006. "Panic Room"
" —Debemos seguir por los que ya no están."
El pánico rápidamente se apoderó de Hye-ra, como si todo su mundo se hubiese detenido en ese preciso instante, una vez más pronunció el nombre de Su-hyeok, sin respuesta, él no estaba con ellos.
Tal vez era la adrenalina del momento lo que no dejaba la dejó pensar con claridad cuando decidió correr hacia la puerta, sin pensar en los zombies, sólo quería buscar a Su-hyeok.
—¿Qué carajos quieres hacer? –Cheong-san se detuvo frente a ella cortando el paso, teniendo que sostenerla por los hombros viendo que la chica seguía aferrada a avanzar. —Hye-hye si sales serás comida de los zombies.
–¡Déjame! Su-hyeok aún está ahí afuera. –Ella trató de zafarse, golpeando el pecho del chico con sus brazos. Los demás se miraron entre sí, preocupados al notar la ausencia. —Suéltame.
Él cruzó rápidamente miradas con Gyeong-su antes de volver a la chica. —Tranquila, Hye-ra, no puedo dejarte salir. –Habló de forma calmada, contrastando con la angustia de su amiga, quien continuaba empujándolo tratando de liberarse. —Hye-ra, mírame, tranquilízate.
—¡No me pidas que me tranquilice! –Alzó su voz entrecortada, por fin llegando a soltarse del agarre, Cheong-san de inmediato logró tomar su mano evitando otra vez que continuara avanzando. —¡Idiota, ¡Mi novio puede estar en peligro justo ahora y parece que a ninguno le importa!
Cheong-San la soltó, debía admitirlo, le aterraba verla enojada más que los mismos zombies. Gyeong-Su se adelantó a sostener a la chica por su abdomen antes de que golpeara a Cheong-San o intentara abrir la puerta.
—No es momento de que peleemos entre nosotros. –Exclamó el chico, sin soltar a Hye-ra quien seguía gritando a Cheong-san, sin embargo, la soltó cuando sintió un movimiento inusual en el abdomen de la chica, se atrevía a decir que era un patadita. —¿Qué fue eso? ¡Dime que no tienes a un monstruo en el estomago como en alíen!
Ya nada importaba, la escuela era un caos infestado de zombies, nadie vendría a ayudarlos y tenía la incertidumbre de no saber si Su-hyeok estaba con vida aún, ¿Qué afectaba un problema más?
Las miradas ya fijas en la escena se sintieron más agobiantes sobre Hye-ra. Pudo haber intentado correr hacía la puerta una vez más, su mente seguía nublada, pero contrario a eso, se paralizó al notar todos los ojos sobre ella. Sus ojos se cristalizaron por la impotencia e incomodidad del momento.
—No puedo hacer esto sin Su-hyeok. –Llevó las manos a su rostro cuando las lagrimas comenzaron a caer por su rostro. —Estoy embarazada.
La expresión de todos los presentes cambió, aunque Na-yeon sentía el impulso de abrazarla, seguía molesta con su amiga por defender a Gyeong-su, y había una espina que se lo impedía al sentir traicionada su confianza, ya lo sospechaba pero ¿Por qué Hye-ra no le había dicho nada?
Nam-ra estaba dispuesta a correr hacía su hermana, desistiendo de hacerlo cuando vio a Gyeong-su abrazar lentamente a la chica, y Cheong-san uniéndose a ellos unos segundos después, al fin y al cabo, eran sus mejores amigos.
—Lo siento... –Susurró Cheong-san, estaba apunto de acariciar el cabello de su amiga, arrepintiéndose de ultimo minuto, limitando todo sólo al abrazo.
Hye-ra no merecía eso.
On-Jo observó la escena sintiendo en ese momento más arrepentimiento por haber invitado a Su-Hyeok a salir. El resto sólo se sentían mal por ella, pero la prioridad más grande ahora, era sobrevivir.
Na-yeon sacudió su cabeza desviando su mirada de ellos. —Hey. –Llamó a On-Jo, haciéndola sobresaltarse y voltear a mirarla. —Dame el teléfono, llamaré de nuevo.
—Yo...lo dejé caer. –Soltó apenada, desatando para sorpresa de nadie, la furia de la pelirroja.
