CAPÍTULO 33: THE BLOOD WITCH (PART I)
—— THE BLOOD WITCH ——
Fallon se colocó delante de uno de los carcaj que estaban anclados en el suelo, frente a ella se encontraba el estanque y listos había una serie de mecanismos que seguramente lanzarian platos para que cada uno de ellos pudiera practicar. Por supuesto sabía que los entrenamientos se iban a volver mucho más exigentes de lo que ya eran, pero obligarla a practicar tiro con arco cuando era un Ignis no lo entendía, por supuesto tenía que resignarse aunque lo prefería, prefería aprender una defensa física a hacer magia. Aquella misma mañana había descubierto que podía crear objetos a partir del fuego, y eso ya había encendido en ella la bombilla del temor, aunque también de la sorpresa ya que aquella habilidad era nueva e increíble.
—No sabemos mucho de los Raspadores, solo sabemos que la magia de las hadas no es eficaz contra ellos.— Empezó a decir Rosalind mientras caminaba detrás de los especialistas acompañada de Silva. —Y es por lo que ahora ha llegado el momento de que los especialistas brillen.— Añadió sabiendo que las hadas podrían luchar si los especialistas se mantenían en la primera línea de defensa, aunque a ella lo que en verdad la interesaba era la evolución de Fallon, no la de aquellos chicos que Silva conocía también y que podía manejar y enseñar sin la supervisión de la directora.
—Como ya he vuelto, me ocuparé de los combates a distancia. El principal método para acabar con los Raspadores. Enseñarme lo que sabéis hacer.— Les pidió a todos y cada uno de los especialistas, los cuales se prepararon para empezar aquel entrenamiento todavía algo desconcertados por el regreso del profesor.
—Como si nunca se hubiera ido.— Se quejó Sky mientras preparaba el arco para poder disparar una flecha.
—Vamos tío, ¿no has superado esa mierda anti Silva?— Preguntó su compañero de habitación, el cual estaba a su izquierda.
—Va por ahí derrochando superioridad moral.— Intervino en esta ocasión Amber, la cual estaba a la derecha de su hermano. —Hipócrita.— Añadió mostrando que los dos hermanos tenían desprecio hacia el hombre que les había cuidado, enseñado, protegido y querido como un padre, pero nadie podía juzgarlos cuando había intentado matar a su padre.
—¿Preferiríais a Andreas?— Intervino en esta ocasión Fallon, la cual estaba a la derecha de Amber, la cual todavía no había lanzado ni una sola flecha, principalmente porque estaba observando a sus compañeros. Ella nunca había hecho tiro con arco, ¿como se suponía que iba a aprender sin un guía?
—Al menose él va de frente.— Puntualizó Sky mientras lanzaba una flecha la cual dio en el blanco.
—Sí, pero es un auténtico capullo. Ayer casi me arranca el brazo en un entrenamiento.— Intervino en esta ocasión Stefan, el cual estaba a la derecha de Fallon. Al tener un entrenamiento como especialista, también estaba obligado a aquellos entrenamientos, aunque todos sabían que llegado el momento ni él ni Stella estarían en una guerra, principalmente porque eran los príncipes, y los siguientes a la línea sucesoria.
—Me pregunto si será por lo de Beatrix, oí que Rosalind le había enviado como mensajero, y cuando pregunte por ello prácticamente me mandó a la mierda.— Comentó Amber la cual, a pesar de que todavía seguía con un caos con respecto a sus sentimientos, se había tomado de buena manera que Beatrix fuera la hija adoptiva de su padre, aunque lo que la rubia no aceptaba era que su propio padre la tratara como una desconocida.
—Tu no sabrás nada, ¿no Riven?— Inquirió Sky mirando al moreno el cual negó.
—No, ya no es mi problema. Esa pesadilla se acabó.— Respondió Riven intentando ocultar que de alguna forma la ruptura con Beatrix le había dolido, aunque lo que más le dolió fue que ella le traicionara y se pusiera de parte de Andreas y de Rosalind. —Sabéis que, estas flechas son una mierda.— Se quejó al ver que había fallado uno de los platos.
—A lo mejor es que no sabes apuntar.— Se burló Fallon manteniendo aquella peculiar tradición que ambos tenían de provocarse.
—¿Crees que puedes hacerlo mejor, llamita?— Preguntó provocándola, haciendo que Fallon sonriera con superioridad. Por supuesto nunca había usado un arco, pero estaba en juego su orgullo y bajo ninguna circunstancia iba a permitir que Riven tuviera algún motivo para burlarse de ella.
