09| ❝Granja de Hershel❞
╰─────➤Fuertes
razones, hacen
fuertes acciones.
W.S
CALIPSO SENTÍA la cabeza de Rick contra su estomago. Él estaba sentado mientras la abrazaba por la cintura, Calipso acariciaba su cabello mientras veía a Carl a un lado suyo, acostado en la cama mientras estaba inconsciente. No le caía bien Rick, pero ahora ella era lo más cercano a un pilar estable en ese momento destructivo.
Shane se había ido con Otis a buscar las cosas para salvar a Carl. Dejando sola a Calipso con Rick que agradecía el silencioso apoyo que le daba Calipso. Ella se derrumbaba por dentro pero no lo demostraba, solo esperaba.
—no te desmayes, por favor —le suplicó Calipso. Rick la soltó finalmente —te traeré agua.
Fue hasta la cocina, cuando llegó, vio a una rubia que supo reconocer como Beth. Ella estaba sacando justamente la jarra con agua.
—Calipso ¿Cierto? —preguntó tímidamente y ella asintió —¿No eres la mamá de Carl, entonces?
—no, esa es Lori —negó, tomando la jarra para servir agua.
—pero no está con Rick —Afirmó más que preguntar consiguiendo una mirada confusa de Calipso —Y-yo lo lamento. No quería molestar, debes estar aturdida por todo.
—no, está bien —negó, suspirando —el que está aturdido es Grimes.
—tú igual —objetó Beth y Calipso la miró nuevamente —puedes llorar, está bien que te preocupes —la expresión de Calipso tembló pero solo suspiró temblorosamente, negada a llorar.
—estoy bien —Le agradeció con una pequeña sonrisa, yendo a darle el vaso a Rick... Solo que él no estaba en el cuarto.
—hijo de puta —se quejó, saliendo.
Solo para encontrarse con Lori bajando del caballo de Maggie, abrazando y llorando contra el pecho de Rick. Suspiró bajando la cabeza y dejó el vaso a un lado para entrar a la casa e ir donde Beth que la miró curiosa.
—¿Hay un baño o algo así? Es que... La sangre —trató de explicarse señalando su apariencia.
Beth asintió y la guió escaleras arriba, a su vez, le explicaba quien era cada quien en esa casa hasta que habló de Hershel y el mundo casi se le vino abajo a Calipso cuando escuchó a Beth decir la profesión del anciano.
—es veterinario —Calipso la miró seriamente hasta que comenzó a reír como si fuese un chiste.
Pero no, no era un chiste.
[…]
a un lado de la cama de Carl, Calipso observaba al nombrado en silencio. En su cabeza solo se repetía que Hershel era un puto veterinario que tenía en sus manos la vida del menor.
—la presión vuelve a bajar —Hershel le avisó —no podemos esperar mucho más —hizo referencia a la tardanza de Shane y Otis.
—¿Y está seguro de que tomó bien la presión? Digo, ¿Es igual tomar la presión de un humano y un puto caballo? —le preguntó, molesta. Ahora tenía ropa de Maggie que Beth le había dado.
—señorita... —le rogó, Hershel —Sé tomar muy bien la presión, el niño necesita sangre.
—quiteme más, la que necesite, luego me iré —Rick avanzó decidido.
—si, irte para el otro lado, con Dios —bufó Calipso viendo al ojiceleste —Sientate —Rick inclinó su cabeza, arrugando su nariz —ahora —obedeció.
—escucha a Calipso, no estás en condiciones de hacer nada —Hershel le dió la razón —diste demasiada sangre, a penas y te pudiste parar, no llegarías ni a la puerta.
—si algo pasó... yo tengo que ir —Insistió el ojiceleste pero su esposa negó.
—no, tienes que quedarte. Si Shane dijo que regresara, él lo hará, en eso es igual a ti.
—¡No puedo quedarme solo sentado!
Calipso ya no aguantó sus cursilerías, ni su discusión, sus llantos y sus palabras de preocupación, ya que solo aumentaban sus nervios. Salió de allí disparada, y se cruzó con Beth, la rubia le sonrió como pudo.
—¿Estás bien? —Preguntó con suavidad, Calipso negó —¿Quieres hablar? —Señaló su cuarto y ella asintió —no eres de muchas palabras —abrió la puerta dejándola entrar primero.
—no soy muy amigable —admitió sentandose en la cama —Ademas de que estoy preocupada por Carl y los demás no ayudan.
—tranquila, no les diré lo que me digas si es lo que te preocupa, puedes hablar conmigo. Aveces la gente que menos conoces es más confiable que la que conoces —Se sentó a su lado.
—Agregando que eres la única chica de más o menos mi edad, bueno, eres más joven ¿No? —Beth asintió, Calipso parecía mucho más grande que ella —mi único amigo es Glenn y ahora no está.
—Maggie es de tú edad, pero ella está ocupada con lo de la granja —Calipso se recostó y Beth igual, las dos mirando el techo en silencio.
Eso era lo que necesitaba Calipso, compañía.
[…]
Calipso escuchó el sonido de un motor de auto y abrió los ojos, dándose cuenta de que se había dormido en la cama de Beth y ella la había dejado allí. Se levantó de un salto, corriendo escaleras abajo, cuando abrió la puerta, pudo sentir como todos ya estaban detrás de ella. Viendo a Shane llegar.
—Maldito bastardo —Calipso corrió a tomar un bolso de Shane, notando que estaba rengueando —¿Estás bien?
—¿Qué importa? ¿Carl? —Le preguntó, dándole el otro a Hershel.
