Mayo 2020- Un año y 5 meses antes del virus.

—¡Yeon-ju y yo somos novios! –Anunció Woo-hyuk, uno de sus compañeros de clase con entusiasmo. Ambos presumían que habían intercambiado etiquetas como señal de su nueva relación.

Hyera miró la escena con el ceño fruncido, quitando sus audífonos para escuchar mejor a la pareja, no entendía realmente, que significaban las etiquetas.

—Parece que está de moda que las parejas intercambien sus etiquetas. –Soltó Cheong-san sacándola de sus pensamientos. —Son la segunda pareja que hace eso.

—No quiero arruinar la felicidad, pero ¿Para qué hacen eso? –Cuestionó Hye-ra confundida.

—No lo sé, pero es tierno, ¿No te parece? –Cheong-san se volteó a mirarla. —Un detalle lindo con tu pareja.

—¿Portar nuestras etiquetas como si fuéramos de la propiedad del otro? No gracias. 

—Mataste la felicidad. –Murmuró Gyeong-su, recibiendo un leve golpe por parte de la chica. —¡Oye!

—Quizá la persona indicada pueda hacerte cambiar de opinión. –Cheong-san mostró una pequeña sonrisa.

—Lo dudo.

—Entiendo tu punto, pero a veces me gustaría tener una pareja y dejar de ser sólo espectadora, aunque eso me haga hacer cosas así de tontas. –On-jo intervino en la conversación. —¿No quisieras algo así?

—Claro que no. –Habló mirando hacía el horizonte dramáticamente. —No quiero enamorarme, el amor lleva al miedo, el miedo al odio y el odio conduce al lado oscuro.

—Eso es Star-wars. –Gyeong-su se levantó para golpear levemente el hombro de la chica. —Se honesta.

Ella entrecerró los ojos.—Claro que me gustaría. –Hye-ra soltó un suspiro. —Pero él no da el primer paso.

—Tal vez estaba planeando darte su etiqueta. –Mencionó Cheong-san por lo bajo. —Espera, ¿Él? ¿Te gusta alguien?

—¡Lo sabía! –Una de sus mejores amigas, Cho-a exclamó levantándose rápidamente de su mesa, pronto todas las miradas se dirigieron a la chica mirándola con curiosidad.

Incluso su hermana Nam-ra volteó a mirarla, aunque ella ya sabía quién era el crush, de su Hye-ra, quería ver si se atrevía a admitirlo frente a los demás.

—¿Quién te gusta? –Preguntó On-jo, inclinándose en su asiento mirándola expectante. —¿Es alguien de esta clase?

No podría quitárselos de encima, y no era buena para mentir, sólo le quedaba contarles y esperar que guardaran el secreto.

—Es de esta clase... –Sus amigos quienes estaban interesados en saber, se acercaron un poco más para escucharla. —Es Lee Su-hyeok.

Un chillido de emoción salió de los labios de Cho-a. —¡Su-hyeok! Siempre lo supe.

—¿Saber qué? –Todos guardaron silencio cuando el mencionado entró por la puerta del salón dejando su mochila en su mesa. —¿Por qué todos me están mirando?

El que diga algo lo tiro por la ventana. Era obvió que Hye-ra no tenía el poder de la telepatía, pero aún así, fue como si sus amigos la hubieran escuchado y nadie se atrevió a decir nada, creando un extraño silencio incómodo.

El cuál Gyeong-su y Cho-a rompieron, diciendo al mismo tiempo. —¡Yeon-ju y Woo-hyuk son novios! –ambos señalaron a la pareja.

Acto seguido, Cho-a lanzó uno de sus cuaderno contra la ventana sin ningún motivo.

Nunca dejes que sepan tu siguiente movimiento.

El chico frunció el ceño sin entender. –Está bien... –Confundido por el silencio, Su-hyeok se acercó hacía la mesa donde estaba Hye-ra, fingiendo estar estudiando para disimular. —Hye-ra...

—Hola, Su-hyeok. –La chica levantó la mirada con una sonrisa nerviosa, ver al chico tan cerca de ella no era nuevo, pero seguía haciéndola sentir mariposas en el estómago.

Y temía que el haya escuchado la conversación.

Pero parecía que no fue el caso, 

El tomó un suspiro antes de hablar, se notaba que estaba nervioso. —¿Puedes venir al puente después del almuerzo?

El puente era el lugar perfecto para reunirse con alguien, conectaba dos edificios del complejo y tenía una vista hacia todo el patio.

Hye-ra asintió rápidamente. —Claro, te veré allá. –Su-hyeok le dedicó una leve sonrisa antes de regresar a su asiento.

Una gran emoción rodeó a ambos chicos.

Pero al mismo tiempo, otros dos corazones se rompieron silenciosamente.

Una bola de papel cayó repentinamente en el pupitre de Hye-ra, la chica logró perfectamente ver de quién era, Cho-a, su amiga le hizo una seña indicando que abriera el papel.

"¿Puedo ser la madrina de la boda?"

La chica soltó una risa antes de que Gyeong-su le quitara el papel de las manos leyéndolo también.

—Pido ser el padrino. –Murmuró dirigiéndose a Cho-a, ella mostró una sonrisa chocando su puño con el del chico.

—Ni se te ocurra. –Habló una chica pelirroja, Na-yeon, apenas llegando a su mesa quitando el papel de las manos de Gyeong-su para tirarlo al suelo.

Ese trato tan malo jamás se detuvo, incluso empeoró con el tiempo.

Cuando se llegó la hora del almuerzo, Hye-ra trató de comer lo más rápido posible para ir hacia el puente y reunirse con Su-hyeok.

No podía dejar de pensar en lo lindo que se veía ese día.

Eran amigos, en los tres meses que se conocían habían logrado formar una conexión, y aún así, se sentía tan nerviosa en ese momento.

Y el se sentía igual, o eso suponía al verlo moverse de un lado a otro esperando a que ella llegara.

—¿Tienes ardillas en el pantalón? –Soltó haciendo sobresaltar al chico.

—Ay Dios. –El llevó la mano a su pecho rápidamente por el susto. —No sentí cuando llegaste.

—Soy muy sigilosa. –Mencionó ella recargando su cuerpo en el barandal. —¿Por qué te ves tan nervioso?, ¿Vas a confesarme que mataste a alguien? –El chico se mantuvo en silencio. —¿Mataste a alguien?

—¿Qué? ¡No!, Claro que no. –Su-hyeok negó rápido con su cabeza. —Es sólo...Hay algo que he tratado de decirte, pero no puedo acomodar mis pensamientos.

Ojalá sea lo que estoy pensando.

—Sólo dilo de la primera forma que se te ocurra. 

El chico jugó nervioso con sus manos antes de hablar, lo diría todo de la primera forma que se le ocurriera. —Estoy enamorado de ti. –Sí, era justo lo que ella rezaba porque pasara. —Se que no nos conocimos de la mejor manera, pero este tiempo en el que hemos sido amigos no he podido dejar de pensar en lo feliz que me siento de conocerte, se que posiblemente creas que soy un idiota en este momento y te entiendo pero...soy un idiota el cual realmente te quiere.

Hye-ra permaneció inmóvil sin saber que decir, era como un sueño volviéndose realidad. Su-hyeok pareció asustarse pensando que sus sentimientos no serían correspondidos.

—Por favor di algo. –Murmuró el chico, sintiendo que se desmoronaba por cada segundo que pasaba de ese silencio, sentimiento que se fue cuando sintió a la chica darle un fuerte abrazo recargando su rostro en su pecho.

—Su-hyeok, me has gustado desde que te rompí la nariz el primer día que te vi. –Pronunció levantando su vista, quedando frente a frente con el.

—¿L-lo dices enserio? –Ella asintió.

A su mente llegaron la gran cantidad de veces que imaginó un momento así mientras escuchaba Enchanted de Taylor Swift.

—Estoy enamorada de ti, Lee Su-hyeok. –Con esas simples palabras, el chico tomó la iniciativa besándola repentinamente, posando sus manos en las ahora ruborizadas mejillas de Hye-ra.

Sería raro pero no exagerado decir, que ese beso les hizo sentir fuegos artificiales, todo era tan perfecto, como si ese momento estuviera destinado a suceder.

Cuando se separaron por la falta de aire, sus ojos se encontraron de nuevo. No quería mirar nada más ahora que tenía al chico que le gustaba frente a ella correspondiendo sus sentimientos.

—Las cosas serán diferentes entre nosotros, ¿verdad? –La chica rompió el silencio, sin dejar de abrazarlo. —Ahora que ambos nos confesamos.

—Ya no seremos sólo amigos... –En el rostro de Su-hyeok,una expresión de felicidad había aparecido, para el ser correspondido, aumentó la seguridad con la que normalmente hablaba. —Te gustaría volver a las clases como...¿Novio y novia?

Ella asintió con una gran sonrisa. —Les quitaremos atención a Woo-hyuk y a Yeon-ju.

Su-hyeok soltó una risa. —Creo que ya tienen demasiada atención.

—Perdón si parezco algo intensa. –Mencionó a punto de separarse del abrazo. —Creo que te estoy abrazando demasiado...

—No, sigamos así un rato más. –Antes de que se separara, él la detuvo evitando romper la unión. —¿Podemos estar siempre así de cerca?

Por siempre y para siempre.

Ella se apego más a Su-hyeok, como una respuesta afirmativa a lo que el dijo.

Una idea hizo clic en su mente, y maldijo en su interior porque era algo que juró no iba a hacer.

—Sabes, tal vez esto te parezca ridículo y lo entiendo, pero... –Hye-ra reunió valentía. —Hay una cosa que las parejas del instituto están haciendo últimamente, se trata de intercambiar etiquetas y...