Ante el comentario del moreno, Fallon cogió una de las flechas, la colocó en la cuerda, tenso y miró su objetivo. Durante todos aquellos minutos que había estado observando, había calculado cuanto tardaban los platos en salir, y el recorrido que hacían, por lo que no fue muy difícil saber cuando debía de disparar.
—¿Qué has dicho Riven?— Preguntó con burla después de dar a uno de los blancos, para luego mirarle con una mueca de burla, que él respondió dándola la espalda para intentarlo de nuevo.
—Los combates no serán tan sencillos como para darle a un objetivo fijo. Las brujas de sangre y los Raspadores atacarán juntos.— Empezó a decir Silva esperando que todos fueran conscientes del motivo por el que estaban llevando acabo aquel entrenamiento.
—Las hadas de la mente pueden proteger a los especialistas de la magia de las brujas.— Añadió Rosalind mientras se acercaba al grupo de hadas de la mente, haciendo que Fallon mirase a Musa y la dedicará una sonrisa en señal de apoyo y de ánimo, sabía que su amiga no estaba pasando por un buen momento, pero a pesar de que intentaban ayudarla, la hada de la mente prefería recluirse en su propio mundo poniéndose sus cascos.
—¿Y unas flechas pararán a las brujas?— Preguntó Fallon sin entender aquel entrenamiento, si las brujas eran tan poderosas como decían y había estudiado, ¿por qué unas flechas podrían hacerlas algo?
—Podrías acabar con ellas.— Comentó Stefan haciendo que la morena le mirase con una expresión de pocos amigos. —Ya sabes, por lo de que eres un Ignis. O hacerlo Bloom.— Añadió sabiendo que ambas eran las únicas con el poder suficiente para acabar con todo ello, pero no eran asesinas o por lo menos Bloom no lo era.
—Y arrasar con todo después, los Ignis no tienen control.— Añadió Amber haciendo que la aludida la mirase indignada, ya que ella había demostrado que sí tenía un control o por lo menos la base para tener uno, algo que nadie de su especie había conseguido nunca.
—Gracias por lo que me toca, supongo.— Murmuró Fallon mientras volvía a disparar otra flecha dando en el objetivo. Lo que la hizo empezar a cuestionarse de donde provenía aquella habilidad, siempre se la habían dado bien todo aquello relacionado con la defensa, y era dichosa al tener una gran puntería, pero ahora que se detenía a pensarlo, tal vez aquella puntería era gracias a su lado como un Ignis, no por suerte.
—Quiero concentración chicos.— Les pidió Silva a todos mientras se ponía detrás de Fallon. —Fallon, el arco.— La pidió haciendo que la aludida se diera cuenta lo que la estaba pidiendo.
—¿De verdad? ¿Ahora?— Inquirió confundida creyendo que era demasiado pronto como para realizar aquel ejercicio, pero la mirada de Rosalind evidenció que no era pronto, era el momento y el lugar perfectos para mostrar a todos de lo que ella era capaz de hacer teniendo un control.
—Amber, Stefan separaros un poco.— Les pidió Rosalind mientras se ponía al lado de Silva.
Fallon suspiró con resignación, mientras le daba el arco a Silva, para a continuación darse la vuelta e intentar concentrarse. Sentía muchas miradas sobre ella, pero también una calma interna cuando dejó de prestar atención a su alrededor. Instintivamente sus ojos se volvieron de color naranja, para a continuación nítidas venas naranjas marcarse por su frente y sus mejillas. Instantes después en sus manos aparecieron dos llamas de un tono naranja claro, las cuales al juntarse crearon un arco de fuego que sorprendió a todos. Aún con los ojos de color naranja, y con su mirada puesta en sus objetivos, Fallon disparo la flecha, la cual se dividió en dos más cuando estaban en el aire dando a tres objetivos respectivamente. Al ver que había conseguido superar aquella pequeña prueba por parte de Rosalind, la chica no pudo evitar sonreír orgullosa. Los de su especie eran conocidos por no tener el control, pero ella era la prueba viviente de que sí podían tenerlo, solo necesitaban un motivo para tenerlo.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
Mientras Aisha revisaba los apuntes para el examen que tendrían después, Fallon observaba como la mayoría de los estudiantes la miraban, y algunos incluso murmuraban acerca de lo que había sucedido en el banquete. Aunque ella estaba acostumbrada a los comentarios y las miradas, sí era cierto que aquella vez las miradas no eran de sorpresa o de admiración, sino de temor y eso la preocupaba.
