Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo V



─ ¡Nos vemos más tarde!

─Regresa con cuidado, ¡y no te olvides de comer!

─ ¡Si mamá! ─como si eso fuera fácil de olvidar.

Salí corriendo colina abajo directo a la parada de bus, iba atrasada y hoy tenía una lección en el curso, en donde quería explotar todo mi conocimiento. Mi vista iba hacia la carretera cada que iba corriendo, topándome con que el bus no daba señales de vida y en la parada había algunos vecinos con su cara de impaciencia. Llegué algo agitada.

─ ¿Hace cuanto pasó el último bus? ─pregunté a un chico tratando de recuperar aire.

─No lo sé, creo que ya se ha demorado más de lo normal, Hyejin se fue en taxi cuando yo llegué, ya estaba atrasada a su trabajo.

Hyejin entraba a las tres de la tarde.

─Creo que hubo problemas, no ha pasado desde el mediodía.

─ ¡¿Medio día?! Ay dios, no llegaré al curso ─dije lloriqueando.

Por la derecha venia corriendo el señor Ho, nosotros le quedamos viendo atentos a una noticia.

─Chicos, acaban de decir que el bus tuvo un accidente en la ciudad, por suerte no hubo heridos de gravedad, pero no tendremos transporte por un tiempo ─rascó su nuca, el señor Ho era gerente de los Inter buses así que entendía su preocupación.

─Que alivio que no hay heridos de gravedad... ─miré nuevamente mi reloj, 3:45 mierda, tenía quince minutos para llegar─ nos vemos más tarde ─salí corriendo a la carretera buscando un taxi.

¡No había un maldito taxi!

─Por todos los dioses, ¿por qué me tiene que pasar esto a mí? ─di una pisoteada enojada, seguí caminando con prisa, con suerte llegaría al final del curso. ─Dios, soy yo de nuevo ─susurré viendo a los lados.

¿Por qué tenía la sensación de que algún suceso como estos pasaba cada que quería hacer algo con ansias? O sea, por mi cuerpo recorría esa adrenalina de impaciencia por hacer eso que he aprendido con tanto esmero, por ese algo que quería hacer y saber los resultados. Sin embargo, desde que tengo conciencia, algo sucedía y toda esa adrenalina se esfumaba. Sentía y escuchaba como un carro iba a mi espalda a baja velocidad, miré de reojo y me pare con las manos en mi cadera. Ni siquiera pensé en que podría ser un secuestrador, solo me sentía frustrada.

─Pero si es las brochetas de cerdo ─abrí mis ojos sorprendida al oír su voz, mis ojos brillaron de alivio.

─ ¡Dios me escuchó!

─No hace falta gritar ─murmuró mirándome mal─ ¿a dónde se supone que vas? A este paso llegarás a ver las estrellas en la ciudad ─se burló.

─Muy chistoso, necesito un taxi, ahora ─me crucé de brazos.

─ ¿Y?

─ Como que ¿y? Tú serás mi taxi ─sonreí

─ ¿Tú qué? ─soltó una risa sin gracia.

─Por fis

─Qué rayos es ese "por fis" ─me miro mal, se me ocurrió hacer un puchero─ sube

Sonreí agradecida.





Cuando llegué al curso, después de haberle hecho convertirse en rápidos furiosos al señor conductor a mi lado, me topé con que las puertas estaban cerradas

¿Qué diablos...? ¿Sirvió de algo convertirme en una loca desesperada por llegar?

─ ¿Aquí? Pero está cerrado ─dijo mientras apagaba el auto y escaneaba el lugar con su entrecejo fruncido.

─Se supone que... ─rebusqué en mi mochila el celular que se supone lo guardé cuando... Salí como una loca y lo de dejé en mi cama. Solté un suspiró cruzando mis manos y aplastando mis labios.

Qué vergüenza. De seguro estará pensando que estoy desquiciada.

─ Según lo que veo, es que no tenías clases y parecías una demente en la carretera gritando que acelere sin importar que podría tener una multa en unos... ─miró su reloj─ tres minutos.

Me quedé callada

El auto se fundió en un silencio gracioso. Espere esos tres minutos que dijo mi conductor, cuando entonces la ventana de su lado fue golpeada.

Me regresó a ver, y con su mirada me dijo "lo ves" bajó la ventana, un hombre bajito vestido de oficial nos miró con curiosidad, para luego dirigirse a Kim Taehyung.

─Sabe lo que hizo ¿no es así Kim Taehyung?

─Lo sé, oficial ─contestó él con tranquilidad.

─Son 141.029 won por exceder los límites de velocidad

Abrí mis ojos asustada ¿yo hice que tenga una multa? Dios, soy yo, nuevamente, lamí mis labios nerviosa.

Él se veía tranquilo mientras el señor bajito le entregaba ese famoso papelito, el oficial me dio una mirada curiosa que me hizo erizar la piel nerviosa.

─ ¿Su hermana? ─Kim me regresó a ver.

─No, es una...amiga ─murmuró sacando su bolígrafo para firmar algo, unos minutos más tarde el oficial habló otra vez.

─No se le ha visto con amigas desde hace tiempo ─pestañeé repetidas veces a causa de mi incomodidad, ¿Acaso no le enseñaron lo que es privacidad, señor oficial? Que importuno y mal educado.

¿Acaso va por la vida cobrando multas y hablando de la vida de los demás como si fueran super megas amigos?

─ ¿Eso es todo? ─Kim prefirió ignorarlo, el oficial asintió sin dejar de verme, ¿Qué rayos le pasaba? ¿Acaso no ha visto a una chica de diecisiete años? Pronto dieciocho, por supuesto.

Luego se fue.

─Ese señor bajito me puso bien incómoda ─solté en un murmullo, el seguía con su sonrisa ladeada mirando al frente─ oye...

─Taehyung, dime Taehyung ─asentí sonriendo.

─Okey, Taehyung... ¿Y si vamos por golosinas? ─me regresó a ver como si estuviera loca.

─Yo no como golosinas, tienen mucha azúcar...

─ ¿Es por eso que eres amargado? ─hice una mueca triste para molestarlo, me miró indignado.

─ ¡Yo no soy amargado! ─se defendió. Era tan raro verlo así, cuando lo conocí en la cafetería tenía esa expresión neutra, como si odiara todo a su alrededor. Sin embargo, ahora... Sonríe, esas risas bajitas de él resultaban adorables, e incluso ese sentido del humor que todavía falta pulir.

─No hace falta gritar ─lo imité conteniendo la risa, él me miró enojado y prendió el auto.

─ ¿En dónde venden tus golosinas? ─di unos aplausos ─No hace falta ser escandalosa ─solté una carcajada─ por dios, pero que bulliciosa que eres. ─rodo los ojos.

─ ¡¿Acabas de virar los ojos?! Que infantil ─me gustaba molestarlo.

─ ¿Te callas o te quedas aquí tirada?

─Vale, vale ─alcé las manos rendida─ bueno...yo no conozco la ciudad al 100%

Iba a responder cuando una llamada entró a su móvil. Su rostro alegre que tenía pasó a una seria y profesional.

─Kim ─contestó poniendo en alta voz.

─Señor Kim, el señor Shaw acaba de decir que envío un mail muy importante referente a la inversión en Japón, él está muy decidido a firmar.

Wao, esa mujer hablaba rápido que pensé que era un robot.

─Gracias Oriana, enseguida estoy allá. ─y colgó, una sonrisita se estiró en mi boca y como su leyera mi mente se adelantó ─ ni lo pienses.

─Pero... ¡Quiero conocer tu empresa!

─La empresa no es un parque de diversiones ─contestó tecleando en su móvil.

Me crucé de brazos dejando de mirarlo, entonces debería regresar a casa, pero ni siquiera había buses, y el taxi no sé cuánto me cueste de regreso al pueblo. Y, además, quería pasar más tiempo con él, cuando estoy en casa lo único que puedo hacer es ver televisión aburrida, hacer deberes aburridos y ver a mamá trabajar desde su portátil como si no tuviera vida más que su trabajo, papá pasa aquí en la ciudad y llega en la noche, así que ¿Qué se supone que haga en casa? Por lo menos el famoso Kim Taehyung hacía que pierda el tiempo divirtiéndome junto a él.

Solté un suspiró quitándome el cinturón de seguridad.

─Está bien, entonces me tengo que ir ─murmuré.

─ ¿A dónde?

─Pues a mi casa supongo, no tengo otra ─contesté con obviedad. Él cerró los ojos como su lo que fuera a decir le quemara la lengua.

─Me voy a arrepentir de esto ─susurró y prendió el auto, sonreí feliz.


(...)



En unos segundos estábamos ya entrando a su empresa, me encontraba emocionada, no podía negarlo, me era imposible no hacerlo ya que él no me trataba como una chiquilla

─No hagas nada estúpido ─me susurró, yo asentí con la cabeza mirando de un lado a otro. Ni siquiera escuché bien que me dijo.

Los empleados nos veían curiosos, debe ser porque yo soy una adolescente alado de un hombre de ¿Cuántos años?

─Es muy bonito todo, me gusta su decoración ¿tú lo aprobaste todo? ─subimos al ascensor, atrás de nosotros iban unas señoritas bien paradas, tal parecía que estaban sacando su pecho de forma descarada y exagerada, tenían unas carpetas en sus manos.

─Si, no podía dejar la decoración de mi empresa en manos de otras personas ─susurré un "por supuesto"

─Buenas tardes, señor Kim ─saludaron con unas sonrisas estúpidas, lo siento, pero eso parecía.

El solo hizo un movimiento con su cabeza. Yo me balanceaba en mis talones agarrada de los tirantes de mi mochila, escuchaba susurros a mi espalda haciendo que mi humor cambie drásticamente, miré de reojo a las mujeres que de sorpresa se encontraban ya más a mi lado. ¿Pero que rayos les pasa? Me dieron una mirada de soslayo con una mueca. Abrí mis ojos sorprendida.

Hijas de su santa madre.

Esa era la razón número uno del porque no tenía tantas amigas del género femenino, son tan criticonas y chismosas que me irritaba, por suerte Sally no es así, muchas veces creo que tiene algún fallo en la cabeza con las ocurrencias que suele tener.

─Oye ─le susurré, me regresó a ver ─ ¿ya llegamos? Estas chicas me están mirando mal.

¿Qué? Me gustaba ver arder el mundo.

Taehyung ni siquiera pestañeó cuando las regresó a ver.

─ ¿Algún problema señoritas? ─ellas lo miraron nerviosa, luego su mirada pasó a mí.

─ ¿Qué...? ─murmure, con esa espinita resentida.

─N-no, nada señor Kim. ─dijeron bajando la mirada. Hice una mueca graciosa de sorpresa.

─Bien, eso espero ─su voz ronca, baja y autoritaria hizo que me recorra una corriente por toda mi espalda.

El ascensor emitió ese sonidillo de campanita, fue ahí cuando esas dos mujeres salieron disparadas del lugar, evitando todo contacto conmigo. Las puertas se cerraron nuevamente, así que me pregunté ¿Cuántos pisos tiene este edificio, y lo más esencial, a que piso vamos?






Mis dedos tamborileaban en la mesa frente a él algo aburrida, así que me levanté y recorrí toda su grande oficina por tercera vez, me quedé frente a su ventanal mirando la ciudad, mi madre me daría una paliza por lo tarde que llegaría a casa.

Pero siendo sincera no me importaba, si Sally supiera esto tendría una sonrisa perversa en su rostro, y me molestaría día y noche con preguntas de él.

─Solo hay que firmar y acabemos con esto, hoy a media noche saldré directo a Japón, Oriana, por favor ten listo el Jet. ─dictó en el teléfono.

Di media vuelta en mis talones mirándolo fijamente, joder, la vida de los adultos sí que es complicada. Caminé quedando a su espalda, estiré mi cuello por su lado derecho siendo una curiosa, hice una O con mis labios viendo la pantalla de su computador.

─Que espectacular ─murmuré, vi un atisbo de sonrisa en sus labios.

─Serán los nuevos atuendos para verano ─me lo dijo sin pensar, yo había quedado fascinada con lo que veía y también por esa grande facilidad que me contó este detalle─ solo tú lo sabes, de hecho... ─giró en su silla retrocediendo un poco─ eres la primera adolescente que entra a mi oficina ─murmuró distraído─ creo que somos algo así como...

─ ¿Amigos? ¿Seremos super mega amigos? ─pregunté con una chispa de emoción, él sonreía─ nunca he tenido amigos de tu edad.

─ ¿Mi edad? ¿Cuántos años crees que tengo? ─se burló.

─Umh... ¿Treinta?

─ ¿Treinta? ─soltó una carcajada, le miré mal.

─Da igual, no me importa mucho. ─alcé los hombros girando a ver nuevamente los diseños de su línea de ropa─ este vestido está muy hermoso, esas flores tropicales en el estampado están muy perfectas para el verano.

Fue así como nos fundimos en una conversación muy entretenida, me conversó sobre los inicios de su preparación en Diseño de Modas, como fue para él algo complicado regresar a Seúl después de haber vivido siempre en Francia, en verdad fue tan entretenido hablar con él, yo también le conversé sobre mis cortos diecisiete años, aunque él supone que tengo dieciocho.

Se veía tan tranquilo y cómodo conmigo que enserio me alagaba, mis padres saben decir que soy como un muñeco que siempre tiene cuerda para hacer bulla. Sin embargo, él me oía tan atento, que cuando me callé el alzó una ceja curioso.

─ ¿Pasa algo?

─ ¿Qué...? No, no, pensé que te estaba cansando ─murmuré avergonzada.

─Para nada, mucho silencio a veces resulta abrumador. ─alcé mi mirada hacia el ventanal y solté una maldición cuando vi el cielo repleto de estrellas.

─Mierda, tengo que irme a casa ─mis palabras salieron atropelladas provocando que Taehyung primero me vea mal por la palabrota pero luego su rostro fue de preocupación.

─Vamos, te llevo

─Por supuesto que me llevarás. ─le miré con una ceja alzada, Taehyung negó con su cabeza sonriendo.

Que Lindo.  






▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Hola, hola

Estuve inspirada jaja así que les traigo este capítulo, ya mismo acabo el otro juas juas y....

¿Qué les pareció el video que hice para la historia? 👉👈

Espero que les haya gustado, ahora me despido

Bay, bay 🐞



🍃; NOCHU VANGOGH 2021©

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro