24| ❝Merle Dixon❞
╰─────➤Si no recuerdas
la más ligera locura en que el
amor te hizo caer, no has amado.
W.S
CALIPSO AHOGABA sus sollozos mientras veía como le ponían una bolsa en la cabeza a Daryl que forcejeaba por soltarse, hasta que a ella también le pusieron una bolsa. Los obligaron a caminar, luego de una media hora de golpes a modo de venganza por haberse metido en Woodbury como “terroristas”, al menos así los había llamado el gobernador.
Ella se había metido en la estúpida boca del diablo solamente por querer ver a Merle, por querer tener a la única familia que le quedaba con vida, ella solo quería tener al hermano que rompió, más de una vez, las cadenas del refrigerador dónde su papá la encerraba a modo de castigo.
Ese congelador en el que la abandonaba por horas, y encadenaba para que no pudiese abrirlo, ese refrigerador que provocó claustrofobia en ella. Además de pesadillas y más traumas de los que tenía la menor de los Dixon.
Aún así, ese refrigerador la aislaba, la mantenía lejos del alcance de las personas que no tenían ni idea de los castigos que ella recibía. Todo por ser una mala niña, o al menos eso decía su papá. Eso, era igual de malo que ser vista por muchas personas y que la tachen de terrorista, mala persona, abusadora, ladrona y demás cosas. Lo que estaba pasando en ese maldito momento.
El gobernador arrastró a Daryl y Calipso, las personas los veían tratar de soltarse del agarre de los matones, todos reunidos al rededor de una arena que usaban para sus shows de entretenimiento, todos veían al gobernador señalar a los hermanos Dixon.
—¡Estos son dos de los terroristas! —les quitó las telas de la cabeza, mostrando sus rostros. Calipso sollozó, buscando a Daryl que estaba a su lado, él la miró, entre asustado y preocupado —¡Los hermanitos de Merle!
Los exclamos de sorpresa no se hicieron esperar, Calipso miró al frente donde la figura de Merle Dixon se presentaba, comenzó a lagrimear en silencio mientras veía al hombre que creyó muerto, pero no, allí estaba, viendo a sus dos hermanitos menores inexpresivo.
El gobernador los soltó y Calipso comenzó a llorar con más fuerza, dejando de ver a Merle para ver a las casi cien personas que la observaban con repudio, entre ellas, estaba Andrea que la miraba estupefacta. Calipso no podía entender, su cabeza parecía a punto de explotar del dolor que estaba experimentando. Apartó la mirada de la rubia para ver al gobernador.
—¡¿Qué deberíamos hacer con ellos?!
—¡Matarlos! —exigía la multitud, Calipso incluso vió a niños gritando por eso, horrorizada, miró a Daryl que lloraba en silencio.
—¿No querías a tú hermano? ¿No extrañaba a tú hermanita? —el gobernador, se burló de Merle —ahora los tienes.
Calipso estaba en medio de Daryl y Merle, la chica lloriqueaba, negando, mientras escuchaba a la gente que pedía a gritos que muriesen ¿Qué clase de gente enferma eran? Claro, la gente que tenía el cerebro lavado por el gobernador. Pronto, sintió como sus manos dejaban de estar atadas; la habían soltado y a Daryl.
—te pregunté a quien serías leal —El gobernador se dirigió a Merle —dijiste que a nosotros, bueno, pruebalo ¡Pruebaselo a todos! Hermanos contra hermanos. El ganador es libre. Lucharán hasta la muerte —la gente comenzó a vitorear eso y Calipso miró a sus dos hermanos, consternada.
Un hombre empujó por detrás a Calipso, logrando que ella trastabille pasos adelante, ella se levantó, girando a ver a sus hermanos. Los tres en un perfecto triángulo. Ella volvía a sentirse como una niña aterrada.
—Merle... —susurró, con voz quebrada, pero su hermano alzó sus manos.
—¡Todos me conocen, voy a hacer, lo que tenga que hacer, para probar... —golpeó a Daryl en el estómago, horrorizando a su hermana —que mí lealtad...! —lo pateó, dejándolo en el suelo.
—¡Merle, no! —gritó, espantada, acercándose pero Merle la abofeteó, lanzandola al suelo por estar desprevenida. Ya que el golpe fue con su mano de metal, ella sintió el impacto contra su boca y escupió sangre.