—¿Quieres apostar a ver cuando dejaran de mirar?— La preguntó a Aisha mientras mantenía la mirada en todos aquellos que la miraban, mostrando que no tenía de lo que esconderse y menos aún avergonzarse.
—Tanto la llama del dragón como los Ignis son una leyenda, y ahora tu también. Dales una semana hasta que se aburran, ¿esto es un ocho? ¿Ochenta y algo? ¿Eso son olas? ¿Son ocho olas?— Comentó Aisha mientras intentaba descifrar lo que ponía en el cuaderno.
—B. S.— Respondió la morena con obviedad, haciéndo que su amiga la mirase con una expresión de confusión. —Brujas de sangre.— Añadió sorprendida de que Aisha no estuviera lista para el examen. —No me creo que no lo hayas leído.— Comentó sorprendida.
—He estado nadando mucho.— Se defendió la hada de agua haciendo reír a su compañera.
—¿Así se llama ahora? ¿Nadar?— Preguntó con burla mientras la miraba divertida al ver como Aisha se ponía algo nerviosa. —¿Cual es el estilo favorito de Grey?— Preguntó con curiosidad.
—Mariposa.— Respondió la chica con obviedad. —Oye se lo de las brujas de sangre, no son súper comunes pero existen. Creí que podía improvisar.— Admitió esperando que de esa forma podría librarse de estudiar, pero el tema resultaba ser más complejo de lo que había planeado al principio.
—Mi letra no es tan horrible, a ver.— Dijo Fallon mientras movía el cuaderno para que ambas pudieran leerlo. —Bien, poderes de las brujas de sangre, su elemento es la sangre para controlar músculos y huesos, los suyos y los de otros. Es siniestro. Y ahora, parece ser, que le roban la magia a las hadas. Más siniestro todavía.— Admitió la fénix justamente cuando el teléfono de Aisha sonaba, pero antes de que su amiga lo cogiera para responder al especialista, Fallon se le quito para después dedicarla una sonrisa inocente.
—Será rápido, te lo prometo.— La suplicó esperando poder convencerla. —Tenemos una coña sobre un águila.— Explicó esperando ablandar a Fallon, pero la chica lo hacía por el bien de su amiga.
—Me lo contaste, adorable, pero lo que no lo es tanto es que la cagues en el examen, y te lamentes después.— La recordó mostrando que se preocupaba por el futuro, tan bien planeado, que la hada de agua tenía. —Pasa a las guerras de dominio.— La indicó haciendo que Aisha pasara las páginas del cuaderno. —Por aquel entonces las brujas eran tan poderosas...— Empezó a decir esperando que de todo ello, Aisha se quedara con una parte.
—Qué podían controlar los cuerpos a kilómetros de distancia.— La interrumpió mientras sonreía divertida. —Sí, eso sí que lo recuerdo.— Añadió mientras la pedía su teléfono, a lo que Fallon terminó cediendo, haciendo que la morena respondiera a Grey de forma inmediata.
—Según me ha dicho Bloom la última vez que existió la llama del dragón fue durante las guerras de dominio, lleva dormida unos mil años.— La explicó mientras las dos caminaban por los pasillos.
—¿Entonces no es hereditario?— Preguntó Aisha sabiendo que si la respuesta era negativa, las investigaciones sobre el origen de Bloom volverían al punto de inicio.
—Rosalind cree que aparece en épocas de gran conflicto, como los Ignis, aunque eso es más extraño y no hay muchos registros.— Murmuró la fénix mientras ponía una mueca de duda al no entender todo aquello, ya que muchas cosas ni Bloom las entendía, y Rosalind no era, precisamente, muy comunicativa con ello.
—Por que eso no es nada inquietante.— Alegó la hada sarcásticamente.
—Ya se que sigues sin fiarte de ella, pero...— Empezó a decir sabiendo que la desconfianza era colectiva, incluso una parte de ella no llegaba a confiar, del todo, en Rosalind.
—Sí, sigo sin fiarme.— Garantizó su compañera de habitación.
—Pero, queremos lo mismo, encontrar a la bruja que roba la magia a las hadas y detenerla.— La recordó sabiendo que todos perseguían un mismo objetivo, o en este caso un mismo enemigo. —Flora y tu visteis al Raspador.— La recordó.
