005. "Burning Red"
"—¡Esto no es como The Walking Dead!"
El caos reinaba en el piso de abajo, El caos reinaba en el piso de abajo, por toda la escuela de hecho, el rojo intenso de la sangre destacaba sobre las piel de los estudiantes, de las víctimas que corrían para sobrevivir a la masacre y en las bocas de los otros quienes los perseguían cómo bestias asesinas.
Allá arriba, podían ver absolutamente todo, pudieron ver cómo uno de los estudiantes caía al suelo al ser mordido en el cuello por otro, y en cuestión de segundos, levantarse de la muerte para seguir cazando vidas.
—Hay que quedarnos aquí. –Susurró Hye-ra sujetando con fuerza la mano de Su-hyeok, y con la otra guardando la bolsa de chocolates en el bolsillo de su suéter. —¿Qué mierda está pasando?
—No tengo idea. –Murmuró Su-hyeok, atónito con lo que estaba presenciando. —¡Ay carajo! –Exclamó cuando vio a uno de esos estudiantes cruzar del otro lado del puente, la poca cantidad de personas que de encontraban cerca corrieron de inmediato, sin mirar atrás.
Pero uno logró ser alcanzado, mientras el otro estudiante mordía su cuello ferozmente arrancando la piel, mostrando una de la escenas mas horribles que Hye-ra llegó a presenciar.
Sin embargo, no fue lo peor que llegué a ver.
Dicen que en momentos como este, las personas sacan su verdadero yo. La mayoría serían egoístas, para salvarse a sí mismos, sin interesarse en el resto.
Ese no era el caso para la pareja.
—¡Vámonos! –Gritó la chica, su tono denotaba que aquellas palabras eran una orden, con fuerza aún sujetando la mano de su novio, emprendieron camino hacia las escaleras.
Hace meses que no corría tan rápido, pero ese día, no tuvo otra opción.
Su-hyeok se aseguró en todo momento que ella no se lastimara, bajaron las escaleras con rapidez y fue él quien casi resbalaba con el último escalón, no parecía haber una escapatoria de ese horrible desastre, a dónde sea que dirigieran su vista, las bestias estaban al acecho.
—Parece The Walking Dead por aquí. –Murmuró Su-hyeok, buscando cuál sería el mejor lugar para esconderse.
—¡Cuidado! –Hye-ra jaló el brazo del chico cuando vio a un estudiante acercarse a gran velocidad, pudo ver si rostro por unos segundos, piel pálida, sangre corriendo bajo su nariz, chorreando hasta su boca...
Y ojos color rojo ardiente.
—¡Esto no es como The Walking Dead!
El estudiante cayó al suelo, retorciéndose unos segundos, para luego regresar su mirada hacía la pareja. Los había escogido como presa.
Está vez, Su-hyeok fue quien tomó iniciativa, llevando a su novia hasta un lugar que esperaba fuera seguro. La cafetería.
No paso mucho para que apenas llegaran a unos metros de el lugar, notaran que estaba infestado de bestias.
—Na-yeon, Cho-a... –Musitó en un estado de shock, aterrada de pensar que sus amigas podrían ser parte de ese grupo de animales.
—¿Qué hacemos ahora? –Su-hyeok se volteó a mirarla, no quería admitirlo, pero el miedo estaba tomado control sobre el.
Se creían perdidos en ese momento, pero no sé resignaron a ello, el ser humano por lo general hace hasta lo imposible para mantenerse con vida, era su instinto de supervivencia. Y para ellos su salvación fue correr de vuelta por el patio de la escuela, hasta que el perspicaz ojo de Su-hyeok notó la escalera del jardinero junto a uno de los salones, lo suficientemente alta para llegar a la ventana y con suerte, alguien estaría ahí para dejarlos entrar.
Ambos se dirigieron hasta allí, Su-hyeok acomodó la escalera dejando a Hye-ra ser la primera en subir, la chica aceleró el paso sin detenerse a mirar a su alrededor, estaba cansada y alterada pero los gritos de estudiantes siendo atacados eran su motivación para seguir.
Cuando llegó arriba, golpeó con su mano el vidrio para llamar la atención de quién se encontrara dentro, escuchando como alguien del otro lado gritaba asustado, para un par de segundos después, ver la ventana abrirse.
—¡Es Hye-ra! –Exclamó Woo-jin al verla, ayudándola a subir junto a Cheong-san.