—¡¿Cómo pudiste perderlo?!
—¿Qué importa eso? –Intervino Gyeong-Su, soltando el abrazo con Hye-ra. —Hay cosas más importantes.
—No te metas.–Recriminó. —¡Casi morimos por tu culpa! –Él la miró confundido. —Es porque no sostuviste la puerta, si lo hubieras hecho el profesor no hubiera entrado y Min-ji no estaría muerta.
—¡Entonces deberías haberla sujetado tú!
—¡Imbécil!, eres muy molesto –Eso fue el colmo para Gyeong-Su , yendo hacía la de cabello rojo para jalar su cabello con fuerza, I-Sak se adelantó para intentar hacer que la soltara. —¡¿Cómo te atreves a tocarme?! –Gritó soltándose del agarre.
—Ustedes, por favor ya no peleen. –Cho-a se interpuso entre ambos, a la vez que I-sak sostenía al chico.
—¡Ella empezó! –El gritó sonó tan cercano, provocando que el aparato de Cho-a hiciera resonar el irritante chirrido, siendo notando de inmediato por Gyeong-su. —Lo siento.
—Peleen cuando terminemos esto Gyeong-Su. –Hablo Dae-Su refiriéndose al cubrir puertas y ventanas con las sillas y escritorios del laboratorio.
Na-Yeon pateó una silla molesta, I-Sak calmaba a Gyeong-Su para que volviera a lo que hacía antes de todo el drama.
Hye-ra limpió las lagrimas con su suéter, para después tomar una de las sillas y pasarla a Woo-Jin para cubrir las ventanas.
—¿Estás bien? –Preguntó el chico al recibir la silla.
—No. –Respondió con simpleza, para después ir por otra de las sillas y seguir ayudando, tal vez eso la distraería de su realidad.
—Estudiantes y profesores del instituto Hyosan. –La voz de su profesora comenzó a sonar a través de los altavoces. —Soy Park Sun-Hwa, la profesora de inglés. Algo extraño está pasando en toda la escuela, algunos estudiantes están atacando gente indiscriminadamente. Así que, por favor, encuentren un lugar seguro. Y si algún estudiante o profesor escucha esto y puede, por favor llame a la policía y a los bomberos. Alumnos, escóndanse en un lugar seguro hasta que llegue la ayuda. Si pueden salir de la escuela, por favor háganlo.
Era complicado suponer cuanto tiempo había pasado, podía ser desde dos horas hasta diez minutos, cada segundo era una eternidad en el aula.
Cho-a tomó asiento junto a Na-yeon, la pelirroja estaba apartada de todos los demás, era obvio el porque, no la querían con ellos, tal vez en ese momento la única excepción era su querida mejor amiga.
—¿Estás bien? –Preguntó, conociendo de antemano que respuesta obtendría.
—Claro que no, todos me odian.
—Eso no es cierto...
—Claro que lo es. –Levantó la mirada, dejando sus ojos llorosos.
—Te aseguro que no te odian. Sólo...están muy alterados por toda esta situación.
La de suéter rosa soltó un suspiro cansada. —Si hubiera sabido que el mundo se iría al carajo hoy, habría disfrutado más nuestra... –Soltó una pequeña risa mientras pensaba en como terminar la oración. —¿Friends Date? ¿Es esa la palabra?
—Cita de amigas. –Cho-a recostó su cabeza en la mesa, quedando frente a frente con la pelirroja. —¿Recuerdas las fotos que tomamos en la cabina? –Na-yeon asintió, la castaña señaló la mochila que colgaba en su espalda. —Logré salvarlas.
Na-yeon mostró una sonrisa por primera vez desde el caos. —Yo ni siquiera tuve tiempo de rescatar algo, no se que haría sin ti.
—Sólo tomé todo lo que tenía a mi alcance. –un escalofrío la recorrió de pies a cabeza cuando sintió la mano de Na-yeon posarse sobre su espalda. —Incluso creo que traje mi libro de biología, no creo que vaya a ser útil. –Bromeó, sin obtener respuesta de la otra chica hasta un par de segundos después.
—No merecemos estar pasando por esto. –En su rostro había una expresión que jamás había visto antes.—¿Cómo crees que esté todo allá afuera?
