ella frenó al ver unos caminantes y disparó la flecha de su ballesta para tirar a uno, luego volteó a ver a Sasha que gritaba por Bob.
—Su pierna... —Señaló, Maggie, aterrada.
—¡Llevenlo adentro, nos encargaremos! —Pidio, Glenn, acercándose a matar un caminante.
Calipso vió a Damon tratando de llevar a Bob con Glenn y Sasha iba detras mientras sollozaba. Se giró y usó la culata de su ballesta para golpear a uno en la cabeza, tomó su flecha del cadáver y la usó para rematar al que mandó al suelo, se puso derecha en cuanto Rick comenzó a disparar su revolver.
—¡Entren ya! —les pidió, el lider.
Calipso corrió hasta tomar el brazo de Rick y tirar de él para entrar juntos, cerrando la puerta detrás de ellos.
[…]
—...Estaban comiéndose mi pierna ahí, delante de mi, así como si nada. Desgraciados, creen que tienen todo resuelto...
Calipso apartó la mirada de Bob que estaba sobre la alfombra de la iglesia. Los pocos sobrevivientes de Terminus, cinco en total, se lo habían llevado y comieron su pierna para luego devolverselos como si nada.
—¿Tienen a Daryl y Carol? —le preguntó con duda, Rick.
—Gareth dijo que se escaparon —contó el hombre y Calipso rápidamente se agachó a su lado.
—¿Cómo? —le preguntó, preocupada.
—Los dos... En un auto —trato de moverse pero soltó un quejido de dolor. Rosita estaba por ir a buscar el botiquín para ayudarla pero él los detuvo.
Mostrando su mordida en su hombro.
—Fue mientras buscábamos comida —admitió y vieron el rostro de Sasha contraerse mientras comenzaba a llorar en silencio.
Tyreese terminó por llevar a Bob al sofá de la oficina de Gabriel. Judith comenzó a llorar por despertarse y Calipso se apresuró a tomarla en brazos, mesiendola mientras pensaba en los jodidos sobrevivientes de Terminus y dónde estaría su hermano con Carol.
Porque Carol había prometido no dejar a Damon y Daryl había jurado jamás volver a a alejarse de ella, no podría haber huido y dejarla allí, no sola, no otra vez.
[…]
Calipso escuchaba como Abraham les pedía irse, ir a Washington y llevar a Eugene antes de que los de Terminus vuelvan, básicamente huir. Ella lo miró molesta: su hermano no había vuelto, Carol tampoco, Bob estaba a punto de morir, Terminus amenazaba con comérselos ¿Y él quería huir por la seguridad de Eugene?
—¿Se irán a pie? —Cuestionó, Rick, al ver cómo estaban decididos en irse.
—nosotros reparamos ese maldito autobús —Gruñó, Abraham.
—nosotros somos más —avanzó, Rick, a paso decidido y con Calipso dos pasos detrás.
—si quieres que siga así, deberían venir —Entonces habló con un tono agudo que molestó a Dixon.
—¡Carol salvó tú vida, Calipso salvó tú vida, nosotros salvamos tú vida! —Siseo, el ojiceleste, con ese tono amenazante.
—¡Y yo intento salvar a todos! —refutó el pelirrojo —¡Al maldito mundo!
—¡Pues que el maldito mundo se joda si Daryl no está en él, si él no volvió entonces a mí me vale mierdas tú estúpida cura! —le gritó, Calipso, acercándose hasta alzar la cabeza por la los quince centímetros de altura que le sacaba el militar.
—¡Tú hermano solo será huesos! —Le gritó molesto y Rick lo tomó de la camiseta —¡No me toques!
Ese fue el colmo para Calipso que se inclinó hacia atrás y alzó su puño para golpear la mejilla de Abraham que se tambaleó hacia atrás. Los gritos del grupo se escucharon y Rick tiró de la cintura de Calipso para ponerla detrás de él mientras ella le gritaba al pelirrojo.
—¡Métete tú estúpida cura por el maldito agujero peludo de tu estúpido trasero pelirrojo, maldito imbécil! —Lo señalaba, furiosa.
—¡Ya basta, ahora! —Glenn se puso en medio de los tres. Abraham veía a la molesta Dixon que era retenida por Grimes. El asiático se volteó al pelirrojo —¿En serio crees que estarán más seguros yéndose ahora, en medio de la noche? —le preguntó, incrédulo —¿Por qué no mañana? Nos necesitamos, sin nosotros no llegarás hasta allá ¿Por qué no podemos hacerlo juntos?
—Tengo una idea —Tara dió unos pasos al frente. Todos la vieron —si se quedan un día más y ayudan, yo iré con ustedes cómo sea ¿Okey?
