╰─────➤¡Yo digo
que tienes corazón!
«A veces», respondió, «cuando tengo tiempo”.

J.V

LOS HERMANOS Dixon se sentaron en la ventana de la tienda a la que fueron a usurpar con el grupo. Damon se apoyó en el pilar, a un lado de ellos, admirando como Daryl golpeaba el cristal con su codo.

—dame un segundo —le pidió, el hombre, al joven cuando esté iba a empezar con sus preguntas.

—bien, creo que ya lo tengo —habló, jugando con el bate mientras sonreía.

—¿Qué cosa? —Michonne, llegó a su lado, viendo al joven que casi tira su bate.

—es que Calipso no me quiso decir nada de lo que hacía Daryl antes del cambio, entonces quiero saber de qué trabajaba —admitió, yendo a sentarse a un lado de su amiga que rió.

—solo le dije que vivíamos en el campo —Admitió, sacando una barra de chocolate de su bolsillo y abriéndola para comer.

—hace seis semanas que trata de adivinar —alagó, Daryl, con cierta sorpresa ya que Damon no parecía dispuesto a rendirse.

—me lo tome con calma —hizo un ademán que los hizo reír —tengo un intento por día.

—de acuerdo, dime, ardilla —Pidió, el mayor de los Dixon, Calipso le ofreció un pedazo de chocolate al chico que lo llevó a su boca.

—bueno, por como te manejas en la prisión —habló con la boca llena, recibiendo un golpe de Michonne y el chico rodó los ojos, tragando —y porque estás en el consejo, eres capaz de rastrear, ayudas a la gente pero aún así eres un poco... Hosco.

—¿Hosco? —preguntó, divertida, Calipso. Soltando la carcajada —Daryl el hosco.

—Dejame —Le dió un empujón a Calipso antes de ver a Daryl —diria que eras... Policía de homicidios —Michonne comenzó a reír, Calipso dejó de masticar para ver incrédula al chico de lunares.

—¿De qué te ríes? —cuestionó, Daryl, en dirección a la morena.

—nada, eso tiene mucho sentido.

—Ardilla tiene razón, trabajaba en cubierto —admitió, pasando un brazo sobre los hombros de Damon y dándole una palmada en el brazo. Calipso negó, divertida.

—¿Me lo dices en serio? —preguntó, sorprendido, Daryl asintió —¿De veritas, de veritas?

—si, no me gusta hablar de ello porque veía cosas pesadas ¿Sabes? Le dije a Calipso que no lo mencione, ya que fue una etapa muy dura de mi vida —sacó el brazo para ajustar su ballesta. Ocultando la sonrisa mientras Calipso comenzaba a desinflarse por contenerse.

—¿Me están tomando el pelo? —intercaló su mirada entre los Dixon, Calipso estalló a carcajadas y Daryl lo miró con obviedad —me están tomando el pelo. Diablos.

—¿Conoces el sarcasmo, Damon? —Michonne, se burló, divertida ante como tonteaban al chico. Damon miró a Calipso.

—creo que si —dijo, haciendo reír a la chica —supongo que seguiré intentando.

—si, que gran idea —afirmo, Daryl, y Damon asintió. Pero el chico cayó de boca al piso cuando se asustó por el caminante que golpeó la ventana detrás de ambos.

—¡Santo Jesús! —chilló, abrazando a su bate.

—¿Por qué lo trajimos? Saben lo asustadizo que es —Sasha se acercó, señalando al chico que se levantó.

—tiene que aprender —Tyreese, contradijo a su hermana.

—ademas, yo lo cuido —Calipso, pasó un brazo sobre los hombros de Damon —¿Recuerdas todo lo que te dije?

—si, si, yo puedo... —aceptó, tomando bien su bate. Miró a los demás que terminaron por ceder.

—¿Lo hacemos ya, policía de homicidios? —Calipso, miró a su hermano, tragando su último pedazo de chocolate. Daryl se levantó.

—andando.