—Horrible. –Suspiró. —Sólo espero que...Mi mamá y Da-hyun estén bien. –Su voz se quebró. —No estábamos preparados para algo así.
Por otro lado, en otra de las mesas, Hye-ra descansaba, su mirada fija al frente, mientras estaba perdida en sus propios pensamientos. Ni siquiera notó cuando Nam-ra se sentó junto a ella, hasta que la abrazó, no era común de su hermana hacer eso, pero está ocasión lo ameritaba.
Sólo se tenían la una a la otra.
Siempre se han tenido sólo la una a la otra.
—Me siento tan inútil en este momento. –Confesó Hye-ra.
—No digas eso, estás embarazada, no hay mucho que puedas hacer.
—Quisiera no estarlo. –Admitió, sintiendo culpa al decirlo. Ay Dios, eso sonó horrible, pero era cierto. —Tal vez así podría haber peleado contra los zombies con Su-hyeok, y él estaría aquí.
—Estoy segura de que Su-hyeok está bien. –Alentó Nam-ra con una sonrisa comprensiva. —Es muy rápido y sabe pelear, seguro logró escapar.
—Ojalá sea verdad. —Sus ojos se cristalizaron, había momentos en los que Hye-ra se sentía tan miserable, pero a un punto donde no quería desahogarse y si quiera pensar en las cosas malas, quería algo que la distrajera.
Eran contadas las personas que la conocían tanto como para adivinar cuando eran esos momentos, entre ellas Su-hyeok y Nam-ra (Quien lo era buena para distraerla.) y claro, Gyeong-su.
—Presidenta. –Se acercó tímidamente a las dos chicas. —¿Puedes ayudarme cuidando la puerta? –Señaló a Hye-ra, quien tenía su mirada abajo, con la cabeza, dando a entender, él quería hacerle compañía.
—Claro. –Dijo, levantándose de inmediato, dejando al chico tomar, su lugar, fue hasta ese momento en que Hye-ra levantó su cabeza.
Gyeong-su soltó un pesado suspiro. —No pensé que cansaría tanto cuidar una puerta.
—¿Quieres reponer energías? –Extendió hacía el la bolsita con chocolates, puede que haya soltado su celular en un puente que jamás cruzaría de nuevo, pero la comida es sagrada. —Aún quedan algunos.
—¿Desde cuando tienes esto? –Preguntó tomando dos de los pequeños dulces.
—Su-hyeok me la dio en el almuerzo. –Volvió a poner la bolsa en el bolsillo de su suéter.
El ruido de un zombie estrellando su cabeza contra la puerta hizo que todos se sobresaltaran, Gyeong-su llevó la mano a su pecho, tal vez exageraba un poco, pero genuinamente se había asustado.
—Carajo. –Musitó. —No debí dormirme mientras veía Guerra Mundial Z.
La expresión de la chica se transformó, ahora ella llevó la mano a su pecho mirándolo ofendida.
—¿Te dormiste viendo Guerra Mundial Z. –Apartó su mirada. —Habla con la mano.
No pudo evitar reír. —Lo siento, no puedo mantenerme despierto cuando veo películas en mi casa, también que quedé dormido con, Civil War, Old Boy y La La Land. –Le parecía divertida la expresión de Hye en este momento. —El cine es el único lugar donde puedo ver películas y ponerles atención.
—Estoy comenzando a cuestionarme tu amistad. –Entrecerró los ojos, soltando una pequeña risa a la que el pronto el chico se unió. Hubo un pequeño silencio luego de eso.
Silencio que duró apenas unos segundos, hasta que Gyeong-su lo rompió. —¿Será prudente ir al cine cuando salgamos de aquí?
—Para nada. –Respondió con una pequeña sonrisa asomándose por sus labios. —Pero deberíamos, ahora también quiero ir.
Sentando en un punto alejado, junto a los estantes, Cheong-san miró a On-jo recargarse en la ventana, observando lo que había allá afuera, así como todos, le dolía en el alma lo que estaba pasando.
—Sabes lo de On-Jo, ¿No? –I-sak interrumpió sus pensamientos llegando junto a el. El la miró cansado.
—¿Qué cosa?
—Le gustaba Su-Hyeok.
Hye-ra no estaba demasiando lejos de ellos, aunque trataran de hablar en voz baja, los escuchó a la perfección.
