—— THE POWER OF FIRE ——

Tanto Bloom como Fallon seguían en el círculo de piedra, pero a diferencia de antes, cada una estaba en un extremo de la mesa, con las manos apoyadas en ella.

—Profundizar más. Lo que hicisteis para liberarme es solo una pequeña parte de vuestro poder, necesitáis más magia.— Las recordó haciendo que los ojos de ambas se iluminaran al mismo tiempo, y las llamas aparecieran en las manos de los dos chicas, en el caso de Bloom sólo en la palma. En el de Fallon, se expandian hacia sus brazos. —¡Más! Dejad que el fuego os consuma.— Las indicó haciendo que el enfado de las dos chicas creciera. —¡Continuar!— Volvió a ordenarlas.

—Lo estoy controlando.— Murmuró Bloom con tranquilidad.

—Tengo miedo.— Murmuró Fallon sin apartar la mirada de si amiga.

—Bien, apartar ese miedo. Cuando lo hagáis, se abrirán todas las puertas hacia la magia. Acceder a la llama que arde en vuestro interior, chicas. Con la gente adecuada a vuestro alrededor...— Empezó a decir, haciendo que Fallon hiciera desaparecer sus llamas, al igual que Bloom.

—Estas hablando de ti.— Alegó Fallon encarando a Rosalind, haciendo que la hada observará que la joven estaba lista.

—Contigo a nuestro alrededor.— Añadió Bloom poniéndose al lado de Fallon.

—¿Quieres que te escuchemos, que confiemos en ti y que dejemos que nos guíes? Acabamos de conocerte.— Alegó Fallon completamente confundida.

—¡Me escondiste de la señorita Dowling! No le conteste a nadie que existía, estuve a punto de matar a mi familia por dejarme en el Primer Mundo sin ninguna guía.— Alegó Bloom comenzando a enfadarse, sabiendo que ambas podían volverse mucho más peligrosas de lo que ya eran.

—La única guía que necesitabas era el amor.— Respondió Rosalind a Bloom.

—Tu no sabes nada del amor, ni por lo que hemos pasado, Rosalind. No sabes lo que es que tu vida se destruya a los diez años, que toda tu vida cambie por no saber manejar algo con lo que has nacido, sentirte un bicho raro y posteriormente una asesina, aunque fuera en defensa propia. Querías ayudarnos, bien, lo has hecho. Tanto Bloom como yo hemos aprendido cual poderosas somos, sabemos lo que somos o parte de ello, pero aún así no vas a conseguir lo que quieres, Rosalind. No vas a usarnos en tu propio beneficio.— La advirtió Fallon mientras sus ojos, por unos segundos, se volvían de color rojo.

—Estas frustrada y enfadada, Fallon. Lo entiendo. Entiendo lo que sientes cuando todo tu mundo se desmorona por tercera o cuarta vez, pero os prometo que cuando esto pase buscaremos a vuestros padres.— Aseguró haciendo que ambas chicas se tranquilizaran.

—Están en la escuela.— Dijo Bloom asustada, al mismo tiempo que Fallon la mirará horrorizada al pensar en que debía de volver a enfrentarse a un quemado.

—Estas cargada. ¿Nos ayudas?— Fallon miró a Rosalind esperando que ella las ayudará, y que cumpliera con su palabra.

—No, porque no me necesitáis.— Garantizo, sabiendo que las dos hadas estaban listas. —Y Fallon, recuerda ese sentimiento que has tenido siempre. Te ayudará esta noche y el resto de tu vida.— La indicó, haciendo que la aludida se quedará confundida mientras salía corriendo tras Bloom.

Las dos hadas salieron corriendo, llegando hasta el campus. Mientras Fallon se detenía para mirar su teléfono, mientras escuchaba diferentes sonidos que perfectamente Fallon reconocía.

—¿Estáis bien?— Preguntó Fallon al ver a Sky y a Amber.

—Parece que estas bien.— Comentó Bloom al ver a Amber.

—Lo que me diste no tardo mucho en perder su efecto.— Explicó la chica.

—Hay que reunir al resto, están en el patio central.— Explicó Sky mientras salía corriendo siendo seguido por Bloom y por Amber. Fallon, en cambio, se quedó allí, mirando a todas partes.

A pesar de que Fallon debía de reunirse en un lugar seguro, sabía perfectamente el motivo por el que estaban allí. La buscaban a ella y a Bloom, ¿y si lo mejor era cumplir con su deseo y ponerse ante ellos como un premio?

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—¿Y Fallon?— Preguntó Stella al ver a Bloom.

—Esta aquí, con-migo.— Murmuró dándose la vuelta buscando a su amiga, acción que Sky y Amber imitaron.

—No está.— Murmuró Sky preocupado por la chica.

—La necesitamos, necesitamos a Fallon ahora. Ella puede curar a todos los heridos, como hizo con mi hermano. Debéis de encontrarla.— Garantizo Stella, haciendo que Dowling se acercara a ellos.

—¿Qué sucede?— Preguntó Dowling confundida.

—Fallon esta afuera. Y puede curar las heridas hechas por los quemados, puede detener la infección.— Explicó Stella haciendo que Dowling la mirará sorprendida.

—¿Cuándo ha hecho eso?— Preguntó haciendo que todos la miraran extrañados.

—¿Sabe porque puede hacer eso?— Inquirió Amber al ver la expresión de la directora.

—Sí y no. Sólo existe una criatura en el mundo capaz de hacer eso... y temo... que las consecuencias puedan ser catastróficas para ella y... tal vez para todos.— Murmuró alarmando a todos con lo que habían dicho.

Mientras Dowling intentaba proteger a los estudiantes, Fallon buscaba la forma de acceder a la escuela, pero todas las ventanas y entradas estaban tapadas. Estaba fuera, con aquellas criaturas. Aquello era igual a una película de zombis, donde terminaría siendo la cena de ellos. Sino fuera por qué les había visto, no tendría miedo, pero le tenía. Sentía que ella sería la primera de los estudiantes en morir, y todo por no ir... Era completamente estúpida, pero... no debía de tener miedo. Era un hada de fuego, era poderosa.

—No debes de tener miedo, Fallon. Eres más fuerte y poderosa que todos los que están aquí, eres más poderosa que Bloom. Pero debes de detener a quien ha iniciado todo, necesitas poder y yo te daré respuestas. Pero debes de acabar con quienes acabaron con nuestra estirpe. Rosalind no quiere ayudarte, quiere destruirte. La da igual Bloom, tu eres a quien ella teme.— La voz de una chica resonó en la cabeza de Fallon, haciendo que la chica saliera corriendo hacia la mesa de piedra, pero ahora con una certeza. Rosalind quería ver su poder, le vería, pero no de la forma que quería.

—¡Aléjate de la piedra!— Ordenó Fallon atacando a Rosalind, haciendo que esta retrocediera.

—¿Quieres jugar, pequeña? Toda tu familia creía que era poderosa, que eran invencibles.— Se burló Rosalind mientras intentaba atacar a Fallon, pero esta, gracias a sus entrenamientos, esquivó el ataque.

—¿Sabes cual es el problema? Que tal vez mi familia nunca conoció el sentimiento de perder a alguien, de la impotencia que se siente cuando no puedes hacer nada, pero yo conozco ese sentimiento, Rosalind y ¿sabes que es lo más divertido? Que no voy a permitir que nadie, esta noche, padezca de lo que es perder a alguien.— Garantizo Fallon mientras creaba, con dos manos juntas, una especie de lanzallamas.

—Cuanta más magia usas, más fuerte me vuelvo.— La informó, atacandola y tirándola al suelo. —Podías a ver sido de utilidad, pero no eres nada. Una chica vanidosa.— Sonrió.

—Eres parte del fuego, Fallon. Eres un elemento reencarnado. Debes de demostrarla que seguimos vivos, que no estás sola. No estamos muertos, hermana. Estamos vivos y escondidos de esa mujer. Necesitamos que nos liberes, pero para ello debes de liberarte de ella y de lo que está en camino. Bloom no puede hacerlo sola, debes de terminar con el sufrimiento de todos. Puedes hacerlo, solo confía en ti.— La voz de la misma mujer resonó en la cabeza de Fallon, haciendo que la chica abriera los ojos para después derribar a Rosalind, haciendo que esta se golpeara la cabeza quedando inconsciente. —Pon tus manos en la mesa, libera un poco de tu poder. Les ayudará.— Añadió la mujer, haciendo que Fallon la obedeciera para depositar sus manos en la mesa, haciendo que esta fuera invadida por una especie de cascada de fuego que entró en contacto con la tierra, creando una especie de honda expansiva que todos percibieron conforme se expandia.

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Fallon salió corriendo del círculo de piedra, reuniéndose en el patio con Aisha y Stella, las cuales la abrazaron al comprobar que estaba bien, ajenas a todo lo que había sucedido en todo el tiempo que la chica no había estado.

—¿Estas bien?— Preguntó Stella mirando a Fallon preocupada.

—Sí, estoy bien. No os preocupes. Seguir el plan de Bloom, yo tengo que ir a mi habitación. Necesito una cosa que hay ahí.— Explicó la hada haciendo que sus dos compañeras la mirasen preocupada.

—¿Sabes si vienen más?— Preguntó Aisha, sabiendo que Fallon tenía conocimientos sobre algo que ellas no.

—Bloom no va a poder hacer frente a todos ellos ella sola.— Se limitó a decir Fallon, mientras salía corriendo y entraba en Alfea por el pasadizo por el que habían salido las tres hadas.

Fallon entró dentro de la escuela, y observó, escondida, la situación que se vivía. No podía perder el tiempo, algo se acercaba, algo mucho más grande y mucho más peligroso ya estaba en camino y, aunque Bloom podía hacerles frente, la magia que se requería era mucha más de la que Bloom podría tener. Su amiga se encargaría de una parte de ellos, pero ella... ella tendría que confiar en las palabras que una mujer la decía, pero ¿que más podía hacer? Iba a terminar muerta sino hacia frente a su destino.

—¡Fallon!— La chica se detuvo al escuchar la voz de Sky, el cual corrió hacia ella para abrazarla. —Creía que te habían matado.— Comentó preocupado mientras la abrazaba con fuerza al mismo tiempo que respiraba aliviado.

—Sí, bueno... no cantemos victoria.— Murmuró Fallon justamente cuando se escuchaba un temblor.

—¿Qué es lo que pasa?— Preguntó confundido mientras Fallon salía corriendo hacia su habitación.

—No sabría ni como resumirlo con palabras, pero algo mucho peor se acerca.— Afirmó la hada entrando en su dormitorio.

—¿Peor? ¿El qué?— Preguntó Sky, pero Fallon ignoró sus preguntas. —¡Fallon!— Gritó el especialista, haciendo que la chica le mirará.

—Solo lo sé, ¿si?— Le respondió haciendo que el rubio la mirará confundido.

—Eso no ayuda. ¿Vienen más quemados?— Preguntó confundido mientras había otro temblor.

—No son quemados, Sky. Son personas... no sé como pero son personas que han sido convertidas en esas cosas. Como si fueran zombies y... bueno, lo que viene podría decirse que es peor.— Explicó Fallon encontrando su collar para después ponérselo.

—¿Has venido a por tu collar?— Preguntó confundido.

—Es más que un bonito collar, ella dijo que me ayudaría.— Explicó Fallon acercándose a él.

—¿Ella? ¿Quién?— Preguntó desconcertado por todo lo que estaba pasando y por la poca información que la chica le estaba dando.

—Mi hermana.— Anunció Fallon sorprendiendo a Sky. —Debes de irte, Sky.— Le pidió, haciendo que el rubio rápidamente pusiera una expresión de negación.

—No voy a dejarte sola.— Alegó Sky, haciendo que Fallon reprimiera una pequeña sonrisa, ya que lo decía para protegerla.

—Todo va a salir bien, ¿sí? Un día me dijiste que confiara en ti, ahora te lo pido yo a ti. Confía en mi. Se lo que voy a hacer, o eso creo.— Explicó Fallon acercándose a él mostrando una pequeña sonrisa con el objetivo de poder tranquilizarlo.

—Ten cuidado.— La pidió Sky justamente antes de darla un beso en la frente, para después marcharse. Fallon se quedó en su habitación respirando con tranquilidad. Podía hacerlo, solo debía de confiar en su poder, en lo que era capaz de hacer. Confiaba en si misma, en la promesa que ella misma se había hecho a la hora de proteger a todos aquello, así que nadie la iba a impedir cumplir con su objetivo.

Sin pensar más en los pros y en los contras, en las consecuencias que podía haber posteriormente, Fallon salió de su habitación y subió hasta la última planta del edificio. Una vez allí, forzó la cerradura al mismo tiempo que veía como Bloom terminaba con los quemados que iban hacia ella, pero Fallon fue consciente de que quedaban más y lo confirmó cuando un grupo se acercaba por tierra y dos aparecían detrás de ella.

—Confía en tu poder, hermana. Confía en quienes somos.— La voz de la chica resonó de nuevo en la cabeza de Fallon, justamente cuando cerraba sus ojos para después acceder a esa llama de la que la habló Rosalind.

Bloom, Aisha y Stella giraron sus cabezas al sentir una gran cantidad de calor seguido de un temblor, al volverse las tres observaron algo que jamás crearían que llegarían a ver o inclusive a imaginar, a Fallon con unas extensas y enormes alas, y en torno a ella la silueta de un fénix. Al verlo, Aisha y Stella intercambiaron una mirada, ambas sabían de las historias y cuentos que había sobre los fénix, pero jamás habían llegado a creer que fueran verdad, pero, aún así lo estaban viendo, lo estaban viviendo. Y ya no solo ella, todos los estudiantes que estaban fuera, viendo a la gran criatura en la que Fallon se había convertido, al mismo tiempo que usaba su poder con una doble intención, curar a los heridos y matar a los quemados, sin saber que en verdad estaba curando a alguien que había pasado mucho tiempo en una forma que no era la suya.

★★★

Penúltimo capitulo de la historia.

Finalmente se desvela lo que Fallon es.

Es un fénix.

Sí es cierto que era un secreto gustado a gritos, pero era algo necesario, no quería confirmarlo como tal por razones evidentes.

Bueno, el caso, este capítulo es sin duda mi favorito.

Primero por que Fallon tiene ese primer encuentro con su hermana de forma oficial.

Segundo, por como se enfrenta a Rosalind.

Tercero, la escena entre ella y Sky, les adoro.

Y cuarto, a Fallon como la diosa que todos sabemos que es.

Bueno, el caso, en dos semanas terminamos la historia y estoy muy feliz, porque podré tomarme un descanso y me tranquiliza saber que he terminado esta primera parte de publicar.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