Su-hyeok la interrumpió antes de que terminara de hablar. —Hay que hacerlo, intercambiemos etiquetas.

Cheong-san tenía razón, la persona correcta la haría cambiar de opinión.

Al final, ella portaba en su pecho la etiqueta con el nombre de Su-hyeok y él portaba el nombre de Hye-ra, como las otras parejas en la escuela lo hacían.

No porque se pertenecieran, sino porque realmente se conocían, así que llámalo como quieras.

Aunque, con el tiempo, todo el tema de las etiquetas evolucionó un poco, cuando los profesores lo notaron y se trató de regular aquello. Si bien en cuestión de meses era raro que la parejas siguieran haciéndolo, comenzaron.a usar el intercambio de etiquetas para invitar a salir o confesar tu amor a alguien más.

Aunque Hye-ra seguía prefiriendo la manera en la que Su-hyeok la invito al puente, dándole un pin de Taylor Swift el cual presumía en su chaleco con orgullo.

Realmente amaba a ese chico.

Y el la amaba a ella.

Marzo 2021- 8 meses antes del virus.

Nueve meses de relación, pasaron nueve meses en los que todo parecía ser perfecto, meses en los que se coronaron como la pareja más linda del instituto, eran Finn Hudson y Rachel Berry, nada podía salir mal.

Hasta que por un error todo se derrumbó, su dinastía que nada podía romper cayó al suelo. Pero no sólo afectó su relación, sino toda su vida, su futuro.

—Hye, ¿Por qué has estado tan distante? –Preguntó el chico tratando de seguir a su novia quien parecía evitarlo, hasta que llegaron al salón de música, el lugar que siempre escogían para hablar, porque siempre estaba vacío. —¿Hice algo mal?, Porque si fue así, lo siento...

—Estoy embarazada. –Soltó repentinamente, dándose la vuelta revelando sus ojos rojos por las lágrimas que manchaban su pálido rostro. —Perdón por estar tan distante pero no sabía cómo decírtelo tenía miedo...

Fue esa frase, tan corta pero logró paralizar por completo el mundo del chico.

—¿Estás embarazada? –Repitió como una pregunta, era algo tonto porque escuchó perfectamente lo que ella dijo. La chica asintió evitando mirarlo a los ojos. —Estas esperando un bebé ¿Y es mío?

—¡Claro que es tuyo, Su-hyeok!, ¿De quién más podría ser?

—¿P-pero, como sucedió? –El trató de hacer memoria, hasta que recordó.

Habían estado juntos hace poco más de un mes.

—Lo siento, no pensé que esto me pasaría a mí. –Hye-ra recostó su rostro en el pecho del chico, rompiendo en llanto. —No se que voy a hacer.

—Tranquila, tranquila. –Dijo abrazando a la chica intentando consolarla. —No importa que decidas, estaré contigo en todo momento.

Su-hyeok nunca fue muy bueno para cumplir promesas, pero justo esa, fue una que nunca rompió, no dejó sola a Hye-ra en ningún momento.
Ni siquiera cuando fue echada de su hogar por sus padres al descubrir el embarazo, el la recibió en la suya.

Pero fue imposible evitar las peleas que conllevaba vivir juntos siendo tan jóvenes.

Tratar de ocultar un embarazo no era sencillo, y lo que menos necesitaban era meterse en problemas y tener otra cosa de que preocuparse.

Trataban de elegir sus batallas, pero las batallas los elegían a ellos.

Sin importar que, él no la dejaría sola, ni siquiera cuando el caos en la escuela comenzó.

Sólo necesitaba tomar su su mano para saber que todo estaría bien.

Por ahora.

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Hola! Aquí está el primer capítulo de la reescritura de Songbird, espero les haya gustado, si fue así voten y comenten me ayudarían mucho.

Se que será difícil llegar a lo que fue Songbird, así que espero y apoyen esta versión, será similar pero con grandes diferencias que la separaran de la versión original.

Si se preguntan el porqué del cambio de nombre a nuestra protagonista, fue porque descubrí que en Corea es común que los hermanos del mismo género compartan uno de los nombres.

Esta es una explicación muy de mierda, pero para poner ejemplos están las hermanas Chae, Chae-yeon y Chae-ryeong o In-ho y Jun-ho en Squid Game.

Así que hice una encuesta en instagram, entre los nombres So-ra, Hye-ra y Ha-ra. Al final ganó Hye-ra para que puedan seguirle diciendo Hye.

Ya lo de cambiarle el nombre a Jin-kang por Cho-a nomás fue porque me gustó.

Y como dato extra, el inicio está basado directamente en una escena del Webtoon y digo basado ya que lo escribí a los diálogos que recordaba porque se me olvidó cuál era el capítulo exacto.

Sin nada más que decir, los veré en el siguiente capítulo.

No dejen de apoyar esta historia:)

—Alessandra.