—¿Y qué?
—Ve a consolarla, yo lo intenté, pero no funciona... –Dijo, le encantaba la pareja que podrían hacer ambos, pero ninguno tomaba la iniciativa, ella estaba dispuesta a fungir como Cupido si era necesario.
—Olvídalo, hazlo tu. –Quería a su amiga, pero, le resultaba molesta toda su atracción a Su-hyeok, no la entendía.
—¿Por qué te enojas conmigo?
—¿Qué me importa a mi quién le guste? –Eso en la mente de I-Sak significaba una sola cosa, celos.
No estaba precisamente en lo correcto, tampoco equivocada del todo.
I-sak se levantó rendida, yendo con su amiga. Por su parte Hye-ra ahora le encontraba sentido a ciertas actitudes en On-jo, pero no estaba enojada, sólo era un crush, ¿no? Además eran amigas, no podría enojarse sólo por eso.
Su-hyeok sólo la quería a ella...¿Verdad?
I-sak se levantó, yendo a recargarse junto a On-jo, viendo la poco agradable vista del patio de su escuela a través de la ventana , tratando de animar a su amiga con palabras, asegurándole que Su-hyeok estaba bien.
On-jo buscó la mano de su amiga, buscaba consuelo, pero al tocarla, hubo algo extraño que la hizo paralizarse de inmediato.
—I-Sak –Pronunció extrañada. —¿Por qué estás tan fría?
—¿Qué?
—Tu mano está muy fría. –Repitió, su amiga seguía sin entender que sucedía, un hilo de sangre comenzó a caer bajo su nariz, tal cual como le había pasado a Min-ji.
La gotas de sangre mancharon su uniforme, On-jo dio un paso hacía atrás asustada siendo esa poniendo a todos los presentes en estado de alerta.
Había sido mordida mientras intentaban llegar al laboratorio.
—Estoy bien –Mintió. —¡Lo juro!
—¿Te mordieron? –Exclamó Na-yeon levantando su mirada, rápido poniéndose de pie para estar detrás de la mesa.
—¡Claro que no! –Gyeong-su tomó la mano de Hye-ra para colocarse frente a ella y protegerla, I-sak veía las miradas aterradas de sus amigos, todo de un color rojo escarlata que cubría sus ojos. Ella se dio la vuelta mirando su reflejo, pálida, parte de su rostro ensangrentada y el miedo se apoderó de ella. —On-jo. –Miró a su amiga. —No soy como ellos...
No podía ser uno de ellos.
On-Jo asintió lentamente, envolviéndola con sus brazos, pronto se convertiría en el último abrazo que podría darle, la ultima vez que podría sentir esa calidez. —I-sak...
—No, no soy una de ellos. –Las lagrimas cayeron por sus ojos. —
—¡¿Qué hacen!? ¡Sáquenla de aquí! –Exclamó Na-yeon, alterando a los zombies fuera del aula.
—¡Estoy bien! –Otro grito, las puertas temblaron por los zombies.
Cheong-san tomó a On-jo del brazo para separarla de la otra chica antes de que esta se convirtiera.
—On-Jo. –I-Sak la llamó una ultima vez, intentó acercarse, cayendo de rodillas al suelo, sus extremidades de contraían, poco a poco, la chica que alguna vez conocieron, se había ido.
—I-Sak, no, no... –Repitió On-Jo múltiples veces, al ver al cuerpo de I-Sak levantarse, convertida en un zombie.
I-Sak corrió hacía On-Jo, siendo empujada por Cheong-San, no iba a dejar que la hirieran, él sostuvo uno de los bancos del laboratorio, golpeando a la chica zombificada con el, pero parecía no hacerle daño.
—¡Cheong-San! ¡No! –Exclamó On-Jo, atrayendo a I-Sak hacía ella, é usó esa oportunidad para taclear a I-Sak, empujándola por la ventana.
La chica logró sostenerse gracias a que On-Jo tomó su mano, no quería dejar a su amiga morir, no podía hacer eso, pero era lo necesario. Cheong-San golpeó la mano de I-Sak con el banco hasta hacerla caer.
On-jo tuvo que ver a su mejor amiga morir frente a sus ojos.