—Y tú casi te transformas para matarle.— Puntualizó Aisha recordando como los ojos de su amiga brillaron de una forma descontrolada en cuanto hizo contacto con aquella criatura.
—Instinto, supongo.— Admitió mientras se encogía de hombros restándole importancia. —Mira, aunque no me fie me alegro de que Rosalind nos ayude con esto.— Sentenció con seguridad.
—A saber cuales son sus verdaderos planes, ya viste que desveló a todos la importancia que Bloom y tu tenéis, prácticamente os ha puesto una diana en la espalda.— La recordó sabiendo que ambas estaban en peligro, por supuesto tanto Bloom como Fallon eran poderosas y sabían usar plenamente sus capacidades, pero eso no las volvía menos vulnerables que cualquier otro estudiante en la escuela.
—Diana que ya existía, por cierto.— Puntualizó sabiendo que la diana existió en el mismo momento en el que las dos se transformaron. —Además, si me atacan técnicamente resucitaria.— Comentó con obviedad o por lo menos eso era lo que creían.
—Suponiendo que esa cualidad la heredasen los fénix de los Ignis, y no la crearan ellos.— Alegó la hada sabiendo que con Fallon no podían suponer nada con sus poderes.
—Algo tan particular no parece que nazca de la nada, además de que tampoco sabemos que poderes tengo.— La recordó sabiendo que habían vuelto al punto de partida.
—Ni tus alas, ¿no te has vuelto a trasformar?— La recordó mientras la miraba con curiosidad, ya que Bloom en alguna ocasión lo había hecho, en especial para acallar las constantes preguntas de Terra.
—Suponía que el convertirme en un fénix de fuego por completo ya era un logro, pero al parecer un Ignis tiene otra transformación más... casual.— La explicó recordando las alas de águila que los suyos tenían, unas alas que para ella eran hermosas.
—Los dibujos que vi en el libro las representaban de una forma hermosa.— Recordó la hada de agua con una sonrisa.
—Y espero que no duelan, no son alas de hada sino de águila.— La recordó mientras pensaba en el incesante dolor de espalda que llevaba teniendo desde hacía varios días.
—Lo que espero que es que nadie tenga que transformarse.— Suspiró Aisha esperando que todo aquello pudiera ser resuelto por personas cualificadas y entrenadas para ello.
—Seguro que te encantaría tener unas alas, o puede que a Grey le gusten.— Sugirió Fallon mientras la daba un codazo divertida al mismo tiempo que la guiñaba un ojo.
—Venga, vayamos al examen antes de que sea yo quien ponga en marcha la teoría de la resurrección.— La pidió Aisha acelerando el paso, para a continuación Fallon mirarla de mala manera.
—Yo también te quiero.— Añadió sarcásticamente mientras salía corriendo detrás de su amiga para poder alcanzarla.
★★★
A decir verdad me moría de ganas de volver con Ignis, más que nada porque ya tengo todo listo para el final. No todo escrito porque servidora tiene un bloqueo, pero si las ideas.
Independientemente de esa noticia, IGNIS HA REGRESADO.
Y creo que con un capítulo muy interesante.
Primero por la escena de entrenamiento, siento que nos dejaron muy abierto una reconciliación Silva-Sky, pero no os preocupéis que yo cerraré todos esos ciclos que la serie nos dejó abiertos.
Por otro lado quiero destacar dos cosas más.
La primera es Fallon y su habilidad de crear armas, es algo que parecía evidente que tuviera lugar, o por lo menos así lo creo.
Y la segunda, la relación de ella con Riven, no puedo no adorarlos más.
Pasando a la escena con Aisha..., bueno es la de la serie, no hay que hacer mención a muchas cosas. Pero sí que muestren su lado como adolescente, Aisha me parece un personaje fuerte que no se merece todo lo que la ha pasado, pero Independientemente de ello me encanta como es, más que en la serie.
También quería destacar la relación de ella y Fallon, se que la escena original es entre ella y Bloom, pero observando todo en perspectiva creo que la relación de Fallon con ella y con las demás es maravillosa, tal vez son las relaciones de amistad más reales que he escrito. No sé porqué, pero me gusta pensar que es por que las Winx me marcaron, como a toda generación.
Dicho esto, solo me quedan dos cosas por decir.
Prepararos para todo lo que se viene porque no lo vais a ver venir.
Y segundo, este fanfic tiene 61 partes, y estamos en la 37, así que tendremos Ignis para una larga temporada.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro