𝟎𝟑𝟗. be yours
CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE: SER TUYO
U.A. HEIGHT ALLIANCE, MUSUTAFU
El silencio se extendió en un manto denso cuando Midoriya abandonó los baños de aguas termales, excusándose con tener otras cosas que hacer. Así, dejando a solas al extraño dúo de adolescentes que parecían cargar con una tensión palpable en el mismo aire. Tan pesada como el mismo vapor que cubría sus cuerpos y les obligaba a respirar con esfuerzo.
Los ojos carmines de Bakugo buscaron con insistencia los platinos de Morikuro, encontrandolos en una mirada pacífica. Como casi todo su ser lo desprendía, en completa neutralidad.
Fue tal la intensidad de la misma, que cierto rubio se vio cegado ante sus actos. Siendo el más impulsivo y violento entre ambos, solo prosiguió a irrumpir en su espacio personal hasta que sus cuerpos estuvieran relativamente cerca. Uno, sentado y aparentando tranquilidad, el otro a la espera del ataque que mentalizaba con el pasar de los minutos.
Los flameantes ojos del rubio revelaban todo lo que su interior quería espetar y exclamar con rabia, deseando por primera vez en mucho tiempo que alguien en ese lugar pudiese comprenderlo y ponerse en su lugar.
Pero en muchas ocasiones, el silencio era la mejor forma de comunicarse el uno con el otro.
Con una suspiro cansado, Hachiro se levantó rápidamente de su lugar, quedando fácilmente a la altura de Katsuki. Lo único que les diferenciaba notoriamente era el cabello rubio cenizo en forma de puntas, que le quitaba un poco menos de media cabeza, pero fuera de ello sus medidas calzaban perfectamente como para que sus ojos se conectaran en una mirada todavía más intensa y desafiante.
─¿Estabas espiando?─indagó luego de varios segundos de silencio, recibiendo un gruñido al instante de parte de Bakugo. Este mismo lo arrinconó contra el borde de la gran bañera, poniendo a su vez el pie en ésta. Sus atributos quedaron más que expuestos a la vista ajena, pero Morikuro permaneció insistente en el contacto visual.
─¿Qué carajos haces con ese nerd de mierda?─Bakugo espetó furioso, ingresando de forma brutal en el espacio personal del azabache de escasos centímetros más bajo.─ ¿Acaso solo buscas hacerme enfadar? ¿Ahora son tan amiguitos que necesitas que te lave la espalda?─cada palabra producida desde sus labios enfermaba más y más a Hachiro, que se dispuso a cerrar los ojos con fuerza para guardar la calma.─ Maldito marica.
Abrió sus ojos espantado cuando las palabras tan dañinas abarcaron lugar en la atmósfera con su venenoso significado, temiendo más por las represalias del rubio que por su propia ofensa.
Una de las fuertes manos de Bakugo surcó con fuerza su cintura, mientras a su vez bajaba su pierna del borde del onsen para tener mejor apoyo.
Hachiro soltó un grito ahogado cuando su cuerpo fue rotado en su lugar, exponiendo su espalda a la intemperie del vapor que se elevaba sobre las aguas termales. Con su pecho pegado contra el borde, intentó aferrarse del mismo para girar; estaba incómodo con la situación y aterrado a su vez.
─ ¡No, espera!─exclamó asustado el pelinegro. La desesperación incrementó cuando un par de manos aventuradas desarmaron el nudo que cubría sus partes bajas, quedando rápidamente bajo la mirada acusatoria de Bakugo.─¡¡Katsuki, déjame!!
Sus palabras quedaron en el aire, cuando una fuerte nalgada golpeó entre sus glúteos con fuerza, dejando quizás una marca rojiza marcada a fuego contra su piel. Ahogó un grito de dolor apretando sus labios, sintiendo sus ojos humedecerse por lo extraño de la situación.
─Cállate, maldito bastardo. ¿Qué crees que voy a hacer, eh? ¿Abusarte?─seguido a sus interrogaciones, que usurpaban un tono sarcástico, volvió a dejar su palma acariciar la zona rojiza por el golpe. Hachiro lo miró por sobre sus ojos, revelando el calor de sus mejillas y sus orbes platinados humedecidos por lágrimas de sensibilidad. Suspirando, Bakugo se acercó a su oído para susurrar:─Créeme que no hay cosa que ansíe más que ponerte a gemir como la puta que eres, pero no me va hacerlo por la fuerza.
Con ello, su mano algo callosa, recorrió desde la blanquecina piel de su trasero, hasta llegar al final de la espina dorsal en su espalda. Bakugo descendió su propio rostro hasta que sus labios rozaron la dermis ya algo colorida en tonos apenas bronceados, besando con suavidad la longitud completa de su columna. Sus manos, ambas, se ciñeron con fuerza contra su cintura, presionando su propia erección contra el trasero abultado de Hachiro, que tan sólo se dedicó a jadear más tenso.
Aún estando en casi en cuatro, expuesto totalmente hacia Bakugo y temblando con cada roce entre sus cuerpos, podía afirmar que se encontraba pacífico, quizás a la espera de aquel desenlace.
Los labios del rubio se detuvieron en cierto punto donde la piel comenzaba a poseer un patrón irregular. Levantó su rostro de su espalda, observando anonado con sus orbes flameantes en deseo como la cicatriz del último ataque contra Hachiro se estiraba con gracia y franqueza, demostrando su existencia en una capa dos tonos más oscura que el resto de la piel.
Inhibido y sabiendo que Katsuki lo estaba mirando, Hachiro se cubrió la espalda en aquella zona con ambas manos.
─No mires eso tan así.─pidió entonces el pelinegro en un hilo de voz, mientras la erección prominente del pelicenizo hacia todavía más presión contra su trasero, tan sólo siendo un roce atrevido entre pieles.
Bakugo chasqueó la lengua, tomando el rostro de Morikuro desde su barbilla, obligando a sus orbes platinos a afrontar los suyos en una mirada deseosa.─¿Te da asco, bastardo?─una de las manos traviesas de Katsuki volvió a acariciar la cicatriz que antes había besado, sacándole un suspiro al contrario. Hachiro se sentía en las nubes.─Te prohíbo que te de asco así como te prohíbo recibir más. Tu piel es como un lienzo...─con una suavidad casi imposible proveniente del rubio, plantó un beso casto en sus enrojecidos labios.─No pienso dejar que otras marcas que no sean mías lo cubran.
El beso que acortó para completar la frase, volvió a comenzar con otras intenciones. El cuerpo de Hachiro se vio liberado, teniendo el azabache la oportunidad de poder darse vuelta y enfrentar a Bakugo con las bolas bien puestas. Sus palabras sólo habían logrado aumentarle las ganas de consumar un encuentro de tal magnitud, y la simple idea de ser pillados no hacía más que incrementar la adrenalina de la situación.
Tomando del cuello a Bakugo con una fuerza irremediable, logró invertir los papeles y acorralar al rubio contra el borde del onsen, sacándole un quejido de sorpresa acompañado de su habitual ceño fruncido. Hachiro apoyó su rodilla entre las piernas de Katsuki, separando las mismas y rozando adrede la erección ya notoria de su contrario. Un gruñido grueso provino de los labios abultados del chico explosivo, que sólo continuaba anonado con el repentino cambio de roles.
─Ay, Katsuki.─Hachiro sonrió de lado, tomándose el atrevimiento de acercarse a su oído para comenzar a susurrar:─Te ves tan gracioso creyendo que con solo palabras me vas a poner a gemir como una puta.─su lengua siseando sus palabras, paso a tomar ligeramente el lóbulo de la oreja de Bakugo, tironeando luego del mismo con sus dientes. Aquello robó un jadeo de parte del rubio.─Aún estando encima mío, bien sabes que jamás podrás superarme~.
Con aquellas amenazas escondidas dentro de su coqueteo, se alejó de Katsuki con un picor dulzón en su paladar, degustando el sabor de la piel de su amante. Siquiera le permitió hablar al rubio cuando ya se estaba separando totalmente de su cuerpo, sin dejar a la vista su masculinidad por el agua que llegaba hasta su cintura, tan sólo revelando las cicatrices de su último encuentro extenderse en zonas varías del cuerpo.
─No sé que somos, Katsuki, pero te aseguro que eso no va a cambiar lo que vine a buscar a la Yuuei.─su voz, clara y redundante, llegó a los oídos de Bakugo como un latigazo de realidad, borrando el leve sonrojo que antes había conseguido.─Voy a limpiar mi nombre y seré un héroe capas de hacer mierda a cualquiera que se atreva enfrentarme.─Hachiro sonrió, extasiado como nunca antes, logrando perturbar poco a poco la cabeza de su amante.─Ni tú, ni nadie, va a sacarme esa idea de la puta cabeza.
La guerra entre miradas se volvía cada vez más intensa, encontrándose ambos sumidos en una pelea interna en sus propios sentimientos.
Bakugo sonrió con arrogancia, inclinándose de una manera en la que sus brazos quedaron sobre el borde del onsen, sentado en la zona preparada para dicha acción. Sus piernas separadas denotaban su virilidad, en lo cual Morikuro puso todo su esfuerzo en no observar.─Te voy a coger, y cuando lo haga, te juro que se te van a ir las ganas de enfrentarme.─espetó el rubio con una tonalidad fuerte y resonante, perforando casi con violencia los oídos ajenos.
Lástima que tenían formas diferentes de comandar.
Con un tono siseante, en casi un murmuro suave, grueso y tranquilo, Hachiro contestó:─No, Katsuki. Yo te voy a coger.
Bakugo quizás hubiese sufrido de un derrame nasal de no ser por una tercera presencia en el lugar que les llamó la atención.
─A mi no me importa quien se va a coger a quien, así que por favor desocupen los baños ya.─Shoto Todoroki miró a ambos con una mueca de desagrado poco común en él, mientras que sus brazos cruzados revelaban la poca paciencia que tenía. Luego, volteó con la misma expresión hacia Hachiro, que estaba mas pálido que nunca por la inesperada intromisión.─Aizawa-sensei me mandó a mí porque pensó que estabas muerto.
─Maldito mitad-mitad./Ahora salimos.─dijeron ambos amantes a la vez, compartiendo una mirada incómoda tras ello.
Tras la partida ahora de Todoroki, que claro no se fue hasta darle una mirada en son de advertencia a su mejor amigo, fue Hachiro mismo quien tomó la toalla que antes había utilizado para cubrir su entrepierna. En movimientos rápidos, volvió a darle el mismo uso y salió del gran baño termal; todo esto bajo la atenta mirada de Bakugo que no se perdía ni el más mínimo detalle del cuerpo ajeno.
Desde cómo se marcaban los músculos de su espalda a cómo se ceñía a su estrecha cintura la toalla húmeda por el agua.
Si algo no admitiría Bakugo, era que los rasgos de Hachiro, de pies a cabezas, lo mareaban al punto en que no sabía por cual parte en específico comenzar a admirar: era su definición de perfecto, y resultaba demasiado siendo que se tenía a si mismo en un pedestal por encima de todos.
Por otro lado, Morikuro no veía a Katsuki como perfecto, sino como su mundo y universo entero, sin importarle realmente el poco tiempo–de casi seis o siete meses–que llevaban de conocerse, o la personalidad agresiva del muchacho. Era distinto y le atrajo el peligro que derivaba de su alma, y como un experto en tomar decisiones dañinas allí estaba apostando al amor.
Mientras llevaba sus manos a su cabellera azabache, dispersionada en todo su rostro, decidió hablar.─Demosnos el tiempo de conocernos. Todo lo que crees que sabes de mí, olvídalo, con el tiempo te demostraré quien soy realmente. Espero que tú hagas lo mismo y que recurras a mi cuando sientas que el camino está difícil.─aquello último fue el detonante de Katsuki, que ya estaba harto de obedecer ciegamente las palabras con doble sentido del azabache.
─No te creas la gran cosa, no necesito tu ayuda.
Chasqueó la lengua, y con todo el veneno finalmente drenado en sus palabras, se dedicó a mirar fijo al azabache, con tal de intimidarlo.
Sin embargo, Morikuro solo lo miró por sobre su hombro, manteniendo la neutralidad en sus expresiones. Suspiró, cerrando sus ojos por breves segundos. Convencer a Katsuki de algo que lo pusiera en desventaja era lo mismo que agarrar arena con un tenedor.─No está de más que lo sepas. Sólo quiero que me prometas una cosa.
La curiosidad del rubio reapareció, obligándole a arquear una ceja.
─Ajá.
Hachiro volvió a darle la espalda, sintiéndose incapaz de poder hablar mirándole a los ojos. Sus manos estaban sudando en frío y hacía el mayor esfuerzo del mundo por no dejar su voz temblar a la par de sus palabras. Había decidido ya, que era el momento de dar ese paso antes de que las cosas terminaran por aniquilarlo.
Aunque en el fondo le pareciera egoísta y obsceno, su corazón palpitaba en el ardiente deseo de conquistar lo que desde hacía tiempo ansiaba poseer, y su conciencia no podía estar más en desacuerdo con ello.
Pero a la mierda.
─Es una palabra clave, no quiero que la uses a menos que sea para despedirte y no regresar.─murmuró en un tono apenas audible Hachiro, pero encontrándose ambos en la soledad del lugar resultó casi un grito. Otro suspiro abandonó sus labios fríos, sintiendo un dolor en su pecho aumentar sus proporciones.─Prométeme que no dirás "te amo" primero.
Aquella revelación llegó como una estaca al corazón de Katsuki, que sentía el palpitar de dicho órgano golpear con fiereza e ira su pecho. De forma inconsciente, llevó la palma de su mano para cubrir la zona, sintiendo la presión contra su dermis.
─¿Qué clase de cursilería de mierda es esa?─Katsuki preguntó con su tono molesto usual, revelando en sí leves temblores por la fuerza de esa frase dentro de su corazón.─ ¡Yo digo lo que quiero, cuando-!─su grito quedó a medio camino, cuando Hachiro volteó en su dirección.
─Por favor.
El par de ojos plata estaban abrillantados por las emociones contenidas, revelando en sí una parte del alma del Morikuro menor. La sonrisa rota que se alzaba sobre sus labios removió una sensación de impotencia en el pecho de Bakugo, que le escaló hasta llegar a su garganta y extendió un picor poco conocido por él.
Y por dentro, Hachiro sentía que si no escuchaba pronto una respuesto, empezaría a desmoronarse hasta dejar de intentarlo.
─Bien.
No, no estaba bien.
Porque observando aquellos luceros platinados brillando con esa tonalidad piadosa, Katsuki pudo darse cuenta de que algo se le estaba pasando de su "amante". Algo quería decirle y de alguna forma u otra lo comenzaba a preocupar.
Porque tenía la sensación de que Hachiro se apartaba una vez que sus mundos por fin comenzaban a conectarse.
perdonen si está feo y corto, estoy viendo de vuelta el anime para seguir con los próximos capítulos. espero que aún así, les guste esta faceta que nuestro prota se estaba guardando. hay muchas cosas que van a pasar y se están anticipando capitulo por capitulo.
gracias por leer y votar, que suerte tengo de tener a lxs mejores lectorxs🖤🖤.
hachiro les manda besitos en el siempre sucio :)
hachi es seme o uke, ustedes q dicen?
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