Un doloroso silencio los acompañó por los minutos más largos de sus vidas. Ver la muerte frente a ti una y otra vez en el mismo día, un día que se supone debía ser como cualquier otro.
Nada te prepara para perder a alguien que amas.
El único ruido era el de los zombies golpeando la puerta tratando de entrar y tras un rato, se volvió preocupante, tenían que salir de ahí cuanto antes, la pregunta era como lo harían.
—Hye-ra, Gyeong-su, necesito su ayuda. –Cheong-san los llamó, parándose frente a la puerta con sus brazos cruzados, pensativo mientras mordía su labio. Los otros dos llegaron junto a el preguntándose para que los quería. —No aguantaremos mucho, tenemos que salir de aquí.
—¿Cómo se supone que salgamos? –Cuestionó Hye-ra levantando una ceja. —¿No ves como está allá afuera?
La miró unos segundos, analizando cada detalle del rostro confundido de su amiga, buscando las palabras correctas para hacer que los pensamientos en su cabeza tuvieran sentido.
—La cuerda de antes... –Cheong-san explicó a detalle todo un plan que de funcionar, evitaría que se convirtieran en comida de muertos vivientes. Pero al mismo tiempo, llevarlo a cabo era demasiado arriesgado.
—¿No es mejor esperar a los rescatistas? –Gyeong-Su no sonaba convencido.
—Moriremos antes de que vengan los rescatistas. –Soltó Hye-ra, pesimista pero tenía un punto.
—Eso nos hará morir más rápido. –Agregó Gyeong-Su, temblaba de miedo por dentro. —¿Tu estás de acuerdo con eso? –Ella se encogió de hombros.
—Es nuestra única opción. —Soltó resignada.
—Entonces hay que hacerlo.
—¿Así sin más? –Gyeong-su frunció el ceño. —¿No deberíamos someterlo a votación? –Cheong-san lo ignoró por completo y no tenía a la chica de su lado, sólo le quedaba ceder. —Mierda, hora de dar lo mejor de mí.
Gyeong-su entreabrió la puerta, no demasiado sólo para que Cheong-san sacara su mano, y con ayuda de una pieza del un maniquí que se encontraba en el lugar, intentó alcanzar la manguera. La tensión de ver los zombies tan cerca del chico, mantenía a todos temblando, lo ultimo que querían era perder a alguien más.
Pero finalmente luego de unos minutos, logró conseguirla, listos ahora para empezar con la parte principal del plan nombrado por Hye-ra como —El que sea infectado pierde. –Mencionó la chica dando pequeños aplausos hacía Cheong-san, sin hacer ruido. —Nadie pierda, por favor.
—Hye-ra, eres buena con los nudos, ¿Cierto? –Cheong-San le pasó la manguera, ella asintió con una leve sonrisa.
—Mi especialidad. –Agradecía haber visto todos esos tutoriales de supervivencia en YouTube cuando era niña. —¿Qué clase de nudo?
—¿Cómo para que entré una mano o un pie? –Ella asintió, sabía exactamente que hacer. —¡Rápido! ¡todos ayúdenla!
—Está bien, deben ser nudos en zigzag cada cincuenta centímetros, ¿Entienden?
Una vez terminaron de anudar la manguera, tocaba la siguiente parte del plan, lanzarla por la ventana y usarla para bajar, no llegaba al suelo, pero al menos sí un par de salones más abajo.
—¿Quién irá primero? –Gyeong-su se arrepintió de haber hecho esa pregunta, todas las miradas se posaron sobre el. —Los odio tanto.
—Ten cuidado. –Hye-ra sonrió antes de que el chico comenzara a bajar. —No te pongas nervioso.
Para su suerte, la cuerda llegaba hasta la sala de transmisión, el lugar donde su maestra de ingles se encontraba.
—¡Oigan la señora Park está aquí! –Gritó el chico desde la ventana, haciendo al resto suspirar aliviados, al menos no estarían solos.
Na-yeon fue la siguiente en ofrecerse a bajar, seguido de Cho-a, y el resto fue después, todos aliviados una vez tocaban llegaban con la señora Park, tener un adulto cerca los hacía sentir más seguros.
Al final, sólo tres quedaban en el laboratorio.
