5.60

Esa había sido mi nota, cuando me dieron la hoja con ese número rojo en la esquina hice como si no hubiera pasado nada, no quería que me vean al borde del llanto.

Así que una vez terminó la jornada me había metido al baño para llorar en silencio. Yo nunca había sido una estudiante destacada en algo, o que haya tenido una excelencia en las materias o por quien sabe que, mis padres nunca me los exigieron tampoco, nunca he sido el típico nerd que saque solo 10 en todas las tareas, exámenes, lecciones o exposiciones.

Me consideraba una alumna promedio, y me atrevo a decir que he podido defenderme con lo que aprendí durante todos los años de estudio.

Pero había un factor muy importante y es que... Es mi último año, y de verdad deseo ser reconocida por ser buena alumna o por estar en los primeros puestos de salón.

Creo que estoy siendo muy ambiciosa.

Soltando un suspiro salí del colegio, no había nada malo, solo una horrorosa y ridícula nota en mi historial.

Ya era la una de la tarde, mamá me dejó hace un rato un mensaje advirtiéndome que llegue unos minutos antes al curso de química.

Mis padres se caracterizaban por ser muy puntuales, les gustaba llegar cinco minutos antes a la hora acordada, suelen decir que "Es una muestra de educación" cabe recalcar que casi nunca lo pongo en práctica.

Caminé a la plaza del pueblo para coger el bus, ya no tenía tiempo para ir por pastel de chocolate, así que caminaba muy, pero muy bajoneada, enserio que una mala nota podía hacer tu día muy gris y deprimente, hasta el punto de querer lanzarte de un puente.

Ok, estoy exagerando.

La plaza no estaba muy lejos, de hecho, nada aquí resultaba lejos para nosotros, el bus llegó dos minutos después que yo haya descansado mi trasero en el banco de madera, el bus resultó estar casi vacío y era mejor.

Llegué al curso exactamente a las dos de la tarde, no sé en qué momento me hice tarde, pero llegué a esa hora, en fin.

Aquí empieza mi tortura, otras clases de química.

[...]

─Jude, estuviste muy bien el día de hoy, espero que sigas así

─Muchas gracias ─sonreí, había participado en clases muy seguido, que bien se sentía.

Salí del lugar con buen humor, estaba haciendo algo de sol, que cuando dio contra mí, me abrigo por completo, solté un suspiro y comencé a caminar. Todo el día lo estuve pensando y no sé porque rayos estoy caminado hacia allá.

Había unos guardias muy robustos ahí parados, con esas gafas que me hacía acuerdo a hombres de negro, Okey, ¿Qué hago?

No creo que pidan mi identificación para ingresar a ese lugar, así que con optimismo

caminé hacia allá. Veía como todo tipo de personas entraban, espero que pase lo mismo conmigo, cuando estaba por pasar, me vieron, ellos me vieron curiosos, pero no dijeron nada.

─Genial ─susurré, pero entonces choqué con algo, alcé la cabeza topándome con el tercer hombre de negro.

─ ¿Va a algún lado señorita?

─Yo...

─ ¿Tal vez va a la cafetería?

─ ¿Cafetería? ─susurré, el señor alzó una ceja─ digo... ¡Sí! ─grité─ es justamente a donde yo iba ─hice el amago de seguir caminado, entonces habló otra vez.

─ ¿Tiene su pase?

─ ¿Debo tener uno? ─me encogí.

El tercero me vio con cansancio

─Vaya a recepción y pida un pase

─ ¡Genial! Muchas gracias.... ─miré su carnet─ Bob ─sacudí mi mano y caminé justo a recepción. Me recibió una chica joven algo apresurada en teclear cosas ─ Hola

─ ¿En qué le puedo ayudar?

─Eh. ¿Un carnet para la cafetería?

─ ¿Nombre?

─Jude Fiore

─ ¿Edad?

─Diecisiete años

─ ¿No está muy joven para estar aquí?

Fruncí mis labios.

─Creeeo que no ─dude. Luego se unos minutos en que me dediqué a observar su manicura de uñas largas, estas hacían sonidos al momento de teclear, me pregunté si no le resulta incómodo. Yo formo ese 10% de mujeres que no le llama la atención ese tipo de cosas, miré mis manos, mis uñas estaban limpias, y cortas al ras del dedo.

La chica me tendió una credencial muy bonita, era de un color vino y blanco, con un fino lanyard para colgarse a mi cuello, se asemejaba al logo de la marca en general, ahí estaba escrito mi nombre y apellido, abajo del nombre estaba cafetería V Unique con la firma de la recepcionista y me supongo que la otra firma es del presidente ─ ¿a la cafetería tiene acceso todo tipo de persona?

─En efecto señorita, la cafetería es para todo el público, con la diferencia de que cada mes hay que renovar su pase, hay un límite para acceso de los usuarios, con usted completamos el número establecido por el señor Kim. Si usted se tarda en renovar su pase para el próximo mes, no podrá entrar al lugar sin una cita previa.

Me explicó la chica mientras tecleaba en el computador. Vaya, esto de la ciudad resultó ser más interesante de lo que pensé.

─ ¿Sólo puedo ir a la cafetería? ¿No puedo subir?

La recepcionista me vio curiosa

─No, su pase es para la cafetería, no puede ir, subir a las oficinas o a algún otro lugar ¿le ayudo en algo más?