—¡...Está con el pueblo! —terminó, pateando también a Calipso en el rostro que soltó un quejido de dolor.
Ella no entendía por qué Merle la golpeaba, él jamás, por la presión de nadie, la golpearía. Se supone que la defendería hasta morir, ese era el juramente de los hermanos Dixon. Se eran leales hasta la muerte, ya que nunca tuvieron a nadie que no fuesen ellos mismos.
—¡Dejala! —le gritó, Daryl, a su hermano mayor, notando lo roto que estaba al ver cómo Merle golpeaba a Calipso.
Pero, cuando Merle miró a Daryl, Calipso se giró sobre la tierra y pateó la parte trasera de su pierna, logrando poner al mayor de los Dixon de rodillas. Daryl, aprovechando eso, también pateó la cabeza de Merle, mandándolo al suelo.
Daryl, se levantó rápido, corriendo a levantar a Calipso, escuchando el abucheo de las personas que se calló cuando ambos voltearon a ver cómo traían caminantes.
—¿Qué carajos...? —susurró, Calipso, pero Merle tiró de la camisa de Daryl, alejandolo de ella y mandándolo al suelo. Los hombres los rodearon con caminantes—¡Merle, basta! —sollozó, tratando de detenerlo. Rodeó su cuello con su brazo, mientras Daryl trataba de que Merle no lo asfixie. Aún que este era asifixiado por Calipso.
—¿De verdad crees que ese maldito te dejará ir? —dijo, como pudo, Daryl.
—solo siganme el juego, hermanitos... Vamos a salir de esto —susurró, Merle. Calipso lo miró, confundida, pero Merle echó su cabeza hacia atrás, golpeándola y haciéndole sangrar la nariz. Tal como Calipso siempre hacia cuando la agarraban de atrás.
De ta palo, tal astilla.
Ella lo soltó y Merle levantó a Daryl, los tres se pusieron espalda contra espalda, viendo a los caminantes que los apresionaban. Cada vez que se acercaban, trataban de empujarlos lejos pero con cuidado pues podían morderlos, en especial a los menores Dixon quienes no tenían un puño de metal como Merle.
Calipso golpeó a un caminante en la cabeza, dos veces, pero este solo retrocedía y volvía a avanzar..Justo cuando a ese mismo caminante, y a su titiritero, le dispararon en la cabeza.
Calipso miró de dónde provenía la bala, Maggie estaba con un rifle, segundos después, su vista se nubló por una bomba de humo. La gente corrió escandalizada y Calipso escupió la sangre que tenía en su boca, escuchando los disparos. Habían ido a salvarla.
—¡Quédense cerca! —les pidió, Merle, a sus hermanos que no rompieron su pequeño círculo.
—¡Vengan, vamos! —Daryl, les pidió. Los dos fueron detrás de él, hasta que Calipso golpeó a uno de los soldados del gobernador y le quitó su arco, apropiándoselo.
Merle tiró de ella para que vuelva a correr y llegaron hasta donde Rick los esperaba, el ojiceleste miró a la castaña que solo desvió la mirada, corriendo con ellos a la salida.
—¡Todos están confundidos, por aquí! —les señaló, Merle.
—¡No irás a ningún lado con nosotros! —lo frenó, Rick.
—¿De verdad quieres discutir ahora? —se quejó, Merle, abriendo un pedazo del muro para que pudiesen salir por allí. Calipso fue la primera en salir, tomando un caraj de flechas del muro y volviendo a escupir la sangre que se acumuló en su boca, Maggie la miró preocupada pero ella negó.
—¿Necesitas una mano? —se burló, viendo cómo Merle mataba a un caminante con su puño de acero.
—muy chistosa —sonrió, evitando que su hermana viese sus ojos cristalizados ante el poder apreciarla nuevamente, habiendo extrañado a su pequeña princesa rebelde. Comenzaron a dispararle a los caminantes que habían sido atraídos por el ruido, pero Merle los frenó —¡No tenemos tiempo para esto!
—¡Vamos! —los apresuró, Daryl, al ver qué Rick y Maggie no se movían. Los dos fueron corriendo detrás de ellos.
Calipso corría, sintiendo el cansancio ya adormecer su cuerpo, cada tanto debía volver a escupir la sangre hasta que, casi llegando al auto, el sangrado disminuyó. Frenó allí, viendo a Glenn acercarse.
—tenemos un problema y necesito que retrocedas —le dijo de antemano, Rick, al asiático.
—¡Qué demonios hace él aquí! —Glenn, gritó molesto, apuntandole a Merle y Michonne también se alteró. Calipso se puso frente a Merle, cubriéndolo. Mientras trataban de calmar a ambos.
—¡Hey, hey, baja eso, bajalo!
—¡Él nos ayudó a salir de ahí! —defendió Daryl a su hermano.
—¡Si, después de que les metió una golpiza, mira a Calipso, por Dios! —se quejó Rick, sin embargo, él apuntaba a Michonne que apuntaba a Merle, mientras Maggie flanqueaba a Daryl por estar apuntando a Glenn que quería dispararle a Merle. Calipso cubría a Merle, alzando su arco.
—¡Oye, los tres recibimos golpes! —se defendió, Merle.
—imbecil —solo obtuvo de respuesta por Rick. Merle intentó calmarlo pero Rick le gritó —¡Ya basta!
—¡Sacame esa cosa de la cara! —le gritó Daryl a Glenn sin apuntarlo.
—¡Por favor, mírense, parecen idiotas apuntando y apuntando! —se quejó, Calipso, mirándolos incrédula. Respiraron agitados hasta que bajaron sus armas. Pero la risa de Merle los descolocó.
—mirense, hermanitos, parecen salvajes...
—trato de salvar tú estupido trasero, Merle —Calipso, suspiró viendo al nombrado.
—¿Terminaste ya con ese psicópata? —se quejó, Daryl, volteando a verlo.
—si, Dios, sabe conquistarte, debo admitirlo —Merle miraba a Michonne —ha estado acostándose con tú amiguita Andrea... Y de qué forma.
—¿Qué? —Rick, preguntó, viendo a Michonne.
—Andrea está en Woodbury —asintió, Calipso, recordando a la rubia.
—al lado del gobernador —asintió, Daryl. Miraron a Michonne.
—¿Conoces a Andrea? —cuestionó, Grimes, en dirección a la morena.
—si la conoce —le respondió, Merle, ante su silencio —ella y la rubia pasaron todo el invierno juntitas en el bosque. Si, nuestra reina tenía dos caminantes en el bosque. Sin brazos, les cortó la mandíbula, encadenados. Bastante irónico si se lo piensan...
—¡Ya cállate, Merle! —le gritó, Calipso. Pero Merle siguió insistiendo hasta que Rick lo calló, en vano, él siguió.
—Dios, mira esto, es patético —seguía, divertido, Merle. Calipso negaba, lo recordaba menos idiota —todas estás armas y ninguna bala.
—¡Ya callate! —le gritó, Daryl.
—¡Callense ustedes, maldito grupo de imbéciles...! —Calipso, cansada, volteó y lo noqueó con el arco. Miró a Daryl que lo agradeció en cierto modo, luego miró a los demás.
—mejor lo hacía yo antes que uno de ustedes.
[…]
—no va a funcionar.
Calipso suspiró antes la negativa de Rick, bajó la mirada, jugando con el nuevo arco que había adquirido y pensó seriamente en las posibilidades que tenía a partir de ese momento. Ellos no querían a Merle en el grupo, pero ella no podía perderlo, no otra vez.
—debe funcionar —insistió, Daryl, a un lado de su hermana.
—causara problemas —repitió, el ojiceleste.
—Grimes... —Calipso, se pasó una mano por la frente, viendo al hombre que no quería mirarla, pues sabría que iba a ceder —es mí hermano y tampoco tenemos mucho tiempo para decidir.
—el gobernador debe estar en camino ahora mismo —asintió, Daryl —Merle lo conoce, nos vendría bien más gente.
—¡No quiero que vaya a la prisión! —se negó, Maggie y Calipso la miró con dolor, sabía que Merle la lastimó... Pero Dios, no podían obligarla a dejarlo.
—¿A caso quieren que duerma en el mismo pabellón que Carol o Beth? —intentó hacerlos razonar, Glenn, pero solo consiguió una mirada horrorizada de Calipso.
—no es un violador —se quejó, Daryl.
—será idiota pero tiene límites —siguió, Calipso, mientras le suplicaba al asiático.
—tal vez él, pero ¿Su amigo? —nombró al gobernador.
—ya no son amigos, no después de anoche —Atajó, Daryl. Los dos hermanos estaban haciendo lo imposible por tratar de que acepten a Merle, pero sabían que no podrían, no con todo lo que había hecho Merle.