—On-Jo, es tu turno. –Dijo el chico al ver a Hye-ra ocupada escribiendo algo en un papelito, pero la joven se mantuvo en su lugar sin dar respuesta. —¿On-jo?
—Ya no me queda por qué seguir... Perdí a todos los que quería. –Musitó, su mirada se encontró con la de Cheong-san, los ojos de la chica brillaron por las lagrimas.
Hye-ra levantó la mirada, conocía a Cheong-san lo suficiente como para saber que él no siempre tenía las palabras correctas. Pegó el papel con una tachuela en el pizarrón antes de dirigirse con los otros dos.
"Su-Hyeok, si lees esto, estamos en la sala de transmisión. Ve con cuidado!
Te amo. Hye-ra"
—On-jo. –La chica se acercó tocando con delicadeza el hombro de su amiga. —Entiendo como te sientes, y entiendo que cuando pierdes a alguien que amas sólo quieres dejar de luchar, es muy difícil tener animos de seguir, también me duele, pero no podemos rendirnos. –Una triste sonrisa se formó en sus labios. —Debemos seguir por los que ya no están, es lo que ellos hubieran querido.
—Y aún quedan personas que te quieren, como tú padre y... –Se detuvo a mitad de la frase. —...Tienes que mantenerte fuerte por ellos...
On-Jo asintió levemente. —Tienen razón... –Admitió con su voz entrecortada.
Fue la siguiente en bajar.
Cuando era el turno de Hye-ra, la puerta ya temblaba por los zombies, se apresuró a sujetarse lo mejor que podía, era más difícil estando embarazada.
—Ten cuidado. –Cheong-san dijo, entregándole una cálida sonrisa antes de que ella comenzara a bajar.
—Te veré abajo. –Asintió.
Woo-Jin y Gyeong-Su la ayudaron a entrar cuando llegó al aula.
—¡Cuidado! Mujer embarazada bajando. –Gyeong-su bromeó, llevándose varios manotazos por parte de la chica.
—¿Choi Hye-ra está embarazada? –La señora Park la miró con sorpresa, ella se encogió de hombros con una incomoda mueca.
Ahora estaban a salvo allí.
O algo así.
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
Hola! wow cuanto tiempo, ha pasado mucho desde la última vez que actualicé, espero sigan aquí.
Una disculpa por no actualizar.
Espero que les haya gustado el capítulo, si fue así voten y comenten, me ayudan mucho.
También quería aprovechar este momento para recomendarles mi fanfic del drama Revenge of others, se llama Again y está en mi perfil.
Haciendo este capítulo y reflexionando de la vida, cai en cuenta que AOUAD fue mi efecto mariposa.
Dejen explico, yo no quería ver este drama, no me llamaba lo suficiente, pero una amiga me lo recomendó mucho y decidí darle una oportunidad.
Eso ya se lo saben, quedé flechada con Su-hyeok, por consecuente con el actor, y decidí ver el drama Revenge Note porque salía el. ¿Saben quién más salía?
Cha Eun-woo, por ese drama, amé a Nunu y decidí ver True Beauty (no lo terminé por el cringe) pero me inspiró a saber más sobre Eunwoo y el grupo de Kpop del cual él es integrante.
ASTRO, mis estrellas, desde agosto del año pasado se volvieron ni grupo favorito y específicamente el integrante Moonbin, era mi bias (miembro favorito)
Hace dos semanas, Moon Bin, mi lunita, partió de este mundo, y ha sido difícil porque aún tiempo después no logró asimilarlo del todo.
Tengo una perspectiva distinta de lo que es la muerte y el perder a alguien que quieres ahora, y quiero reflejarlo, porque el me enseñó mucho y quiero plasmar lo que el me dejó en todo lo que hago.
Se que es una forma diferente de terminar el capítulo, pero es la situación, no sentía esto desde Naya y Chadwick en 2020, todo pega diferente.
Recuerden que si aman a algún artista, sigan amándolo de la forma que quieran, sin sentir vergüenza de lo que digan los demás. Algo que me ha tenido más tranquila es que no tengo la espina de "no pude valorarlo hasta que lo perdí" porque se que lo amé mucho y di tanto por el, nadie puede decirme lo contrario.
Protejan a sus artistas y quieramlos mucho
Los veo en el siguiente capítulo.
-Alessandra
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