—Aun hay posibilidades —Rick se puso a un lado de la castaña.
—¿Y el inútil? Lo siento, digo, ¿Otis? —Se corrigió ante la mirada de Hershel. Pero Shane negó y Calipso tragó el mal sabor de su boca —lo siento...
—no le diremos a Patricia, no ahora —Hershel ordenó luego de un silencio breve pero incómodo —la necesito —Calipso asintió y entraron corriendo a dejar las cosas donde Carl.
Ella miró al chico pálido dormido, se acercó a dejar un beso en su frente y salir para dejarlos terminar. Miró hacía afuera, viendo a Lori, Shane y Rick habla mientras lágrimas se acumulaban en los ojos de la granjera por la muerte de Otis. Suspiró saliendo para poner una mano sobre el hombro de Maggie que volteó a verla.
—puedes llorar, pero hazlo adentro —le pidió y Maggie asintió.
La acompañó hasta sentarse en el sofá y Maggie se giró a abrazarla, comenzando a llorar. La menor de los Dixon quedó congelada, pero comenzó a acariciar su espalda. Lo había hecho por Rick y ahora lo hacía por Maggie.
Los minutos pasaron hasta que Glenn apareció por la puerta, Calipso extendió su mano y el coreano la tomó dándole un leve apretón, siendo que no podía saludar a su amigo como quería a pesar de haberlo necesitado las últimas horas, Maggie se recompuso comenzando a hablar de Otis con los dos chicos. No solo había perdido a Otis, también a su madrastra y hermanastro.
—Yo perdí a mi hermano... Oh, bueno, eso creo —Calipso, admitió; Glenn se sentó a su lado y los tres quedaron al sofá —De mis padres mejor no hablar, eso viene de antes del apocalipsis.
—Yo perdí a toda mi familia, me quedé sin nada —Glenn, susurró. Los dos observaron a Maggie que se sintió mejor, pues no estaba sola.
—todos perdimos algo supongo —admitió la de cabello corto, los dos chicos asintieron.
Se echaron hacia atrás, contra el respaldo del sofá, esperando la operación de Carl y sumidos en sus pensamientos. Haciéndose compañía. Los minutos pasaron hasta que Hershel apareció viendo a los tres de al rededor de veinticinco años.
—vengan —les pidió y los tres se levantaron al segundo, yendo afuera, dónde Lori, Rick y Shane aún estaban —parece haberse estabilizado —Calipso sonrió alegre, Glenn le sonrió igual. Rick abrazó a Hershel feliz, agradecido.
—gracias veterinario, puedes recibirte de doctor de humanos —Calipso extendió su mano y Hershel la estrechó con una diminuta sonrisa.
—solo... Tengo que ver la manera de decirle a Patricia —Murmuró el anciano suspirando.
—Ve con Carl —Rick le pidió a Lori para voltear al hombre —yo voy con Hershel.
Calipso suspiró sumándose también, los tres entraron para encontrarse con la mujer en la cocina. La menor de los Dixon solo observó a los dos hombres darle la noticia sobre el fallecimiento de su esposo, ella se encargó de sostenerla cuando creyó que la mujer caería por la debilidad que mostró al comenzar a llorar, ayudándola a sentarse. Otis había muerto por salvar la vida del niño que él había lastimado.
—lo siento mucho, señora —Calipso habló, acuclillada frente a la mujer sentada en la silla —pero puede saber que todos estamos demasiado agradecidos con él.
Se levantó, compartiendo una mirada con Rick que no le sacó los ojos de encima, Calipso volteó a Hershel y él asintió para que ambos pudieran retirarse. Ella, sintiendo compasión por el casi moribundo Rick, tomó su brazo y lo paso sobre sus hombros, ayudándolo a caminar hasta la cocina dónde lo dejó sentarse.
—sé que me detestas, Calipso —le sirvió agua escuchando al hombre murmurar —pero te agradezco todo lo que hiciste por Carl. Lo que hiciste por mi... —tomó el vaso, pero no soltó su mano, tomándola.
Calipso miró los ojos celestes del hombre, admirando su tono, viendo a través de ellos la imagen de Carl. Padre e hijo eran idénticos, tanto en físico como en valentía. Terminó por hacer una mueca, lo más parecido a una sonrisa.
—haría lo que fuera por ese niño —murmuró viendo a Rick que se paraba, con esfuerzo, para bajar la cabeza y ver a la joven —lo digo en serio.
—lo demostraste —susurró acercándose a dejar un beso en la comisura de sus labios. Calipso cerró los ojos por unos instantes, pensando en la cantidad de emociones que eso le había hecho sentir, pero apretó su mandíbula y miró al ojiceleste que se relamió los labios. Él no podía hacer eso, no cuando ella debía odiarlo a pesar de todo. Por su culpa perdió a su hermano.
—Pero todo es por Carl, no por ti —Susurró antes de darse la vuelta y salir de allí, viendo a Shane que los veía desde las escaleras —te falta cabello —murmuró pasando a su lado, Walsh llevó una mano a su cabeza, sintiendo un pequeño dolor dónde Otis le había arrancado cabello. Luego miró a Rick que estaba serio y decidió callar subiendo las escaleras.
Calipso salió fuera, Glenn estaba allí y el asiático le sonrió, su mejor amiga solo caminó hasta abrazarlo con fuerza. Glenn correspondió, sabiendo que Calipso tenía días dónde era más fría que el invierno y otros dónde necesitaba tanto cariño que era desesperante.
—Carl va estar a bien —le aseguró.
—lo sé.
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