—no hay forma de que Merle se quede allí sin que peleemos entre nosotros —Aclaró, Grimes.
—¿Dejaras solo a Merle y traeras a la última Samurái? —entonces se quejó, Daryl, viendo a Michonne apoyada en el auto a unos metros de ellos. Rick negó pero Glenn y Maggie si estaban a favor de llevarla.
—¿En serio? —Calipso, los observó, dolida —¿Si llevan a una desconocida pero no a Merle, que es mí hermano? ¡Puedo mantenerlo bajo control!
—Merle es familia —siguio, Daryl, pero Glenn negó.
—no, Merle es su familia. Mí familia, mí sangre, está aquí mismo —señaló, el asiático —y esperándonos de vuelta en la prisión.
—ustedes son parte de esa familia —señaló, Rick, mas luego agregó, señalando a Merle —pero él no —trató de estirar su mano para tomar la de Calipso pero ella se apartó, bruscamente. Mirándolo molesta —Calipso...
—¡Jodete! —le gritó, señalandolo con bronca —yo te hablé de Merle, en la granja... —susurró, viéndolo con tristeza, Rick bajó la cabeza —gracias por nada, Grimes.
—Ustedes no saben... —Daryl, retrocedió, tomando la muñeca de su hermana —esta bien, nos iremos solos.
—no, no quise decir eso —Glenn, trató de frenarlos, pero Calipso se apartó, otra vez.
—sin él, nos vamos —Decretó, Daryl.
—Cali, Daryl, no tienen que hacer esto —suplicó, Maggie, pero los hermanos ya habían tomado una desición.
—siempre estuvimos solos antes de esto —se encogió de hombros, Daryl. Calipso se colocó bien el arco.
—no es nada nuevo —le dió la razón a su hermano, mostrando el pequeño dolor que sentía ante la negación de sus amigos.
—¿En serio? ¿Van a irse así como asi? —Glenn, cuestionó, sin creerlo. Su mejor amiga lo estaba dejando por el idiota que hacía llamar hermano.
—bueno, tú harías lo mismo —asintió, Daryl.
—¿Qué quieres que le diga a Carol? —refutó, pero miró a Calipso —¿Y a Carl? ¿Qué le diré a Beth?... ¿Qué hay de mí?
—ella lo entenderá —dijo, Daryl, a lo primero.
—y espero que tú también lo hagas, al igual que Beth y Carl —bramó, sonando más segura de lo que podía —lo siento.
—saluda a tú papá por mí —dijo, a modo de despedida, Daryl, pasando con su hermana en medio de ambos.
—nos vemos, chicos —se despidió, Calipso.
Trataron de frenarlos, yendo hasta la cajuela del auto donde tomaron sus cosas con Rick suplicándoles que se queden, pero ellos eran tercos. Daryl se despidió de Rick y Calipso se estaba por ir, pero Grimes la tomó del brazo.
—por favor, te lo suplico, Dixon... —susurró, mostrando su vulnerabilidad ante la mujer que la miró con pesar. Ella negó pero él se relamió los labios —Carl me lo dijo, le hiciste una promesa a Lori. No te puedes ir, no puedes dejar a Carl, a Judith... No puedes dejarme —a pesar de que Calipso descubrió el nombre de la bebé, solo suspiró.
—No me hagas elegir entre ellos y tú, Grimes. Porque saldrás perdiendo. —murmuró, miró a Merle y Daryl que hablaban.
Luego se acercó a tomar de las mejillas al ojiceleste que la miró con dolor. besó la comisura de sus labios y se fue, sin mirar atrás.
—¡Calipso! —gritó su nombre, pero ella llegó a abrazar a Merle que reía, avanzando con sus hermanos.
—¡Cali! —Glenn, intentó correr a detenerla pero Rick lo sostuvo por la poca fuerza del asiático.
—Glenn, no puedes... —negó, su novia, aguantando los sollozos al ver a su mejor amiga partir.
—no lo entiendes, Maggie, ella es mí mejor amiga, es mi hermana —se quejó, pasando sus manos por su cabello con frustración.
—ella tomó una desición —susurró, Rick.
Pero esa desición fue una gota más que colmó el vaso de cordura de Grimes, perdió de vista la melena de la castaña a traves del bosque y se giró para cerrar sus ojos con fuerza. No podía, no podía con que Calipso lo abandone.
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