—Glenn y Maggie también —Murmuró Abraham.
—Ni en tus peores pesadillas —Negó, Calipso, sonriendo con molestia. No iba a dejar que ese idiota aleje a sus mejores amigos.
—entonces, suerte. No estoy interesado en romper su armonía. Rosita, prepárate —Le ordenó a la chica que estaba por abstenerse, viendo a Calipso que la miró —¡Ahora! —la calló —Eugene nos vamos... Eugene —llamó a él que también quiso negar —Muévete —pero la cobardía le ganó.
Comenzaron a caminar a la salida, a su vez, Calipso bajó la vista a su mano, la abrió y la movió, mordiendo el interior de sus mejillas, adolorida. Sin dudas, de todas las personas a las que golpeó, Abraham fue la más ruda.
—no te lo llevarás —Rick detuvo a Abraham de querer ir por el autobús.
—Intenta detenerme, tú y tu mujer loca —Miró a Calipso.
Rick inclinó la cabeza de lado, avanzando amenazante.
—¡No, no, espera! —Glenn trató de frenarlos —quedate —Le pidió a Abraham —quedate y ayúdanos, y nos iremos con ustedes —señalo a Maggie.
—¡No! —Rick lo interrumpió.
—no es tu decisión —Lo señaló, Glenn.
Calipso miró a su mejor amigo y su pecho comenzó a subir y bajar con fuerza, su mandíbula tembló y miró hacia atrás a Maggie que estaba a un lado de Damon, luego observó a Glenn.
—Medio día, no esperaremos a nadie más —aceptó el pelirrojo viendo a Glenn —cuando el sol esté arriba nos largamos.
—y nos iremos con ustedes —Aceptó, Maggie.
—No, no... —Damon trató de hablar, viendo a la pareja, pero al ver su decisión bajó la cabeza, comenzando a aguantar las lágrimas como un niño.
—Doce horas y nos vamos —Terminó, Abraham, pasando en medio de Rick y Calipso.
Pero ella miraba a Glenn que la observó, podía ver lo herida que estaba su mejor amiga a simple vista. Sus ojitos cristalizados fue lo que hizo el remordimiento aparecer en Glenn.
—Cali...
—Jodete —Lo calló, alzó su mano y lo señaló —Daryl era mi hermano y mi responsabilidad, Damon se convirtió en mi hermano y mi responsabilidad ¿Pero tú? —negó.
Se volteó, alejandose a paso apresurado mientras mordía su labio inferior, aguantando los sollozos.
—Calipso... —Maggie trató de tomar su brazo en cuanto pasó a su lado.
—¡Pudrete tú también! —La señaló, indignada —¡Pudranse todos y está maldita iglesia! Cuando te vi en Terminus... —miro a Glenn, con unas pequeñas lágrimas —Lo hice explotar y lo disfruté porque nadie se mete con lo que amo... ¿Y se van con unos jodidos desconocidos? ¿Antes que quedarse a luchar conmigo? ¡Peleamos con más siendo menos, joder!
Damon tomó sus brazos, tratando de que se calme y ella lo miró, el chico puso una mano en su mejilla y señaló una de las dos habitaciones de la iglesia, la libre. Así que los dos caminaron hasta encerrarse allí donde Judith dormía y Damon abrazó a Calipso que comenzó a llorar.
¿Dónde estaba Daryl cuando lo necesitaba?
[…]
Glenn vió como ni Damon, ni Calipso, se despedían de Maggie o él. Solo se quedaron encerrados con Judith y dejaron pasar a Carl. Rick terminó por decir que irían a la escuela donde se refugiaban los de Terminus y los asesinarían, dejando a Tyreese, Bob, Rosita, Eugene y Gabriel con los tres chicos y la bebé.
Ahora, estaban solos en la callada iglesia.
—Creo que fuiste un poco dura con Glenn y Maggie —Carl murmuró, viendo a Gabriel entrar a la habitación —Ellos lo hicieron por nosotros.
Calipso lo observó en silencio pero escucharon un ruido, como si forcejearan la puerta. Rápidamente Calipso le lanzó su ballesta a Damon y ella tomó su arco y los cuchillos que Rick les dejó, Carl levantó su arma.
—Bueno, ya saben que estamos aquí —Habló una voz fuerte, dentro del pasillo de la iglesia —Al igual que ustedes —Anunció alargando la palabra “igual” —¡Y estamos armados!
Calipso le hizo una seña a Damon que se acercó a tomar a Judith. Ella caminó a pasos lentos y sigilosos a mirar por la cerradura de la puerta, tratando de ver a los intrusos.
—Asi que no tiene sentido esconderse —Siguió. Calipso apretó la mandíbula, los fueron a emboscar cuando ellos vinieron a emboscarlos también. —Los hemos observado. —Aclaró, el extraño —Sabemos quienes están. Está Bob... A menos que ya lo hayan sacrificado. —Calipso se movió de la puerta, viendo a Gabriel que estaba agachado, con el rosario en su mano —Y están Eugene, Rosita... —Se alejó aún más, puso su espalda contra la pared y Carl apuntaba a la puerta con su pistola. Se suponía que esas personas estaban en la otra habitación —¿Tyreese y un tal Damon?... También Carl. Judith. —Al nombrar a los jóvenes, Calipso apretó sus dientes —Y esa maldita bruja que explotó los tanques de gas, te vi en el bosque, Calipso. Te escuchamos con él —Rió como si eso fuese divertido y ella se horrorizó —Rick y el resto salieron con unas cuantas armas.
Calipso sintió el aire más frío de lo normal. Daryl tenía razón al decir que los espiaban. Esos malditos enfermos caníbales la habían visto gemir, arquear la espalda, disfrutar con Rick. Eran unos dementes que tenían todo lo malo del mundo. Acosadores, abusadores, caníbales, sociopatas...
—No sabemos dónde están pero no es un lugar muy grande —continuó —Salgan ahora antes de que las cosas se pongan más feas de lo necesario —Calipso aguantó la respiración —¡Están atrás de una de estas puertas y tenemos armas para derribar ambas! No creo que sean lo que quieren. —Se escuchó como recargaban —¿Que hay del párroco? Padre, si nos ayuda, prometo que saldrá con vida. Abra la puerta y váyase, puede llevarse a la bebé ¿Que dice?
Por inercia, Calipso y Damon voltearon a ver al moreno que seguía en la misma posición, asustado. Rogaban porque no les hiciese lo que le hizo a los feligreses.
Y justo en el momento más odioso, Judith comenzó a llorar estirando sus manos a Calipso. La castaña creyó que su mundo frenaba, sabiendo que la habían escuchado a la perfeccion.
La chica corrió y le dió sus armas a Damon, tomando a la bebé para hacerla callar rápidamente, sus ojos se enfocaron en la puerta, sabiendo que los esperaban del otro lado.
—ultima oportunidad para salir por su cuenta —Habló, al otro lado de la puerta —Disparen a las visagras.
Cerraron los ojos esperándolo, pero nada.
—¡Voy a disparar a esa oficina así que baja tu arma...! —escucharon la amenaza que se cortó con un quejido al final —¡Hagan lo que dice, no hay otra opción!
Calipso terminó por acercarse y agacharse a ver por la cerradura, viendo la clara imagen de Gareth de rodillas frente a Rick y el resto del grupo que llegó, luego volteó a ver a los demás.
—Llegaron... —Avisó, dándole en brazos Judith a Carl —Quedense aquí. —miró a Damon y le señaló con la cabeza a Gabriel, él asintió, quedandose para cuidar de los dos niños Grimes.
Calipso salió por la puerta, viendo a los caníbales de rodillas y al grupo apuntandoles.
—¿Están todos bien? —Le preguntó, Rick. Ella afirmó con su cabeza y él volteó a ver al canibal —¿Qué decías, Gareth? —Alzó una ceja, él balbuceó intercalando su mirada entre Calipso y Rick.
—Soliamos ayudar a las personas ¡Salvamos personas! —Terminó por decir con voz temblorosa —eso era antes, ellos vinieron... Y después... —miró a Grimes fijamente —sé que son sobrevivientes pero no tienen idea. No saben lo que es tener hambre —Eso hizo sonreír de manera pequeña a Grimes, irónico —No tienen que hacerlo, nos iremos y ya. Les juro que jamás sabrán de nosotros, lo prometo.
—Pero alguien sabrá de ustedes —Negó, Rick Grimes y estuvo a punto de apuntarlo con su arma pero se arrepintió —le harían esto a cualquiera ¿No? Además... —Se acercó dos pasos —yo ya te hice una promesa.
Sacó su machete de mango rojo de su cintura y lo empuñó para clavarlo en su cabeza, haciéndolo una y otra vez, mientras el resto mataba a las demás personas.
Calipso entreabrió la boca sorprendida al ver cómo Sasha clavaba su cuchillo sin parar en uno, como Abraham destrozaba la cabeza de otro con la culata de su arma y como Rick clavó la filosa arma sobre la cabeza de Gareth hasta que no quedó nada.
Y allí se acabó finalmente su problema con los caníbales, llevandose al olvido con ellos Terminus.
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