—¿Estás bien? –Preguntó este último sosteniendo su brazo para que ella pudiera apoyarse en el suelo, Hye-ra lo ignoró desviándose hacía la ventana para que ver Su-hyeok subiera también.
—¡Su-hyeok! –Gritó, a toda velocidad el chico logró subir la escalera antes de ser alcanzado, apenas pisó el marco de la ventana fue la chica quien lo ayudó a entrar, instintivamente él la abrazó, por un segundo pensó que no lo lograrían. —Ya estamos fuera de peligro.
On-jo no pudo evitar sentir una tristeza al verlos entrar juntos, pero esa tristeza no era más grande que la felicidad de saber que su amiga y el chico que le gustaba seguían con vida.
Su-hyeok se recostó en el suelo con su respiración entrecortada, asimilando aún todo lo que estaba pasando, no tenía sentido, en sólo unos segundos, todo allá afuera se convirtió en un caos. Hye-ra se recargó en junto a la ventana, recuperando el aliento, no había corrido tanto en meses; apretando con fuerza su mano al vidrio, evitando a toda costa ceder ante el impulso de llevar su mano a su abdomen.
—¡Estás viva! –Escuchó a alguien exclamar, haciéndola levantar su mirada, encontrando a Cho-a, quien pronto la envolvió en un cálido abrazo. —La cafetería, era una masacre, casi no logramos salir.
—¿Están bien, verdad? —Preguntó cuando sintió otro par de brazos rodearla, era Na-yeon.
—Estamos bien. –Respondió la pelirroja, luchando por evitar derramar lagrimas frente a toda su clase.
—Nam-ra también está bien. –Hye-ra se separó inmediatamente de ese abrazo, buscando a su hermana por todo el salón, hasta que sus ojos lograron encontrarse, sin pensarlo dos veces, corrió hacía ella, suspirando aliviada, envolviéndola entre sus brazos apenas estuvo frente a ella.
—Se que no te gustan las muestras de afecto en publico, pero estoy muy feliz de que estés viva. –Unos segundos después Nam-ra correspondió aquella unión. —No se que hubiera hecho sin ti.
—Estuve asustada cuando no te vi...
El silenció inundó la habitación, lo único que podían escuchar eran los gritos que provenían del patio y gruñidos fuera de los pasillos. Su-hyeok se levantó, acercándose a la ventana observando el desastre de allá afuera. —¿Es lo que me parece? –Cuestionó. —¿Zombies?
Era difícil calcular cuanto tiempo esperaron antes de tener la idea de llamar a la policía, ya que la señora Park solía retirar sus celulares antes de iniciar la clase, ninguno tenía como comunicarse, pero no perdían esperanza en encontrar el celular de alguien en las mochilas. Hye-ra se maldecía a si misma por haber soltado el suyo, si lo hubiera sostenido bien, ya estarían llamando a las autoridades.
La castaña bufó molesta al no encontrar ningún teléfono en la tercera mochila que revisaba. —¿Alguien ha encontrado algo? –Preguntó, obteniendo un "Aun no" como respuesta por parte de todas las demás personas en el aula. —Cho-a no revises mi mochila, perdí mi celular mientras corríamos hasta acá.
—No estoy buscando tu celular. –Cho-a continuó buscando entre las cosas de su amiga, mientras Hye-ra la miraba con el ceño fruncido. —*Tampoco te voy a robar.
—¡Encontré uno! –Exclamó victoriosa I-Sak. —¡Oigan! –Todos, a excepción de Cho-a quien metía en sus bolsillos algunas cosas que "encontró" en la mochila de Hye-ra, la rodearon.
—¿De quién es? –Preguntó On-Jo.
I-sak lo encendió dejando ver un fondo de pantalla de Cha Eun-woo. —De Yeon-ju. –Respondieron ambas de inmediato.
—¡Haz algo! –Ordenó Na-yeon.
—Necesitamos la contraseña
—Intenta con su cumpleaños. —Sugirió Min-ji, I-Sak estaba a punto de teclear, cuando se detuvo para mirar a las chicas.
—¿Cuándo es su cumpleaños?
Nadie tenía idea.
—Está ahí, dámelo. –Cheong-San tomó el celular al ver a la zombie Yeon-Ju pararse frente a la puerta del aula intentando entrar, mientras Gyeong-Su se encargaba de mantener la puerta cerrada.