Rápidamente se adentraron, formando un círculo para eliminar a los caminantes. Una vez acabaron, los sacaron fuera para entrar. Calipso les ordenó lo que deberían hacer, cosa que aceptaron. Luego, Calipso tomó un carrito de compras y, como la última vez, Damon se subió dentro, Glenn llegó y comenzó a arrastrarlo mientras Calipso se subía delante.

—Michonne me hizo notar que nos estamos dejando un poco las apariencias —Contó, Calipso, mientras tomaba unas tijeras de un estante —¿Creen que deba cortarme el cabello?

—¿Te lo puedo cortar yo? —preguntó, Damon, sonriendo.

—no, se lo cortare yo —Glenn, le quitó las tijeras a Calipso y ella los miró con cejas alzadas. Preguntó si le quedaría bien cortarse el cabello, no si se ofrecían a hacerlo.

—piedra, papel o tijera —ofreció, Damon y Glenn aceptó.

—Si empatan, me lo corto yo solita —Avisó, viendo a ambos levantar sus brazos —ay, miren, una cámara —tomó la caja, ellos la ignoraron, comenzando a jugar el juego —me la quedo —la metió en el carrito.

—¡Gané! —gritó, Damon, festejando. Se escuchó como, desde algún punto, todo el grupo lo chitaba para que no hiciese ruido —ay, bueno.

—¿Qué demonios hacen? —Daryl, se acercó a quitarles las tijeras.

—Jugando a saltar la cuerda ¿Tú qué crees? —le recriminó, sarcástica, su hermana —me quieren cortar el cabello.

—no te vas a cortar nada, estás bien así —negó, dejando las tijeras lejos y los tres amigos lo vieron con cara indignada.

Pero todo fue interrumpido por un gran estruendo, corrieron a ir a socorrer a Bob, ya que se le había caído dos estantes encima y su pie quedó atrapado allí. De una manera veloz, Calipso, Daryl, Tyreese y Damon levantaron el primer mueble.

Pero, cuando iban a levantar el otro... El techo se abrió, un caminante cayó, quedando colgado ya que sus tripas se engancharon. Alzaron la cabeza sorprendidos, viendo la luz filtrarse en el lugar. Los demás rápidamente llegaron.

—deberiamos irnos, ahora —Pidió, Glenn.

—¡Bob sigue atrapado! —Negó, Daryl, más fueron callados cuando caminantes comenzaron a caer del techo.

—Joder ¿Ahora llueven caminantes? —escucharon la queja de Calipso —¡Damon, no te alejes de mi!

—obvio que no —El chico se puso detrás de ella con su bate con clavos en alto.

Algunos caminantes morían por el impacto contra el suelo, otros seguían de pie. Los dos retrocedieron, Calipso sacó su ballesta pero miró a dos sobre Glenn, le disparó al que estaba en su brazo, dejando al asiático poder tomar su arma y dispararle al que estaba en su pierna.

—¿Estás bien, hermano? —Damon, corrió a ayudar a levantar a Glenn.

—si, gracias —murmuró, empujando para que los dos vayan con Calipso que clavaba su cuchillo en el cráneo de un caminante —¡Tenemos que salir!

—¿En serio? ¡Yo quería quedarme a recibir sus abrazos! —bufó, irónica, mientras corrían, tratando de evitar a los muchos caminantes.

—¡dudo que te quieran abrazar! —Se quejó, Damon, golpeando a otro.

—¡No me digas! —lo observó, obvia, pero Glenn tomó la camiseta de ambos y los empujó para que sigan corriendo con él —Damon, el carrito —el chico corrió a tomar donde habían metido la cámara, tijeras y provisiones, empujando a los caminantes con este para que no lo toquen, siendo cubierto por Glenn y Calipso.

Pero los tres frenaron cuando notaron un pequeño temblor, Calipso alzó su cabeza lentamente, viendo a traves de los huecos del techo, observando un...

—¿Está cayendo un jodido helicóptero? —escupió, incrédula.

—esto era una base militar, por supuesto que sí —susurró asustado, Glenn, volviendo a correr para ir a salvar a Daryl. Los dos chicos fueron detrás de él, también ayudando —¡Daryl, ve!

—¡Ayudemos a Bob! —le pidió, su hermana.

Los hermanos Dixon fueron, Daryl levantó el mueble y ella sacó al moreno poniéndolo de pie rápido. Lo empujaron a la salida, logrando huir todos de ese edificio que estaba cayendose a pedazos.

—Fue mi salida de compras más cahotica —se quejó, Damon, frenando con su carrito.

—al menos nadie murió —Glenn, palmeó su espalda. Calipso asintió con una mueca.

—al menos.

[…]

Calipso se miró en el espejo mientras Beth terminaba de cortar su cabello, la rubia dejó la tijera y mostró también su rostro en el reflejo del cristal. Pero la menor frunció sus cejas cuando notó la mirada de espanto de Calipso.

—¡No tuve que hacerle caso a Michonne! —sollozó dramatica, volteando a ver a Beth que comenzó a reír.

—te ves bien —se acostó en su cama, tirando su rostro en su almohada —fueron solo las puntas. No se nota.

—¡Pero iba por abajo de mí cintura! Ahora me llega sobre la cintura —se quejó, acariciando su pelo —no puedo salir así.

—¡Fueron solo tres centímetros! —la miró con una sonrisa, pero su rostro feliz hacía contraste contra el aterrado de Calipso.

—Beth, me iré a dejar comer por los caminantes ¿Me cubres? —se levantó para tomar tirar su cabello a una bolsa.

—mañana en la mañana, si quieres. Ahora es muy tarde y tengo sueño. Ya cumplí con mí parte —se giró, dispuesta a dormir.

Calipso la miró indignada, siendo ignorada, pero terminó por salir de su celda, tiró la bolsa en el contenedor de basura y se dispuso a subir las escaleras para ir a la celda que compartía con Daryl. Mas, en cuanto iba a pisar el primer escalón, Rick estaba bajando y frenó al verla.

—te cortaste el cabello.

—si lo notaste... —se quejó, cruzandose de brazos y él bajó hasta estar frente a ella. Aún que nadie se daría cuenta, porque, como dijo Beth, solo eran pocos centímetros, Rick siempre se daría cuenta.

—iba a decir que te ves hermosa —murmuró, llevando una mano a un mechon de su cabello —y más limpia —rió recibiendo un golpe de ella —veo que le hiciste caso a Michonne.

—si, tú no lo hagas, déjate la barba —murmuró, poniendo las manos en su pecho mientras él la tomaba de las caderas.

—sus deseos son órdenes —miró a los lados comprobando que no haya nadie para darle un pequeño beso —te ves muy linda.

—gracias —respondió entre besos, mientras sonreía.

—¿Vamos a mí celda? Maggie y Glenn están en la torre, mientras Karen y Tyreese están en la blibioteca —retrocedió, arrastrándola con él para subir las escaleras.

—¿Y Carl? —preguntó divertida, tomando su mano para ir.

—se fue a dormir con Damon y acabo de dejar a Judith con Carol —abrió la reja de su celda, entrando.

—¿Damon y Carl hicieron una pijamada sin Glenn y sin mí? —preguntó, frenando el paso.

—dejalos —tiró de su mano pero con más fuerza de la calculada.

Por ende, los dos retrocedieron hasta que casi trastabillan, riendo en voz baja, Rick los giró y los echó sobre su cama, poniendo sus antebrazos para no hacerle peso a Calipso al acostarse sobre ella. Comenzó a besar su cuello, bajando despacio y tortuosamente.

—Grimes... —susurró, tomando su rostro para alejarlo.

—prometo no hacer ruido —susurró, esperando porque ella acepte y así poder dar otro paso en su relación.

—no sé si yo, pueda no hacer ruido —murmuró, divertida subiendo su rostro para poder besarlo.

—yo te tapo la boca —ofreció, con picardía mientras bajaba sus manos.

Calipso terminó cediendo, dejándose envolver por la fragancia a adrenalina que le otorgaba ese momento, quedando envuelta entre las sábanas y brazos de Rick Grimes, al fin pudiendo decir que se había entregado al amor del ojiceleste por completo. En cuerpo y alma, que cursi Calipso ¿No?