─No, no, ¡gracias! ─me colgué la credencial en mi cuello y fui directo a la famosa cafetería, cuando pasé por las puertas corredizas me quedé con la boca abierta, joder, el lugar gritaba elegancia y dinero por todos lados, me encantó porque el ambiente era una maravilla, el lugar tenía un decorado vintage.

El estilo decorativo parecía que se influenció en el de Mid Century Modern o British, creando un espacio más barroco y elegante, así como un ambiente más chic y moderno.

Me gustaba ver como usaban los sofás tradicionales en algunos negocios, así como los famosos Chester o barras de capitoné, o como los muebles de líneas más simples y de aspecto retro como el Fames o las sillas y bancos Tolix.

¡Y parecía que el lugar estaba repleto de todo eso!

Las mesas estaban casi llenas por -a mi punto de vista- estudiantes, trabajadores de la misma empresa, ya que la mayoría tenía su vista y sus dedos en la laptop mientras se bebían su café. Con los pasos lentos me senté en la primera silla frente a la barra.

Quedé fascinada, la cafetería resultó ser más grande que una normal, o a la que yo estaba acostumbrada a ver en el pueblo.

─ ¿Te sirvo algo? ─preguntaron, dejé el bolso en mis muslos, miré al chico frente a mí.

─ ¿Qué nomas tienen? ─

─Pues...

─Jingho sírveme una malteada por favor ─una voz profunda y ronca me interrumpió, fruncí mis labios. Giré mi cabeza para toparme con... ¡Con él!

─Enseguida señor Kim

Señor Kim

Era el mismo apelativo que uso la recepcionista.

─La orden lo estaba haciendo yo ─las palabras se escaparon de mi boca antes de siquiera pensar.

El señor Kim alzó su cabeza de la Tablet para mirarme con el entrecejo fruncido.

─ ¿A sí? Yo no escuché que haya dicho algo señorita.... ─miró mi credencial así que di la vuelta para que no vea mi nombre, pero fue algo tarde ─ Jude.

─Usted no lo escuchó que es muy diferente, pero si lo estaba haciendo. ─refunfuñe.

Se creo una guerra de miradas, sus ojos avellana me sostuvieron la mirada sin expresión alguna, yo estaba irritándome.

─Aquí... ─el joven dejo sus palabras al aire cuando nos vio. Tendió la copa de malteada directo al "señor Kim", este desvío su mirada y se propuso en tomar de su copa con bastante despreocupación

─ ¿Puedo ordenar ya? ─pregunté. El tal Jingho asintió ─ quiero un Espresso Doppio, por favor.

Los dos adultos me vieron algo asombrados. Hice una mueca ligera con mi boca y crucé mis brazos a la espera de mi Espresso.

─ ¿No es mucho café para una...niña? ─pestañeé sintiéndome enfadada e indignada. Tenía diecisiete años, no quince.

Preferí no contestar hasta que me sirvió mi café, amaba el café, creo que me volví adicta a la cafeína cuando tenía que pasarme las noches estudiando química para que al día siguiente resulte que mi nota sea un 5.

Que chiste muy chistoso resulta muchas veces mi vida. No me di cuenta que solté un suspiro muy sonoro hasta que sentí una mirada muy pesada en mi perfil. Miré de reojo.

─ ¿Tengo algo en la cara?

─ ¿Qué hace una niña en mi empresa?

Él resultó ser el dueño de todo esto. 

─Y dale con lo de niña ─rodé los ojos─ tengo dieciocho años ─mentí─ eso ya no es ser una niña ─sonreí nerviosa, el alzó una ceja.

Resultaba algo raro darse cuenta que su expresión neutra era la misma para todas las preguntas que me hacía, me recordaba a mamá.

─Para mí sigues siendo una niña y no entiendo ¿Qué haces aquí? Por lo general aquí vienen los universitarios que están en prácticas para graduarse o los mismos empleados de la empresa.

Terminó su malteada y limpió la comisura de sus labios con delicadeza.

─Estoy en un curso de química, y... ─no sabía qué diablos decir─ este lugar me resultó el más cercano para un café ─mis palabras salieron atropelladas.

─La cuadra está llena de cafeterías ─replicó con tanta obviedad.

─Yo no soy de la ciudad señor como se llame, vengo del pueblo a media de hora de la ciudad, me dijeron que este lugar brindaba servicios de cafetería y vine, fin de la historia.

¿Por qué carajos estaba hablando con un desconocido?

─ ¿Vienes del pueblo de Dalia?

─Si ─que delicioso café, creo que frecuentare este lugar.

─Señor Kim, los accionistas están aquí ─murmuraron a nuestras espaldas, gire un poco mi cabeza, vaya, que elegancia de estas personas.

─Por supuesto ─asintió y se puso de pie, me miró, nos miramos ─ hasta luego ─ asentí con los ojos abiertos y mi boca en el filo de la taza, se dio la vuelta y pude contemplar su trasero.

Y que trasero.  

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( ̳• ·̫ • ̳) ♡°

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Hola, hola, bellezas

Vengo con un nuevo capítulo, espero que les guste.

Una primera interacción entre Jude y Taehyung no hace mal a nadie juas juas. 😋

Les mando besitos en la frente😌

Bay bay ❤ 

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