Cheong-San se acercó a la puerta colocando el celular a una corta distancia del rostro de Yeon-Ju, intentando desbloquearlo con el reconocimiento facial.
—Mi teléfono ni siquiera puede reconocerme en la mañana, ¿Podrá reconocerla así? –Comentó Hye-ra, viendo lo casi irreconocible que lucía la chica de esa forma.
—No seas pesimista. —Respondió Cheong-San, pero parecía que Hye-ra tenía razón, su celular no la reconocía.
—Más cerca. –Sugirió Su-Hyeok, Cheong-San hizo caso esperando a que esta vez funcionara.
—No necesitas desbloquearlo para hacer llamadas de emergencia. –On-jo se acercó, quitándole al chico el teléfono de las manos para marcar al numero de la policía, y entregandoselo de nuevo para que el hablara.
—¿Vendrán? –Preguntó Hye-ra posando una de sus manos en el hombro de Cheong-San cuando colgó la llamada.
—D-dijeron que vendrían. –Soltó algo nervioso.
—¿Y si creen que es una broma y no vienen? –Cuestionó Gyeong-Su, era lo que todos ahí se temían.
—Llama de nuevo. –Na-yeon volvía con su clásico tono mandón. —¡Diles que vengan rápido!
—No grites. –Ji-Min le dio un empujón a la pelirroja. —Vas a atraer a los zombies.
—Dame eso. –On-Jo, le quitó el teléfono, esta vez para llamar a emergencias por su cuenta. Mencionando en la llamada, un supuesto incendio en el instituto, de ese modo sería más creíble y tal vez así la ayuda vendría.
—Eso fue...muy inteligente. –Dijo Hye-ra como un cumplido hacía On-Jo con una pequeña sonrisa.
On-Jo devolvió la sonrisa, ambas hablaban con normalidad como amigas, eso le generó un sentimiento de culpa
El tiempo continuó avanzando, y no había señales de que la ayuda estuviera cerca, todo allá afuera seguía empeorando, la chica no pudo evitar llevar la mano a su rostro con horror cuando se acercó a la ventana, desviando su vista al cielo por reflejo. Su-Hyeok se paró a un lado de ella, sin mencionar una sola palabra, la observó, podía notar el terror en sus ojos.
—¿Estás bien?
—*El bebé se mueve mucho* –Respondió, Cho-a les había enseñado a ambos, y era una forma en la que se comunicaban para que nadie descubriera su secreto.
—Deberías sentarte, descansar hasta que llegue la ayuda. –Ella volteo a mirarlo mientras negaba con su cabeza.
— ¿Crees que alguien vaya a venir?
Su-Hyeok suspiró, había pasado un buen rato desde que llamaron —Eso espero...
Cho-a también había decidido observar por la ventana, alejándose alterada pocos segundos después, llevando las manos a su pecho tratando de nivelar su respiración.
—Llamemos a la policía otra vez, no van a venir ya pasó mucho tiempo. –Pidió comenzando a desesperarse.
—Llamo, pero no contestan. –Explicó On-Jo.
—Pues inténtalo otra vez. –Cho-a se arrepintió de inmediato al sonar mandona como Na-yeon. —Lo siento pero, mi prima suele ir al salón de inglés durante los descansos y... –Su voz se quebró. —Desde aquí puedo verlo, está completamente invadido, si sigue con vida, entre más rápido llegue la policía hay más posibilidad de salvarla.
Na-Yeon soltó un pesado suspiro y se acercó a Nam-ra. —Oye, haz algo. –Ordenó a la pelinegra, quien se encontraba sentada en uno de los pupitres con la mirada fija al frente.—Dile a la señora Park que venga. Haz algo.
—¿Qué puede hacer?
—Debería estar haciendo algo. –Replicó molesta. —Eres la presidenta de la clase, ¿no?
—Lee Na-yeon. –Min-ji jaló su brazo, intentando calmar a la pelirroja para que no hiciera una escena en el aula, no era un momento para pelear.
Nam-Ra se levantó, mirando a la pelirroja con total seriedad. —¿Debería salir? ¿Ir a la oficina del profesor? ¿Eso serviría?
—¿Por qué me preguntas a mi?
—Dijiste que hiciera algo, ¿No querías decir eso?
—Lo dice porque eres la presidenta. –Intervino On-Jo.
—Sí, eres la presidenta de la clase, así que ten paciencia ¿está bien? –Agregó Woo-Jin.
—Qué graciosos que son. –Soltó Nam-Ra sarcásticamente. –¿Ahora que estamos en este lío, soy la presidenta de la clase?
—Ignóralos. –Habló Hye-ra colocando una mano sobre el hombro de Nam-Ra. —Llamemos de nuevo a la policía.
—¡Pero no viene nadie! –Chilló Na-Yeon haciendo un berrinche.
—¡Basta! –Ji-Min se levantó de su asiento harta de la actitud de la pelirroja. —¡Todos tenemos miedo!, ¡Si tanto quieres que venga alguien, entonces llama tu!
—Oigan, dejen de pelear. –Intervino Gyeong-Su.
—¿Por qué te metes idiota? –Exclamó Na-Yeon, molestando no sólo a Gyeong-Su, sino también a Hye-ra, odiaba cuando Na-yeon se comportaba así.
—¿Qué? ¿Idiota? –Gyeong-Su se separó de la puerta, molesto acercándose a Na-Yeon. –¿Me llamaste idiota? –Hye-ra se apresuró a sostenerlo de los hombros para detenerlo.
—Puedes dejarlo en paz, el nunca te ha hecho nada para que lo trates tan mal. –Recriminó mirando con el ceño fruncido a la pelirroja.
—¡¿Por qué siempre lo defiendes?!
—¡Es mi amigo!
Na-yeon bajó la mirada mordiendo su labio. —Yo también lo soy.
—Na-yeon, sólo deja de ser tan mala, por favor. –Hye-ra rodó los ojos y suavizó su voz, contrario a su amiga que pareció alterarse más.
—¡No soy mala, estoy harta de este idiota!
—¿Idiota? –Gyeong-su se soltó bruscamente del agarre. —¿Cómo mierda me dijiste?
—No es tiempo de pelear. –Intervino Su-Hyeok. –Gyeong-Su, sujeta la puerta, ¿está bien?
Gyeong-Su suspiró rendido, pero accedió a volver a cuidar la puerta como lo estaba haciendo hasta hace un rato. —¿Ella quién mierda se cree?
—No la escuches, ya sabes como es ella. –Hye-ra trató de animar al chico dándole un par de palmadas en su espalda.
Cho-a abrazó a Na-Yeon por la espalda para hacerla sentarse y que dejara de crear un escándalo cada que hablaba.
Sin aviso, un hombre entró por la puerta corriendo, asustando a Gyeong-Su haciéndolo esconderse detrás de la chica, Hye-ra rápidamente lo empujó retrocediendo donde Su-Hyeok quien la tomó del brazo colocándola tras el.
—¿Señor Kang? –Exclamó sorprendido Gyeong-Su al ver al profesor de deportes, mientras Cheong-San lo ayudaba a levantarse.
—¿Están bien? –Preguntó el señor Kang observando a los estudiantes a la defensiva.
—¿Y usted? –Preguntó Gyeong-Su acercándose a profesor. —¿No lo mordieron?
—No, claro que no, estoy bien. –Respondió más calmado. —Debemos bloquear la puerta
Ellos se miraron entre si, pero finalmente, lo que necesitaban en ese momento era tener a alguna autoridad a su lado.
Hye-rase acercó a uno de los pupitres para moverlo hacía la puerta, recibiendo ayuda de Na-yeon, no se hablaron, ni se atrevían a mirarse a los ojos, Cho-a estuvo todo el tiempo con la cabeza abajo, no se sentía bien, estaba demasiado preocupada por la situación, y tener a sus mejores amigas peleadas hacía todo peor. El resto hacía su parte siguiendo las ordenes del profesor, acomodando las bancas en las entradas.
—On-jo... –I-sak la llamó, señalando el brazo de su profesor con su mano temblorosa. —¿Qué hacemos? –El señor Kang había sido mordido.
—Señor Kang. –On-jo llamó la atención del hombre. —Su brazo...
Los demás detuvieron lo que hacían para observar al profesor, notando la marca en su brazo, el terror se apoderó de ellos en ese momento. Su-Hyeok se detuvo frente a su novia para protegerla.
—¿Qué? No es nada... –Intentó desesperadamente bajar su manga para cubrirse, pero ya era demasiado tarde, todos lo habían visto. —Es sólo un rasguño...
—Señor Kang, lo mordieron.
—¡No fui mordido!
—¿Puede irse de aquí, por favor?–Habló I-Sak, aterrada por dentro, no podían dejar que el se quedara.
El hombre molesto se acercó, quedando más cerca de las chicas, el resto observaban la escena petrificados, no estaban preparados para eso, no sabían que hacer. —¿Quieres que me vaya? –Cuestionó retador. —¿Después de todo lo que me costo llegar aquí?
—Lo mordieron. –I-Sak se mantuvo con firmeza. —¡Lárguese!
—¡Maldita! –Gritó con furia el Señor Kang. —¿Cómo le gritas así a un maestro? –La chica retrocedió con temor. —¡Ven aquí! –El hombre se acercó más a ella.
Su-Hyeok y Hye-ra retrocedieron, la castaña tomó la mano de su hermana con fuerza en caso de tener que correr.
Un hilo de sangre comenzó a correr de la nariz del señor Kang, conmocionado se detuvo, tocó esa sangre, ya no podía escapar de su destino. On-Jo usó la oportunidad que se presentó en ese momento, golpeando al profesor en la espala con una de las mochilas, pero sin llegar a dañarlo.
El hombre se dio la vuelta, acercándose de nuevo peligrosamente a la chica. —¿Estás loca? –Antes de llegar a ella, su cuerpo cayó al suelo, quedándose estático por unos segundos, para luego comenzar a retorcerse, estaba a punto de convertirse.
—¡Sáquenlo de aquí!, ¡rápido! –Exclamó Na-yeon. —¡Sáquenlo!
El ruido atrajo al cuerpo zombie del hombre hacía ella, acercándose a gran velocidad intentando morderla. Cho-a tomó a la pelirroja por la cintura sacándola del camino, ambas chocaron contra el suelo, cuando escucharon gritos de dolor provenientes de una chica, y gotas de sangre salpicar sus rostros.
Mi corazón se detuvo por un segundo.
Sin ellas enfrente, el señor Kang se había abalanzado sobre Min-ji.
Na-yeon se levantó horrorizada de inmediato, aferrando su mano a la de su amiga. Dae-Su tomó la iniciativa, para tomar al señor Kang por la espalda y separarlo de la chica, lanzándolo contra la pared del aula, Woo-Jin reaccionó atrapándolo con una de la sillas evitando que hiciera daño a alguien más.
Min-ji se levantó, las lagrimas corrían por su rostro ahora desfigurado por las mordidas. —Dae-su, ¿Qué hago? no quiero morir. –Intentó ponerse de pie, pero más rápido que su profesor esta comenzó a retorcerse en el suelo.
—Hay que salir de aquí. –Soltó Woo-jin, Gyeong-su se apresuró a abrir la puerta, mientras Dae-su controlaba a la chica, dejando que el resto se fuera, soltando a ambos zombies una vez todos estuvieran en el pasillo.
La escuela se convirtió en un cementerio en solo un pestañeo.
Na-Yeon era quien lideraba al frente mientras el resto corría detrás, quería salvarse a si misma, mientras que la pareja iba al final pues la chica no podía ser tan veloz como le gustaría. Antes de que lograran dar vuelta al pasillo, un zombie apareció frente a ellos, haciendo caer a la pelirroja, mientras el resto retrocedía aterrado.
Su-Hyeok soltó la mano de Hye-ra corriendo hacía el frente, era bueno en artes marciales, uso la pared de impulso para saltar pateando a uno de los zombies, estaba dispuesto a pelar contra todos ellos para mantener a su novia a salvo a su novia.
Uno de los zombies logró pasar al chico, corriendo hacía el resto de estudiantes, asustando principalmente a Na-Yeon quien seguía en el suelo y era la presa más sencilla. Su-Hyeok logró sostenerlo y detenerlo antes de que se acercara más, cayendo al suelo, y con otro de los zombies abalanzándose sobre el.
Woo-Jin sostuvo a Hye-ra antes de que ella intentara cometer una locura e intervenir, la chica pataleó múltiples veces intentando soltarse. —¡Suéltame y ve a hacer algo! –Exclamó logrando que el chico por fin la dejara.
El resto de los chicos quitó las pequeñas ventanas de una de las aulas para usarlas como escudo. Dae-Su siendo el más valiente quitando la puerta, logrando que de ese modo pudieran empujar a los zombies y poder cruzar.
No pasó mucho para que las chicas se unieran para ayudar a empujar a los zombies, aunque Hye-ra se sentía completamente inútil en esa situación, pero intentaba con todas sus fuerzas ayudar al resto. Una vez lograron doblar, los chicos empujaron con toda su fuerza para tirar a los zombies que quedaban por las escaleras.
—¡Corran arriba! –Exclamó Woo-Jin hacía las chicas. Nam-Ra tomó la mano de su hermana para comenzar a correr, al notarla en su mirada lo aterrada que estaba por lo que le podía pasar a Su-Hyeok. Sin embargo, el pasillo de arriba estaba infestado en su totalidad, obligándolos a subir un piso más arriba.
Su-Hyeok se quedó atrás al ser alcanzando por uno de los zombies en la escalera, Cheong-San se detuvo, dispuesto a ir a ayudarlo, pero el chico no se lo permitió, si no detenía a esos zombies, los seguirían hasta el piso de arriba. —¡Ve al laboratorio! ¡Rápido! –Cheong-San dudó unos segundos, pero finalmente cedió, dejando a Su-Hyeok atrás.
Formaron una barrera de ambos lados para evitar que los zombies los alcanzaran, Hye-ra trataba de ayudar empujando. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al cruzar miradas con un zombie que trataba de morder su mano, no quería ser una de ellos.
El ruido y caos del momento hizo que el aparato auditivo de Cho-a comenzara a fallar, un horrible silbido resonó en los oídos de la chica, su cabeza que comenzaba a doler, sin embargo ese ruido pareció alterar a los zombies, haciendo que estos empujaran las puertas con más fuerza.
I-sak corrió rápidamente hasta la puerta al ver a la castaña caer de rodillas al suelo, sosteniendo su cabeza con fuerza, soltando quejidos.
—¡Está cerrada! –Exclamó. ——Mierda ¿Y ahora que?
On-Jo intentó buscar que podrían usar para abrir la puerta, hasta que una cosa hizo clic, podría usar la parte metálica de la manguera para romper el candado, el problema era que este estaba alejado de su alcance.
—¡Dae-Su, empuja! –Tanto ella como I-Sak ayudaron al chico a empujar para lograr llegar hasta su única opción para salvarse.
Una vez estuvo lo suficientemente cerca, jaló la manguera para correr de nuevo hacía la puerta, golpeando el candado con fuerza múltiples veces, por fin logrando romperlo y abrir la puerta.
La mayoría entró apenas pudo, a excepción de Cho-a, Na-yeon intentó acercarse, pero se detuvo al ver como Gyeong-su arrodillarse junto a la chica abrazándola por los hombros ayudándola a entrar antes de que la puerta se cerrara, los zombies se estamparon contra el salón, apenas habían logrado salvarse.
—Gr-gracias, gracias. –Repitió la castaña múltiples veces con su voz entrecortada, pronto, sin dejar al chico responder, Na-yeon la tomó del brazo alejándola bruscamente de Gyeong-su, mirando a ambas extrañado.
Hye-ra había entrado recargándose en una de las mesas, aguantando las nauseas que sentía, era lo más de actividad física que había hecho en meses, casi podía sentir a Su-hyeok abrazándola y preguntándole como se sentía, una y otra vez.
Pero jamás eso jamás pasó. La chica miró hacía todas partes desesperada, pero era en vano, su novio no estaba en el laboratorio.
—Su-hyeok...
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
Hola! ha pasado mucho tiempo, lo siento, pero traté de hacer que la espera valiera la pena.
Salve a Cho-a/Jin-kang, tómenlo como su regalo de navidad atrasado.
Espero hayan pasado una felix navidad, ¿Recibieron regalos?
Yo salí bien ganona ese día, mi mamá me regaló un Moon Knight
Es el evri dei ai weik up
Y mi papá me dio un Album de mis patrones los Astro.
Me salieron dos photocards de Nunu, fue el mejor regalo de mi vida. (El guapo rubio de atrás se llama Moon Bin por si tienen curiosidad)
También, empecé a ver la serie donde sale Park Solomon que salió en noviembre, se llama Revenge Of Others, y está bien chida, véanla por fis, he visto muy pocos fanfics del drama, necesito que más gente se interese.
No puedo prometer un fanfic, pero si lo hago, será del personaje de Jae-bum, es interpretado por el actor Seo Ji-hoon, por si quieren buscarlo y enamorarse de el como yo.
Sin más que decir, me despido.
Los veo en el siguiente capítulo!
-Alessandra.
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